Marx - "El Capital, Prólogo a la Segunda Edición, Libro Primero, Capítulo I y Capítulo II" - Comunicación III – Cátedra: Caletti
Marx - "El Capital, Prólogo a la Segunda Edición, Libro Primero, Capítulo I y Capítulo II" - Comunicación III – Cátedra: Caletti
Teórico 25 de
marzo-Althusser-Marx, dos primeros capítulos del Capital / El dinero
La idea es ir
armando nuestro propio marco conceptual y teórico de los textos que vamos a ir
viendo semana a semana.
Cuando leemos el
texto de Marx, no lo estamos estudiando a él, sino estamos acercándonos
al texto con una serie de preguntas. Nos acercamos al texto para ahondar en otras
cosas. En principio la idea es pensar qué tienen que ver estas lecturas que
hacemos de Marx con lo que señalaba la semana pasada con la ruptura que plantea
Althusser.
Permite pensar e ir
componiendo este problema de la Ideología.
No vamos a
encontrar en estos capítulos del Capital una teoría ideológica, ni siquiera
aparece la palabra ideología. Nosotros somos los que vamos a leer ese texto con
algunas pistas que tomamos de Althusser, pensar en que medidas algunas críticas
que son tomadas de “economía política”, nos dan unas primeras herramientas para
descomponer esa unidad.
Tres premisas que
señalaba Althusser en Marx, para pensar el problema de la ideología.
1-
El marxismo en si mismo es una ruptura con la
ideología dominante, como puesta teórica el marxismo, produce, se constituye
como teoría en el mismo momento que intenta romper con formulaciones
filosóficas que resultan compatibles , que forman parte de una formación
integral. El marxismo se constituye, es a si mismo a partir de esas
formulaciones teóricas.
2- Porque rompe con esas formulaciones ideológicas, puede
pensar las modificaciones que estas tienen como formulaciones históricas.
3- En la medida en que se comprende esa doble relación de
ruptura, que el marxismo es ruptura, y porque es ruptura puede pensar aquello
que rompe, en la medida en que se comprende esa doble condición es que puede
producirse en el marxismo una teoría (de la ruptura) (¿?) no se escucha bien...
Por estas tres
premisas es que vamos a atravesar la idea de Marx, apoyándonos en un artículo
de Althusser. Intenta pensar el problema de la ideología en Marx y con ese
problema lee o ve un cruce entre el marxismo y el psicoanálisis lacaniano. Articulación
a lo largo de la historia del marxismo con distintas vertientes del
psicoanálisis. Por acá avanza Althusser en esta teoría de la ideología.
En este sentido Zizek
también va a partir del Capital, tomando el fenómeno de la forma y mercancía.
Postura de antihumanismo, que tiene a cuento también ese cruce de marxismo y
psicoanálisis que planteé hace un momento porque lo que va a decir Zizek es
que el modo en que Marx despliega y analiza esta noción de forma-mercancía,
supone en gran medida un escándalo para la categoría de sujeto económico, es
decir que la matriz que Marx descubre en el funcionamiento de esa forma, pone
en cuestión esta idea de sujeto y particularmente la categoría de sujeto
trascendental, que es de alguna manera lo central de la filosofía del
pensamiento moderno. La idea de sujeto trascendental coloca a la subjetividad
como ofreciendo esa matriz al pie del conocimiento lo que Marx va a señalar es que
esa matriz es en si misma el resultado de un proceso histórico de relaciones
sociales.
Marx descubre los
análisis de la génesis de la mercancía que la propia estructura de la
conciencia se apoya en el funcionamiento histórico de las relaciones sociales y
más todavía que los hombres que protagonizan esas relaciones sociales no son conscientes de ese proceso. Es decir, la conciencia es producto de un proceso
social que es inconsciente para los protagonistas de ese mismo proceso.
Tiene relación con
el humanismo o con el anti-humanismo porque como veíamos en Althusser la semana
pasada, esta idea de humanismo supone de alguna manera hacer que esta figura
del sujeto consciente acerque a la categoría de conciencia un punto de partida
para la explicación de los procesos históricos, un punto de partida para la
explicación de la filosofía, de la producción de sentido, etc.
