DEL CAMPO
HUGO. Los orígenes del movimiento obrero Argentino
Semana Roja de 1909
Se llamó Semana
Roja a la gran matanza que se produjo frente al Congreso Nacional entre las
calles Solís y Entre Ríos en donde 100 soldados a caballo acribillaron a
balazos a la muchedumbre que estaba compuesta por 2.500 personas, entre ellos
mujeres y niños. El jefe de los soldados era el Cnel. Ramón L. Falcón quien
encabezó la represión a los integrantes de la F.O.R.A. en la plaza Lorea el
1ro. de Mayo de 1909. La reacción popular, la huelga general, los hechos de la
semana roja, detuvieron entonces el ritmo de la cuidad-puerto
Estos trágicos
hechos paralizaron la Ciudad de Bs. As. y marcan la culminación de la primera
etapa del movimiento obrero en la Argentina. Después de más de medio siglo de
luchas este alcanza un nivel de combatividad y desarrollo que conmueve al país,
incorporado ya plenamente al mercado mundial como dependencia agropecuaria de
las metrópolis imperialistas
En medio de un
país tradicionalmente agropecuario comenzó a formarse una clase obrera moderna,
de origen principalmente inmigratoria. Los
cambios que se produjeron en la Argentina contribuyeron a transformar la
mentalidad tradicional del “pobre” criollo o las expectativas
pequeño-burgueses, del inmigrante en su autentica conciencia de clase. A raíz
de esta clase obrera surgieron las primeras Sociedades Gremiales que, aunq solo
nucleaban a los obreros mas combativos, pronto lograron el consenso de los
demás, convirtiéndose en Vanguardia.
A partir de 1902
se habían formado todos los gremios de acuerdo a su oficio y el paso siguiente
fue coordinar los esfuerzos mediante una unidad sindical, la que permitió
movimientos de mayor envergadura como la huelga general que fue reprimida por
el Estado. El enfrentamiento se fue haciendo cada vez más violento hasta
culminar con hechos como los señalados: la Semana Roja (1909) y la reacción del
Centenario que fueron realizados por el proletariado argentino, testimonios de
la madurez combativa del proletariado argentino y de su percepción como peligro
real por la clase dominante. Sin embargo la lucha obrera había quedado limitada
al campo económico-social y carecía de proyección política. El único grupo que aspiraba a la conducción política de la
clase trabajadora era el partido socialista y se fue alejando de esa idea a medida que se idenfiticaba con un
reformismo parlamentario.
El granero del mundo
Hasta mediados
del siglo XIX el territorio argentino, casi despoblado no había conocido más
que una explotación extensiva y rudimentaria.
Para crecer,
Argentina concentró sus esfuerzos en el área agropecuaria eligiendo la pampa
húmeda (demostró aptitud para producir
materia prima que la industria europea demandaba, la lana) para su progreso. Para esto se tendieron las primeras vías
férreas.
Los países de
avanzado desarrollo capitalista impusieron la división del trabajo a nivel
mundial
Argentina podía
convertirse en proveedora de cereales y carnes pero necesitaba fomentar su
producción en sectores estratégicos como ferrocarriles y frigoríficos y
estimular la producción.
La oligarquía
liberal recibió con brazos abiertos a estos mensajeros del “progreso”. Pero
este se limito a una sola región, la pampa húmeda acentuando el estancamiento y
pobreza en las demás regiones y además otros sectores de la economía quedaron
olvidados. El país creció en forma rápida pero deformada, inarmónica, como
apéndice agropecuario de las metrópolis industriales y financieras europeas.
La actividad
agro-exportadora provocó aumentos en tecnologías para el desarrollo de las
diferentes exportaciones, impulsó el crecimiento de ciudades, puertos, nuevos
puestos de trabajo, crecimiento de empresas comerciales y se intensificó la
construcción. Por estos motivos fue creciendo un mercado interno que produjo un
desarrollo en la producción manufacturera. También aparecieron algunas grandes
fabricas (Noel, bieckert, bagley, La negra) El desarrollo dependiente dio lugar
así a la formación de una clase obrera moderna en la Argentina
El destino del inmigrante
La clase
obrera migratoria esperaba progresar en
tierras americanas ya que quería convertirse en propietario, pero esto no
sucedió porque las tierras tenían dueños que las rentaban a alto precio.
Quienes aceptaron estas condiciones se convirtieron en pobres chacareros y
otros quedaron como jornaleros sin ocupación fija aunque la mayoría se instaló
en ciudades donde tenían más posibilidades de crecimiento. Los que tenían
oficios artesanales pasaron a ser asalariados. Pese a sus proyectos de
independencia, casi todos los inmigrantes se convirtieron en asalariados.
La situación del asalariado
La situación del
asalariado era penosa: trabajaban como jornaleros estacionales y la mayor parte
del tiempo estaban sin trabajo. Este considerable “ejercito industrial de reserva”
se veía constantemente reforzado por la llegada de nuevos inmigrantes.
El exceso de
mano de obra hizo que el trabajador sea muy explotado: por ejemplo, trabajaban
12 hs. diarias y recibían a cambio salarios que apenas subsistían, con
condiciones higiénicas deplorables lo que originaba numerosos accidentes sin
existir ningún tipo de indemnización que los protegiera. El trabajo se regia
por reglamentos carcelarios, destinados a intensificar al máximo la
explotación.
Fuera del
taller, solo esperaba al obrero la taberna o el hacinamiento y la suciedad del
conventillo
Los internacionalistas del '70
La difusión de las teorías socialistas recién
adquirió verdadera importancia en la década de 1870, gracias a la actividad
desarrollada por algunos militantes que habían llegado al país huyendo de las
persecuciones desatadas en Europa, especialmente en Francia después de la
comuna. Estos emigrados, en su mayoría marxistas, organizaron en Buenos Aires
en 1872 una sección francesa de la Asociación Internacional de Trabajadores
representada en el Congreso de La Haya por Raymundo Willmart. Mas tarde agregaron una sección italiana y
una española en 1874 se constituyo otra con sede en Córdoba. Estos pioneros
editaron el periódico “El Trabajador”
difundieron publicaciones europeas e intentaron organizar las primeras
sociedades gremiales pero su acción se vio limitada por la desorganización de
la clase trabajadora, la mentalidad individualista de los inmigrantes y la
barrera del idioma además de la disolución de la Internacional en 1876. La
acción propagandística no decayó. Ella preparo sin duda la aparición efectiva
del movimiento obrero durante la década siguiente.
La primera huelga
Fue realizada
por los tipógrafos el 2 de setiembre de 1878
motivada por la reducción de salario y aumento de trabajo por parte de
la imprenta y empresas periodísticas. Ante esta medida los empresarios
empezaron a ceder y se lograron conquistas como la limitación del trabajo
infantil, aumento de salarios y reducción del horario de trabajo. No es casual
que la iniciativa haya partido de este oficio, cuyos miembros adquirían por las
características de su trabajo, una regular cultura y estaban bien informadas de
lo que ocurría en el mundo.
La reacción
patronal no se hizo esperar, el diario el nacional califico a la huelga de
recurso vicioso y concluía afirmando “El socialismo
Organización y lucha
La formación de sociedades estables se
inicio recién en la década siguiente ha
1879, impulsada por el pujante
desarrollo económico y la
abundancia de fuentes de trabajo. En la década del '70 y '80 se organizaron la
mayoría de las sociedades gremiales. En 1881 la Sociedad de Dependientes de
Comercio logró conseguir el domingo como feriado semanal.
Durante los años
siguientes se organizaron los panaderos, molineros, albañiles, yeseros
sastres tapiceros, etc. Estas sociedades
eran pequeñas y disponían de escasos recursos y de una rudimentaria
organización, no eran reconocidas por los patrones ni por es estado, pero a
medida que se animaban con el empuje de militantes socialistas y anarquistas
las huelgas fueron aumentando. En principio eran esporádicas pero en pocos años
fueron más frecuentes produciéndose desde 1885 a 1888 un total de 36 huelgas y
algunas como la de los albañiles
movilizó a 10.000 trabajadores. Esto se debía a la caída del poder adquisitivo del salario.
A medida que creció el poder huelguista la policía comenzó a tomar un rol más
enérgico: en 1888 dispersó a los panaderos que intentaban realizar una asamblea
allanando el local amenazando con detener a los dirigentes tomándose el
resultado de la huelga en forma de derrota y de triunfo. Los empleados q en un
principio respondían a las demandas individualmente comenzaron a organizarse
para ofrecer mayor resistencia. El
gobierno de la provincia remplazó a los peones en huelga por otros contratados
en Europa
El 1º de Mayo de 1890
En Argentina los
emigrados alemanes formaron el club Vorwurst (adelante) en 1882 reforzando la propaganda socialista. El club
estuvo en el Congreso Internacional Obrero en París (1889) donde se sentaron
las bases de la 2da. Internacional. El grupo se encargó de promover en la
Argentina la celebración del 1º de Mayo, fecha adoptada por el Congreso en
homenaje a los mártires de Chicago, para la realización simultánea de reuniones
en todo el mundo demandando jornadas de trabajo de 8 horas y como símbolo de
solidaridad internacional del proletariado.
Se hizo una
reunión para redactar el petitorio que sería elevado al Congreso. Los
obreros que asistieron a la reunión fueron
despedidos pero la reunión fue un éxito rotundo con una asistencia de entre
2.000 y 3.000 personas. Se escucharon discursos en distintos idiomas firmando
el petitorio más de 7.000 trabajadores
mostrando en la escena política a una clase obrera unida e
independiente. Superando los límites de oficio y de nacionalidad, la clase
obrera había hecho su aparición como fuerza unida e independiente en la escena
política.
Las primeras federaciones obreras
En 1891 se
produce la conformación de la primer federación obrera (se multiplicaron las
sociedades gremiales): la federación de Trabajadores de la República Argentina
adoptando como órgano de expresión el periódico "El Obrero". En Agosto se reunió el primer congreso que
además de fijar los objetivos inmediatos (jornada de 8 horas, descanso
dominical, etc.) postulo como fines últimos la abolición de la propiedad
privada de los medios de producción y la realización del socialismo. En 1892
después de una crisis de desocupación dicha federación se disolvió.
En 1894 superada
la crisis, varias organizaciones se volvieron a reunir, creando la Federación
Argentina que nucleaba a onces sociedades, pero las diferencias entre
socialistas y anarquistas hizo que nuevamente se disolviera intentándose
nuevamente en 1900 pero continuaban las diferencias entre los dos grupos.
Socialistas y anarquistas
Además de grupos
europeos, había también dos grupos socialistas argentinos llamado uno
"Centro Socialista Obrero" animado por Juan B. Justo y el otro el
"Centro Socialista Universitario" encabezado por José Ingenieros.
Estas organizaciones se federaron en 1894 para formar un partido político,
hecho que se produjo en 1896 con el nombre de Partido Socialista Obrero.
Realizó una tarea educativa con bibliotecas promoviendo la elevación cultural
del obrero ya que con el liderazgo de Justo se aspiraba a lograr cambios por la
vía parlamentaria y no por la actitud revolucionaria. Los socialistas
participaron también activamente en las sociedades y promovieron los primeros
intentos federativos, pero al subordinar la acción sindical a la línea del
partido político fueron perdiendo la
influencia que habían alcanzado en el movimiento obrero.
