Travi - CAZZANIGA: Trabajo social e interdisciplinas: la cuestión de los equipos de salud - CAVALLIERI, M. Silvina; (2008) “Repensando el..." MALLARDI. “La entrevista en..." - CARBALLEDA. “Hacia una discusión..." - IAMAMOTO, “intervención prof..." - Trabajo Social - Nivel de Intervención III - Cátedra: Bruno
Nivel de Intervención III - Bruno
Texto:
Travi
El articulo está dividido en
dos partes; en la primera se discute la construcción de los problemas sociales
en relación a las demandas de intervención profesional; en la segunda parte se
aborda la cuestión de la investigación diagnostica, el proceso planificador y
el papel de la teoría en la definición de problemas.
1-La
construcción de problemas sociales y las demandas de intervención profesional.
Cuando la intervención
profesional tiene lugar a partir de una demanda, nos encontramos en primer
lugar frente a un pedido. Un pedido de ayuda, de asesoramiento, enunciado a
través de un discurso cuyo contenido incluye:
·
la
evidencia de un problema o situación adversa.
·
una
interpretación respecto del problema.
·
un
pedido de solución.
La evidencia de un problema
suele ser percibida como que “algo no está bien”, el problema no solo es
enunciado sino que “demanda, ser
atendido” es decir que se espera que después de ser enunciado, sea solucionado,
y toda solución es producto de un
complejo proceso de interpretación y toma de decisiones, consiste en la
construcción/definición del problema a resolver.
Los
problemas no tienen vida propia dado que:
·
Por
una pare existen en la medida que un sujeto los defina como tales.
·
Por
otro lado dependen de la construcción del analista en la medida en que es él
quien lo define clasifica explica y evalúa
Las
instituciones como “constructoras de problemas”.
En nuestra disciplina (y en particular
en Latinoamérica) la preocupación por la definición del objeto se inicia entre
1965 y 1970, en el marco del llamado Movimiento de Reconceptualizacion.
Margarita Roza (1999) “(…) que
la determinación del objeto de intervención, no es una construcción puramente
racional o producto de cierto ordenamientoempírico (…) sino en contraposición,
entendemos esa construcción como un proceso teorico-paractico, en el sentido
que toda intervención tiene una matriz teórica que la sustenta y un
instrumental metodológico que le permite recrear dichos conceptos en la
realidad social. Por lo tanto, realidad y conceptos se relacionan
dialécticamente como construcción de un saber especializado y mediados por una
metodología”.
Por un lado nos encontramos
con ciertas prácticas y concepciones teóricas, “(…) que tienen una mirada estática
porque fijan el problema como si tuviesen vida propia, sin ubicarlo dentro de
un contexto más amplio.
Por otra parte existen muchas
situaciones que afectan a la población, pero que no son reconocidas, o
anunciadas como problemas, es decir a situaciones naturalizadas que buscan su
problematización.
El principio básico en el que
se baso la ayuda a los pobres, fue la “ineptitud para el trabajo” y junto con
los inválidos, niños abandonados y ancianos, encontramos a las mujeres-madres.
Hasta hace una década, prevaleció una noción del concepto de necesidad basada
en la noción de carencia, de “falta de”. Las nociones anteriormente dichas
fueron concitativas de la identidad de estos sujetos como beneficiarios legítimos
de la asistencia ajustando la intervención profesional en una trampa sin
salida.
Por otra parte, los objetivos
rectores del ejercicio profesional se basan en una concepción de la persona
como sujetos de derechos y apuntan fundamentalmente a su protagonismo y
participación activa en la resolución de sus problemas.
2-La
investigación diagnostica, la planificación y el papel de la teoría en la
construcción-definición de problemas.
El punto de partida para el
diseño de toda estrategia de intervención profesional, es la elaboración de un
diagnostico y la investigación-construcción-definición de los problemas a
abordar.
Todo diagnostico que pretenda
aportar un conocimiento necesario suficiente y pertinente acerca de una
dimensione de lo real, deberá contener por lo menos:
·
Una
caracterización de la naturaleza y magnitud de los problemas que requieren
atención, sin perder de vista su inserción en el contexto global.
·
Una
evaluación de las acciones realizadas.
·
y
un examen de la actuación de las fuerzas sociales.