De alguna manera dice
Zizek que todo lo que plantea Marx en este tratamiento que ofrece de la
forma-mercancía es que la conciencia no es el punto de partida, ni es tampoco
la esencia que esos procesos sociales vendrían a expresar. Para poder entender
esto, hay que situarse en determinado nivel de análisis. Zizek rescata de Marx
el tipo de estructuración analítica que desarrolla Marx para llegar a esta
noción de forma-mercancía. Esta idea de estructuración analítica tiene que ver
con lo que se llama teoría crítica, producir un análisis crítico de una teoría
histórica y encontrar en ellos aquello que sus protagonistas no logran ver.
El elemento
original que va a aportar Zizek y que según explicita retoma de la tradición psicoanalítica
es que de lo que se trata en una lectura crítica no es lo de develar algo que
se oculta tras un proceso social. Esta idea de ver algo que se escapa a sus
propios protagonistas se centra en ver las formas que toman esas relaciones
sociales.
Y en este sentido
para pensar el problema de la ideología en esta versión que hace Marx y que
termina en el fetichismo de la mercancía lo que va a decir Zizek es que hay
que prestar atención a las formas que toman en el proceso de producción la
noción de categoría de valor. La idea de
este fetichismo del que habla Marx no es descubrir lo que esta mercancía oculta
sino dar cuanta del mecanismo de funcionamiento en el que se produce y
reproduce esa forma-mercancía.
De alguna manera
Zizek está discutiendo con los textos que hay para leer con una lectura
bastante tradicional en relación con el fetichismo de la mercancía y va a
aparecer otro autor que va a retomar esto que es Balibar.
Avanzar y pensar
que nos dice acerca de ese modo social, de esa formación social, interrogarse
respecto a la implicancia social que tiene ese funcionamiento, ver que es lo
que hace que se construya y funcione socialmente, que sea sostenida y
reproducida en cada uno de los actos individuales que protagonizan esa
sociedad.
Lo que voy a hacer
es desplegar un poquito el texto de Marx para poder desplegarme en el texto y
marcar lo que habla Zizek.
Zizek dice que el
problema de la mercancía no está en el contenido oculto sino en la forma,
entonces dice que el problema es determinar ese núcleo oculto de la mercancía,
ese núcleo oculto que es la determinación de valor, la manera en la cual el
trabajo asume esa forma-valor mercancía y en ella asume su carácter social.
Marx intenta (en el
prólogo) describir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad
moderna entendiendo que se pueden estudiar estas leyes como leyes naturales,
leyes y tendencias que actúan y se imponen como una gran necesidad, que se
imponen a los hombres que viven en esa sociedad como leyes de la naturaleza. Se
imponen de manera involuntaria, que se escapa. Si bien son leyes que tienen que
ver con el modo de organización de la vida de los hombres no obstante se
imponen a ellos, a su vida, a sus percepciones y decisiones, como leyes
objetivas, en el mismo sentido que las leyes naturales. A esto denominan de
alguna manera la Tesis
de la determinación. La idea es que la vida puede ser leída a partir del modo
en que los hombres se dan, el modo que la sociedad toma para producir su propia
subsistencia. Esa frase que dice que es la vida la que determina la conciencia
puede ser traducida en este texto de Marx y en esta clave.
Podemos leer la
vida social comenzando con ver el modo de producción, el tipo de relaciones que
están relacionadas con la organización productivas de esa sociedad, cómo se
organizan para producir aquello que necesitan para vivir, cómo producen, en qué división de trabajo, con que reparto de roles, que tipo de consumo tiene ese
modo de producción. Leyendo esas dimensiones tenemos, dice Marx, de alguna
manera la anatomía de esa sociedad. Así hay que estudiar la sociedad. En este
marco, en esta propuesta, Marx desarma el concepto de fetichismo, algo que
aparece y se presenta como una abstracción, viendo en qué medida esto tiene que
ver con esos elementos estructurales de producción. Esto es la célula del modo
de producción capitalista, la forma-mercancía es la fórmula económica de la
sociedad capitalista.