Esto los
separaba aún más de los anarquistas pues para éstos no había posibilidades de
que la situación obrera mejorara dentro del capitalismo, por eso todas sus
esperanzas se cifraban en la revolución social. Para difundir su ideología, los
anarquistas se tuvieron que plegar al movimiento obrero y a las sociedades
gremiales para impulsar la tendencia revolucionaria a través de la huelga como
primer paso a la revolución de Estado por lo que a principios de siglo los
anarquistas y socialistas se mostraron menos reacios a la idea de formar una
federación.
La F.O.A. y la UGT.
En 1901 y
aclarando que no había compromisos con el Partido Socialista y con los
anarquistas, se pudo constituir la Federación Obrera Argentina (F.O.A.),
integrada por representantes de las dos facciones. Igualmente hubo muchas
diferencias entre ellas y de todos los choques que tuvieron, provocaron la
formación de la Unión General de Trabajadores (UGT.), dominada por los
socialistas. Había ahora dos entidades que tomaban la conducción del movimiento
obrero y la lucha continuaba.
Huelga general y la Ley de Residencia
El poder
huelguista había recuperado su intensidad a partir de 1894. En 1897 el fantasma
de la recensión económica y la
desocupación volvió a producir un reflujo que se prolongaría por dos años. En
1899, coincidiendo con la nueva oleada de prosperidad, el movimiento
obrero inicio otra etapa ascendente,
surgieron nuevos sindicatos, se fortalecieron los antiguos y fue sobre esa base
que se pudo llegar a constituir la FOA. En 1902
se organizaron las primeras federaciones locales, que agrupaban a las
sociedades de varias localidades. También se formaron federaciones locales que
agrupaban a todos los miembros de una localidad. Pero en este ascenso la clase
obrera no tardaría en encontrar su replica. La represión se hizo mucho más dura
y permanente.
Cuando fueron a
la huelga los estibadores de Bs. As. 1902. Conflictos similares se
desarrollaron en Rosario, Bahía Blanca y Zárate donde la detención de un grupo
de huelguistas motivó un movimiento de solidaridad. Cinco mil peones de
Barracas también se declararon en huelga, el movimiento amenazaba con paralizar
la exportación y frente a esto, el gobierno decidió reemplazar a los
huelguistas con tropas y peones del Estado. Frente a esto se unieron otros
gremios y la F.O.A. declaró la huelga general. La magnitud del movimiento,
provoco la alarma general del gobierno que decretó estado de sitio y allanó los
locales sindicales, deteniendo a los dirigentes y en el Congreso pasaron la Ley
de Residencia que decía que se podía expulsar del país a cualquier extranjero
que alterara el orden público.
Muchos
anarquistas fueron deportados inmediatamente y esta ley quedó latente para
combatir contra el movimiento obrero. La importancia de éste había crecido y
preocupaba a la clase dominante y a sus representantes en el Gobierno.
Represión y asimilación
El gobierno
oligárquico respondió al movimiento obrero con una doble maniobra reprimiendo a
los más radicales y a su vez intento de
asimilar a los mas reformistas abriendo las puertas del Parlamento para
establecer una legislación social.
Alfredo Palacios
llegó a que lo eligieran como representante de la Boca y mientras Joaquín V.
González trabajaba sobre una ley nacional de trabajo, el Gobierno no disimulaba
su carácter anti-obrero y represor. La represión iba en aumento, el 1 de mayo
de 1904 una manifestación anarquista fue atacada por las fzas policiales. LA F.O.A y la UGT con el apoyo del PS
declararon la huelga general por 48 horas. Estallaron huelgas a lo largo del
país pero la represión fue muy dura con muchos muertos y heridos. Las dos
centrales obreras se fortalecieron pero se dividieron más en su ideología.
El sindicalismo revolucionario
Ante el
enfrentamiento de socialistas y anarquistas muchos sindicatos se mantuvieron
autónomos. Algunos dirigentes sindicales consideraban que esa división era el principal
factor de debilidad del movimiento obrero. Aspiraban a liberarse de la tutela
del PS y lograr la unidad en una organización independiente e ideológicamente
neutral.
El sindicalismo
revolucionario era el instrumento neutro utilizado para evitar los conflictos
entre anarquistas y socialistas y a través de la huelga que era el verdadero
instrumento revolucionario. A su vez, el Sindicato era el único organismo que
permitía una lucha eficaz y daba pie para una futura sociedad. Esta nueva
tendencia apareció en 1905.
El problema de la unidad sindical
Las centrales
obreras con distintas ideologías políticas no se unían en la lucha obrera, pero
en situaciones de mucho conflicto lo hacían para lograr triunfos para el
obrero. La represión policial aumentó cada vez más y hubo muchos muertos y
heridos; la bandera roja había sido declarada ilegal y la policía usó esto como
excusa para matar manifestantes en la movilización del 1º de Mayo después del
estado de sitio.
La
Semana Roja
Ocurrieron una
serie de incidentes tales como: 1907, huelga de inquilinos en Ingeniero White
(marineros dispararon sobre una multitud de huelguistas provocando 6 muertos y
varios heridos). Hubo otra huelga en todo el país de 2 días por la masacre; la
manifestación de la F.O.R.A. en la Plaza Loria, provocó una huelga general de
una semana. Esto aumentó el número de víctimas. Finalmente el Gobierno cedió y
se produjo la reapertura de los locales
sindicales, la abolición de los códigos penales y la huelga fue levantada.
Reacción del centenario
La recién
constituida C.O.R.A. decide hacer una huelga general contra la Ley de
Residencia teniendo la adhesión de la F.O.R.A. Frente a esto el Gobierno
declara el Estado de Sitio y clausura los locales sindicales aplicando la
policía la Ley de Residencia.
La huelga
general estalló de forma espontánea el
16 y finalmente el Gobierno dicta una nueva ley de “Defensa social” que
sistematiza la represión. Además de
establecer un estricto control sobre el ingreso de inmigrantes, la ley prohíbe
toda propaganda anarquista, así como el funcionamiento de agrupaciones
destinadas a realizarla. Se necesitaba permiso policial para reunirse y se
establecieron grandes penalidades que llegan hasta la pena de muerte por
(apología de la violencia, desorden público,
destrucción de la propiedad privada, fabricación o tenencia de
explosivos, sabotaje, boicot, etc.).
La intensidad y
la sistematización de la represión eran el más claro síntoma de la importancia
que había alcanzado el movimiento obrero en la Argentina al cumplir la primer
etapa de su historia
DEL CAMPO HUGO.
De la FORA a la CGT
De
la F.O.R.A. a la CGT.
Buenos Aires se convirtió en un campo de batalla. Varios
incidentes sucedieron en la llamada Semana Trágica y casi todo Bs. As. se
levantó protestando por los hechos que se desencadenaron el día del entierro de
los obreros de la empresa Vasena, víctimas de la represión policial.
Los levantamientos fueron a causa de la explotación a
que era sometido el proletariado marcando a la Semana Trágica como el "el mayor momento de combatividad
proletaria".
En los años del Centenario predominó el anarquismo en el
movimiento obrero, el cual hacia 1918 reinicia su actividad. A causa de la
crisis económica, se deterioraron el salario, y las condiciones de vida y de
trabajo que el movimiento obrero trató de recuperar mediante huelgas, pero a
causa de la masacre, el anarquismo quedó
desprestigiado. El sindicalismo, conservó su posición antipolítica, los
socialistas y comunistas solo pudieron acercar el campo de la acción política a
pequeñas fracciones de clase trabajadora.
La rivalidad de estas cuatro tendencias hizo imposible
la unidad sindical. Finalmente la estabilización económica de 1920 mejoró la
situación de los trabajadores.
La economía argentina durante la
guerra y la post-guerra
La estabilidad de la Argentina del Centenario (su
condición de prospera semicolonia, productora de alimentos para la metrópolis
industriales y financieras), se vio afectada por la 1ra. Guerra, la cual alteró las relaciones comerciales y
de inmigrantes. El precio de los cereales y carne aumentó en el mercado mundial
pero las exportaciones agrícolas disminuyeron. La venta de carnes congeladas
aumentó con respecto a Australia; El volumen de las exportaciones se mantuvo
aunq cambio su composición y su valor.
Los productos agropecuarios se encarecieron menos que los industriales, de modo
que se hizo necesario ir reduciendo las importaciones
La restricción de la oferta y el alto precio de las
maquinarias, materia prima, etc., que eran necesarias para que funcionen las
industrias fueron aún mayores. Sólo algunas ramas pudieron expandir su
producción y en síntesis los índices de producción industrial bajaron en 1917 y
en el '18 empezaron a recuperarse lentamente. Con la paz, Argentina se recuperó
en el mercado mundial.
A causa de la guerra civil los campos de Alemania,
Francia y Rusia quedaron arrasados lo que provocó la demanda de cereales a la
Argentina. Los productos agrícolas se exportaron en un 60%, la venta de carnes
aumentó también, pero las inversiones norteamericanas empezaron a cambiar el
panorama, el precio descendió, el de la carne se estabilizó y solo se mantenían
firmes los productos industriales. Se había iniciado el proceso de deterioro de
los términos de intercambio. El valor de lo que se vendía se iba reduciendo
permanentemente en relación con el de lo que se compraba. La época de las
colonias prosperas se acercaba a su fin y los efectos de la dependencia
comenzaban a mostrarse La paz significó
la ruina de algunas industrias, la producción manufacturera creció y llegó a
duplicarse. LAS inversiones norteamericanas revelaban la pujanza del nuevo
imperialismo que se disponía a sustituir a la vieja metrópoli europea.
Las clases medias y el
radicalismo
El crecimiento dependiente había ido conformando una
sociedad compleja y diversificada. Por un lado estaba la oligarquía
terrateniente con intereses comerciales y financieros, estrechamente vinculada
con el capital extranjero que controlaba el poder político y llevaba un
suntuoso tren de vida en buenos aires. Por el otro, una clase obrera explotada y miserable, hacinada en conventillos y que
cubría a duras penas sus necesidades más elementales con los magros salarios y
en el medio había varias capas sociales. Los trabajadores urbanos solo constituían en realidad el núcleo
organizado y activo de una vasta capa de asalariados. En el campo estaban los peones encuadrados en el tradicional
sistema de la estancia, y los jornaleros
que iban de chacra en chacra
durante la cosecha. Hacia el otro extremo pero sin pertenecer a la elite
privilegiada se encontraban los estancieros
grandes y medianos que gozaban de una sólida posición La técnica del
enfriado introducida por los frigoríficos yanquis había dividido a los
ganaderos en invernaderos (en estrecha
relación con las empresas actuaban como intermediarios y dominaban el mercado)
y criadores (vendían los animales a
medio preparar). Comerciantes y hombres de negocios
se habían enriquecido en diverso grado sin ser aceptados socialmente por
las flias patricias y esto era un factor que los alejaba del poder Todo un
sector importante de la burguesía se sentía excluida por el régimen oligárquico
ya que esto los acercaba a las clases medias compuestas por pequeños y medianos
propietarios del interior, comerciantes de todas las categorías, empresarios de
pequeños talleres, profesionales docentes y empleados públicos y privados.
