Althusser - "Contradicción y sobredeterminación" - Comunicación III - Cátedra: Caletti
Resumen 1:
La contradicción hegeliana no
está jamás sobredeterminada. La simplicidad de la
contradicción hegeliana sólo es posible a partir de la simplicidad del principio
interno que constituye la esencia de todo proceso
histórico.
El principio interno
simple sólo es posible bajo la condición de una forma abstracta de
conciencia de sí del mundo. De ahí que en la Historia Universal
para Hegel no haya jamás verdaderas rupturas sino simples
mutaciones. (Reduccionista)
Marx no invierte
la dialéctica hegeliana sino que transforma profundamente sus estructuras.
La contradicción
fundamental propuesta por Marx y Engels,Capital – Trabajo,
no es simple sino que está especificada por las formas y las
circunstancias históricas concretas en las cuales se ejerce, es compleja.
Contradicción
sobredeterminada: la
contradicción Capital – Trabajo, que surge de las relaciones de producción, se
encuentra sobredeterminada. (La sobredeterminación es el exceso de
sentido: Freud. El inconsciente-ideología sigue funcionado. El
sentido nunca se cierra) Es un elemento constitutivo de toda sociedad.
Para mostrar que la
estructura específica de la contradicción marxista está fundada en la
concepción de la historia marxista, es necesario asegurar que esta concepción
no es ella misma la pura y simple inversión de la concepción hegeliana.
Es imposible mantener
la ficción de la inversión porque Marx no ha conservado,
aunque invirtiéndolos, los términos del modelo hegeliano de la sociedad sino
que los sustituyó por otros. Más aún, trastocó la relación que reinaba entre
ellos. Marx cambió los términos y sus relaciones.
En Marx aparece una
concepción nueva de la relación de las instancias determinantes en un complejo
estructura-superestructura que constituye la totalidad social. Nos otorga
la determinación en última instancia, no como el único factor
determinante, y la autonomía relativa de la superestructura,
ejerce su influencia en la historia.
La acumulación
de contradicciones eficaces sobre la determinación en última instancia
por la economía, por las condiciones materiales de existencia. (Contradicción
sobredeterminada) No existe la contradicción simple y pura.
La revolución en la
estructura no modifica al instante la superestructura, las ideologías,
ya que tienen consistencia suficiente para sobrevivir, secretar durante un
tiempo las condiciones de existencia de su sustitución. La nueva sociedad puede
provocar la reactivación de elementos antiguos. Esta
reactivación solo puede ser pensada por desde la sobredeterminación.
Althusser
"Contradicción
y sobredeterminación" (1962)
Primeramente critica la noción de
"inversión de Hegel"
propuesta por el joven Marx. Desde un
punto de vista, ésta sería la
que realizó Feuerbach. A su vez, ante la idea de desechar la envoltura mística y consevar el
"nucleo racional" de la teoría hegeliana, es decir, orientar su teoría y metodología al mundo real.
Althusser recuerda que sería aún una dialéctica contaminada por el idealismo
hegeliano. Para Althusser, esa envoltura mística no es algo ajeno, sino que es
un elemento interno de la dialéctica hegeliana, es parte de su núcleo, no puede ser desechada.
Para esto Althusser
hablará de sobredeterminación, para contraponerla a la idea de contradicción
hegeliana.
Para Althusser es la existencia de un
"principio interno" lo que le da simplicidad a la contradicción
hegeliana. La idea de que todo período histórico tiene una esencia que lo
constituye. "Es debido a que es posible de derecho reducir la totalidad
y la infinita diversidad de una sociedad histórica dada...a un principio
interno simple, que esa mísma simplicidad, adquirida así de derecho a la
contradicción, puede reflejarse en ella... La reducción de todos los elementos
que forman la vida concreta de un mundo histórico (instituciones económicas,
sociales, políticas, jurídicas, costumbres, moral, arte, religión, filosofía, y
hasta los acontecimientos históricos:guerras, batallas, derrotas, etc) a un
principio de unidad interna, esta reducción mismo no es en sí posible sino bajo
la condición absoluta de considerar toda la vida concreta de un pueblo como la
exteriorización-enajenación de un principio espiritual interno que no es, en
definitiva, sino la forma abstracta de la conciencia de sí de ese mundo: su
conciencia religiosa, filosófica, es decir, su propia ideología" (p.