Vamos a encontrar
en relación a esto dos esquemas.
1) Un modo de pensar general que permite colocar
la dimensión ideológica, qué tipo de determinación supone la teoría marxista
que es aquella sobre la que vamos a avanzar en conceptos psicológicos y para eso
tenemos que entender lo de la determinación natural.
2) Por otro lado, entender,
ver en que medida algunas pistas se puede ver y pensar que estos fenómenos
ideológicos aparecen en el fetichismo de la mercancía de marx.
En el primer
capitulo de la mercancía, Marx va a decir que la mercancía es generada por un
doble valor que tienen los objetos que circulan producidos en el modo de
producción capitalista. Un valor que el llama valor de uso que tiene que ver
con las características propias y concretas de los objetos, sus rasgos
cualitativos y otra que depende del grado de necesidad que satisface.
En la
sociedad capitalista hay una multiplicidad de valor, el valor de cambio es ese
valor que tienen los objetos inmersos en una relación de mercado que va a
permitir llegar a esta idea de forma-mercancía. Ese valor de cambio en
principio, no tiene que ver con esos rasgos cualitativos de los objetos sino
con los rasgos cuantitativos que son del orden de la forma. En este sentido si
decimos que la forma-mercancía es la célula de esa anatomía que son las leyes
económicas de la vida social hablamos de una forma-relación que nos ubica en la
forma de una relación social, es decir, cuando interrogamos esa forma-relación
de la mercancía interrogamos la misma relación social que podemos encontrar a
su vez la formación social de esa vida entorno a la mercancía. Para entender porque
Marx habla de valor hay que situarse en la escena del intercambio. Para esto
parte de una idea simple de trueque, que establecen una relación. Hay que
determinar en virtud de qué y mediante qué mecanismo se legitima ese
intercambio, mediante que mecanismo social, se establece socialmente esas
variables de valor. Hay que establecer en virtud de qué se pueden poner en
relación estos dos objetos producidos en el marco del capitalismo.
En principio lo
primero que va a decir Marx es que lo que tienen en común estos dos productos
es que en ambos hay trabajo humano incorporado, las dos fueron producidas por
el hombre. Esto no es un descubrimiento de Marx sino de Smith y la teoría
clásica.
Marx tiene una
insistencia y es entender y explicar que esta relación suena imposible en el
marco del capitalismo. Lo que hace el producto del trabajo humano en una
mercancía son las condiciones sociales en el marco de las cuales se produce ese
valor de cambio. Es decir, el valor es un rasgo social, es un producto social.
Por eso Marx insiste que las mercancías no tienen que ver con los atributos de
los objetos sino que tienen que ver con el momento social en el que se
inscriben y el momento en el cual son producidos para la circulación.
Marx dice, si la
forma-mercancía pone en relación al objeto con todo el universo de mercancías
que se producen en esa estructura social (?). En el acto de intercambio se produce
una interconexión entre todos los productos de esa sociedad. Es decir, en qué medida para establecer esta equivalencia como legítima, lo que hay puesto en
juego es todo el sistema social de relaciones que en gran medida tiene que ver
con el trabajo, los atributos cualitativos del trabajo. Lo que es comparable es
el grado de trabajo invertido en esa producción, lo que funciona como operador
de esa relación y que hace que sea equivalente socialmente es que para realizar
una guitarra se emplea dos horas de trabajo social por cada hora de trabajo
social que se emplea para fabricar una bicicleta. Cómo se hace para hacer del
trabajo que en realidad tiene características cualitativas, donde se establece
esa abstracción que borra el tiempo del trabajo de esos aspectos cualitativos,
Marx va a decir en el mercado, en la propia operación de intercambio, en el
momento, en el mismo momento que se intercambia una guitarra por una bicicleta
las propias características cualitativas de trabajo que se invierte se borran y
ese trabajo es abstraído como trabajo socialmente necesario. Los distintos
trabajos se vuelven homogéneos a nivel social y aparecen como si fueran
expresiones, encarnaciones, de esa unidad abstracta socialmente construida que
es el tiempo socialmente necesario.