El diagnostico debe aportar
una visión orgánica y dinámica de los procesos sociales y sus determinaciones a
fin de esclarecer la naturaleza y magnitud de los problemas a abordar. El
diagnostico no puede limitarse a descripción de la existencia de los problemas,
sino que debe identificar los actores y grupos sociales “afectados” o
“involucrados”.La superación de esta cuestión implica, por lo menos el abordaje
de dos cuestiones cruciales: concepción a cerca de la planificación, el problema
de la producción de conocimientos y al papel de la teoría en la investigación.Para
ello será imprescindible dejar de concebir la planificación como un conjunto de
pasos mecánicos y revalorizar el papel de la teoría en la
construcción-definición de los objetos de estudio e intervención desde un
enfoque interdisciplinario y totalizador que imponga la noción de vigilancia
epistemológica en todo el proceso de investigación e implementación de los
programas y políticas sociales.De esta forma quizás podremos superar el hecho
de concebir al diagnostico como un “procedimiento de rutina”, en el cual se
presente un listado ya establecido de “datos objetivos”, para pasar a un
enfoque que de cuenta de todos los aspectos asociados al problema, que permitan
no solo un “fotografía” de la situación actual, sino que contribuya a hacer
visibles los procesos que generan y legitiman la desigualdad.
Texto: CAZZANIGA.Trabajo social e
interdisciplinas: la cuestión de los equipos de salud.
1) Ante la complejizacion de la vida social,
nace la necesidad de racionalización del saber de las prácticas sociales.
Pensar un modo de dar respuesta, un
saber racional acerca de los medios que utilizamos. Las profesiones a medida
que se van constituyendo respondiendo a necesidades y urgencias sociales,
estructuran su objeto específico de intervención, y su campo disciplinar. Pero
el peso de la hegemonía de las ciencias naturales continúan poseyendo
influencia y van marcando el campo disciplinar de las profesiones y negando el
carácter científico de las cs. Sociales, alegando que: no posee objetividad—que
conlleva una multiplicidad de métodos—que posee dificultades internas para
llegar a consensos.
A.
Comte desde el positivismo, señala que posee el mismo status a las cs.
Naturales ya que utiliza el método experimental. Los antipositivistas reconocen diferencias epistemológicas con las
cs. Sociales, pero comprende que la realidad social posee una naturaleza
particular, que al igual que las cs. Naturales, hay una continua existencia de
periodos de crisis en el espectro científico, que colocan en cuestión
las leyes universales.
El TS se inserta entre el
espacio público y privado, se trabaja para un sector social pero respondiendo a
su condición de trabajador asalariado. Muchas veces y a solicitud del empleador, se imprime nuestra labor una
impronta de control social. Esto la enfrenta a nudos de gran complejidad que
tensionan la práctica cotidiana. La criticada falta consenso respecto al objeto
de intervención, desvelo ligado mas a la preocupación por el requerimiento de cientificidad
hegemónica reinante, que a nuestras prácticas en especifico; trae aparejado una
especie de condición de todólogos (un ts q se hace cargo de todo aquello que no
es objeto de intervención de los demás
profesionales), como si el adjetivo social que tiene nuestro titulo habilitaría
a resolver todo aquello que entraña marginación pobreza y exclusión. Debemos
despejar teóricamente el concepto de lo social.
-La influencia del positivismo
configura al TS como técnica, como un mero hacer, con buen manejo de técnica e
instrumentos, donde la producción teorías son utilizadas solo como categorías
cristalizadas sobre los sujetos. Colocando a los ts en una posición
subsidiaria, levantando evidencias para diagnosticar el tipo de caso,
considerándonos como buenos encuestadores. Por lo tanto hay una necesidad
imperiosa de resignificar la naturaleza interventiva del ts.
-Otra: el TS no es una
variante mejorada de la caridad y la filantropía, sino es una nueva práctica
que nace en un momento específico de la historia (la consolidación del sistema
capitalista) es una profesión con carácter racional y científico. En paralelo a
esta crítica, se puede señalar la incidencia de otras prácticas que le son
encomendadas a las mujeres (dada la construcción de género en una sociedad
patriarcal), promovió un desplazamiento a nuestra profesión. Esto influyo a la
disciplina, que desvirtúa el compromiso social asumido, donde nos cuesta poner
límites a las demandas, aceptar de bajos salarios o quizá trabajar ad honorem.
Esta homologación de prácticas termina por creer que cualquier persona con
buenas intenciones puede ocupar nuestro lugar. Aquí el debate refiere con una
diferenciación de ética, voluntarismo, voluntarismo o moral sacrificial.