83 y 84)
En cada
fenómeno político existen una multiplicidad de contradicciones de carácter
superestrucual que se funden en una unidad de ruptura, siempre estando presente
la contradicción general. La contradicción
simple está siempre sobredeterminada. Ejemplo Rusia revolucionaria pero
¿son todas excepciones? No, hay algo que la teoría marxista clásica no está
pudiendo explicar: hay que transformar profundamente las estructuras de la
dialéctica.
La dialéctica hegeliana invertida No es marxista porque
en Marx son a la vez los términos y su relación lo que cambia de naturaleza y
de sentido. No es sociedad civil, ni comportamientos económicos
individuales, es modo de producción. No es Estado pensado abstractamente sino
como instrumento de coerción al servicio de la clase dominante. Tampoco es
determinación en el sentido puro: Marx nos da
los 'dos extremos de la cadena' y nos dice que entre ellos hay que
buscar...: de una parte, la determinación en última instancia por el modo de
producción (económico); de la otra, la autonomía relativa de las
superestructuras y su eficacia específica. [falta investigar y desarrollar teóricamente
esta relación] Con ello rompe claramente con el principio
hegeliano de la explicación a través de la conciencia de sí (ideología), pero
también con el tema hegeliano fenómeno-esencia-verdad de...realmente, nos
enfrentamos a una nueva relación entre nuevos términos"(p. 91)
La contradicción aparentemente simple
está siempre sobredeterminada.
Althusser cita a Engels haciendo una
aclaración, frente a los usos reduccionistas de la teoría marxista: "La
producción es el factor determinante, pero en 'última instancia' solamente. Ni
marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo
que el factor económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en
una frase vacua, abstracta, absurda" (p. 92)
Crítica a Engels: “La superstructura tiene una eficacia
pero es tan dispersa que es ininteligible. Existe pero son infinitos efectos, y la necesidad macro
(determinación económica se abre paso)” Engels. Althousser lo critica diciendo
que no es marxista.
Luego critica su teoría de las voluntades individuales
que van construyendo la historia y que tiene como esencia a las determinaciones
económicas, porque tiene un vínculo con el homo económicus tan criticado por
Marx. Critica la forma en la cual Engels hizo frente a los puntos oscuros del
marxismo cayendo en un vacío epistemológico: resolver problemas del marxismo en
el marxismo, creando teorías nuevas.
Teórico:
Teórico
15/04
Lectura que Althusser realizan de la ideología alemana. Se puede ordenar la problemática marxista que propone Althusser en los dos ejes entiende que se organiza la ruptura de Marx con la tradición filosófica fundamentalmente hegeliana. Uno era el anti humanismo y el otro el anti historicismo. Podemos pensar que de alguna manera este texto contradicción y sobredeterminación, y fundamentalmente el concepto de sobre determinación es un poco el nudo en el que se va posar Althusser para desplegar esa otra concepción de historia estrictamente materialista que aparece en Marx y anti historicista, vamos a tratar de desentrañar qué es, podemos pensar que tiene que ver con discutir la idea de que la historia se pueda decir completamente en términos filosóficos. La perspectiva o la posición teórica anti historicista como la que propone Althusser es un modo de pensar la historia que no quiere subordinarse al relato filosófico, que no quiere hacer de la historia el lugar donde este relato se realiza, se expresa. Por eso, yo decía que, la ruptura está en romper con las condiciones filosóficas de la conciencia y ruptura con las tradiciones filosóficas de la historia, la filosofía de la historia como se denomina la herencia hegeliana. En este sentido se va tratar de una concepción de historia que en discusión con Hegel no quiere ser una perspectiva teleológica, es decir que intenta pensar la historia en términos de procesos reales que intentan además, que se preguntan acerca de cómo pensar la historia sin suponer una conciencia, sin suponer un sujeto que establece un sentido, una finalidad para esa historia. Y que en definitiva también va a poner en cuestión la propia categoría de tiempo, como es entendido el tiempo cuando discutimos concepciones de la historia.