Esa relación de
intercambio no es casual, sino socialmente necesaria, tiene una sistematicidad
social, no es el precio el que regula el intercambio sino al revés, el
intercambio es el que regula esto. Lo que hace Marx es discutir con las leyes
de economía política clásica que entienden que los hechos de intercambio
producen el precio a partir de decisiones libres de hombres racionales que
viven dentro y fuera del mercado, que ese precio es el resultado de esa
infinidad de operaciones de intercambio. Marx va a decir que esos hechos de
intercambio no son hechos libres sino socialmente necesarios, que resultan de
leyes económicas que organizan la vida social en su conjunto. Esta idea de que
lo que se pone en juego en cada acto de intercambio es todo el sistema de
relaciones, en esta medida de equivalencia, convierte al sujeto en mercancía, a
su autor en productor de mercancía y al tiempo en tiempo socialmente abstracto.
Todo el proceso de producción capitalista está inscripto en ese acto individual
y libre de intercambio. Y en ese sentido los individuos que intervienen en ese
acto, no determinan.. no hay nada que determinen por ellos mismos, no hay nada
que intervenga en la determinación de esa forma equivalencial de los productos
en esa relación de intercambio, son los individuos los que resultan
“abstractos” en esa relación de intercambio, lo sepan o no, lo quieran o no. En
realidad, no lo saben pero lo hacen.
Así de alguna
manera podemos entender porqué Marx habla de fetichismo de la mercancía. Porque
a partir de los individuos “libres” que acuden libremente al mercado, que viven
este acto de intercambio como si el precio fuera un atributo de esos objetos,
sin embargo actuamos como si creyéramos esto, que hay cosas que valen mas o
menos porque tienen tal o cual característica. La ridiculez de esto tiene que
ver con un tipo de normalidad social en la que operamos. Esta operación de
equivalencia tiene que operarse socialmente, entra en juego el dinero. Viene a
funcionar en este sistema como una suerte de consecuencia necesaria, es una
consecuencia de esa relación de intercambio que pone en juego esa
forma-mercancía, es la objetivación de esa relación. Operamos como si el objeto
fuera la encarnación de ese valor que expresan cada uno de los productos que
compramos. En este sentido es Balibar el que señala que de alguna manera lo que
aparece en este despliegue de la forma-mercancía es el reconocimiento de una
objetividad complementaria, el hecho de que las relaciones entre valor y
cantidad que otorga el mercado, le otorga mayor credibilidad a esa función de
objetivación que viene a cumplir el dinero. Esas leyes de la economía se presentan
como inestables, como mecanismos de regulación objetiva a los sujetos que se
inscriben en esos procesos, son de alguna manera leyes objetivas desde el punto
de vista de los objetos que participan de esas relaciones sociales.
Por eso, cuando
decimos fetiche, desde Balibar es también pensar cómo opera esa objetividad
social, esa dimensión de leyes socialmente necesarias que se imponen a las
acciones de los sujetos de modo objetivo. No se trata solamente que allí haya
un modo de producción real sino de pensar cómo operan esas leyes en la relación
social.
El dinero
Lo que subraya Balibar cuando habla de objetividad complementaria es que en los actos
concretos de intercambios que realizan esas formas-mercancía son producto de la
propia dinámica de la vida social, se produce en una génesis que es histórica
que depende de cómo se va produciendo estas sociedades. Marx señala que para
que aparezca esta forma-mercancía, el valor funcional, solamente es posible en
el capitalismo, porque se tienen que dar una serie de condiciones históricas,
por ejemplo, la forma de propiedad.