Estos aspectos han influido en
nuestras prácticas y sobre todo cuando se trabaja en equipos
interdisciplinarios. A continuación se las reflexiones de la autora en
referencias a los aspectos señalados anteriormente.
El concepto de lo social: por un lado si entendemos a lo
social, como toda actividad o relación intersubjetiva que teje la vida
colectiva, no existiría división tajante entre las prácticas profesionales e
incluso entre las diferentes practicas científicas, ya que el trabajo y la
producción que las mismas realizan son actividades sociales. Insertas las actividades en una red de
relaciones se intenta resolver diversas problemáticas vía intervención o
investigación, estos resultados vuelven a esa red. Si consideramos lo social
como un conjunto de prácticas en relacionadas con poblaciones con NBI, las
cuales presentan obstáculos para su reproducción social, ese espacio que se
articula como diferente, lo podríamos llamar lo social asistencial. Ese es
nuestro campo de intervención pero se trata de un campo compartido con otros
profesionales. Tratamos de hacer un recorte con una mirada particular desde
nuestra perspectiva, posibilitando la construcción teórica del objeto de
intervención surge a raíz de las condiciones de vida de los sujetos
involucrados, es decir, emerge de una problematización teórica que se realiza
con una referencia empírica, en este caso las condiciones de vida.
El concepto de la intervención
social: el
salto cualitativo para superar esa idea de que la disciplina es mera técnica,
es reconocer que en cada intervención está presente una matriz teórica que
opera en relación permanente con una intencionalidad. El método en todo caso es
una mediación entre teoría y empíria que presenta una coherencia intrínseca. Es
por ello que se necesita una revisión de las categorías que utilizamos,
ponerlas en tensión con la realidad que abordamos, y buscar pertinencia de los
instrumentos que utilizamos para no caer en una racionalidad instrumental. La
intervención es un ejercicio de tensión, de re traducción permanente entre
categorías teóricas y empíria.
Diferenciación entre ética y
voluntarismo: se
debe recuperar una postura ética pero no desde un lugar abstracto sino
recuperar valores reconociendo las causas por la cual hay sectores que viven en
condiciones de necesidad y asistencia que reinstala el tema de los derechos. En
este sentido se despliega además de los saberes del profesional la dimensión
política del ts.
2) El tema de lo interdisciplinario, que es la
conjunción de lenguajes diferentes que
hablan de cosas distintas en términos diferentes lo cual conlleva un gran
esfuerzo para mancomunar todo ello que presenta dificultades.
-Dificultad de orden
epistemológico dado la fuerte estructuración de la ciencia hegemónica, la
limitación de los objetos de conocimiento e intervención que dificulta la
interdisciplina que a veces es simplemente vista como interconsulta.
- Dificultad de orden
administrativo que articula concepciones epistemológicas y políticas, dado las
divisiones tayloristas que separan en aéreas o departamentos las profesiones
(dpto. de servicio social, dpto. de psicología, dpto. de médico, etc.), que
terminan configurando a ese nexo interdisciplinario como derivaciones.
- Dificultad de orden
asimétrico-profesional, dado por la consolidación hegemónica de otras
profesiones que han adquirido status científicos, que se refleja al interior de
los equipos ya que por un lado están los que deciden y por otro, nosotros los
chicos de los mandados.
Estas dificultades/obstáculos
son de difícil remoción que amerita una fuerte autocritica entre todos los
profesionales debemos hacer énfasis en diálogos profundos de saberes,
respetando las especificidades pero teniendo como fin trabajar en forma
complementaria. Los problemas sociales poseen una gran complejidad que se
acentúan con las transformaciones de la actualidad, por lo cual ninguna
profesión puede dar respuesta global _dice TentiFanfani.
3) Los equipos profesionales
en el campo de la salud pública se encuentran atravesados por las
transformaciones estructurales.
-En primer lugar los cambios
de enfoque en un contexto neoliberal con políticas sociales focalizadas hacen
que emerjan nuevas reglas de juegos pactadas
por los diferentes actores sociales en un sentido de integración
interpelando la noción misma de sociedad.
-En segundo lugar y en
consecuencia de lo anterior, se vive una especie de estallido al interior de
las disciplinas, dado los recortes presupuestarios que dificulta el desarrollo
del quehacer de los profesionales, justo momentos en el cual, las demandas son
cada vez más diversificadas surgiendo
situaciones recalificadas en tanto
conflictividad y magnitud (malos tratos, violentaciones diversas, requerimiento
de alimentos, etc.)