Estos grupos gozaban de un buen pasar y no podían quejarse demasiado de su
situación económica ni de una estructura social que (salvo en su cúspide)
mantenía las ptas abiertas para el ascenso individual. Pero esta movilidad
social que durante mucho tiempo colmo las aspiraciones de los inmigrantes,
empezaba ya a parecer insuficiente. Sus hijos más instruidos influyeron sobre
el poder político. Sobre esta base social y como expresión de estos anhelos
surgió el radicalismo. La oligárquica sabia que sus intereses fundamentales no
estaban seriamente amenazados ya que el radicalismo no postulaba cambios de
fondo en el orden económico-socia, pues los sectores que representaban no
querían destruir el sistema sino integrarse. Este partido presionó a la
oligarquía para alcanzar el poder, llevando al mismo mediante la reforma
electoral, como cabeza del partido a Hipólito Irigoyen. Los radicales pese a
ciertas actitudes nacionalistas y populistas
gobernaron sin alterar sustancialmente la estructura económico-social.
Tampoco cambio sino muy lentamente y como producto exclusivo de sus luchas. La
situación de la clase obrera.
Un largo reflujo
Después de las
grandes movilizaciones de 1909 y 1910, el movimiento obrero argentino entro en
un periodo de pronunciado reflujo provocado por la combinación de 2 factores:
La represión y la crisis económica.
Armado con la nueva ley de defensa social (que complementaba la de residencia)
el estado oligárquico descargo sobre el movimiento obrero todo el peso de su
poder. Casi todos los sindicatos entraron en declinación: Las centrales obreras
dejaron de celebrar sus tradicionales congresos anuales y por mucho tiempo la
actividad de los trabajadores se limito a esporádicas huelgas parciales. Dado
el notable nivel de conciencia y combatividad que las vanguardias obreras
habían alcanzado, la represión no hubiera alcanzado por si sola para producir
este retroceso. Fue necesario que una grave crisis económica conmoviera al país
dejando a mucha gente en la calle y obligando a
los demás a aferrarse a l trabajo. Ante esta desesperante situación
muchos habitantes salieron a buscar trabajo al exterior durante los 5 años de
la guerra, la argentina se convirtió paradójicamente en un país de emigración.
Hasta 1918 los salarios nominales parecieron estancados y en muchos casos
declinaron. Mientras tanto el costo de vida experimentaba un alza inusitada. La
valorización de los productos agropecuarios en los mercados exteriores se
traslado a los precios internos (la carne y el pan). A causa de esto, se hacían
huelgas pero empezaron a fracasar y ante tanta miseria se volvió a plantear la
unidad sindical.
La unificación frustrada
El movimiento obrero seguía dividido en 3 sectores:
F.O.R.A. (anarquistas), C.O.R.A. (sindicalistas y socialistas) y los gremios
autónomos. Las luchas contra las leyes represivas y las protestas ante los
desbordes policiales hicieron que ambas centrales se unieran y en 1907 se
convocó un congreso de unidad sindical (el 3ro.). Mientras que socialistas y
gremialistas intentaban crear una central única, los anarquistas insistían en
mantener el nombre de F.O.R.A., invitando a los demás sindicatos a unirse a
ellos. A los gremios que se quisieran unir, los anarquistas les reservaban 3
puestos en el Consejo Federal (8vo. Congreso).
En el congreso de la C.O.R.A. se invitaba a todos los
gremios que se unieron a ella a unirse a F.O.R.A. Admitía como base de
integración el pacto de solidaridad de 1904. En el 9º Congreso de la F.O.R.A.
se trató de lograr la Unión Sindical pero debido a los problemas de siempre
entre anarquistas y socialistas no se logró la unidad sindical.
La marea ascendente
Después de 1916 el movimiento obrero adquirió una
extensión e intensidad sin precedentes. Ni bien sintieron los primeros síntomas
de recuperación económica y las luchas reivindicativas tuvieron alguna
posibilidad de éxito, todos los gremios fueron lanzándose a la acción La FOM
(federación obrera marítima) desarrollo una intensa actividad y la acción de
sus militantes fue decisiva para el desarrollo de la organización sindical en
todos los puertos del país.
Una función similar cumplieron en las ciudades y pueblos
del interior, los ferroviarios En 1917 después de varias huelgas parciales la federación obrera
ferrocarrilera, declaro una huelga general que paralizo el trafico durante un
mes. .
El incumplimiento de alguna de sus cláusulas por parte
de las empresas desencadeno durante los meses siguientes una cantidad de
huelgas parciales.
Los resultados que hasta 1917 habían sido negativos
comienzan a ser favorables a partir del año siguiente.
En el noveno congreso de la FORA (1915) fue el verdadero
escenario donde se dirimió el nuevo intento de lograr la unidad sindical. En
este congreso predominaban las organizaciones sindicales que impusieron una
declaración de principios claramente emanada de sus posición ideológica y
obtuvieron la mayoría en el consejo federal.
Este intento vuelve a fracasar.
La clase obrera, el radicalismo
y la Revolución Rusa
El movimiento obrero seguía dividido y en 1916 Irigoyen
asume la Presidencia. Después de muchas luchas la oligarquía cedió al sufragio
popular. El radicalismo se presentaba como un vasto movimiento de reparación
universal, pero no atraía a los obreros por su política y los anarquistas y
sindicalistas esperaban poco de este gobierno. El socialismo temía que Irigoyen
disminuyera su electorado; además el radicalismo frente a los problemas de los
obreros no era muy definido (el gobierno situado por encima de los intereses de
clase, trataría de armonizarlos actuando como juez imparcial, aunq su justicia
no excluiría la paternal protección de los débiles y necesitados). La llegada
del radicalismo al gobierno esta lejos de iniciar una época de paz, por el
contrario contando con el ablandamiento del aparato represivo el movimiento
obrero intento recuperar las posiciones perdidas durante la crisis y obtener
nuevas conquistas A causa de esto empezaron a aumentar las huelgas en todos los
oficios y en todo el país y atrayendo incluso a algunos sectores de clase
media.
Los sectores patronales se sintieron desprotegidos. La
Asociación nacional del trabajo coordino la resistencia empresaria frente a las
denuncias obreras promoviendo lock-outs, listas negras y sindicatos amarillos,
reclutando rompehuelgas y presionando a los patrones más propensos a ceder. Las
tendencias revolucionarias recibieron un gran impulso con el triunfo de los
bolches en 1917. Rusia demostraba que los sueños revolucionarios eran posibles,
que el obrero podía tomar el poder, destruir el sistema capitalista y construir
el socialismo. Como ejemplo de esto, tuvieron a Alemania, Hungría, Francia y
España.
La Semana Trágica y las huelgas
patagónicas
En 1918 obreros de los talleres metalúrgicos Vasena,
realizaron una huelga combativa La empresa contrató reemplazantes y matones y
así los enfrentamientos se hicieron cada vez más violentos. Días después un
piquete de huelguistas fue ametrallado por fzas policiales con un saldo de 5
muertos y más de 20 heridos. La reacción popular no se hizo esperar. Una enorme
multitud formó el cortejo fúnebre y fue sembrando la agitación por todos los
barrios, a su paso aumentaban los incidentes con corridas, tiros, etc. Al llegar
al cementerio se produjo un nuevo tiroteo con la fuerza policial que después de
varios muertos, acabó con la manifestación. Los talleres Vasena habían sido
saqueados por la multitud y la llegada de las tropas puso fin al
enfrentamiento. El Gobierno acuarteló a las fuerzas policiales por lo que las
calles quedaron en poder de los obreros.
El general Dellepiane estaba preparando su aparato
represivo cuando aparecieron las primeras patrullas. Los huelguistas se
defendieron (con barricadas y desesperados combates) pero las tropas los
detuvieron y hacia la tarde la situación estaba controlada.
La F.O.R.A. sindicalista decidió asumir la dirección del
movimiento para ponerle fin a los choques lo que fue aceptado por el Gobierno y
el 11 se dispuso el levantamiento de la huelga, aunque la F.O.R.A. anarquista
mantuvo el conflicto que se extendió a otras regiones.
Las jornadas de enero de 1919 sacudieron fuertemente a
la clase obrera
Nuevos
intentos de unidad
Mediante la movilización obrera y a causa de la represión
se buscaba lograr la unidad sindical, pero viejas y nuevas diferencias
mantenían la división.
La F.O.R.A. del
quinto Congreso se convirtió en la F.O.R.A. comunista, seguía fiel a los
principios de comunismo anárquico. Se reunieron en 1920 y nuevamente en 1923
para un 9º Congreso, confirmando el desconocimiento del realizado en 1915. EN el orden internacional la F.O.R.A.
concurrió en 1922 al congreso de Berlín en que se constituyó las Asociación
Internacional de Trabajadores, de tendencia anarquista y con la que se mantuvo
vinculado.
La F.O.R.A. 9º se reunió en 1918 para el 10º Congreso y
los sindicalistas mantuvieron la mayoría imponiéndose a los
"internacionales" del partido socialista. Los sindicalistas mantenían
su postura antipolítica y rechazaban la pretensión de ser dirigidos por el
partido socialista si algún delegado llegaba a ser concejal o diputado, lo
impugnaban porque había dejado de ser obrero. Los internacionales se
enfrentaban con los sindicalistas reflejando en su propuesta revolucionaria la
influencia bolche. La puja de estas tres tendencias se complicaba, además, a
raíz de los intentos de insertar a la
F.O.R.A. en organismos internacionales que se habían constituido después
de la guerra.
A pesar de sus disensiones internas, la F.O.R.A sindicalista
seguía propugnando la unidad El congreso numero 11 decidió crear un comité,
integrado por representantes de las dos centrales y de los sindicatos autónomos
para convocar a un Congreso de unificación. La F.O.R.A comunista no acepto
formar parte del mismo. En el mismo se enfrentaron tendencias políticas y
antipolíticas. Superado esto se volvió a crear una nueva central, la Unión
Sindical Argentina en la que se refundió la F.O.R.A. 9º. Fuera de ella quedaban
los anarquistas antifusionistas y algunos sindicatos autónomos, principalmente
los ferroviarios.
Contra la reacción
A partir de 1919 el movimiento obrero debió soportar
constantes embestidas por parte del Gobierno y las fuerzas armadas y
continuaban los allanamientos, muertes y heridos. En ese mismo año el gobierno
proyecto una ley de trabajo calificada por los trabajadores como la ley
mordaza. Frente a ella la FORA sindicalista
convoco a un congreso extraordinario que decidió iniciar una compaña de
oposición. En el interior del país las fuerzas represivas actuaban con total
impunidad. Ante esta situación todos los gremios iniciaron una huelga general
que duró 7 días con la liberación de los presos sociales y reapertura de los
locales clausurados.
En 1922 tanto la U.S.A. como la F.O.R.A. proclamaron la
huelga general que duro 3 días por la
muerte del obrero alemán Kurt Wilckens, asesinado por un guardia cárcel.
En 1924 un proyecto de ley de jubilaciones, considerado
desventajoso por los sectores obreros, volvió a concitar la acción conjunta de
las distintas agrupaciones
Estas manifestaciones de solidaridad unánime y
entusiastas eran muy esporádicas. La propuesta del partido comunista de formar
un frente único con la USA la FORA y el partido socialista, la alianza
libertaria la federación de agrupaciones sindicalistas y otras organizaciones a
favor de los presos políticos y sociales y contra la reacción capitalista, no
tuvo éxito ya que las diferencias
ideológicas seguían impidiendo la unidad sindical.