Lo que dice Balibar
es que si los hombres en sus prácticas concretas asumen, reproducen el
fetichismo, operan guiados en ese fetichismo, la mercancía como el dinero
adquiere un estatuto ideal de libre
abstracción, que ordena y organiza toda la producción. Si los hombres soportan
esta abstracción y actúan conforme a ella, no es porque estén inmunizados, sino
porque socialmente esa abstracción regula de hecho las relaciones sociales, es
a la vez abstracta y objetiva, no depende de la voluntad de cada uno de los
hombres que participan de ese proceso ni tampoco de su conciencia.
Marx cree que el
dinero no se viene a agregar como un suplemento a la noción de intercambio.
En
toda relación de intercambio hay un polo equivalencial y un polo relativo. La
forma relativa del valor tiene que ver con la intercambiabilidad de la forma
mercancía. Para que esto funcione de esta manera lo que hay aquí supuesto es un
tercer término que funciona como creador de esta noción.
El dinero viene a
encarnar esa función de producción. El dinero es en si mismo una mercancía, es
un objeto producido en una sociedad capitalista con las mismas normas, adquiere
un conjunto de características particulares.
El dinero es una mercancía que se
caracteriza por ser puro valor de cambio. La forma mercancía totaliza la vida
social. Esto quiere decir que la función que tiene el dinero no es solamente la
de permitir operar de equivalencia entre todas las mercancías presentes en la
vida social. Sino que tiene la función de operar de equivalencia con todas las
mercancías posibles en la vida social. Una vez que aparece el dinero como
encarnación de esa función como soporte material de ese sistema de relaciones
lo que encarna es todo el sistema de relaciones. Lo que pone en relación el
dinero no es una relación con una mercancía, sino con la serie infinita de
mercancías. Y su valor no se expresa en otra mercancía, su valor se expresa en
esa serie infinita de mercancías. Lo que señala la aparición del dinero en
cierto tipo de sociedad, es que la forma mercancía se extendió lo suficiente
como para totalizar las relaciones sociales. Esta forma atraviesa, organiza
todas las relaciones sociales y estamos entonces en el capitalismo. Dice Marx
que en la mercancía se asume la forma de una objetivación del producto del
trabajo, la posibilidad de poner en comparación los distintos trabajos. Y en
este sentido va a señalar que la mercancía es históricamente posible en una
sociedad "en que la igualdad humana alcanza la firmeza de un prejuicio
popular. Uno podría tomar estas frases y pensar que no soporta para pensar el
problema de la ideología, en qué sentido una estructura pequeña de la industria
básica de las relaciones de producción requiere inscribirse en una sociedad en
la que la igualdad es un prejuicio popular. Y uno puede pensar igualdad en qué
sentido y entonces por ejemplo igualdad de los hombres libres que acuden al
mercado, la igualdad de los hombres libres para vender su fuerza de trabajo, la
igualdad entre los distintos tiempos de trabajo. De alguna manera esta figura
del fetichismo de la mercancía apunta a pensar el dispositivo de naturalización
de un orden social. En qué medida para funcionar este orden social es vivido
por sus sujetos como natural, como si las leyes que los rigen fueran leyes
objetivas. Dice Marx que al equiparar unos con otros como valores de distintos
productos, lo que hacen los hombres es equiparar entre sí sus trabajos, es
decir objetivarlo como encarnaciones de trabajo abstracto. No lo saben pero lo
hacen. El valor no sea inscripto que es, sino que convierte a todos los
productos del trabajo en expresiones materiales del trabajo abstracto.
En estas
frases de Marx podemos también leer algunos rasgos que van a permitir pensar el
problema de la ideología. Por un lado la idea del carácter invertido, la
inversión tiene que ver con la confusión de causas y fines, de vivir como
origen de un proceso aquello que es resultado; de vivir como fundamento de un
proceso, aquello que es resultado de un largo proceso de relaciones sociales.
De vivir como objetivo el dinero aquello que no es sino el resultado de
procesos de intercambios populares. El carácter evolutivo es una inversión, un
rasgo, que nos va a permitir pensar algunos aspectos de la teoría marxista.