En este texto entonces vamos por el lado de profundizar en qué consiste la perspectiva materialista de la historia qué es el materialismo, pero también vamos a intentar pensar simultáneamente en qué medida esta perspectiva nos permite pensar la producción de significaciones. Qué lugar en esa perspectiva de la historia le cabe a la producción de significaciones.
Lectura que Althusser realizan de la ideología alemana. Se puede ordenar la problemática marxista que propone Althusser en los dos ejes entiende que se organiza la ruptura de Marx con la tradición filosófica fundamentalmente hegeliana. Uno era el anti humanismo y el otro el anti historicismo. Podemos pensar que de alguna manera este texto contradicción y sobredeterminación, y fundamentalmente el concepto de sobre determinación es un poco el nudo en el que se va posar Althusser para desplegar esa otra concepción de historia estrictamente materialista que aparece en Marx y anti historicista, vamos a tratar de desentrañar qué es, podemos pensar que tiene que ver con discutir la idea de que la historia se pueda decir completamente en términos filosóficos. La perspectiva o la posición teórica anti historicista como la que propone Althusser es un modo de pensar la historia que no quiere subordinarse al relato filosófico, que no quiere hacer de la historia el lugar donde este relato se realiza, se expresa. Por eso, yo decía que, la ruptura está en romper con las condiciones filosóficas de la conciencia y ruptura con las tradiciones filosóficas de la historia, la filosofía de la historia como se denomina la herencia hegeliana. En este sentido se va tratar de una concepción de historia que en discusión con Hegel no quiere ser una perspectiva teleológica, es decir que intenta pensar la historia en términos de procesos reales que intentan además, que se preguntan acerca de cómo pensar la historia sin suponer una conciencia, sin suponer un sujeto que establece un sentido, una finalidad para esa historia. Y que en definitiva también va a poner en cuestión la propia categoría de tiempo, como es entendido el tiempo cuando discutimos concepciones de la historia.
En este texto entonces vamos por el lado de profundizar en qué consiste la perspectiva materialista de la historia qué es el materialismo, pero también vamos a intentar pensar simultáneamente en qué medida esta perspectiva nos permite pensar la producción de significaciones. Qué lugar en esa perspectiva de la historia le cabe a la producción de significaciones.
¿Cómo ha sido posible que la experiencia soviética produzca el stalinismo? Ante esta pregunta Althusser va a tomar una posición que tiene que ver en principio con disputar lo que ha sido la propia explicación del Partido Comunista soviético produce como versión oficial, como lectura oficial de esa experiencia stalinista.(Acá lee un fragmento de un Congreso y señala como relevante la idea del culto a la personalidad para pensar el proceso stalinista, como una suerte de hipnosis de masas que permitiría entender la legitimidad de las medidas tomadas). Ante esta coyuntura política Althusser va a producir un diagnóstico político y teórico. Ve a este proceso histórico como un proceso de idealización de la Unión Soviética, ya que resaltan categorías que son propias de la posición idealista para Althusser, que no permiten pensar en términos materialistas históricos las causas reales, los intereses materiales, las luchas de poder que en términos marxistas deberían poder explicar esa realidad concreta. En este diagnóstico que tiene en términos intelectuales, filosóficos, la discusión con esa vigencia renovada de los textos del joven Marx y que tienen términos políticos la apertura de este proceso que va a terminar a mediados de los 70 con el abandono de la categoría de dictadura del proletariado; va a estar como un horizonte sumamente riesgoso a principio de los años 60 para Althusser. Lo que él piensa en cierta medida es que la teoría marxista se detuvo en los años 30, que hay un desfasaje entre la teoría y la producción teórica, que está por detrás de los acontecimientos históricos, y que en la medida en que lo que se intenta es forzar a Marx para explicar cualquier proceso histórico lo que está haciendo es tomándose a la teoría por doctrina, leyéndose un conjunto de producciones teóricas como si contuvieran todas las respuestas y entonces es pensar una teoría de la historia que, para Althusser, es científica como una filosofía de la historia. Pensar una teoría como si en ella estuviera ya todo contenido para todos los tiempos posibles como una suerte de relato de predestinación es decir, en última instancia lo veía como un texto religioso.