Nuevamente la división
A pesar de los repetidos e infructuosos intentos de
unificación, la organización sindical termino reflejando la división del
movimiento obrero en 4 tendencias ideológicas
ü Sindicalistas revolucionarios y anarcosindicalistas
(USA)
ü Socialistas (CORA)
ü Comunistas anárquicos (FORA)
ü comunistas
El
caso Mañasco - Sacco Vanzetti
El foguista Mañasco era militante de la F.O.M. y
aprovechando los barcos que iban al litoral organizó en Misiones el Sindicato
de Obreros Yerbateros, obteniendo así una buena victoria con su 1ra. huelga.
Con el apoyo de la F.O.M. y de la F.O.R.A., Mañasco recorrió el país
organizando nuevos sindicatos.
Por la muerte de un vecino, Mañasco fue enjuiciado y a
través de falsos testimonios le dieron cadena perpetua, condena que fue
confirmada por la Cámara de Apelaciones. Una multitud recibió a Mañasco en Bs.
As. y el 1º de Mayo tuvo como objetivo su liberación. A través de la
solidaridad proletaria se obtuvo una gran victoria ya que la libertad de
Mañasco fue el 9/7/27. Nada pudo hacer el clamor mundial ante el juicio de
Sacco y Vanzetti teniendo en la Argentina hondas repercusiones y por más que el
movimiento obrero se solidarizó con huelgas y reuniones, no pudo conseguir un
buen resultado y los dos militantes fueron muertos.
El
nacimiento de la CGT
En 1920, Argentina estaba económicamente bien, y una
oleada de prosperidad inundaba al país: el comercio exterior estimulaba la
actividad agropecuaria, el mercado interno crecía, porq el poder adquisitivo
había aumentado y esto hacía que la ocupación se mantuviera alta, los salarios
también iban aumentando lo que provocó una mejora en la clase obrera.
Los movimientos de solidaridad y protesta estaban en
primer plano y fueron creando un ambiente favorable para la unidad sindical.
En el 2º Congreso de la U.S.A. el enfrentamiento de las
tendencias se mostró más moderado y aunque la misma fue atacada por el diario
socialista La Vanguardia, tuvo acceso al Congreso.
Los gráficos hicieron un congreso y constituyeron la
Federación Obrera Poligráfica, la cual exhortó a la unidad sindical. La
F.O.R.A. rechazó la posibilidad de una fusión y la U.S.A. y la C.O.A. no lo
hicieron. Para poder lograr esa fusión, se formó un comité nacional sindical, y
en 1930 decidieron dejar constituida la CGT. Con ella se iniciaba una nueva
etapa del movimiento obrero argentino.
BOURDE GUY
La clase obrera
Dos elementos
intervienen para formas una clase:
ü
Un
elemento material de naturaleza económica y social a la vez: la función.
ü
Un
elemento inmaterial: La conciencia de clase
Abarca la
mitad de la población activa de Buenos Aires.
La condición Obrera: El trabajo
Una jornada
de trabajo que oscila entre 8 y 14 horas generalmente cercanas a las 10 horas
no tiene nada de excesivo para esta época (1887). Esta situación no mejora en
los años 1900 y los sindicatos comienzan a reivindicar con insistencia la
jornada de 8 horas. Las huelgas, cuyo objetivo es la reducción de la jornada de
trabajo, se multiplican después de 1904. Inspirándose en las leyes sociales
adoptadas por EEUU y Europa, representantes socialistas en el congreso proponen
proyectos destinados a la reducción de la jornada de trabajo.
La Argentina
esta un poco atrasada con respecto a Europa: Ningún texto oficial limita la
jornada de trabajo en vísperas de la guerra mundial.
Durante la
primera GM, la falta de mano de obra lleva a los industriales a extender los
horarios. Pero enseguida deben batirse en retirada y acortar la jornada de
trabajo frente a la ola de huelgas que agita el país entre 1917 y 1920.
A partir de
1921 se alcanza el objetivo perseguido por los sindicatos: la jornada de
trabajo en la industria no supera las 8 horas. Pero el patronato se niega a
dejar sancionar el estado de cosas por un texto de ley. Los empresarios
aceptaron más fácilmente la ley sobre descanso semanal. En sept de 1905 la ley
prohíbe el domingo, el trabajo por cuenta de otro, se aplica exclusivamente a
la capital federal y prevee numerosas excepciones para los servicios públicos,
acerías y los trabajos estacionales... En la época de la 1GM se extiende el
descanso dominical a las provincias del interior.
Tanto la
reducción de la jornada de trabajo como el descanso dominical implican grandes
mejorías para la clase obrera. No puede decirse lo mismo de las condiciones de
trabajo. En la mayoría de las empresas, reglamentos draconianos imponen un
complejo sistema de multas, la prohibición de hablar de fumar, de recibir
visitas en el taller, el control vigilante de capataces, la expulsión por
actividades sindicales etc.
Los obreros
corren constantemente el riesgo de accidente. Las autoridades argentinas se
preocupan tarde por los problemas de seguridad. En 1913, aseguran a los obreros
de las obras públicas y a los portuarios del riachuelo, en 1915 reconocen la
responsabilidad jurídica financiera del empleador en caso de accidente. Solo
después de la guerra los empresarios comienzan a suscribir pólizas de seguro.
Las mujeres
representan entre el 15% y el 20% en la industria. Un trabajador de cada 4 es
una mujer o un niño.
Junto al
trabajo masculino, sometido a largos horarios y a la rigurosa disciplina del
taller, aparece el trabajo femenino mal pagado.
Bajo la
presión de las luchas obreras, las autoridades argentinas comienzan una
legislación social protectora. Una ley en 1907, modificada y completada en
1924, prohíbe el empleo de mineros menores de 12 años y suprime el trabajo
nocturno de mujeres y niños. Otras leyes en 1921 y 1923, organizan cajas de
jubilación para los trabajadores de los servicios públicos, los empleados de
banco la marina mercante, la imprenta y diversas industrias: la legislación
adoptada entre 1907 y 1924 presenta el único inconveniente de ser ignorada por
los patrones. Habrá que esperar al peronismo para que la política obrera del
gobierno pase al estadio de las realizaciones.
Salario y poder adquisitivo
Si se
examinan los salarios según sectores de actividad se comprueba que los obreros
calificados de la construcción, la metalurgia el amoblamiento y la imprenta
están mejor pagados que los obreros de la alimentación y los textiles. Los
oficios femeninos están claramente desfavorecidos: la diferencia de salarios
con respecto a los masculinos puede llegar al doble.
En cada
profesión la calificación determina el nivel de la remuneración. EN la cumbre
de la jerarquía de los asalariados se encuentran los contramaestres y los
obreros muy calificados, después los obreros especializados, en el escalón
inferior, los peones y finalmente los aprendices.
Es evidente
que la inflación de los precios corroe los aumentos de los salarios nominales.
En los años 1880, el estado argentino financia las inversiones de
infraestructuras con préstamos contraídos en Europa. La deuda exterior aumenta
y los sucesivos gobiernos utilizan la impresión de billetes para rellenarlos
déficit presupuestarios. La masa monetaria aumenta pronto cesa la
convertibilidad y el peso-moneda corriente no deja de devaluarse con respecto
al oro. Los comerciantes que compran
productos de consumo corriente en Europa pagan divisas fuertes y cargan la
diferencia del cambio sobre los precios
internos. El poder adquisitivo de las masas populares se resiente, Durante más
de 10 años, el aumento del salario nominal es anulado por el alza de los
precios. Es imposible dudar de la caída del poder adquisitivo obrero durante el
periodo de 1885-1899. .
Después de la
reorganización financiera de 1899 desaparecen los desordenes monetarios que estimulaban el alza de los precios
internos y la paridad oro peso permanece estable hasta la guerra. Los salarios
nominales aumentan alrededor de un 50% entre 1904 y 1914, pero no parece estar
asistiendo a una recuperación del poder adquisitivo obrero. Si se considera la
evolución de la masa monetaria, la emisión de la moneda fiduciaria sigue
aumentando fuertemente de 1899 a 1914. La inflación ya no obedece a mecanismos
internos pero sigue sosteniendo el alza de los precios de los artículos de
consumo corriente.
Las
condiciones de vida no cambian en 1900. Las familias obreras solo subsisten
gracias al salario complementario del hijo ubicado como aprendiz, de la esposa
o de la hija que trabajan a domicilio.
En una ciudad
donde la afluencia de inmigrantes ejerce una presión constante sobre el mercado
de trabajo, la desocupación es la obsesión de los obreros.
Durante el
conflicto mundial la situación mejora poro los regresos en masa hacia los
países beligerantes disminuyen la presión sobre el mercado de trabajo. En los
años de 1920 el desarrollo de la economía de exportación asegura pleno hémelo
en el comercio, los transportes, la construcción y las obras publicas, pero el
bloqueo a la industrialización, relacionado con la ausencia de tarifas
protectoras, acarrea nuevas dificultades a los obreros de las fabricas.
Las viviendas obreras
Los obreros
vivían en conventillos, que eran inmuebles viejos e incómodos donde se
amontonan las familias más pobres. Este se dispone alrededor de un patio
interior al que dan las habitaciones de la planta baja y del primer piso. En el
centro del patio están la fuente y los lavatorios comunes. Cada familia ocupa
una sola pieza de 4x5 mal iluminada, mal amueblada, a veces sin ventana
Parece que a
fines de siglo XIX los conventillos y las fondas concentran alrededor de la
cuarta parte de la población urbana. En los años 1880 (primera oleada
inmigratoria) estos inmuebles de alquiler se multiplicaron.
Estos se
concentran en el centro de la ciudad sobretodo en San Telmo, Socorro y La Boca;
no se extienden en la periferia en los espacios en vías de urbanización.
En 1881, el
agua a los conventillos es alimentada por medio de cisternas y pozos. En 1904
todos los conventillos tienen agua corriente.
Los médicos
relacionan la insalubridad de los conventillos con la frecuencia del
alcoholismo y la tuberculosis. Además señalan que las epidemias de viruela,
tifus o difteria se originan en los barrios de la Boca y San Telmo, poro ahí es
donde abundan los conventillos.
Además de la
humedad la falta de ventilación y los riesgos de epidemia no fueran
suficientes, los inquilinos deben además soportar la disciplina impuesta por el
propietario del conventillo. El obrero estaba sometido durante el día al
reglamento de la fábrica y a la noche el
reglamento del conventillo.
Los alquiles
de las piezas aumentan sin cesar entre 1904 y 19012 prácticamente se duplican.
El descontento es tan grande que los
inquilinos realizan una huelga completa de alquileres de septiembre a diciembre
de 1907. El movimiento afecta la casi totalidad de los inmuebles y llega a
haber enfrentamientos con la policía pero termina con un fracaso parcial
Los
conventillos pertenecen a una fase precisa del desarrollo urbano, en que los
inmigrantes afluyen a una ciudad sin
equipamiento donde, a falta de transportes colectivos, se ven obligados a
residir cerca de su lugar de trabajo. A principios del siglo XX las grandes
obras remodelan el centro: las líneas de tranvías permiten desplazamientos
diarios y la consiguiente extensión de la periferia. Los conventillos son
gradualmente eliminados y los últimos
desaparecen en los años 1920. Los obreros
se dispersan en la periferia pero no viven mejor.