Otra dimensión, otro rasgo que
aparece en este fetichismo de la mercancía es el carácter históricamente
necesario de la mercancía. Esto les permite operar según dice Balibar hacia la
pregunta de como opera socialmente esa forma mercancía y que consecuencias
tiene, qué quiere decir que sea el producto de una necesidad social. Se vive
como leyes objetivas, producto de la naturaleza aquello que es producto del
hombre. Por otro lado, el desconocimiento, los hombres desconocen la lógica de
ese proceso del que participan. Y esta idea va a aparecer varias veces en el
segundo capítulo. Cada vez que Marx de cuenta del lugar en donde los propios
hombres que viven el proceso lo persiguen va a aparecer entrecomillada la
categoría de hombre libre, libre consumidor, en la que además sostienen y
reproducen esa lógica que se les escapa, no es aprensible a esa lógica de
conocimiento. Hay un foco de pensamiento social, una forma de pensamiento
social para Zizek que no tiene la forma de conciencia individual y le va a
permitir pensar de que manera abordar esa idea de la objetividad
complementaria, resulta un escándalo para la propia teoría. Descubrir el lugar
en donde los hombres se inscriben, se reconocen, implica un proceso social que
es el lugar que le asignen en su conciencia, es el lugar de un desconocimiento,
no de cualquier desconocimiento sino el que hace que participen de una
formación social determinada. Lugar que los inscribe como reencarnación de ese
sistema social determinado. Por eso, el pensar en el problema de la ideología
exige esa ruptura, pone en escena esa ruptura. Decir que la conciencia no es el
punto de partida para pensar la lógica de este proceso social un escándalo.
El fetichismo es un fenómeno que
debe ser descifrado, es un misterio, que tiene una gravitación que a los
individuos se les escapa. Para Balibar todo esto es un paso previo para la
segunda operación que es entender en qué medida funciona ese mecanismo, porque
los individuos participan de esa abstracción, porque la desconocen, que nivel
de conocimiento y eficacia histórica tienen. Podríamos decir que a este segundo
problema tendríamos que llamarlo problema de la ideología.
En este sentido, vamos a avanzar con
Balibar porque él permite construir una cierta lectura de este proceso. Lo que
permite su texto a partir de una posición althusseriana es detectar estas otras
hebras más estructuralistas del fetichismo de la mercancía. En ese sentido lo
que dice es que una vertiente creo que las cosas tienen que ver con esta manera
de objetividad social que tiene la forma-mercancía con esta idea de que lo que
es realmente objetivo es aquello que ese escapa de la conciencia de los
individuos.
Materialismo, tiene como
contrafigura esta categoría de conciencia. Para entender esto del materialismo
histórico antes pensar la densidad de esa frase de que no es la conciencia la
que determina la vida sino la vida la que determina la conciencia. Parece una
frase simple pero no lo es. Para entender el problema de la ideología hay que
entender el problema de la conciencia y como viene a ser discutida en todos
estos autores. La categoría de conciencia es una categoría central.
Marx explica en la ideología alemana
que lo Ideológico es del orden de lo imaginario, contrapuesto a lo real, son
representaciones falsas de la realidad. Balibar dice que uno podría leer esto
en clave de una construcción ilusoria que debe ser disipada por el
conocimiento. Conocer las leyes objetivas es de alguna manera desmitificar esa
ilusión. El proyecto de disipar las leyes económicas es conocer el
funcionamiento de la sociedad capitalista y su lógica económica, apunta a
disolver esa dimensión ilusoria que hace que los hombres no sepan, no conozcan
esos conceptos en los que están inscriptos. Balibar va a decir que este es un
primer paso. Esto nos ofrece un primer acercamiento al orden ideológico, que
son del orden de las apariencias y estas son sus reflejos.