Para leer a Marx produciendo esa teoría Althusser va a volver entonces a las preguntas medulares de Marx y que tienen que ver en este caso en cómo pensar los procesos históricos en términos materialistas, como pensamos en la complejidad de su realidad sin anteponerle conceptualidades cerradas que ordenen ya todo lo posible y que en última instancia invalidan la potencia productiva de la política.
En este artículo contradicción y sobredeterminación Althusser va a intentar pensar en qué consiste la dialéctica materialista; cómo pensarla, cómo pensar los presupuestos filosóficos que habitan la teoría de la historia de Marx, sin hacer de ellos los fundamentos a priori de toda historia posible. En mandato de Marx hay que leer a Hegel invirtiendo la dialéctica, desmitificándola, extrayendo su núcleo racional y descartando su envoltura mística. Lo que va a decir Althusser en relación con esta idea es que la dialéctica de Marx no solamente consiste en una inversión, sino que son extracción que transforma. No puede ser para Althusser como propone cierta tradición marxista, no puede consistir esta herencia en abandonar el sistema filosófico hegeliano y quedarse con la dialéctica como si fuese un método, hacer de la filosofía un método y descartar sus componentes especulativos. Eso no es posible dice Althusser; lo que hay que pensar es otra dialéctica, una ruptura de la dialéctica, es decir otra estructura de la contradicción que el concepto central de la dialéctica que la teoría marxista retoma para trabajar. En definitiva pensar un nuevo principio filosófico materialista dice Althusser que termine por hacer estallar el antiguo núcleo.
El problema de este texto es pensar en qué consiste la dialéctica marxista, definir la contradicción en términos materialistas y pensar por un lado qué tipo de concepción de la historia, del tiempo histórico, de los procesos de cambio de la vida social se desprenden de esta nueva concepción de contradicción; y de qué modo pensamos o entendemos la vida social una vez que logramos pensar la dialéctica materialista. Una primera cuestión que tiene que ver con la estructura del texto, que empieza con una pregunta filosófica, abstracta pero que para producir la respuesta a esa pregunta el texto transita de la pregunta filosófica de experiencia política. Althusser se va a preguntar por la estructura filosófica que aparece implícita en los textos de Marx, y para poder hacer eso de encontrar la filosofía en los textos de Marx hay que atender a otro ámbito de prácticas, que son las prácticas políticas, la experiencia política concreta de los líderes del movimiento obrero. Althusser va a leer a Lenin y Mao tratando de entender entre el texto teórico y la experiencia política una nueva forma de dialéctica. No se trata entonces de leer esos ejemplos como ejemplos, como un caso aplicado de filosofía marxista; es leerlo como filósofo práctico. Entonces por un lado pensar que la contradicción marxista debe ser pensada en ruptura a la contradicción idealista hegeliana. Por otro lado pensar que al comprender esa ruptura hay que pasar por el pensamiento humanístico, hay que atender a los diagnósticos concretos en situaciones de lucha que producen los líderes revolucionarios.
Uno de los aspectos que va a destacar Althusser leyendo la experiencia de Lenin es que hay ocasiones en la historia en las que no se verifica la teoría como tal; hay ocasiones en que la experiencia funciona como un refuerzo revelador, señala puntos de fijación y en ellos, lo que se advierte, no es una única contradicción, sino una acumulación de una exageración de todas las contradicciones entonces posible. Se trata de circunstancias excepcionales dice Althusser que resultarían inteligibles fuera de esa experiencia concreta, que fue en este caso la revolución rusa. En esas circunstancias excepcionales como fue la experiencia política de la revolución rusa no son solamente las condiciones objetivas las que indican la situación revolucionaria sino la articulación de las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas que proveen el medio de salto decisivo como un eslabón, el más débil de la cadena. Y por último que la experiencia revolucionaria demuestra que la visión abstracta hegeliana de contradicción simple debe ser abandonada, que la contradicción real se confunde con estas circunstancias excepcionales. Queda entonces pensarse la historia como un permanente estado de excepción. Este conjunto de frases tienen un contrastante concreto que es esta idea que para Althusser extremadamente realista de que la historia debe seguir una única ley, que la historia tiene un sentido, que la teoría debe descifrar y que en eso debe consistir la teoría marxista. Lo que la experiencia política pone en escena en principio es que la historia está plagada de excepciones a esa pretendida ley dice Althusser. Es más el desafío es pensar una ley que dé cuenta de esas acepciones, es decir no se trata de renunciar a producir una teoría de la historia; lo que se trata es de pensar una clave de intelección, producir una conceptualidad que se haga cargo de que la historia impone siempre a toda ley de conocimiento sus excepciones.
