Ginzburg, Carlo - “Morelli Freud y Sherlock Holmes: Indicios y método científico” - Comunicación II - Cátedra Martini
Ginzburg, Carlo - “Morelli Freud y Sherlock Holmes: Indicios y método científico” - Comunicación II - Cátedra Martini
El paradigma indiciario
Ginzburg
“Morelli Freud y Sherlock Holmes: Indicios y método científico”
El método Morelli.
Los museos están llenos de pinturas
atribuidos de manera errónea, distinguir una copia de un original es muy
difícil. Él propone concentrarse en detalles menores, por ejemplo él identifica
la oreja peculiar de Borticelli, y con este modelo realizó millones de atribuciones
nuevas en los museos mas importantes de Europa. Su método fue muy criticado.
Castelnuovo trazó un
paralelo entre los métodos de clasificación de Morelli y los atribuidos unos años mas tarde por
Conan Doyle a su Sherlock Holmes. Se los compara porque ambos se dedican a
descubrir a partir de indicios no observados por nadie más.
Wind, salía en
defensa del método de Morelli y dice que la psicología moderna no dudaría en
salir en defensa de Morelli porque nuestros pequeños gestos pasan inadvertidos
y revelan nuestro carácter de una manera mucho más auténtica que cualquier postura
formal que podemos preparar cuidadosamente.
Para un joven Freud, alejado del
psicoanálisis, dice que los ensayos de Morelli le interesaban porque es la
propuesta de un método interpretativo que se basaba en considerar los detalles
marginales e irrelevantes como índices reveladores; un método donde los
detalles proporcionaban la clave para acceder a los productos más elevados del
espíritu humano.
àEn
los tres casos unos detalles minúsculos proporcionan la clave para acceder a
una realidad más profunda, inaccesibles por otros métodos. Para Freud esos detalles son síntomas, para Holmes pistas e indicios,
para Morelli rasgos pictóricos.
En los tres casos podemos invocar el modelo
de la semiótica médica, sintomatología,
la disciplina que permite establecer un diagnóstico, aunque la enfermedad no
sea observada directamente, sobre la base de unos síntomas superficiales o
signos a menudo sin ninguna relevancia para el ojo del lego.
La humanidad vivió de la caza durante miles
de años, y tenían que reconstruir el aspecto de una presa invisible a través de
sus rastros; pone ejemplo de tres hermanos que pudieron reconstruir el aspecto
de un animal sin antes haberlo visto. Los tres hermanos son depositarios de un
saber de tipo venatorio cuyo rasgo principal es pasar de hechos aparentemente
insignificantes que podían observarse a una realidad compleja no observable
directamente. Estas son metáforas, pero vale la pena entenderlo literalmente
como la condensación verbal de un proceso histórico que lleva a través de un
espacio tiempo largo, a la invención de la escritura.
En las formas de conocimiento mesopotámico
existía un enfoque que implicitaba el análisis de casos particulares que podían
reconstruirse solo a través de huellas, signos, indicios. Es legítimo hablar de
un paradigma indiciario o adivinación orientable hacia el pasado presente o
futuro según el tipo de conocimiento involucrado. Hacia el futuro era la
adivinación propiamente dicha, hacia el pasado presente y futuro que era la
medicina de los síntomas( con su doble diagnóstico de pasado presente y apuntaba a un
probable futuro) y hacia el pasado era el conocimiento legal.
En Grecia este grupo de disciplina cambia
considerablemente, gracias al desarrollo de nuevas líneas de estudio como la
historia y la filología y adquiere una autonomía social y epistemológica frente
a disciplinas más antiguas como la medicina. El cuerpo lenguaje y la historia
de los hombres se cometen por primera vez a investigaciones libres de prejuicios
que excluían la posibilidad de intervención divina: este cambio que hizo la
cultura de la polis nosotros somos aun sus herederos. Los hipocráticos
señalaron que solo mediante la atenta observación de todos los síntomas era
posible establecer historiales preciso de cada enfermedad. Este paradigma semiótico
quedó eclipsado por completo por la teoría platónica del conocimiento que
dominaba círculos de mayor influencia y tenia más prestigio.