-En tercer lugar el vernos
reflejado en ese otro estamos precarizados, sufrientes, angustiados, incorpora
un plus subjetivo a una práctica de por si dificultosa.
La interdisciplina es un
desafío a construir, como estrategia necesaria de intervención y de resistencia
que potencia la posibilidad de abordajes de problemáticas súper complejas; que
brinda también la contención del grupo de los profesionales tanto como la
elaboración de alternativas políticas de conjunto.
4) El TS, transito por muchas
experiencias buenas y otras frustrantes. Si bien la autora entiende que en
ámbitos de APS, es difícil estructurar intervenciones comunitarias hay que
reconsiderar nuestras estrategias de intervención en clave interdisciplinaria,
e independiente de los espacios en los que trabajamos y de la presencia de
otros profesionales.
Para sacar las prácticas
sociales de las representaciones que posee la sociedad, debemos desplegar la
capacidad de argumentar, demostrar la rigurosidad teórica, poseer una
intervención responsable, nos posicionara de otra manera y posibilitara hacer
uso ejercicio de poder, en fin recuperar
desde otro lugar al TS.
Si en caso que en nuestros
espacios no se contare con otros profesionales, lo imperativo en este caso
apuntaría lograr un buen trabajo interinstitucional. Es decir, trascender la
mera articulación, hacia una construcción interdisciplinaria. Nuestra tradición
en la elaboración de diagnósticos, los saberes acerca de la vida cotidiana, la
relación directa con la población, etc., nos coloca en un lugar de privilegio
para proponer y defender proyectos aun en épocas de retracción y fragmentación.
Debemos ser propositivos, recuperar la voluntad política, sin caer en la impotencia ni omnipotencia, para
fortalecer la interdisciplina (que es lo que cuenta).
Texto: CAVALLIERI, M.
Silvina; (2008) “Repensando el concepto de problemas sociales. La noción de situaciones
problemáticas”; En Castronovo, Raquel y Cavalleri, M. Silvina; “Compartiendo notas. El Trabajo Social en la
Contemporaneidad”; Colección Salud Comunitaria; Serie Prácticas Sociales.
Piensa
la intervención profesional en relación a las “situaciones problemáticas”
entendidas por Cavallieri, como: a. “situaciones(retomando a Matus)
-situación es dónde está situado algo, ese algo es el actor y la acción-; b.
manifestaciones de la cuestión social: -expresiones de los antagonismos
constitutivos del orden social capitalista, donde el trabajo social interviene
como una de las formas de enfrentamiento, ligado al Estado y las políticas
sociales-; c. interacciones entre dimensiones sociales, culturales, económicas,
políticas, ideológicas; d. expresiones en las que coexisten aspectos subjetivos
y objetivos: cavallieri dice que objeto y sujeto estan en una relacion de
unidad compleja y contradictoria. Los sujetos son también a la vez sociales e
individuales. Retoma el concepto de personajes sociales de marildaiamamoto; e.
y el espacio de la particularidad: lo particular representa la mediación
concreta entre los hombres singulares y la sociedad”.
Piensa
la intervención del ts vinculado desde su génesis, como profesión, a las Pol
sociales y el estado, como una de las formas de enfrentamiento a la cuestión
social. El proceso de intervención en la realidad social supone la articulación
entre conocimiento y acción y se concibe esta realidad social desde la perspectiva
de totalidad, siguiendo a KarelKosik. Esta perspectiva confronta con la noción
de “problema
Social”, entendiendo que esta última “remite a la fragmentación y sectorización
de lo social, (...) entendiendo a la cuestión social como efecto negativo del
capitalismo, pero que es transitorio y superable dentro del mismo orden
capitalista. De igual manera la denominación social viene acompañada de una
subordinación a la esfera de lo económico y se parte de la idea de que una vez
que es incorporado a la agenda del estado, será reabsorbido por las virtudes
del propio sistema capitalista”
Para que las intervenciones
profesionales adquieran a su vez otra dimensión (distanciándose de prácticas
fragmentarias, inmediatas y rutinarias) desarrolla la articulación entre las
dimensiones de lo universal-particular y singular.
La universalidad da cuenta de
las grandes determinaciones y leyes tendenciales de un complejo social dado:
relaciones sociales de producción, leyes de mercado, relación estado y sociedad
civil. Pol econ y sociales y su articulación, relacion capital trabajo.es
necesario capturar en la propia cotidianidad la interferencia de fuerzas, leyes
sociales, percibiendo su concreción y visibilidad.