La historia impone la teoría el problema del caso, singular, único, irrepetible; cómo hacer para producir una teoría, una suerte de ley que dé cuenta de los comportamientos de los casos. Lo que está en discusión y Althusser hace explícito es un modo de leer esa inversión, uno en particular que suele denominarse economicismo. La idea de que esa afirmación que veíamos en la ideología alemana de que no es la conciencia la que explica la vida sino la vida la que explica la conciencia, supone que todos los fenómenos de la vida social deben explicarse completamente apoyándose en la dimensión económica. Que Marx diga que la organización para la producción es el primer hecho histórico, que las leyes económicas son anatomía de la vida social y que subjetividad se apoya en esa dimensión relacional, no supone para Althusser entender que en la economía se agotan todas las teorías sociales; la economía no explica todos los fenómenos de la vida social.
Si, el materialismo no es Hegel patas para arriba. La premisa de la determinación económica de Marx no puede ser entendida dice Althusser como una determinación simple y directa de toda la vida social. Si bien es cierto que hay una importancia en el modo de producción capitalista de la contradicción entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas, es cierto que esa contradicción se expresa en términos políticos como contradicción capital-trabajo, no puede entenderse dice Althusser esta contradicción como el centro organizador de toda la vida social; no puede entenderse esta contradicción como la verdad de la vida social capitalista. Se sino entendiéramos estaríamos reduciendo la complejidad real de esa vida social, sus rasgos concretos, singulares a fenómenos de un principio simple. La economía vendría a ser algo así como la esencia, la verdad última, de la sociedad capitalista. Al leer a Lenin y a Mao dice Althusser encontramos un peso del análisis de la coyuntura puesto en las circunstancias, en los rasgos singulares de la situación histórica que da cuenta de una complejidad real. La vida social exige de la teoría una estructura completa que asuma esa complejidad como una complejidad real, es decir que no haga de sus rasgos completos y singulares fenómenos, expresiones de un principio, de un concepto, de una idea única, central que todo lo explica. Es Hegel dice Althusser el que produce una filosofía de la historia y no una teoría de la historia material, quien propone explicar la historia con una matriz de este tipo. La vida social en Hegel tiene la forma de un círculo de círculos, un único principio, la verdad de la vida social, que se expresa, que se manifiesta en los términos de una causalidad expresiva dice Althusser, una causalidad idealista en distintas formas singulares, pero en último término dice Marx en Hegel lo racional es creador de lo real. Si nosotros suponemos que todas esas condiciones concretas que hacen diferente cada caso histórico, que hacen diferente a cada sociedad, se pueden reducir a un único principio que todo lo explica, entonces estamos suponiendo que ese principio que es abstracto, que es universal, que es esencial, produce la verdad. El desarrollo de esa vida social se reduce a un vector lineal, a un tiempo único, homogéneo, que es el tiempo de este principio esencial. La historia tiene sentido porque ese sentido estaba ya contenido en esa verdad esencial; la historia se despliega como un proceso de diferencias, de complejidades, de aspectos concretos que son cada una de las experiencias históricas, las distintas formaciones sociales; pero como todas esas diferencias pueden ser remitidas a un principio esencial, entonces no tiene existencia real. Podrían estar o podrían no estar. El sentido de la vida social está ya contenido en el origen, en ese principio único fundacional que todo lo explica, y entonces la historia concreta no tiene entidad.