Ninguna de las disciplinas que llamó como
indiciarias cumple con los requisitos exigidos por los criterios de inferencia
científica esenciales en el paradigma de Galileo; son disciplinas que tenían en
cuenta lo cualitativo, el caso individual y en sus resultados siempre había un
factor azar. Hay un carácter conjetural en la medicina o la filología. La del
saber de la historia, como el del médico es indirecto basado en signos y
vestigios de indicios, o sea es conjetural. El caso de la filología, en
especial la critica textual, su objeto se fue definiendo mediante una drástica
selección de rasgos pertinentes y este cambio fue resultado de la invención de
la escritura y la invención de la imprenta. La radical decisión de descartar
todo lo que no fuera reproducible del texto, hizo posible evitar todo lo
cualitativo, principal escollo de las ciencias humanísticas, y convertirla en
una disciplina rigurosamente científica. Este despojo no se dio en la pintura
aun.
Este modelo galileano de descartar las
características individuales no es en sí una garantía de que los métodos de la matemática
y la física fueran a usarse pero no excluían tampoco por completo esta aplicación.
Había dos enfoques posibles:
-la comprensión del elemento individual para
alcanzar un nivel mas o menos riguroso, mas o menos matemático de
generalización[Ciencias naturales]
-tratar de desarrollar, aunque solo fuera de
manera tentativa, un paradigma alternativo basado en la comprensión científica
de lo individual [Ciencias humanas o sociales]
Durante las primeras décadas del siglo XVII
la influencia del paradigma galileano llevaría hacia el estudio de lo típico,
mas que de lo excepcional, hacia una
comprensión general de las obras de la naturaleza antes que a la adivinación.
Hubo un intento de aplicar el método matemático a las ciencias sociales.
La medicina, que este por algún motivo la
agrupa dentro de las ciencias humanas, tenía según los estudiosos una falta de
certidumbre, esto era porque:
1-las descripciones de enfermedades concretas eran
idóneas en la teoría y no eran adecuadas en la práctica, porque una enfermedad
se podía presentar en un paciente de una forma y en otro de otra.
2- el conocimiento
de una enfermedad seguía siendo indirecto e indiciario. En conclusión: la
medicina no podía alcanzar nunca el rigor propio de las ciencias naturales a causa de
su incapacidad para cuantificar. En las discusiones sobre la incertidumbre de
la medicina estaban contenidas las primeras formulaciones de los futuros
problemas epistemológicos centrales de las ciencias humanas.
A lo largo de los años se busco poner en corpus
el saber popular, pero el resultado era pobre y limitado, solo en medicina la
anotación y codificación del saber indiciario produjo un enriquecimiento real.
En el siglo XVIII, en una contraofensiva cultural, la burguesía se fue apropiando del
saber popular de artesanos y campesinos, a veces conjetural y a veces no, lo
organizaron y lo anotaron, e intensificaron el masivo proceso de instrucción.
El símbolo e instrumento crucial de esta contraofensiva fue la enciclopedia. La
recopilación de esos pequeños discernimientos fue la base de nuevas
formulaciones de antiguos saberes.
Todo esto es un tejido y este tejido un
paradigma que fue llamando adivinatorio, venatorio, indiciario o
semiótico. Adjetivos que no son sinónimos pero nos remiten a un modelo epistemológico
común, articulando disciplinas diversas a menudo entre si por métodos o
palabras clave tomados en préstamo. La medicina se convirtió en el punto de
referencia, explicito o implícito, de todas las ciencias humanas, y en el siglo XVIII se define dos posibilidades: el modelo anatómico [Metáfora de anatomía de
la sociedad, que busca lograr un conocimiento sistemático, en épocas en las que
el ultimo sistema filosófico, el hegeliano, se derrumbaba] y el semiótico [el
paradigma indiciario de la semiótica].