Singularidad es la expresión
de los objetos en sí, nivel de existencia inmediata, aparente, fenoménica.
Nuestra intervención también está atravesada por esto aparentemente todo se
reduciría a una posible demanda que se nos presenta y una posible respuesta en
el marco de la institución en la q ejercemos.
Lo particular es un campo de
mediaciones. (def puesta arriba) La particularidad de la vida humana esta
compuesta de la singularidad de los hechos irrepetibles y saturada de
universalidad, que es la legalidad q articula e impulsa la totalidad social.
“Es un espacio donde la
legalidad universal se singulariza y la inmediaticidad de los singular se
universaliza”
Después desarolla y
conceptualiza que se entiende por: realidad; cuestión social; intervención
profesional (cuando piensa en la intervención piensa la articulación entre
conocimiento y acción, poniéndose en relación diferentes dimensiones, como la
operativa metodológica, la ético política y la operativa instrumental. Coincide
con Margarita, la intervención no tiene entidad propia ya que estas atravesada
por diferentes dimensiones, relacionadas con diferentes procesos. Toma a Pontes
que plantea una matriz de 4 aspectos para que las acciones estén dentro del
estatuto profesional: teoría social; proyecto de sociedad; proyecto profesional
e instrumental teórico-técnico operativo); el trabajo social como una de las
formas de enfrentamiento a la cuestión social.
Texto:
MALLARDI. “La entrevista en los procesos de intervención profesional del
trabajo social”
La intervención socio-educativa
en el trabajo social
Al considerar la compresión activa como un momento central en la
realización de la entrevista, esta última no se reduce a la sola escucha de lo
que el usuario dice. Desde una postura
instrumental, la información obtenida puede utilizar solo para determinar si se
asigna o no un recurso, o si se lo incluye al entrevista en un programa. Sin
embargo la inclusión de los planteos bajtinianos, ubicados dentro de la
corrientes marxista, nos han permitido visualizar como el encuentro dialógico d
la entrevista s constituye en un espacio complejo, en donde se produce una
lucha de significados entre la ideología cotidiana del usuario y la
reconstrucción analítica que el profesional realiza de la situación que le
presenta el entrevistado. Guiados por la perspectiva dialógica, la intervención
socio-educativa debe implicar la búsqueda de una síntesis entre la
reconstrucción analítica que el profesional realiza de la situación con la
ideología cotidiana del sujeto entrevistado.
Analizando los
procesos de intervención, Netto plantea que la misma abarca dos niveles de
legitimación profesional. Por un lado, ubica la intervención material, mientras
que, por el otro, menciona la dimensión educativa o socioeducativa.
MarildaIamamoto plantea que si bien los servicios sociales son la base material
de la intervención profesional, el trabajador social conjuntamente realiza una
intervención de cuño educativo.
En realidad,
por la mediación de la prestación de servicios sociales el asistente social
interfiere en las relaciones sociales que forman parte del cotidiano de su
“clientela”. Esta interferencia se da particularmente por el ejercicio de la
dimensión socioeducativa (y político/ideológica) de la profesión que puede
asumir un carácter de encuadramiento disciplinador destinado a moldear al “cliente”
en relación a su forma de inserción institucional y en la vida social, o puede
dirigirse a fortalecer los proyectos y las luchas de las clases subalternas.
Andrea Oliva
analiza las funciones del Trabajo social en el marco de las contradicciones y
polarizaciones que caracterizan a la profesión, las tendencias se polarizan
entre una educación de control/reproducción y una tendencia a la lucha/cambio
social, caracterizando a la primera por su intención de adaptar a las personas
al orden establecido, mientras que en la segunda tendencia el profesional puede
impulsar a los usuario/pobladores a reclamar, poniendo en conocimientos sus
derechos, haciéndolos participes e impulsores de procesos que tiendan a luchas
reivindicativas.
Consideramos
importante la intervención socioeducativa profesional, la cual no consiste,
desde nuestra postura, en la trasmisión de conocimientos que el otro debe
adquirir acríticamente, sino en promover en el sujeto entrevistado una actitud
crítica frente a su realidad, cuestionándola y repensando sus condiciones
materiales de existencia en sí mismas y como se relacionan con la totalidad en
la cual se inscriben.