Leyendo a Mao, Althusser intenta pensar la idea de contradicción y lo que dice es que si bien Mao no recusa esta idea de que hay en la vida social, en el modo de producción capitalista una contradicción central, que la contradicción capital-trabajo, insustituible, sin embargo, cuando tiene que leer, cuando tiene que analizar una coyuntura concreta al valor de intervenir en ella para producir una práctica política, Mao necesita dar cuenta de estas circunstancias, necesita dice Althusser pensar las condiciones no como un concepto empírico, como un dato que viene a agregarse a una matriz teórica que ya existe; las condiciones son un concepto teórico que modifican la propia estructura de la dialéctica. En principio, dice Althusser, Mao distingue entre condición principal y contradicción secundaria, otros aspectos de la vida social que tienen peso. También advierte Mao que toda contradicción tiene en sí misma aspectos principales y secundarios, es decir que esa complejidad de la vida social no supone solamente relaciones entre los distintos actores de la vida social; no se trata por ejemplo de pensar que ésta es una perspectiva que complejísima la relación entre base y superestructura.
Lo que dice Althusser es que cada contradicción es en sí misma un nudo de contradicciones, está atravesada por esa complejidad que compromete en cada contradicción se compromete toda la complejidad de la vida social. Y por último otra de las premisas que extrae Althusser de Mao es que este desarrollo de esa complejidad social supone el desarrollo desigual de las contradicciones, es decir que en distintas circunstancias históricas esa complejidad articulada de prácticas que es la vida social se despliega con diferentes pesos, con diferentes incidencias, y entonces habrá circunstancias históricas en las que algún ámbito de prácticas tiene mayor eficacia, mayor incidencia.
Althusser va a decir entonces que la vida social no responde a este esquema de círculos concéntricos y para encontrar otro esquema recurre a una noción de Freud que es la noción de sobre determinación, para poner en discusión la idea de determinación simple como un principio central, esencial de la vida social, que lo explica todo, Althusser va a decir que la vida social tiene una estructura que es sobre determinada. De alguna manera podemos pensar el tipo de conexión que produce Althusser entre el marxismo y el psicoanálisis. Porque lo que hay, aquello contra lo que Althusser está combatiendo, es justamente esa matriz filosófica que responde a este esquema; un esquema que explica tanto la filosofía de la historia como la filosofía de la conciencia. Cuando Freud habla de lo inconsciente, cuando se produce la teoría psicoanalítica y toma por objeto el inconsciente, este fenómeno central de la historia de la filosofía que es la conciencia como principio organizador y explicativo de los fenómenos psíquicos y también de los fenómenos sociales de la historia estalla y adopta la forma de una manipulación de círculos descentrados.
Althusser dice: el idealismo participa de la problemática de la conciencia. Lo que está haciendo al pensar otra matriz para explicar la vida social y tomando como modelo de esa matriz la teoría freudiana es justamente intentando producir un modo de leer la historia que no coloque a la conciencia como esquema organizador. Esta es otra forma de anti humanismo teórico; porque si bien no puede decirse que Hegel sea humanista, lo que va a decir Althusser es que en la medida en que Hegel produce un modo de pensar la historia como despliegue con procesos que tienden a la autoconciencia, al autoconocimiento, un estadio en que historia y filosofía coincidirían, que la propia racionalidad que es esencial a la humanidad podría finalmente expresarse en todos los aspectos concretos de la vida real en donde estaríamos en una organización social lo más racional posible; ese esquema encierra una forma sujeto. En ese esquema en sujetos el proceso. En la medida que el proceso ya sabe dónde va, Hegel se deshace del sujeto cartesiano dice Althusser pero ese sujeto regresa en su propia ideología. En su concepción de que la vida histórica es una suerte de despliegue esa entidad expresiva que la vida social, auto contenida, concéntrica, eso es una concepción idealista de la historia. Aunque en el centro se coloque a la economía, aunque en el centro se coloque a la contradicción capital-trabajo, seguimos en una perspectiva idealista de la historia. Seguimos subordinando todo lo posible a un concepto único fijado de antemano. No es casual dice Althusser que no exista ni puede existir una política hegeliana. En este pensamiento de lo concreto, en ese pensamiento orientado a la intervención política, uno podría pensar que es otro de los elementos que el marxismo y el psicoanálisis tienen en común, son teorías orientadas a la producción; en estas premisas que recoge Althusser de Mao aparecía esta idea de que el proceso de desarrollo, las intervenciones, no puede ser pensado como un proceso simple, sino como un desarrollo desigual. Si una contradicciones explicada como una contradicción entre contrarios, lo que va a decir Althusser leyendo a Mao es que esos contrarios no pueden ser "las dos mitades de una misma naranja"; no pueden ser expresiones de un mismo, un único principio explicativo. La vida social no es una totalidad cerrada, no es una sub unidad cerrada. Es una estructura compleja sobre determinada, que quiere decir que tampoco se trata de pensar esa complejidad como una colección de diferencias, los que la vida social hay prácticas sueltas, no es un simple pluralismo. No tienen todas las prácticas la misma incidencia.
