MURARO La comunicación masiva
durante la dictadura
Los sucesivos gobiernos
civiles que conociera ese país entre 1973 y 1976 no lograron establecer un
régimen relativamente estable, tanto en el aspecto político, económico y
cultural. Durante ese período (sólo tres años) las diferentes corrientes
internas del peronismo, no obstante sus diferencias ideológicas y violentos
conflictos, participaron de la convicción de que los medios de comunicación
masiva debían ser primordialmente controlados por el Estado Las primeras
medidas adoptadas por el gobierno de facto nacido del golpe militar de 1976 en
el ámbito de la comunicación social estuvieron destinados a desmantelar el
ordenamiento que limitaba a las agencias internacionales de noticias y a la
actividad publicitaria Los gobernadores militares del Proceso aplicaron un verdadero
régimen de terror en el área de las comunicaciones sociales: asesinatos de
periodistas, cierre de diarios, censura previa, etc. En cuanto a la televisión, la dictadura
militar mantuvo en manos del Estado a los canales de la Ciudad de Buenos Aires que
habían sido expropiados durante el período anterior Sólo se decidió devolver
uno de ellos a sus antiguos dueños - el canal 9 de Buenos Aires - en razón de
que ellos se negaron a aceptar las indemnizaciones previstas y la justicia se
vio obligada a fallar en contra del régimen. Durante todas esta etapa estas
emisoras de televisión fueron manejadas por interventores militares de una
manera que bordeó la corrupción administrativa. Estos nuevos “zares de la
televisión” no introdujeron modificaciones substanciales a la programación
Aunque la censura afectó considerablemente a la producción cultural masiva y no
masiva de la Argentina
durante el período 1976 - 1980, todavía mayor fue el impacto negativo que tuvo
en ella la política económica de corte neoliberal emprendida por el régimen
militar el “Proceso” se abocó a disciplinar al sector laboral y más tarde a los
restantes agentes económicos El régimen militar restringió las posibilidades de
acceso a los sectores populares a la educación secundaria y terciaria en tanto
que la crisis económica incrementaba la deserción escolar en el ciclo primario
Baja considerable de la producción y circulación de diarios y revistas y afectó
también la producción de filmes La modernización conspicua 1-hacia mediados de
la década del 70 se puso en marcha una industria capaz de producir papel de
diario y librar al país de las fuertes erogaciones en divisas que demandaba la
importación de ese insumo. 2-las autoridades del “Proceso” decidieron
introducir la TV
color (x el mundial) 3-las autoridades de ENTel durante el “Proceso” impulsaron
una activísima política de renovación del equipamiento en materia de
telecomunicaciones. Con excesiva frecuencia la legislación sobre medios ha sido
burlada en los hechos o produjo resultados diferentes a los perseguidos por los
legisladores. La causa de estos fracasos reside generalmente en una falta de
comprensión por parte de los legisladores de la dinámica de la Industria Cultural
La mayoría de las leyes de radiodifusión de la Argentina han sido hasta
el presente la resultante una suma de intenciones de los más variados orígenes,
que corresponden a los más variados niveles. La variedad de temas cubiertos por
la legislación ha servido para distraer la atención de los ciudadanos de los
problemas de fondo de la industria cultural, convirtiendo los debates al
respecto en discusiones sobre problemas estéticos o acerca de los efectos de
los medios que son extraordinariamente complejos y que por el momento carecen
de una solución empírica confiable La oposición entre producción local
vs. importada no puede resolverse meramente a nivel ideológico. Inclusive las
leyes peronistas sobre mínimos nacionales en la industria del cine, nunca
pudieron cumplirse del todo por falta de producción local, dificultades para la
importación de equipos y por la estrechez del mercado interno provocado por el
reducido tamaño de la población argentina Otra fuente de dificultades que deben
enfrentar los legisladores en materia de radiodifusión es el dilema
“privatismo” vs. “estatismo” ¨ Cuando en la Argentina se habla de un
medio en manos del Estado la mayoría del público piensa automáticamente en una
radio o un canal de televisión manejado discrecionalmente por funcionarios del
Poder Ejecutivo o del partido gobernante. Cuando se hace referencia a un medio
radiofónico en manos privadas se da por sentado que se trata de una empresa que
elude todo choque con las corporaciones - especialmente fuerzas armadas - y
sólo atiende a sus intereses mercantiles, haciendo oídos sordos a las demandas
de la comunidad civil. Raras veces se toma en cuenta que canal 7 en cuanto
comercial está obligada a competir por el rating y las inversiones publicitarias
con los demás canales, lo cual limita sus posibilidades de encarar planes
educacionales o culturales de largo plazo tampoco cabe establecer como
principio general una ecuación del tipo: gobiernos autoritarios = desarrollo de
los medios en manos del Estado + atraso del sector privado de la radiodifusión
Debe observarse que cuando se habla de “empresarios privados” esta categoría
suele ser considerada como homogénea En cambio en Arg, la barrera impuesta por
la burocracia estatal - especialmente durante los gnos de facto y durante el
“Proceso” - ha debilitado el poder del sector empresarial privado aún a riesgo
del atraso con respecto a otros países de la región Existen diferencias de
enfoque y de intereses entre los grandes propietarios de medios radiofónicos o
canales de tv de importancia comercial y los pequeños propietarios de emisoras
del interior del país Tampoco se advierte entre los dirigentes políticos y
funcionarios del partido gobernante una verdadera unidad de criterio en torno a
qué hacer con la radio y la tv en los próximos años. Los diversos públicos de
los medios masivos continúan siendo los grandes ausentes del debate.
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