Consideramos
limitado pensar la intervención profesional en la entrevista destinada a
facilitar información, en la cual se orienta a las personas acerca del
procedimiento de u servicio, ya que se estaría pensando al profesional como un
rol similar a una guía de recursos.
Consideramos
que en el procesos de la entrevista los limites y posibilidad de la
intervención socioeducativa deben encontrase en la compresión que el
entrevistador realiza de la visión que el sujeto entrevistado tienen de su
realidad.
Consideramos
oportuno retomar el concepto bajtiniano de compresión activa, ya que la misma
se caracteriza porque el que comprende ejerce un rol activo, creativo, en la
medida de que desde su posicionamiento construye interrogantes al interlocutor
a fin de que éste busque nuevas posibilidades de sentido a su realidad. Este
concepto, implica, que en el proceso de la entrevista, se supera la sola
escucha y se llega al diálogo entre los interlocutores. Paralelamente, se
encuentra dos valoraciones distintas sobre la misma realidad, produciéndose una
lucha de significados entre os interlocutores.
En este momento nos aproximamos a la ideología cotidiana del sujeto
entrevistado, la cual se vincula con las distintas ideologías coexistentes en
el contexto social del mismo. A partir de dicha aproximación, llegamos a
comprender cómo el sujeto entrevistado vivencia la situación que es motivo de la
entrevista, debiendo identificar, siguiendo a bajtín, el grado de conciencia,
teniendo como polos la vivencia-yo ya vivencia-nosotros. Posterior a este
proceso de identificación consideramos que la práctica educativa implica
dialogar procurando alcanzar un grado mayor de esa conciencia crítica en torno
a la vivencia en cuestión. Ellos implica la vinculación de la situación del
entrevistado con aquella vivida por la clase trabajadora, en donde se explicite
la relación existen entre la situación que el entrevistado está atravesando con
los derechos históricamente conquistados por la clase mencionada.
La
intervención socioeducativa debe tener la intención de que el sujeto reflexione
sobre la problemática que lo afecta en ese momento, ya través del proceso dialógico,
pueda aproximarse a la comprensión de las causas que generan dicho problema, lo
que implica pensarlo como el producto de relaciones concreta, en las cuales él
juega un papel activo.
En oposición a
las prácticas institucionales en las cuales los servicios sociales son pensados
desde la carencia, consideramos que la intervención socieducativa debe procurar
fortalecer el conocimiento de los mecanismo institucionales y
extra-institucionales por los cuales el sujeto entrevistado puede actuar en
post de que se garantice la satisfacción de sus derechos, es decir, se debe
incentivar el fortalecimiento de los procesos de subdeterminación popular.
Texto: CARBALLEDA. “Hacia una discusión acerca de las
características y necesidades actuales de supervisión. Lo social, la
intervención y la supervisión”.
La labor de
supervisar se relacionaba con verificar el desarrollo de una práctica dentro de
un esquema entendido como el más correcto para ésta.
La supervisión
se construía desde una mirada más orientada a corregir o mejorar una
determinada forma de hacer, si se quiere, más emparamentada con un formato
técnico, que poseía actividades, objetivos y acciones claramente
predeterminados.
En la
actualidad, las demandas de supervisión se orientan más hacia una revisión reflexiva
de la intervención, dado que la mirada técnica no alcanza a abarcar la
complejidad de los problemas sobre los cuales se trabaja.Estos temas se
expresan con claridad en una época caracterizada por las desigualdades
sociales, la fragmentación de la sociedad, los escenarios turbulentos,
cambiantes y quebrantados, la emergencia de nuevos actores y la presencia del
futuro como un fantasma asociado con la incertidumbre.
A partir de la
creciente complicación de los diferentes escenarios de la intervención en lo
social se generan una nueva perspectiva en el campo de la supervisión.
Estos hechos
marcan el nivel de vulnerabilidad de los procesos de subjetivación. Como
expresión de estas cuestiones se construyen nuevas subjetividades sin anclaje
en el todo social, producidas por la falta de expectativas individuales y
colectivas.
Diálogo,
significa conversación, es decir una discusión organizada, donde participan
iguales con puntos de vista diferentes. El diálogo en la antigua Grecia, era
relacionado con la crítica, esta visión del diálogo se entrelaza con la
mayéutica, entendida como el arte de dar a luz, encontrar el conocimiento sobre
algo que era necesario develar. De ahí que el diálogo sea sinónimo de
confrontación de diferentes visiones del mundo traducidas en conocimiento.