Las prácticas, los distintos ámbitos de prácticas están articuladas jerárquicamente. En el capitalismo se produce una determinación por lo económico en última instancia dice Althusser y esa afirmación le permite dos operaciones:
1- Por un lado la idea de la última instancia, hay una brecha, hay un espacio para pensar que hay otras prácticas, las que en la serie marxista aparecen en la zona de la superestructura; habrá que pensar el tipo de eficacia específica de esas prácticas. Esas prácticas no se disuelvan en la verdad de la economía; tienen su propia incidencia y por lo tanto deben ser pensados en su lógica y rigor propios dice Althusser. Forman parte de la vida social, como parte orgánica de la vida social, cumplen una función necesaria para que experimentemos la sociedad como sociedad, como una unidad, para qué nos vivamos subjetivamente como actores voluntarios y conscientes, como productores activos esa vida social. Esas prácticas tienen una eficacia específica y decir que la determinación por lo económico es en última instancia supone que esas otras instancias tienen una eficacia relativa, tienen una autonomía relativa de esa determinación económica. Autonomía relativa quiere decir que son autónomas pero que están relacionadas; y que están relacionadas no de cualquier modo sino estableciendo entre sí diferencias jerárquicas. Hay algunas prácticas que tienen mayor eficacia, que producen consecuencias estructurales en la vida social y hay otras que tienen menor incidencia. Pero el grado de esa incidencia es propio de cada coyuntura. Tiene que ver con las condiciones concretas de esa coyuntura. Y entonces la idea de determinación del económico en última instancia va a decir Althusser leyendo a Mao cumple la función de sostener esta idea de jerarquía. Hay un ámbito de prácticas que es dominante respecto de las otras, en el modo capitalista este ámbito es la economía. El hecho de que exista en cada formación social un ámbito dominante garantiza la jerarquía entre las contradicciones; en términos teóricos evita el pluralismo, evita pensar que todas las contradicciones tienen igual peso; porque si todas las contradicciones tuvieron igual peso serían idénticas entre sí, y si lo fueran estaríamos nuevamente en el esquema de círculos concéntricos. Si fueran las contradicciones idénticas entre sí serían expresiones de un principio único que todo explica o bien serían simplemente una colección de hechos aislados y no habría vida social. Entonces autonomía relativa de las estructuras, contradicción principal contradicciones secundarias, determinación por lo económico en última instancia, forman parte del esquema de la contradicción sobre determinada. Lo que se trata de pensar es de qué modo Althusser se deshace simultáneamente de dos contrincantes teóricos: el idealismo hegeliano por una parte y un falso materialismo que es el economicismo. Y lo hace sosteniendo una estructura, un modo de pensar la vida social y su desarrollo en la historia que atiende a esta matriz. La vida social si puede ser pensada como totalidad Althusser prefiere la visión del todo en vez de la visión de totalidad porque esta apunta a ese esquema filosófico de una totalidad cerrada, autocontenida, que se reduce a una única verdad, a un principio esencial. En vez de esquema prefiere la idea de un todo complejo estructurado sobre determinado. Es decir un modo de pensar la vida social entendiendo que si la teoría ofrece una dominancia tendencial, es decir que no se trata de renunciar el conocimiento, ni a la necesidad de su política de producir diagnósticos. Pero pensar esa ley no como la ley filosófica, sino pensarla como una legalidad de las excepciones. Pensarla de un modo que se hará cargo de la complejidad real que permita pensar las circunstancias de cada coyuntura como constitutivas de esa coyuntura que otorgue a la diversa complejidad