Sin embargo Balibar, Althusser y
Zizek avanzan un poco más allá de esta idea de la percepción falseada de la
realidad. El problema es que cuando haya conocimiento no habría más ideología
porque el conocimiento vendría a reemplazar esas percepciones ilusorias. Para Balibar se puede interrogar esa apariencia, puede ser pensada e interrogada en
su lógica y demostrar que se trata de una apariencia activa, una a apariencia
que tiene una eficacia social, cumple una función en la sociedad. Es decir, es
el lugar en el que los sujetos viven distorsionadamente, tomando causas por
efectos, las relaciones económicas, tomando el dinero como una noción de
precio.. etc ese lugar cumple una función necesaria en el mecanismo general de
todo el proceso, es necesario que los sujetos vivan de ese modo las relaciones
económicas para que las sostengan y en ese sentido suprimir la apariencia es
abolir la propia relación social como esta dada. La estructura de circulación
constituye un todo en donde la forma mercancía es incluso en su aspecto
fetichista una condición necesaria de su mecanismo, no hay modo de disipar el
fetichismo y quedarse con la mercancía, el fetichismo no es un plus, es un
elemento constitutivo de la forma mercancía, para que circule socialmente,
localice y organice la experiencia sociales. Es necesario que los sujetos lo
vivan y lo persigan de esa forma fetichisada. La práctica de los intercambios
supone organizada como esta en cierto modo de producción y en cierta virtud de
trabajo que se organiza en parte de la explotación de un sector de la sociedad
a otro, unos producen y otros se apropian de la riqueza producida, esas
practicas determinan el valor de las mercancías, es decir es la relación que
cada productor mantiene con el trabajo de todos los demás. Esa misma práctica
determina el valor de los productos de trabajo y sin embargo es a los ojos de
ese productor consumidor que se presentan de modo invertido como una propiedad
de las cosas, eso es el fetichismo de la mercancía. De lo que se trata con Zizzek es de pensar esta ultima cuestión, pensar que el problema de la
ideología tiene que ver con esta pregunta respecto de que función cumple, que
misión histórica tiene el hecho de q los hombres desde el punto de vista de su
conciencia, de su percepción, registren de modo invertido esas relaciones
sociales, en que medida esa forma de darse la experiencia subjetiva no es
falsa, porque no es un problema de conocimiento, el problema de la ideología no
tiene que ver con lo que vemos o con lo que conocemos, tiene que ver con lo que
hacemos. Entonces no lo saben pero lo hacen, lo hacen participan de ese
pensamiento social y a la luz del cual hay que pensar esa toma de conciencia,
ese lugar de construcción subjetiva del proceso de producción, Esto para Marx
es dar vuelta, poner a la conciencia como principio explicativo de los procesos
sociales. Llegamos a la conciencia para explicar la matriz subjetiva, la matriz
de funcionamiento del nivel social.
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-Marx-
El Capital
Crítica de la
economía política
Se
considera el orden capitalista no como una fase del desarrollo históricamente
transitoria, sino como figura absoluta y definitiva de la producción social.
Sobre
la dialéctica marxista y la dialéctica Hegeliana.
Marx
dice que su método dialéctico no es solo diferente al de Hegel en sus
fundamentos, sino que es su antítesis, ya que para Hegel el
pensar es la actvidad de un sujeto autónomo que tiene a lo real como
manifestación externa de su idea. Es decir, la idea crea lo real, o lo real
expresa una idea que le fue previa. Para Marx es a la inversa."lo ideal no
es sino lo material traspuesto y traducido en la mente humana" (p,20)
Marx
cita a un periodista que habla sobre el método dialéctico aplicado por el
filósofo alemán al estudio de la economía política. Desde su punto de vista, su
descripción es muy certera y benevolente, y puede considerarse una extensa
definición de ese método. Para ese articulísta, "para Marx, sólo una
cosa es importante: encontrar la ley de los fenómenos en cuya investigación se
ocupa. Marx concibe el movimiento social como un proceso de historia natural,
regido por leyes que no sólo son independientes de la voluntad, la conciencia y
la intención de los hombres, sino que por el contrario, determinan su
querer, conciencia e intenciones... Pero, se dirá las leyes generales de la
vida económica son unas, siempre las mísmas, siendo de todo punto indiferente
que las aplique al pasado o al presente. Esto es precisamente lo que niega
Marx. Según él no existen tales leyes abstractas... En su opinión por el
contrario, cada período histórico tiene sus própias leyes..Con el
diferente desarrollo de la fuerza productiva se modifican las relaciones y
las leyes que las rigen...