De ahí retoma de nuevo a Morelli, Freud y
Holmes: dice que Morelli quiso rastrear en el seno de un sistema de signos
culturalmente determinado las convenciones de la pintura, que al igual que los
síntomas, se producían de manera involuntaria. Después habla de la identificación
de los individuos, de la demanda de la burguesía de que fueran indelebles, y de
las huellas digitales y la unicidad de cada una. Con el tema que sacaron de los chinos de mojar los dedos en tinta o alquitrán, se logró identificar a cada
uno, y la humanidad adquirió una identidad y se constituyó en un individuo.
El mismo paradigma indiciario lleva en su
seno el potencial para comprender la sociedad. Pero reconocerla no equivale a
olvidar el concepto de su totalidad. Al contrario se confirma la existencia de
una profunda conexión que explica los fenómenos superficiales cuando se reconoce
que el conocimiento directo de tal conexión es imposible; porque la realidad es
opaca pero hay síntomas, indicios, cosas que nos permiten descifrarla. Esta
idea constituye el núcleo del paradigma indiciario.
[conjunto índices/abducción]
“Conexiones.
El conjunto índices, abducción, cuerpo: entre los comienzos de nuestra
modernidad y la crisis actual.” By Ford
Pone en una oración lo que Guinzburg tarda 20
hojas en decir que es que desde fines de siglo pasado ha surgido una formación
cultural indiciaria en las ciencias. (Recuerda que G enfrentaba el paradigma
indiciario con el gelileano).
La modernidad privilegió como forma de
conocimiento a la escritura, dejando las otras formas de percepción de lado y
encasillándolas en el arte o lo estético en los medios o en saberes marginados
de la vida cotidiana. Recuerda que no hay una sola forma de conocer, de pensar
el pasado, presente o futuro, de clasificar los hechos, no hay una sola cultura
de los sentidos.
La llegada de saberes sobre el cuerpo y la
identidad individual como por ej la criminología, que es un ejemplo de un saber
que pone en escena aspectos de la cultura abandonados por la Ilustración y el
positivismo y por el paradigma galileano, y también refunde nuevas técnicas,
por ejemplo la fotografía y por ende o icónico, con técnicas elaboradas,
afanadas de los chinos como las impresiones digitales. Y esto sucede en una
sociedad cada vez mas opaca y semiotizada donde la lectura de los índices, en
sentido peirciano, pasa de la medicina a la literatura. En resumen: la
problemática perceptiva y congnitiva que analizamos en el conjunto
índices/abducción/cuerpo se planteó en los comienzos de nuestra modernidad.
Un índice es un signo que se remite a su
objeto no tanto porque tenga alguna semejanza con él, ni porque se lo asocie
con los caracteres, sino porque esta en conexión dinámica con el objeto
individual, por un lado, y con los sentidos o la memoria de la persona para quien sirve de signo, por
otro.(Ej moscas y azúcar, humo y fuego, sonido de una sirena en ciudad). Lo
indiciario es lo que más pesa en nuestros procesos de interacción simbólica.
Esta semiósis por conexión dinámica, por contigüidad, se estructura en relación
a un interpretante que permite que ese índice pueda ser elaborado lógicamente
mediante la abducción. La abducción es una zona central de la hipótesis que
usamos para vivir, intenta explicar los hechos, nuevos o sorprendentes.
Persigue una teoría, la inducción busca hechos, pero en la abducción la
consideración de los hechos sugiere la hipótesis, y se encuadra en una explicación
de nuestro procesos de conocimiento. La identificación de los y explicación de
los símbolos, el funcionamiento indiciario, nos lleva a la abducción, en otro
plano, mientras esta articula sus hipótesis sobre los datos de los sentidos en
el precario campo de lo contiguo, nos lleva al cuerpo significante. El índice es un signo que se decodifica en
contexto tanto espacial como temporal.
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