Mangone - "Tinellismo, veinte años son demasiado" (2009) - Comunicación II - Cátedra: Magone Gándara
Mangone - "Tinellismo, veinte años son demasiado" (2009) - Comunicación II - Cátedra: Magone Gándara
1. ¿Por qué reflexionar sobre el devenir televisivo a partir de un aniversario?
Nunca antes en la historia de la televisión argentina un programa de televisión, con sus leves variantes de nombre y matices de estructura, ha influido tanto en los cambios y permanencias del sistema general de la programación
.
2. Las tendencias actuales de la televisión argentina.
a) Baja diversificación, poca calidad.
Actualmente acaba siendo una programación casi diaria que reduce enormemente las propuestas diferenciadas de programas (siempre en la TV abierta). Lo que se acentua es la autoreferencialidad como política general y la utilización de formatos probados por su plasticidad y la generación de dispositivos de interpelación a la audiencia.
b) Concentración de todo tipo.
La tendencia anterior se refuerza con la concentración corporativa, regional y laboral del sistema de medios que incluye elencos estables de todo tipo.
c) Flexibilización en la producción y en el consumo.
Esta distribución se hace en el marco de una flexibilización en la producción y en el consumo televisivo.
d) Ultramercantilización.
Organización del tiempo televisivo, las interrupciones de tandas, y de publicidad no tradicional, auspiciantes encubiertos en las ficciones.
e) Politización antipolítica.
La tendencia antipolítica de la dictadura y de la democracia igualó el discurso televisivo cada vez más en una general desconsideraciónde la participación política consecuente.
f) Desaparición de género
El relativismo posmodernista, la disolución de los umbrales y fronteras de la trascendencia e intrascendencia, el borramiento realidad/ficción, el auge de infoentretenimiento ---> actúan como el contexto de la pérdida de la educación sentimental genérica. La justificación por la existencia de canales de cable de carácter temático habla al mismo tiempo de una convergencia mercantil y de una televisión abierta para pobres.
g) Legitimación mercantil de lo pésimo.
Si bien siempre se buscó coherencia entre la imagen corporativa, el tema de los programas y las marcas auspiciantes, nunca como ahora por el nivel televisivo que muestran, existiría la obligación de interrogar a las empresas acerca de su acuerdo con los programas que auspician sobre la vida privada, la manipulación telvisiva de los pobres, el irrespeto por los horarios de protección almenor, etc.
h) Integración funcional de lo experimental.
Lo que antes llevaba años des la vanguardia teatral por ejemplo, ahora de manera fugaz, puede tener su momento de reconocimiento y se sostiene si elige una integración con las pautas mercantiles y de adaptación ideológica y estética.
i) Legitimación académica de lo pésimo.
Es preocupante que parte de la crítica y del análisis académico solo busque explicar y comprender las actuales propuestas televisivas sin integrarlas en la estrategia general de una industria que expresa el capitalismo más especulador.
j) Integración vertical de la crítica.
Los efectos de casi veinte años de multimedia ha debilitado enormemente la diversificación crítica, lo que explica la poca, propensión de los críticos de medios a hacerse cargo de la programación del canal que los integra en medios gráficos o radiofónicos.
k) La legitimación social del ráting.
El minuto a minuto profundizó con un detallismo intrascendente para el público y determinante para los productores, el frenesí de la telebasura, del alargamiento de la entrevista, de la ruptura del contrato horario.
III. El tinellismo, esa omnipresencia compulsiva, esa hegemonía cultural social.
El tinellismo consolida formas de contratación, reafirma la tradición del personalismo de animación y conducción, acentúa la disolución de los géneros y formatos y ratifica la tendencia de la televisión argentina a mezclar, con el peor de los resultados, ficción y actualidad, lo trascendente y lo banal, la destreza y el amateurismo.
Tinelli formaría parte de los nuevos empresarios polirubro. Ej. fútbol, voley. También el poder político se pliega cómodamente a sus actividades extraartísticas.
Su neopulismo de derecha aparece evidente en momento de crisis (campo, inseguridad urbana), aunque su nuevo lugar de empresario exitoso que "invierte en el país" y da "trabajo" le dará derechos de fiscalización por sobre el resto de la sociedad.
Okupas, Tumbero, Disputas y Todo por dos pesos, colaboran para que la crítica estética y ética hacia sus producciones resulte neutralizada por el peso específico que tiene como productor de programas de ficción, entretenimiento y magazines de interés general.
Sus relaciones con Telefé, Gurpo Hadad y Grupo Clarín son ejemplos para entender cómo se consolida una propuesta que termina convirtiéndose en la matriz de toda la televisión abierta: informativa, ficcional, autorreferencial, chismotográfica e incluso política.
El intento académico de "explicar" los funcionamientos de este tipo de televisión, de "comprender" su consumo y repercusión se fue debilitando paulatinamente hasta llegar a la "justificación"de su existencia.
El tinellismo televisivo se extendió mucho más allá de sus emisiones. Se desparramó por toda la programación televisiva y radial hasta imponerse como una forma "nacional".