El
valor científico de tal investigación radica en la elucidación de las leyes
particulares que rigen el surgimiento, existencia, desarrollo y muerte de un
organismo social determinado y su reemplazo por otro, superior al primero. Y es
éste el valor que, de hecho, tiene la obra de Marx" (p.19)
Capítulo 1
Toda
mercancía tiene un valor de uso y un
valor de cambio. El valor de uso es
una propiedad condicionada por las características propias de la mercancía. Su
utilidad es lo que le confiere valor de uso, y éste se efectiviza en su uso o
su consumo. En el capitalismo, el valor de uso es portador del valor de cambio.
Este
valor de cambio no es algo
intrínseco de la mercancía, es adquirido ya que todas las mercancías tienen en
común el trabajo abstractamente humano.
Lo
que determina la magnitud de valor, es la cantidad de trabajo socialmente
necesario para la producción de su valor de uso.
"El
tiempo de trabajo socialmente necesario es el requisito para producir un valor
de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una
sociedad y con el grado social medio de destreza e intensidad de trabajo"
(p.48)
Por
esto Marx dice que "las mercancias vienen al mundo revistiendo las
formas de valores de uso" porque "sólo se presentan como mercancias,
o sólo poseen la forma de mercancías , en la medida en que tienen una forma
doble: la forma natural y la forma del valor" (p.58)... y su
objetividad en cuanto valor está en su "naturaleza puramente social"y
" "dicha objetividad como valores sólo puede ponerse de manifiesto
en la relación social entre diversas mercancias" (p.58)
El valor de una mercancía es la gelatina del trabajo
humano porque es la solidificación del estado líquido del trabajo, es decir del
trabajo humano reducido a lo simple. De tal forma, en el intercambio de la
mercancía, lo que está implícito es el equiparamiento de diversos trabajo como
trabajo humano.
Su
valor social debe entenderse a partir de que una mercancía es tal, en la medida
en que está en relación con otra mercancía. Ambás, producto del trabajo humano.
"En su igualdad con la chaqueta se manifista su carácter de sr valor
" (p.64)
La mercancía es un objeto endemoniado: puede entenderse el fetichismo que se adhiere a los productos del trabajo (mercancía) en
el sentido de este ocultamiento: "Cuando la forma
relativa del valor de una mercancía , por ejemplo el lienzo, expresa su
caracter de ser valor como algo absolutamente diferente de su cuerpo y de las
propiedades de éste, por ejemplo, con su carácter de ser igual a una chaqueta,
esta expresión denota, por sí misma, que en ella se oculta una relación
social"
(p.71) No es que el valor surja de esta puesta en relación, el valor proviene
del trabajo social abstracto, pero se activa, se efectiviza en esta puesta en
relación. Eso hace que la mercancía parezca poseer
naturalmente no sólo
sus cualidades útiles, sino también el valor, ser intercambiable. Es en el
cuerpo de la mercancía, en
su materialidad y utilidad, en que se reviste su valor, se oculta.
La
relación entre las personas aparece oculta detrás de la
relación entre las mercancias. El resultado del
fetichismo es la apariencia de una
relación directa entre las cosas y no entre las personas, lo cual significa que
las cosas (en este caso, las mercancías) asumirían el papel subjetivo que
corresponde a las personas (en este caso, los productores de mercancías).
Signo
La forma simple de la mercancía es el germen de la forma
dinero.
Se
puede relacionar la forma de mercancía, y su valor relativo con la
noción de signo.
"Al
igual que todas las mercancías, el dinero sólo puede expresar su propia
magnitud de valor relativamente en otras mercancías. Su propio valor lo
determina el tiempo de trabajo requerido para su producción y se expresa en la
cantidad de toda otra mercancía en la que se haya solidificado el mísmo tiempo
de trabajo" (p.
112)
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