La supervisión
se orienta, especialmente a partir de las demandas contextuales y la
complejidad de las prácticas, hacia un proceso de análisis de la intervención
incluyendo diferentes atravesamientos contextuales, institucionales, técnicas y
metodologías en diferentes circunstancias
La supervisión
involucra una re-visión de la práctica tanto dentro de la esfera de ésta, como
en su impacto exterior.
La supervisión
como procesos de análisis sobre la intervención, es una re-visión, también de
la “trayectoria” de la práctica desde una perspectiva reflexiva.
El sentido,
entendido como finalidad de la supervisión se construye desde la complejidad de
las diferentes expresiones de la cuestión social.
La supervisión
se transforma en un espacio de elaboración de nuevas preguntas. Estos
interrogantes se presentan como cuestiones organizadas en un encuadre de
clasificación y tratamiento de la información con posibilidad de favorecer la
creatividad y otorgar un carácter reflexivo a la práctica cotidiana en diálogo
con otros campos de saber y conocimiento.
La supervisión
se torna de este modo en una forma de transmisión reflexiva de las diferentes
modalidades de intervención ligadas a disímiles marcos compresivos
explicativos.
La supervisión
se transforma en un “hacer ver”, hacia la formación profesional, al equipo de
trabajo, las certezas e incertidumbres desde las referencias con las cuales se
opera.
La supervisión
abre el camino hacia la elucidación, desde un matiz reflexivo, que permite
problematizar el hacer cotidiano. Tanto desde las diferentes gamas teóricas o
paradigmáticas desde donde “se está haciendo”, hasta la revisión crítica de las
matrices conceptuales que se utilizan.
La posibilidad
de re-pensar la intervención, conlleva una serie de expectativa y posibilidad,
que interactúan estrechamente en la relación de ésta con la ética. Donde la
reflexión ética, en tanto deliberación, es sinónimo de responsabilidad. La
reflexión implica entender a la intervención como forma de generar decisiones
responsables.
La supervisión
invita a retomar el concepto de “deliberación”, pensar, reflexionar, en este
caso alrededor de los argumentos y justificaciones que sostienen la práctica
cotidiana. “ser responsable significa ser capaz (no olvidemos: tener poder) tanto
de dar respuesta a la pregunta acerca del porqué de nuestras decisiones y
acciones, así como hacernos cargo de sus consecuencias.”
Texto: IAMAMOTO, “intervención
profesional frente a la actual cuestión social”
Trabajo
social (TS):
es una especialización del trabajo en la sociedad, que depende de las
relaciones entre el estado y la sociedad civil, dentro de una dinámica tensa y
conflictiva de distintos intereses de clase en nuestra sociedad.
El/la Trabajador/a Social No
es un profesional liberal en nuestra sociedad. Es un trabajador asalariado que
vende su fuerza de trabajo al Estado, empresas privadas, entidades
filantrópicas, ong. El TS se produce cuando es socialmente necesario, que
produce servicios, que atiende a las necesidades sociales y tiene una utilidad
social. Participamos del proceso de la producción/distribución de la riqueza. A
nivel del Estado el TS participa de la distribución del fondo público, de la
riqueza social, desde ese lugar su trabajo consta de la defensa y realización
de los derechos sociales, de la ciudadanía, de la gestión de lo público. Desde acá puede; contribuir en la
democratización del poder, construcción de una contrahegemonia al interior de
las relaciones de clase, o de lo contrario, puede reforzar las estructuras de
poder preexistentes. De este modo nuestra intervención está situada en el
denominado campo Teórico Metodológico. El TS es una profesión que tiene una
dimensión política, pero la realizamos a partir de nuestra inserción en el
mercado de trabajo, porque dependemos de nuestro trabajo para sobrevivir. No
debemos confundir la profesión con una militancia política. Nuestra categoría
es plural, y tenemos que aprender a
convivir con las diferencias.
El TS a partir de la
producción y reproducción de la vida
social, se vuelca a la producción y reproducción de la vida material y
subjetiva. Es la reproducción de convivencia humana, de relaciones entre
individuos, grupos de clases sociales, que involucran poder. Esta son
relaciones de lucha, de confrontación entre segmentos sociales que no tienen
intereses idénticos. Tienen en el Estado la expresión condensada de la trama
del poder vigente en la sociedad. Se debe actuar en la producción y
reproducción de las relaciones sociales, abarcar formas de pensar, formas de
conciencia, subjetividad, por medio de las cuales se aprende, se explica la
vida en sociedad. Tenemos que recuperar una concepción de Totalidad que rechaza
las visiones economicistas o solo politicistas o solo culturalista, que
segmentan divisiones de la vida que no son separadas.