La miseria se
desplaza del centro hacia el cinturón urbano. Los obreros dejan los
superpoblados conventillos por las casas sin equipamiento de los alrededores,
por los ranchos o las barracas de chapa. Sin embargo en la época de la guerra y
en los años 1920 se provee de pavimento, iluminación y agua corriente a los
barrios periféricos entonces surgen las villas miserias.
Los obreros
soportan la penosa disciplina del taller, trabajan mas de 10 horas por día, ven
hundirse su poder adquisitivo con los desordenes monetarios y e alza de los
precios además se ven obligados a hacinarse en los infames conventillos. Luego
entre 1900 y 1914 y hasta los años 1920las condiciones de vida siguen siendo
duras, la desocupación se expande con cada crisis cíclica, el poder adquisitivo
aumenta poco y las viviendas mal
ocupadas de la periferia no son mejores que los conventillos en vías de
desaparición. Pero la condición obrera deja de deteriorase. Gracias a las
luchas sindicales, la jornada de trabajo se reduce a 8 horas, se adopta el
descanso semanal y el gobierno hace votar a algunas leyes sociales (que por
otra parte aplica muy mal) sobre los accidentes, las cajas de retiro y el
trabajo de las mujeres y niños.
MATSUSHITA
HIROSHI.
Surgimiento
de los Sindicatos
A partir del
siglo XIX y hasta 1930, Argentina entró en una etapa económica productora y
exportadora de productos agropecuarios
momento en que se produjo la caída de la bolsa de New York. Durante todo este periodo, el desarrollo
económico se basaba en diversos factores
de orden internacional y factores políticos y económicos de orden
nacional. Como factor político se destaca la estabilidad política. Entre los factores económicos merece ser
destacado el arribo de numerosos contingentes de extranjeros como mano de obra
abundante, eligiendo a la Pampa húmeda como región para la expansión de la
agricultura. Esto provocó que las demás regiones quedaran desoladas además de
fomentar la inmigración.
En cuanto a
los capitales extranjeros, principalmente los de origen ingles, aumentaron
también el volumen en la década de 1880 Los rubros principales de esas
inversiones eran, los ferrocarriles, bonos públicos, actividades agropecuarias
frigoríficos, entre otros. Los mismos estaban vinculados con la actividad
agropecuaria de modo preferente.
Este
desarrollo económico orientado al fomento del sector agropecuario, no favoreció
al sector industrial pero incidió favorablemente en el desarrollo de la
actividad industrial vinculada con el sector agropecuario y otras industrias
destinadas a satisfacer la demanda local.
Reflejando
este desarrollo industrial, aunq precario e incipiente, las últimas décadas del
siglo pasado vieron surgir en la capital una cantidad considerable de
sindicatos y luchas sindicales. Se creó la Sociedad Tipográfica en 1857 y en
1858 se realizó la primera huelga importante además de la aparición de otros
gremios:
ü Unión
de Obreros Panaderos 1881
ü Sociedad
de Obreros Molineros 1881
ü Unión
de oficiales yeseros 1882
ü Sociedad
de obreros tapiceros1883
ü Sociedad
de mayorales y cocheros de tranvías 1883
Estos gremios
eran básicamente de ayuda mutua poco a poco aparecieron los gremios con fines
de lucha
ü Sociedad
de resistencia de obreros marmoleros
1883
ü Sociedad
de Obreros panaderos 1885
ü Fraternidad
formada por conductores y foguistas ferroviarios 1887
Con el
crecimiento del sindicalismo se hicieron varios intentos pata formar una
central obrera y en 1891 se creó la
Federación de Trabajadores de la Región Argentina (F.T.R.A.) como primera
central del país. Ya en 1901 se creó la Federación Obrera Argentina (F.O.A.)
que en 1904 cambió su nombre por el de Federación Obrera Regional Argentina
(F.O.R.A.) encabezada por extranjeros con ideologías anarquistas.
A pesar del
grado precario e incipiente del desarrollo industrial del país, Argentina fue
siempre receptora de las ideologías obreras mas avanzadas de Europa. El
desfasaje entre tales ideologías y la realidad nacional se convirtió en uno de
los problemas con los que los dirigentes obreros tenían que enfrentarse
constantemente.
Diferentes
corrientes que influyeron en el movimiento obrero
Anarquismo
Fue una de las principales corrientes con
influencia en el movimiento obrero y se difundió principalmente entre los obreros de las
sociedades de resistencia a través de la propaganda realizaban destacados
anarquistas europeos como Malatesta y Gori que visitaron el país.
Tuvo
características fundamentales:
ü El
empleo de la acción colectiva que
implicaba la formación de sindicatos u organizaciones obreras.
ü La acción directa con la huelga general
como método de lucha ya que a través de los sindicatos es el medio para
derribar a la burguesía. Rechazando absolutamente la lucha parlamentaria
ü Plena
oposición a los partidos políticos. ANTIPOLITICISMO
ü Internacionalismo marcado, “…las fronteras que separan a los pueblos no
tienen razón de ser para los que no reconocen otra patria que el mundo entero…”
ü Intentar
dar un contenido ideológico al
movimiento obrero definiendo a sus principios filosóficos como los del
“comunismo anárquico”.
Argentina
fue el país sudamericano en donde más influyó el anarquismo, pudiendo
compararse al de Italia y España por su militancia e influencia. Esta notable
difusión se explica en parte por los esfuerzos de algunos anarquistas europeos,
pero algunas condiciones particulares de argentina dan cuenta de esta difusión.
1-
La mayoría de los inmigrantes anarquistas eran italianos y españoles donde ya habían sido influidos por el
anarquismo.
2-
La situación en la que se encontraban los inmigrantes, no era tan promisoria
como prometían las companías de inmigración. Muchos se encontrarse en situaciones miserables y
fueron atraídos por los anarquistas.
3-
Estaban marginados de la política ya que carecían del derecho a voto hasta que
se nacionalizaran. En cuanto a su marginalidad política, la misma suerte
corrían no pocos obreros nativos, ya que mediante el fraude electoral su
participación política estaba
severamente limitada
4-
El precario estado en el que se encontraba la industria nacional con predominio
del sector artesanal ayudó al crecimiento del anarquismo. Ya que el anarquismo tendía a extraer mas
gente entre los obreros del sector artesanal.
Este
se expandió tanto y fue un partido tan revolucionario que el gobierno para
frenar las huelgas recurrió a la Ley de Residencia (1902) y de Defensa Social
(1910). A ello debe sumarse que la ley electoral de 1912 elimino en buena
medida la marginalidad de los obreros nativos., lo cual incidió también en la
decadencia del anarquismo.
Socialismo
La ideología que disputaba el predominio
obrero al anarquismo era el socialismo que tuvo su primer intento en el
Vorwartz fundado en 1882 por alemanes con el propósito de difundir las ideas de
la democracia socialista alemana en la Argentina aunque no logró sus
propósitos.
Su
influencia en el movimiento obrero surge con el Partido Socialista fundado por
Juan B. Justo influenciado por el socialismo
revisionista alemán de Bernstein que pregonaba la lucha política a
través del parlamento de donde nacía su crítica a la huelga general a la que
consideraba sangrienta y destructiva.
Estas
ideas que eran opuestas al anarquismo, reconocían la eficacia de los derechos
políticos y el voto para fortalecer al proletariado no apoyando a ningún tipo
de huelgas. También en torno al papel
del estado hubo ciertas discrepancias, mientras el anarquismo quería minimizar
su función el PS proponía aumentarla en especial con respecto al sistema
gremial. También reconocía el sentido del patriotismo dándole valor a las
fronteras, idea que el anarquismo negaba. El Partido Socialista también luchaba
por la nacionalización de los extranjeros que tenían en sus manos la producción
y la riqueza del suelo.
La
Unión Gremial de Trabajadores (UGT.) fue creada en 1903 por gremios socialistas
separados de la F.O.A. opuestos a su dirección anarquista y proclamaba la lucha
política y la conquista de leyes del trabajo por medio del voto.
Los
rasgos principales de los gremios socialistas fueron la apreciación de la lucha
política y la cooperación con los partidos políticos, con el consiguiente
desprecio hacia la acción directa
Posteriormente
la UGT fue copada por una corriente llamada sindicalista con tendencias
anarquistas lo que motivó la neutralidad del Partido en materia gremial y su
cooperación con otras tendencias en una resolución efectuada en Avellaneda.
Perdiendo
su influencia en las dos centrales obreras, algunos socialistas procuraron
crear una nueva central socialista, pero esta fue rechazada por el congreso socialista en 1908. Dada su
limitación el partido socialista opto por cooperar con las otras tendencias sin
imponer su propio criterio al movimiento. El PS era la clase trabajadora políticamente
organizada,
El
principio de independencia entre el
Partido y el movimiento obrero no significó el alejamiento del
Socialismo y se creó una Comisión Socialista de Información Gremial para
orientar la acción de los afiliados socialistas que actuaran en el movimiento
sindical.
A
partir de 1920 el socialismo aumentó el número de afiliados con la creación en
1926 de la Confederación Obrera Argentina (C.O.A.) teniendo como principales
asociados a la Confraternidad Ferroviaria,
Unión de Obreros Cortadores, sastres y costuras y anexos, la unión de
obreros curtidores, Unión Obreros Municipales, etc..
Sindicalismo
Fue la tercera corriente ideológica
introducida hacia 1903 por socialistas
disidentes y afirmaba que el arma principal de la lucha proletaria era el
sindicato y no el partido político. En Europa el sindicalismo surgió como
reacción contra la tendencia reformista y parlamentaria de los partidos
socialistas, dándole al sindicato un papel revolucionario en la lucha obrera
contra el capitalismo, exaltando a la huelga como el medio más eficaz de lucha.
Tenia
mucho en común con el anarquismo, pero también había grandes diferencias con el
anarquismo como ser la apreciación de la acción política que, mientras los
anarquistas la despreciaban, el sindicalismo la reconocía como un medio de
conseguir las reivindicaciones obreras sin subordinarse a los partidos
políticos burgueses. Es decir que reconocieron cierto valor a los
parlamentarios que servirían a la sanción de leyes sociales, o sea que tampoco
aceptaban el antipoliticismo del anarquismo, ubicándose en forma intermedia
entre ambas tendencias.
Sin
embargo el sindicalismo del principio de siglo tendía hacia el anarquismo en un
país en donde el sistema parlamentario no era muy fuerte, orientando su
accionar a la acción directa y violenta. Ya en 1906 los sindicalistas que
coparon la UGT. aconsejaron al proletariado a capacitarse para ejercer la huelga
general. Los sindicalistas mantuvieron su predominio en la Confederación Obrera
Regional Argentina (C.O.R.A.) creada en 1909 en donde participaban también
algunos anarquistas y socialistas. Fusionada con la F.O.R.A. en 1914 el
sindicalismo mantuvo su hegemonía declarando su carácter sindicalista.
En
1915 la F.O.R.A. se dividió en la F.O.R.A. del
5to. Congreso con la aceptación del anarquismo y la F.O.R.A. del
9no.Congreso que, identificada con el sindicalismo, sirvió para expandir al
mismo.