IV. La televisión pública, ese contrapeso ausente. La política cultural de la memoria como censura de la actualidad.
LEER LO QUE SIGUE DEL APUNTE.
1. ¿Por qué reflexionar sobre el devenir televisivo a partir de un aniversario?
Nunca antes en la historia de la televisión argentina un programa de televisión, con sus leves variantes de nombre y matices de estructura, ha influido tanto en los cambios y permanencias del sistema general de la programación
.
2. Las tendencias actuales de la televisión argentina.
a) Baja diversificación, poca calidad.
Actualmente acaba siendo una programación casi diaria que reduce enormemente las propuestas diferenciadas de programas (siempre en la TV abierta). Lo que se acentua es la autoreferencialidad como política general y la utilización de formatos probados por su plasticidad y la generación de dispositivos de interpelación a la audiencia.
b) Concentración de todo tipo.
La tendencia anterior se refuerza con la concentración corporativa, regional y laboral del sistema de medios que incluye elencos estables de todo tipo.
c) Flexibilización en la producción y en el consumo.
Esta distribución se hace en el marco de una flexibilización en la producción y en el consumo televisivo.
d) Ultramercantilización.
Organización del tiempo televisivo, las interrupciones de tandas, y de publicidad no tradicional, auspiciantes encubiertos en las ficciones.
e) Politización antipolítica.
La tendencia antipolítica de la dictadura y de la democracia igualó el discurso televisivo cada vez más en una general desconsideraciónde la participación política consecuente.
f) Desaparición de género
El relativismo posmodernista, la disolución de los umbrales y fronteras de la trascendencia e intrascendencia, el borramiento realidad/ficción, el auge de infoentretenimiento ---> actúan como el contexto de la pérdida de la educación sentimental genérica. La justificación por la existencia de canales de cable de carácter temático habla al mismo tiempo de una convergencia mercantil y de una televisión abierta para pobres.
g) Legitimación mercantil de lo pésimo.
Si bien siempre se buscó coherencia entre la imagen corporativa, el tema de los programas y las marcas auspiciantes, nunca como ahora por el nivel televisivo que muestran, existiría la obligación de interrogar a las empresas acerca de su acuerdo con los programas que auspician sobre la vida privada, la manipulación telvisiva de los pobres, el irrespeto por los horarios de protección almenor, etc.
h) Integración funcional de lo experimental.
Lo que antes llevaba años des la vanguardia teatral por ejemplo, ahora de manera fugaz, puede tener su momento de reconocimiento y se sostiene si elige una integración con las pautas mercantiles y de adaptación ideológica y estética.
i) Legitimación académica de lo pésimo.
Es preocupante que parte de la crítica y del análisis académico solo busque explicar y comprender las actuales propuestas televisivas sin integrarlas en la estrategia general de una industria que expresa el capitalismo más especulador.
j) Integración vertical de la crítica.
Los efectos de casi veinte años de multimedia ha debilitado enormemente la diversificación crítica, lo que explica la poca, propensión de los críticos de medios a hacerse cargo de la programación del canal que los integra en medios gráficos o radiofónicos.
k) La legitimación social del ráting.
El minuto a minuto profundizó con un detallismo intrascendente para el público y determinante para los productores, el frenesí de la telebasura, del alargamiento de la entrevista, de la ruptura del contrato horario.
III. El tinellismo, esa omnipresencia compulsiva, esa hegemonía cultural social.
El tinellismo consolida formas de contratación, reafirma la tradición del personalismo de animación y conducción, acentúa la disolución de los géneros y formatos y ratifica la tendencia de la televisión argentina a mezclar, con el peor de los resultados, ficción y actualidad, lo trascendente y lo banal, la destreza y el amateurismo.
Tinelli formaría parte de los nuevos empresarios polirubro. Ej. fútbol, voley. También el poder político se pliega cómodamente a sus actividades extraartísticas.
Su neopulismo de derecha aparece evidente en momento de crisis (campo, inseguridad urbana), aunque su nuevo lugar de empresario exitoso que "invierte en el país" y da "trabajo" le dará derechos de fiscalización por sobre el resto de la sociedad.
Okupas, Tumbero, Disputas y Todo por dos pesos, colaboran para que la crítica estética y ética hacia sus producciones resulte neutralizada por el peso específico que tiene como productor de programas de ficción, entretenimiento y magazines de interés general.
Sus relaciones con Telefé, Gurpo Hadad y Grupo Clarín son ejemplos para entender cómo se consolida una propuesta que termina convirtiéndose en la matriz de toda la televisión abierta: informativa, ficcional, autorreferencial, chismotográfica e incluso política.
El intento académico de "explicar" los funcionamientos de este tipo de televisión, de "comprender" su consumo y repercusión se fue debilitando paulatinamente hasta llegar a la "justificación"de su existencia.
El tinellismo televisivo se extendió mucho más allá de sus emisiones. Se desparramó por toda la programación televisiva y radial hasta imponerse como una forma "nacional".
IV. La televisión pública, ese contrapeso ausente. La política cultural de la memoria como censura de la actualidad.
LEER LO QUE SIGUE DEL APUNTE.
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