de prácticas en la vida social, diferentes eficacia, es decir que por un lado suma que la vida social no da todo lo mismo; pensar esa ley hipotética postulada como una suerte de tendencia, como una dominancia para lo que contamos con esta matriz; matriz que entiende que en el capitalismo por lo menos como lo conocemos hasta ahora, hay una determinación por lo económico en última instancia. Pero si esta última instancia creída en términos de ley de la historia debemos haber que no se va nunca la hora solitaria de esa última instancia dice Althusser. No vamos a encontrar nunca en la vida social funcionando aisladamente esa contradicción económica, sino que está siempre articulada con todas las otras dimensiones de la vida social. Unas inciden sobre las otras, es decir funcionan como una cierta tendencia de lectura, pero no es el trazo prefijado de la historia. Y en ese sentido la idea de contradicción sobre determinada viene a discutir la concepción de tiempo, que viene asociada con esa perspectiva teológica de la historia. Lo que dice Althusser es que cuando piensa una sociedad con este esquema, se la piensa con un esquema de presente absoluto, como si él mismo tiempo-esto llama Althusser corte de esencia-, como si en cualquier momento uno pudiera cortar ese ojal que es la vida social y encontrara que se verifica un estado idéntico en las distintas instancias de la vida social. Que determinado grado desarrollo de la economía corresponde determinado grado de desarrollo de la política y determinado grado de desarrollo de las relaciones sociales.
Lo que dice Althusser es que cada una de estas dimensiones tiene su propio desarrollo y si esos desarrollos están articulados no son idénticos. Cada dimensión de la vida social tiene su propia temporalidad y entonces el desarrollo de la vida social supone temporalidades diferentes y articuladas. Lo que está diciendo Althusser en este documento, en donde comunismo a sufrir una crisis que él cree tiene que ver con la crisis de la producción teórica, es que no puede encontrarse la respuesta leyendo a Marx como una doctrina, porque por ejemplo cuando Marx habla del comunismo no habla de un punto de llegada, no habla de un estado ideal al el que la humanidad tiende o debería tender, sino que lo que hace es leer en la propia sociedad capitalista sus fisuras, sus puntos heterogeneidad, sus incoherencias, sus diferencias específicas y pensarlas como tendencias. Lo que está haciendo Althusser con la categoría de sobre determinación, y vamos a ver cómo esa categoría inaugura un campo de problemas que tienen que ver con pensar en la posibilidad de teorizar esa eficacia específica de los ámbitos de prácticas no económicas, produciendo la teoría de la ideología pero pensar también en materia política, de la práctica política, una teoría del estado, materia de la estrategia de lucha ideológica, es abrir esa posibilidad en la medida en que se respete la idea de que es la resultante económica la que prima absolutamente en lo que la historia puede estar. Hay que interpelar la teoría con los procesos concretos. La categoría sobre determinación mantiene la relación entre marxismo y psicoanálisis, y permite pensar estos procesos de producción de significaciones, de ideologías, de representaciones, de prácticas políticas; pero también permite pensar la incidencia subjetiva, de qué modo excelente subjetiva participa de sus procesos sociales más amplios, de qué manera por ejemplo lo imaginario puede ser también estructurante. De qué manera por ejemplo no era solamente una acumulación de contradicciones. Lo que había era la incidencia subjetiva de que era necesario producir esa ruptura revolucionaria. Pensar los procesos históricos en términos de contradicción es pensar de qué modo participa la instancia ideológica también en las formaciones históricas.
Comentarios
Publicar un comentario