La
declinación del anarquismo ya era muy notoria, ayudada por la acción policial
que dificultaba cada vez más su actividad, lo que favorecía el accionar de los
sindicalistas. A medida que la economía se desarrollaba, los grandes gremios,
como los marítimos y los ferroviarios comenzaron a tener más importancia
reemplazando a los pequeños gremios que eran atraídos por el anarquismo.
La
política de Hipólito Irigoyen también favoreció la expansión del sindicalismo,
puesto que mientras se acudía a una fuerte represión (semana trágica, luchas
obreras patagónicas) por otra parte trataba de favorecer las exigencias obreras
en las huelgas abriendo un camino de negociaciones entre obreros y Gobierno. Al
promover el diálogo con los sindicatos para sacarle fuerza al Socialismo dentro
del sindicalismo, colocaba a éste en posición más favorable como alternativa al
anarquismo. Mientras el sindicalismo conseguía más adeptos, perdía su carácter
revolucionario. La ruptura definitiva de los sindicalistas con los anarquistas
y la negociación con el Gob. radical, llevaban al sindicalismo a una postura
aun más moderada y conciliatoria. En la Semana Trágica, los sindicalistas de la
F.O.R.A. del 9no. Congreso mantuvieron una actitud moderada y conciliatoria
mientras que los anarquistas de la F.O.R.A. del 5to. Congreso lucharon por la
huelga general.
Después
de la lucha interna provocada por la revolución rusa, el sindicalismo adquirió
nuevamente carácter revolucionario.
Posteriormente
la U.S.A. creada en 1922, se dividió por
la separación del grupo socialista con la creación de la C.O.A. (1926) y la
expulsión del grupo comunista. Esta situación produjo una disminución de los
afiliados de la USA
Algunos
sindicalistas participaban en los comités ferroviarios yrigoyenistas, hecho que
fue rechazado por otros sindicalistas y socialistas de la Unión Ferroviaria y
La Fraternidad por violar la neutralidad en los actos electorales.
En
1922 fue creada por el sindicalismo la Unión Sindical Argentina (U.S.A.) en
colaboración con socialistas y comunistas pregonando la conquista integral de
sus derechos.
Comunismo
La 4ta. corriente ideológica de importancia en el
movimiento obrero fue el comunismo y aunque se inició en la Argentina con el
Partido Socialista Internacional cambió luego por el de Partido Comunista en
1920. Se dedicaba a la organización de los sindicatos a través del Comité de
Propaganda Gremial lo que provocó el rechazo del Comité Ejecutivo del partido
que se oponía a la política belicista del grupo de justo y sus seguidores en
torno al problema planteado por la Primera Guerra Mundial, por lo que se
separaron del Partido formando uno nuevo.
EN la USA los
comunistas mantuvieron cierta influencia y en el primer congreso de misma
realizado en 1924, los delegados comunistas ocupaban la mayoría de las
respresentaciones, aunq no en tèrminos de cotizantes
En cuanto a las elecciones, había un grupo que se
negaba a participar en las “elecciones burguesas”, pero esta posición fue
rechazada y el partido participó en la elección.
Mientras el
PC mantenía cierta influencia en el movimiento obrero dentro del partido se
desplegaba una lucha atroz, reflejando en cierta medida los conflictos
ideológicos desatados en la Rusia Soviética, lucha que finalizo en 1927 con el
triunfo de la llamada ala derecha.
Una característica
del partido fue su peculiar parlamentarismo. El parlamentarismo de este difiere
con el de partido socialista.
El Partido Comunista en la década del ’20 repudiaba
la prédica socialista de reconocer legalmente a los gremios ya que consideraba
que darle a un sindicato la personería jurídica bajo la garantía del Estado era
una forma de impedir las huelgas. A diferencia del partido socialista
auspiciaba el reconocimiento legal de los gremios.
Los
socialistas tendían a respetar la autonomía gremial, el comunista enfatizaba la
unidad entre el partido y el movimiento obrero. Para el partido comunista, la
relación entre el partido y los movimientos se definía como aquella entre una
organización de vanguardia y las masas.
El Partido Comunista se enemistó también con los
anarquistas manifestando su oposición a cualquier dictadura del proletariado,
aunque su crítica más grande fue hacia el sindicalismo que gozaba de mayor
influencia. El comunismo afirmaba que el sindicalismo no reconocía el carácter
político de la lucha de clase o por mejoras económicas y criticaba también la
neutralidad política del sindicalismo que alejaba al movimiento obrero de las luchas
revolucionarias que daba ventajas al gobierno y a los capitalistas de enfrentar
a la clase obrera.
Las ideologías
obreras y el problema de la dependencia económica
Además des estas diferencias mencionadas, vale la pena
destacar una característica del comunismo: es su constante ataque al
imperialismo y su insistencia en la necesidad de vincular la lucha
antiimperialista con la llamada lucha emancipadora de la clase obrera.
La carencia de una industria pesada en general y
metalúrgica en particular ponía a la argentina en una situación de dependencia,
en lo relativo a provisionamiento de medios de producción, respecto del
extranjero. Si el países estaba en condición semi colonial la tarea principal
para los comunistas era la lucha contra tal dominación y contra el grupo aliado interno del
imperialismo, en especial, contra los terratenientes: de allí que el partido
comunista levantase las banderas del antiimperialismo y la reforma agraria como
los medios principales de lucha para la liberación nacional, intentando
movilizar a la clase obrera en esa empresa.
La crítica hecha por los socialistas contra el capital
extranjero era mucho más moderada que la del comunismo, ya que aquellos
reconocían su valor como factor de desarrollo del país. El partido socialista
en general no criticaba el capital extranjero en si, sino que se limitaba a
enjuiciar la acción extorsionadora y corrupta del mismo y para evitar tales
situaciones proponía cierto control sobre el capital foráneo.
En
cuanto al aspecto de la dependencia
económica, causada por la condición de país agropecuario, también del
seno del partido socialista habían nacido
ciertas críticas
Con
respecto al problema del atraso de la indutrialización, interesa destacar que
tampoco el partido comunista tenía ningún plan bien elaborado en la década de
1920. Esto se ve en la actitud del partido frente a la dicotomía del
proteccionismo y el librecambio. Ghioldi opinaba que para el obrero ni el
proteccionismo ni el librecambio tenían mayor importancia, ya que tanto durante
la época del librecambio como la del proteccionismo no cambiaba el nivel de
vida del obrero. El problema fundamental
para el país era su liberación del imperialismo extranjero.
Los
sindicalistas también asumían una actitud semejante frente al capital extranjero, ya que para los
sindicalistas el problema principal de mejoramiento de los obreros se planteaba
entre el capital y el trabajo, cualquiera sea la nacionalidad del capital.
En
resumen, el hecho de que el partido comunista quiso adjudicarle al movimiento
obrero la lucha imperialista como tarea primordial, implicaba darle una nueva
orientación al mismo. De modo que el planteo del comunismo no dejo de provocar
ciertos enfrentamientos con las demás tendencias ideológicas obreras
Esta
diferencia en el planteo del problema del obrero con otras tendencias y demás
discrepancias ya señaladas alejaron poco a poco a los obreros de la USA y en 1926 los dirigentes obreros
comunistas fueron expulsados del seno de su comité central. Al año siguiente
los comunistas intentaron incorporarse a la COA de acuerdo con las indicaciones
del KOMINTERN pero sin éxito. Finalmente en 1929, crearon su propia central con
el nombre de Comité de unidad sindical clasista (CUSC)
La
aparición del partido comunista en el seno del movimiento obrero agravaba mas
la división interna del mismo en la
década de 1920, produciendo la situación en la que coexistían 4 centrales hacia
1929 FORA, COA, USA CUSC
UNIDAD 6 -
ODDONE: EL PRIMERO DE
MAYO DE 1890
Se aproximaba el
día 1º de Mayo de 1890 y el club socialista alemán “Vorwartz”, que a la sazón
contaba ya con 8 años de existencia, y que había participado del Congreso
Obrero Internacional de París, decidió realizar los acuerdos de dicho Congreso,
a saber: tenía que preparar para ese día
una gran manifestación internacional de forma tal que en todos los países y en
el mismo día, todos los trabajadores pidieran a las autoridades reducir las
jornadas de trabajo a 8 horas. Este reclamo se debía llevar a cabo de acuerdo a
las condiciones que les impusiera la situación imperante en sus respectivos
países.
En la Argentina,
se invitaba a una reunión preparatoria a celebrarse en el club
"Vorwarts" en donde entre otros puntos se elegiría un Comité
definitivo, se celebraría el 1º de Mayo como día de fiesta y reclamaría al
Congreso Nacional la sanción de leyes que protegieran a la clase obrera.
Reunido más
tarde, el Comité trazó un programa:
1. Convocar a
los obreros a una reunión a celebrarse el 1º de Mayo.
2. Crear una
Federación de obreros en la República.
3. Editar un
periódico para la defensa de la clase obrera.
4. Peticionar al
Congreso nacional solicitando la sanción de leyes protectoras de la clase
obrera:
a) Limitación de
la jornada de trabajo a 8 horas para los adultos;
b) Prohibición
del trabajo de menores de 14 años y reducción de la jornada laboral a 6 horas
para los jóvenes de 14 a
18 años.
c) Abolición del
trabajo de noche con excepciones para ciertos trabajos.
d) Prohibición
de ciertas industrias que atentaran contra la salud de los trabajadores.
e) Descanso
ininterrumpido de 36 horas.
A causa del
feriado, existía temor por los desmanes que se podían producir y se produjo el
acuartelamiento de tropas y la amenaza de los patrones de despedir a los
obreros que concurrieran al acto.
El 1º de Mayo de
1890, al mismo tiempo que en todos los países civilizados, se celebra en Buenos
Aires por primera vez el Día de los Trabajadores. La reunión se llevó a cabo en
el Prado Español y tenía además por objeto tratar la formación de una
Federación Obrera y resolver el envío de un petitorio al Congreso pidiendo la
sanción de leyes protectoras de los trabajadores y el repudio por la amenaza de
los patrones de despedir a los obreros que faltasen ese día a su trabajo.
Dada la
composición de la Cámara de Diputados de la época, las demandas obreras no
tuvieron eco alguno, nadie se ocupó de la petición, que 2 años más tarde pasaba
al archivo.
La nota remitida
a las sociedades obreras por el Comité Internacional invitándolas a constituir
la Federación, encontró eco en ocho o diez entidades que contestaron aceptando la proposición. Y en
la reunión celebrada el día 29 de junio, el Comité dió por constituída en
principio la organización, aplazando la formación definitiva para más adelante
en espera de otras adhesiones, que no llegaron. Aprovechaba el tiempo con la
aprobación de estatutos, fijación de cuotas de socios, designación de
autoridades.
Debido al
movimiento revolucionario que destituyó al gobierno de Juárez Celman, su
actividad se vió interrumpida y después de varios meses de estado de sitio pudo
reiniciar sus tareas en los últimos días de 1890.
En una Asamblea
resolvió hacerse cargo de la dirección de "El Obrero" que pasó a ser
órgano oficial de la Federación instalando finalmente su Secretaría en
dependencias del club socialista alemán "Vorwartz".
