Illouz - "La narrativa terapéutica de la personalidad" - Comunicación I - Cátedra Mangone
La narrativa terapéutica
La doctrina terapéutica ha transformado en una enfermedad lo que antes era clasificado como un problema moral. Con el requerimiento de que alcancemos nuestro yo más "completo" o "autorealizado", no se nos ha brindado ninguna indicación para ayudarnos a determinar qué diferenciaba a un yo completo de uno incompleto. Si el "yo real" se encuentra en constante evolución, es imposible establecer qué es en realidad el yo autorrealizado.
La narrativa ---> moldean nuestra autocomprensión y los modos como interactuamos con los demás. El modo como captamos nuestra vida y se lo comunicamos a otros depende de la forma narrativa que elijamos para "contar nuestras vidas".
Principal característica de las narrativas terapéuticas: la meta del relato dicta los hechos que son seleccionados para contar la historia así como los modos en que esos hechos se conectan ----> Es decir, la narrativa terapéutica es restrospectivamente puesta en intriga o "escrita hacia atrás": el "final" de la historia da inicio a la historia.
Paradoja: cultura terapéutica (vocación de curar) debe generar una estructura narrativa en la que el sufrimiento y la condición de víctima definan de hecho al yo. Hechos de la vida ----> indicadores de oportunidades fallidas del propio desarrollo. El sufrimiento es el nudo central de la narrativa.
Ver ejemplo en el texto sobre la "intimidad".
La estructura simbólica de las narrativas terapéuticas es altamente compatible con la industria cultural, debido a que las marcas narrativas pueden ser fácilmente cambiadas (favoreciendo el consumo renovable). Ej: en "Mujeres que aman demasiado" se reemplaza "miedo" por adicción.
La estructura de la narrativa terapéutica puede producir líneas argumentales contradictorias (el miedo a la intimidad y la adicción a la intimidad) que organizan al yo de manera consistente al encontrar las causas de una relación deficiente en un pasado reprimido u olvidado.
Una narrativa demoníaca
Instituciones ---> coherencia cultural ---> cuando intentan organizar la diferencia.
" " " " ---> también excluyen, marginalizan ---> prácticas y poblaciones que divergen del ideal sancionado.
La doctrina terapéutica ha institucionalizado al yo a través de la "diferencia" que es generada de hecho por el ideal moral y científico de la salud y la normalidad.
La narrativa de la autoayuda no es el remedio para el fracaso o la miseria; más bien, el mandato mismo de esforzarse por lograr niveles más altos de salud y de autorrealización produce narrativas del sufrimiento.
La misma narrativa que promueve la autoayuda es una narrativa de la enfermedad y del sufrimiento psíquico.
Esta narrativa no constituye una distorsión del psicoanálisis sino que fue incrustada dentro de él desde el comienzo ---> Si incluso el "niño más normalmente dotado" y la "madre más óptima posible" producen "dificultades" y "crisis", entonces tanto los niños normales como los que padecen patologías (osea todos los chicos) no logran la salud mental, y por lo tanto necesitan de la ayuda de la psicología para superar las crisis inherentes a la experiencia misma de la vida.
La narrativa terapéutica
La doctrina terapéutica ha transformado en una enfermedad lo que antes era clasificado como un problema moral. Con el requerimiento de que alcancemos nuestro yo más "completo" o "autorealizado", no se nos ha brindado ninguna indicación para ayudarnos a determinar qué diferenciaba a un yo completo de uno incompleto. Si el "yo real" se encuentra en constante evolución, es imposible establecer qué es en realidad el yo autorrealizado.
La narrativa ---> moldean nuestra autocomprensión y los modos como interactuamos con los demás. El modo como captamos nuestra vida y se lo comunicamos a otros depende de la forma narrativa que elijamos para "contar nuestras vidas".
Principal característica de las narrativas terapéuticas: la meta del relato dicta los hechos que son seleccionados para contar la historia así como los modos en que esos hechos se conectan ----> Es decir, la narrativa terapéutica es restrospectivamente puesta en intriga o "escrita hacia atrás": el "final" de la historia da inicio a la historia.
Paradoja: cultura terapéutica (vocación de curar) debe generar una estructura narrativa en la que el sufrimiento y la condición de víctima definan de hecho al yo. Hechos de la vida ----> indicadores de oportunidades fallidas del propio desarrollo. El sufrimiento es el nudo central de la narrativa.
Ver ejemplo en el texto sobre la "intimidad".
La estructura simbólica de las narrativas terapéuticas es altamente compatible con la industria cultural, debido a que las marcas narrativas pueden ser fácilmente cambiadas (favoreciendo el consumo renovable). Ej: en "Mujeres que aman demasiado" se reemplaza "miedo" por adicción.
La estructura de la narrativa terapéutica puede producir líneas argumentales contradictorias (el miedo a la intimidad y la adicción a la intimidad) que organizan al yo de manera consistente al encontrar las causas de una relación deficiente en un pasado reprimido u olvidado.
Una narrativa demoníaca
Instituciones ---> coherencia cultural ---> cuando intentan organizar la diferencia.
" " " " ---> también excluyen, marginalizan ---> prácticas y poblaciones que divergen del ideal sancionado.
La doctrina terapéutica ha institucionalizado al yo a través de la "diferencia" que es generada de hecho por el ideal moral y científico de la salud y la normalidad.
La narrativa de la autoayuda no es el remedio para el fracaso o la miseria; más bien, el mandato mismo de esforzarse por lograr niveles más altos de salud y de autorrealización produce narrativas del sufrimiento.
La misma narrativa que promueve la autoayuda es una narrativa de la enfermedad y del sufrimiento psíquico.
Esta narrativa no constituye una distorsión del psicoanálisis sino que fue incrustada dentro de él desde el comienzo ---> Si incluso el "niño más normalmente dotado" y la "madre más óptima posible" producen "dificultades" y "crisis", entonces tanto los niños normales como los que padecen patologías (osea todos los chicos) no logran la salud mental, y por lo tanto necesitan de la ayuda de la psicología para superar las crisis inherentes a la experiencia misma de la vida.
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