Para pensar en el TS tenemos
que superar las trampas del teoricismo, del politicismo y el tecnicismo.
Nuestro desafío de intervención es triple:
·
Dotarnos
de una base TEORIO-METODOLOGICO,
que nos de seguridad para otorgar una dirección a nuestro trabajo.
·
Dimensión
ETICO-POLITICO, que
supone conocimientos, elección de valores. Permite neutralizar la alienación
típica del trabajo asalariado, para los sujetos que lo realizan.
·
Competencia
TECNICO-OPERATIVA
de elecciones de estrategias de acción que requiere un conocimiento de las
condiciones y las relaciones en el trabajo en el cual estamos insertos.
Pensar que somos trabajadores
asalariados, y por eso nuestra intervención tiene límites, ya que quienes nos
contratan establecen algunas demandas para nuestro trabajo. Pero la población
también tiene demandas, que son distintas. Dentro de este campo de tensiones es
que nosotros, como TS, tenemos una
RELATIVA AUTONOMIA, de definir direcciones para nuestra acción, definir
prioridades y formas de encaminarlas.
El TS se sitúa en el campo
POLITICO-IDELOGICO, que tiene dimensiones de control social, de difusión de
ideologías oficiales hacia los trabajadores. Pero también puede tener otra
dirección, dirigida a efectuar los derechos, a la construcción de una cultura
de lo público, al ejercicio de las prácticas democráticas. Tenemos que
desarrollar una reflexión TEÓRICA TÉCNICA para superar el tecnicismo.
Para pensar el trabajo del TS,
debemos pensar también en los medios que tenemos para realizarlo, en la materia
prima que queremos modificar y la cuestión social. De esta manera la
institución es condición de trabajo, es nuestro reto trabajar en los límites
existentes.
La investigación es parte de
nuestro trabajo, para intervenir y cambiar algo debemos conocer, de lo
contrario caemos en la burocracia. Tenemos que tener dominio de las
problemáticas y conocer el punto de vista de los sujetos, de las informaciones
sobre la problemática social, de la expresión de la cuestión social con la cual
trabajamos. Nuestra intervención interfiere en lo material de la vida de la
gente y también en cuestiones propiamente sociales que no son visibles
inmediatamente. Podemos estar contribuyendo a la concentración o a la
participación en el poder. Tiene resultados en el campo de la reproducción de
la fuerza de trabajo, en la viabilidad de servicios sociales, tiene resultados
en una dimensión SOCIO-EDUCATIVA que
interfiere en hábitos, modos de pensar, comportamientos de los individuos en sus
relaciones cotidianas.
Esta perspectiva permite
integrar lo que está aislado: las técnicas, las instituciones, la cuestión
social. La intervención que es el trabajo en un contexto más integral. No
podemos pensar nuestra intervención más allá de nuestra condición de trabajo,
de nuestra relación de trabajo. El sector público estatal es el mayor empleador
de los TS. Debemos diferenciar al 1° sector (Estado), 2° sector (Mercado) y 3°
sector (la Sociedad Civil). En este último sector no quedan claro las
instituciones y sus intereses, ya que quedan excluidos los partidos políticos,
los sindicatos, las entidades de representación de los trabajadores, las
cooperativas. Logrando una despolitización de la sociedad civil, dejando de
lado los intereses existentes. La sociedad pasa a ser leída desde la óptica de
una gran comunidad homogénea. A partir
de la descentralización de las políticas públicas, las empresas tuvieron mayor
protagonismo, la llamada “filantropía empresarial”, las empresas saben que la
inversión social es tan importante para sus negocios como los precios y la
calidad. Para que las grandes empresas tengan préstamos públicos, tienen que
tener proyectos sociales, ejemplo: abrir centros de salud, escuelas, etc.
Moviendo la lógica del interés privado y no del interés público, imponiendo una
selectividad del acceso, logrando una mercantilización de los servicios
sociales de compra y venta. En este escenario nuestra intervención profesional
cambia de significado social, ya que dejamos de viabilizar derechos sociales
para todos. La esfera pública es más que
el Estado, incluye la representación de intereses colectivos en la escena
pública, de modo que pueden ser confrontados, negociados, explicitando los
conflictos.
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