UNIDAD 6 - OVED: EL ANARQUISMO EN LA ARGENTINA
Las huelgas en los grandes puertos durante el
mes de noviembre
La ola de
huelgas en noviembre de 1902, se convirtió en huelga general en ese mes,
empezando con la lucha de los estibadores para reducir el peso de las bolsas de
cereales a 65/70 kg. realizando una reunión para que las bolsas fueran de 70 kg . máximo. La FOA los
apoyó pero el problema se presentó cuando los importadores de África del Sur
exigían bolsas pesadas. A raíz de esto, estalla la huelga del 1º de noviembre
la cual se extendió. La Cámara de Comercio nombró una Comisión para negociar
con los huelguistas y pidió 8 días para reducir las bolsas. Los huelguistas
acceden el 7 de noviembre pero solo le dan 4 días. La Cámara de Comercio afirmó
que si se aceptaba lo que pedían los estibadores África del Sur paraba el
comercio. Entonces se reunió con los anarquistas Ross y Carballo para negociar
pero no llegaron a un acuerdo lo que
derivó en una huelga general.
Al mismo tiempo
se produjeron una serie de incidentes en Zárate y Campana en donde intervino la
policía arrestando a 25 obreros y originándose una huelga local. La FOA se
reunió con los policías de la zona para calmar la situación pero todo empeoró
cuando el Gobierno mandó a bomberos y marinos para poner en funcionamiento el
frigorífico. Ante esto, un grupo de estibadores se reunió con el Ministro
Joaquín V. González el cual prometió reveer la situación finalizando la huelga
el 18 de noviembre.
Otras huelgas
estallaron en Rosario y Bahía Blanca pero la más importante fue la del Mercado Central
en Bs. As. (1902). Se trabajaba durante 14 hs. por un sueldo muy bajo y, a raíz
de la huelga, redujeron las horas a 10,5 y aumentaron el sueldo en un 50%. La
lucha de los estibadores seguía y el 15 de noviembre los anarquistas Ross y
Locascio logran que los trabajadores del Mercado Central se adhieran a la
lucha, exigiendo la abolición del trabajo a destajo; 9 horas de trabajo diario;
$4 diario como mínimo y $ 2,5 como salario para los menores. Los miembros de la
Cámara de Comercio rechazaron sus pedidos
y el 16 de noviembre se declara la huelga.
Paralización
del Puerto de Buenos Aires
Además de la
huelga de los estibadores, otra más paralizó al puerto de Buenos Aires la cual
repercutió fuerte en la economía y en los ingresos aduaneros. La Cámara de
Comercio pidió ayuda al Gobierno para poner fin a la huelga por medio de la fuerza. Se pidió el
envío de rompehuelgas, cumpliéndose con
el envío de 110 obreros de Aduana porque 10 se negaron y fueron
despedidos. Como eran pocos, no pudieron
parar la huelga y la misma se extendió.
Quisieron
reclutar desocupados para poner en funcionamiento a los depósitos del Mercado
Central, pero los mismos se solidarizaron con sus compañeros pues se negaron y
entonces trataron de traerlos de Corrientes. Mientras tanto, policías y
bomberos hacían el trabajo de los obreros del Mercado Central y descargaban los
depósitos aunque no podían cumplir con los tiempos. En el 3er. día de huelga
había 5.500 vagones para ser descargados.
A esta huelga la
apoyaron diferentes sindicatos como la Federación de Estibadores a pesar de que
sus reclamos iban siendo satisfechos, pero se solidarizaron con los obreros del
Mercado Central.
El
escalonamiento del conflicto y la proclamación de la huelga general
La propagación de
la huelga se había extendido rápidamente lo que sorprendió a los mismos
anarquistas. No se podía decir que todo estaba preparado de antemano sino que
se dió así. El Ministro del Interior, Joaquín V. González, quiso declarar el
estado de sitio para aplacar la situación por un tiempo o de lo contrario sacar
una ley que frenara la huelga, la que era manejada en su mayoría por
anarquistas y extranjeros y lo que se
pretendía era que a través de una ley se los pudiera expatriar. Cuando
la FOA se enteró del plan del gobierno,
estalló y uniéndose con los estibadores y los cocheros, el 21 de noviembre se
declaran en huelga.
La
marcha de la huelga general los días 20 y 22 de noviembre
Fue considerada
la huelga más grande del momento ya que se adhirieron unas 20 mil personas
contándose con la presencia también de los sindicatos obreros católicos.
Había un clima
de pre-revolución y en los suburbios se escuchaban gritar vivas a favor de la
anarquía y de la
revolución. La huelga provocó graves accidentes y en Zárate hubo
choques sangrientos entre los huelguistas y los rompehuelgas. El 2do. día hubo
tiroteos porque el Jefe de la Policía autorizó a los rompehuelgas a portar
armas. El 23 de noviembre entraron en huelga los panaderos, zapateros,
tejedores, mecánicos, etc. La huelga gral. amenazaba con paralizar la economía
del país lo que se reflejaba en los ingresos de la aduana y en la bolsa de
comercio. Cierta parte del comercio estaba dispuesto a discutir un aumento de
salarios, pero todos se oponían a reconocer a los sindicatos obreros y negociar
con ellos. El único que tuvo un vuelco diferente fue el partido socialista quien quería que se frenara la huelga lo que
no causó muchas adhesiones.
Los socialistas,
por medio de una comisión, pidieron al Gobierno que no dicte la Ley de
Residencia, que no declare el estado de sitio, que retire las tropas, etc. Pero
el petitorio no llegó porque los diputados del Congreso ya se dirigían a
promulgar la ley.
El
debate del Congreso sobre la Ley de Residencia y su aprobación
La reunión se
efectuó el 22 de noviembre con la presencia de Joaquín V. González. El Senador
Pérez quería la aprobación de la Ley de Residencia dictada por Cane en 1899
pues decía que no se trataba de dictar una ley contra las huelgas sino de
reprimir hechos criminales. El Senador Mansilla se opuso diciendo que las
huelgas eran un derecho legítimo de los trabajadores.
El Senador Cane
dijo que no era enemigo de las huelgas, sino de los que traían las ideas para
que los trabajadores se subleven refiriéndose a los anarquistas extranjeros.
También Joaquín
V. González aclaró que no era el objetivo combatir las huelgas sino detener la
actividad de un grupo humano que alteraba las pautas laborales.
Tras dos horas
de debate, la Ley se aprobó aunque no todos los senadores estaban de acuerdo,
pasando a ser la ley 4.144 conocida como la Ley de Residencia.
Agravamiento
de la huelga general y aplicación del Estado de Sitio
La Ley de
Residencia no frenó las huelgas sino que los enardeció a todos. El 23 de
noviembre la mayoría de los sindicatos se habían plegado a la huelga general
menos el sindicato de Artes Gráficas. El Partido Socialista, quien había
tratado de calmar la situación, también se enardeció y pidió a la FOA que se
hiciera una protesta multitudinaria contra la Ley de Residencia, pero el cuerpo
gremial rechazó esto y dijo que el único medio de protesta contra la ley era la
huelga general.
El Partido
Socialista apoyó entonces a los peones del Mercado Central y a la huelga, pero
advirtió de que la misma sería frenada por el Gobierno usando a la policía y
que ante esto los obreros tenían que estar preparados, lo cual provocó miedo en
el Gobierno que ante esta situación quería aprobar la aplicación del estado de
sitio en Buenos Aires y en Santa Fe. Algunos senadores no estaban de acuerdo
con la medida pero la mayoría sí. Cuando las Cámaras votaron a favor, el
Presidente firmó el decreto y esa misma noche se aplicó la Ley.
El 27 de
noviembre todos los obreros volvieron a sus puestos de trabajo y el puerto
funcionaba sin obstrucción. La huelga había sido liquidada.
Ejecución
de la Ley de Residencia
A la prensa se
le había prohibido informar como se había levantado la huelga, pero igual por
otro medio se supo de la Ley de Residencia y que los anarquistas extranjeros
iban a ser expulsados a Italia y España. La Prensa del exterior se enteró
rápido de lo sucedido. Se mandaron listas de deportados a Inglaterra por medio
de corresponsales y apenas se declaró el estado de sitio, la policía se
apresuró a cerrar las sedes obreras de La Boca y Sindicato de la FOA y
socialistas; de esta forma, la huelga comenzó a extinguirse.
El arresto de
anarquistas comenzó apenas se promulgó la Ley de Residencia comenzando las
primeras deportaciones el 30 de noviembre, aunque algunos pudieron cruzar al
Uruguay y otros terminaron con su actividad. Se paralizó así la actividad
anarquista y la de los sindicatos por medio de arrestos en masa.
La extinción de
la huelga se realizó a costo de arrestos masivos prohibiéndose las reuniones.
El único que siguió adelante con la protesta hacia la Ley de Residencia fue
Ghiraldo, director del diario Del Sol pero como era argentino nativo no se
tomaron represalias contra él aunque igual sus protestas no tuvieron eco.
Las
enseñanzas de la huelga general
La lucha por la
clase obrera a través de las huelgas no sirvió para que anarquistas y
socialistas se pusieran de acuerdo sino todo lo contrario. Los socialistas
repudiaban a los anarquistas diciendo que la huelga general había sido una
medida descabellada y daban a entender que fue hecha en un mal momento habiendo
tanto desempleo. Los anarquistas trataron a los socialistas como traidores de
la clase obrera y que si habían hecho la huelga fue porque era la única medida
que estaba a su alcance.
En síntesis: a
causa de la huelga comenzaron los allanamientos en los domicilios, familias
insultadas y vejadas, golpizas, torturas y desapariciones. Tanto la policía
como los antihuelgas aprovecharon la situación, para hacer desaparecer a sus
enemigos e imponer el miedo. Pero a pesar de todo esto, una vez levantado el
estado de sitio, se notó que las presiones no frenaron las huelgas. La FOA se
reorganizó y creció la influencia de los anarquistas y en 1903 se comprobó que
la huelga de 1902 no había sido un fracaso sino que a raíz de ésta, el Gobierno
tuvo que nombrar a Alsina como Director de Oficina de Inmigraciones para ver la
situación de la clase obrera del país.
OVED
Las
huelgas en los grandes puertos durante el mes de noviembre
La ola de
huelgas en noviembre de 1902, se convirtió en huelga general en ese mes,
empezando con la lucha de los estibadores para reducir el peso de las bolsas de
cereales a 65/70 Kg. Ese año era particularmente apropiado, pues a los puertos
afluían muchos productos; tras dos años difíciles, la cosecha había sido buena.
La FOA los apoyó pero el problema se presentó cuando los importadores de África
del Sur exigían bolsas pesadas. A Fines de octubre creció la tensión por un
lado se noto la inclinación febril de los portuarios a lanzarse a la huelga: también
se les sumaron obreros de los depósitos del mercado central de frutos con
iguales exigencias. Cuando estalla la
huelga del 1º de noviembre y se conoció su gran alcance, se redujeron las
inclinaciones agresivas y sus representantes en el la Cámara de Comercio
evidenciaron disposición a las negociaciones con los huelguistas.
El 4 de
noviembre se dejo sentir la afluencia dañina del puerto de buenos aires:
aquellos busques que transportaban bolsas pesadas no fueron descargados y
tampoco se cargaban. A raíz de los grandes perjuicios la cámara de
comercio nombró una Comisión para
negociar con los huelguistas y les pidieron 8 días para reducir las bolsas. Los
huelguistas acceden el 7 de noviembre pero solo le dan 4 días. La Cámara de
Comercio afirmó que si se aceptaba lo que pedían los estibadores África del Sur
paraba el comercio. Entonces se reunió con los anarquistas Ross y Carballo para
negociar pero no llegaron a un acuerdo
lo que derivó en una huelga general.
Al mismo tiempo
se produjeron una serie de incidentes en Zárate y Campana en donde intervino la
policía arrestando a 25 obreros y originándose una huelga local. La FOA se
reunió con los policías de la zona para calmar la situación pero todo empeoró
cuando el Gobierno mandó a bomberos y marinos para poner en funcionamiento el
frigorífico, paralizado por la huelga. Ante esto, un grupo de estibadores se
reunió con el Ministro Joaquín V. González el cual prometió reveer la situación
finalizando la huelga el 18 de noviembre.
Otras huelgas
estallaron en Rosario y Bahía Blanca en cuyos puertos ceso total o parcialmente
el trabajo, pero la más importante fue la del Mercado Central en Bs. As.
(1902). Estos peones habían trabajado hasta 1901 en condiciones muy difíciles,
se trabajaba durante 14 hs. por un sueldo muy bajo y, a raíz de la huelga,
redujeron las horas a 10,5 y aumentaron el sueldo en un 50%. La lucha de los
estibadores seguía y el 15 de noviembre los anarquistas Ross y Locascio logran
que los trabajadores del Mercado Central se adhieran a la lucha exigiendo:
ü la abolición del
trabajo a destajo
ü 9 horas de
trabajo diario
ü $4 diario como
mínimo para los peones del mercado
ü $ 2,5 como
salario para los menores de 15 años de edad
ü reconocimiento
de la sociedad por parte de los patrones
Los miembros de
la Cámara de Comercio rechazaron sus pedidos
y el 16 de noviembre se declara la huelga.
Paralización
del Puerto de Buenos Aires
Además de la
huelga de los estibadores, otra más paralizó al puerto de Buenos Aires la cual
repercutió fuerte en la economía y en los ingresos aduaneros. La Cámara de
Comercio pidió ayuda al Gobierno para poner fin a la huelga por medio de la
fuerza. Se pidió el envío de rompehuelgas, cumpliéndose con el envío de 110 obreros de Aduana porque 10
se negaron y fueron despedidos. Como eran
pocos, no pudieron parar la huelga y la misma se extendió.
Quisieron
reclutar desocupados para poner en funcionamiento a los depósitos del Mercado
Central, pero los mismos se solidarizaron con sus compañeros pues se negaron y
entonces trataron de traerlos de Corrientes. Mientras tanto, policías y
bomberos hacían el trabajo de los obreros del Mercado Central y descargaban los
depósitos aunque no podían cumplir con los tiempos. En el 3er. día de huelga
había 5.500 vagones para ser descargados.
A esta huelga la
apoyaron diferentes sindicatos como la Federación de Estibadores a pesar de que
sus reclamos iban siendo satisfechos, pero se solidarizaron con los obreros del
Mercado Central. La huelga de solidaridad de los estibadores atrajo de
inmediato la adhesión de la federación.
La paralización total del puerto fue un hecho. Lo que temían los hombres de la
cámara mercantil y lo que trataron de evitar, se produjo: el puerto de cerró,
los barcos fondeados no fueron atendidos, en los muelles se aglomeraron miles
de carros con productos agrícolas, ceso la exportación y la importación, los
ingresos aduaneros se redujeron el ambiente de crisis se reflejo en el rápido
ascenso del precio del oro.
El
escalonamiento del conflicto y la proclamación de la huelga general
La propagación
de la huelga se había extendido rápidamente lo que sorprendió a los mismos
anarquistas. No se podía decir que todo estaba preparado de antemano sino que
se dió así. El otro polo del conflicto (empleadores y gobierno) pasaron de una
posición moderada y propensa a las contemporizaciones (a principios del
conflicto, a un enfoque encolerizado e inflexible en la segunda etapa de la
huelga de los peones barraqueros. El Ministro del Interior, Joaquín V.
González, quiso declarar el estado de sitio para aplacar la situación por un
tiempo o de lo contrario sacar una ley que frenara la huelga, la que era
manejada en su mayoría por anarquistas y extranjeros y lo que se pretendía era que a través de una ley se los
pudiera expatriar. Cuando la FOA se enteró
del plan del gobierno, estalló y uniéndose con los estibadores y los cocheros,
el 21 de noviembre se declaran en huelga.
La
marcha de la huelga general los días 20 y 22 de noviembre
Fue considerada
la huelga más grande del momento ya que se adhirieron unas 20 mil personas
contándose con la presencia también de los sindicatos obreros católicos.
Había un clima
de pre-revolución y en los suburbios se escuchaban gritar vivas a favor de la
anarquía y de la revolución. La huelga provocó graves accidentes y en Zárate
hubo choques sangrientos entre los huelguistas y los rompehuelgas. El 2do. día
hubo tiroteos porque el Jefe de la Policía autorizó a los rompehuelgas a portar
armas. El 23 de noviembre entraron en huelga los panaderos, zapateros,
tejedores, mecánicos, etc. La huelga se expandió también a otros puertos:
Rosario, Bahía Blanca, La plata. Sin embargo fracaso el intento de promover un
paro paralelo en Montevideo. La huelga gral. amenazaba con paralizar la
economía del país lo que se reflejaba en los ingresos de la aduana y en la
bolsa de comercio. Prevalecía un clima de pánico y miedo. Cierta parte del
comercio estaba dispuesto a discutir un aumento de salarios, pero todos se
oponían a reconocer a los sindicatos obreros y negociar con ellos. Mientras tanto
el miedo se extendía a la población. El miedo a la revolución social pendía del
aire. El único que tuvo un vuelco diferente fue el partido socialista quien quería que se frenara la huelga lo que
no causó muchas adhesiones.
Los socialistas,
por medio de una comisión, pidieron al Gobierno que no dicte la Ley de
Residencia, que no declare el estado de sitio, que retire las tropas, etc. Pero
el petitorio no llegó porque los diputados del Congreso ya se dirigían a
promulgar la ley.
El
debate del Congreso sobre la Ley de Residencia y su aprobación
La sesión se
inicio el 22 de noviembre con la presencia de Joaquín V. González. El Senador
Pérez quería la aprobación de la Ley de Residencia dictada por Cane en 1899
pues decía que se trataba de una ley eminentemente política, de una ley de
excepción y de prevención, destinada a evitar que ciertos elementos extraños
vengan a turbar el orden publico. No se trataba de dictar una ley contra las
huelgas sino de prevenir hechos criminales. El Senador Mansilla se opuso diciendo
que las huelgas eran un derecho legítimo de los trabajadores y que es
anticonstitucional.
El Senador Cane
dijo que no era enemigo de las huelgas, sino de los que traían las ideas para
que los trabajadores se subleven refiriéndose a los anarquistas extranjeros.
También Joaquín
V. González aclaró que no era el objetivo combatir las huelgas sino detener la
actividad de un grupo humano que alteraba las pautas laborales.
Tras dos horas
de debate, la Ley se aprobó aunque no todos los senadores estaban de acuerdo,
pasando a ser la ley 4.144 conocida como la Ley de Residencia.
Agravamiento
de la huelga general y aplicación del Estado de Sitio
La Ley de
Residencia no frenó las huelgas sino que los enardeció a todos. El 23 de
noviembre la mayoría de los sindicatos se habían plegado a la huelga general
menos el sindicato de Artes Gráficas. El Partido Socialista, quien había
tratado de calmar la situación, también se enardeció y pidió a la FOA que se
hiciera una protesta multitudinaria contra la Ley de Residencia, pero el cuerpo
gremial rechazó esto y dijo que el único medio de protesta contra la ley era la
huelga general.
El Partido
Socialista apoyó entonces a los peones del Mercado Central y a la huelga, pero
advirtió de que la misma sería frenada por el Gobierno usando a la policía y
que ante esto los obreros tenían que estar preparados, lo cual provocó miedo en
el Gobierno que ante esta situación quería aprobar la aplicación del estado de
sitio en Buenos Aires y en Santa Fe. Algunos senadores no estaban de acuerdo
con la medida pero la mayoría sí. Cuando las Cámaras votaron a favor, el
Presidente firmó el decreto y esa misma noche se aplicó la Ley. El 24 de
noviembre
A los tres días
de huelga general, el gobierno obtuvo facultades legales para emprender la campaña
de represión más vasta que conociera, hasta ese momento, la Argentina: contra
anarquistas, militantes activos de los sindicatos obreros, líderes de
trabajadores, redacciones de las prensas obreras, etc. Los medios a los que
recurrió fueron enérgicos, rápidos y lograron su meta enseguida: liquidación de
la huelga gral
El 27 de
noviembre todos los obreros volvieron a sus puestos de trabajo y el puerto
funcionaba sin obstrucción.
Ejecución
de la Ley de Residencia
A la prensa se
le había prohibido informar como se había levantado la huelga, pero igual por
otro medio se supo de la Ley de Residencia y que los anarquistas extranjeros
iban a ser expulsados a Italia y España. La Prensa del exterior se enteró
rápido de lo sucedido. Se mandaron listas de deportados a Inglaterra por medio
de corresponsales y apenas se declaró el estado de sitio, la policía se
apresuró a cerrar las sedes obreras de La Boca y Sindicato de la FOA y
socialistas; de esta forma, la huelga comenzó a extinguirse.
El arresto de
anarquistas comenzó apenas se promulgó la Ley de Residencia comenzando las
primeras deportaciones el 30 de noviembre, aunque algunos pudieron cruzar al
Uruguay y otros terminaron con su actividad. Se paralizó así la actividad
anarquista y la de los sindicatos por medio de arrestos en masa.
La extinción de
la huelga se realizó a costo de arrestos masivos prohibiéndose las reuniones.
El único que siguió adelante con la protesta hacia la Ley de Residencia fue
Ghiraldo, director del diario Del Sol pero como era argentino nativo no se
tomaron represalias contra él aunque igual sus protestas no tuvieron eco.
Las
enseñanzas de la huelga general
La lucha por la
clase obrera a través de las huelgas no sirvió para que anarquistas y
socialistas se pusieran de acuerdo sino todo lo contrario. Los socialistas
repudiaban a los anarquistas diciendo que la huelga general había sido una
medida descabellada y daban a entender que fue hecha en un mal momento habiendo
tanto desempleo. Los anarquistas trataron a los socialistas como traidores de
la clase obrera y que si habían hecho la huelga fue porque era la única medida
que estaba a su alcance.
En síntesis: a
causa de la huelga comenzaron los allanamientos en los domicilios, familias
insultadas y vejadas, golpizas, torturas y desapariciones. Tanto la policía
como los antihuelgas aprovecharon la situación, para hacer desaparecer a sus
enemigos e imponer el miedo. Pero a pesar de todo esto, una vez levantado el
estado de sitio, se notó que las presiones no frenaron las huelgas. La FOA se
reorganizó y creció la influencia de los anarquistas y en 1903 se comprobó que
la huelga de 1902 no había sido un fracaso sino que a raíz de ésta, el Gobierno
tuvo que nombrar a Alsina como Director de Oficina de Inmigraciones para ver la
situación de la clase obrera del país.
Comentarios
Publicar un comentario