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Resumen: Beatriz Sarlo - El imperio de los sentimientos


Beatriz Sarlo - El imperio de los sentimientos

Historia de los Medios - Varela


Resumen 1:


Beatriz Sarlo: El imperio de los sentimientos. Narraciones de circulación periódica en la Argentina (1917-1927).

Los lectores: Una vez más ese enigma: ¿Cómo imaginar un público que no fuera habitué de librerías y que consumiera semanalmente su cuota de ficción? Esto se debe a los “novelines” que responden a la necesidad de ficción que aparece en las primeras décadas del siglo XX.
Un nuevo público se movía por espacios no habituales. Hacia 1910, las librerías de Buenos Aires eran reductos minoritarios destinados a los intelectuales, tanto por su disposición interna como por su ubicación en el centro de la ciudad. El mundo de la librería presenta un desorden que sólo puede ser entendido por la mirada adiestrada. El nuevo público carecía de las disposiciones naturales al público de librería. Su cultura letrada se estaba construyendo a partir de la adquisición de ciertas destrezas básicas. Pero no bastaban para que el nuevo lector se arriesgara en el caos cultural de las librerías.
Otro tipo de ofertas demostró ser imprescindible. El circuito de magazine puede prescindir del aparato intimidatorio de la librería tradicional. El nuevo lector podía, cobijado en la seguridad que da el anonimato o la familiaridad con el vendedor, adquirir su material de lectura semanal en el kiosco, junto con el diario. Esta ventaja se potencia en el caso de las mujeres, cuyo acceso a materiales de lectura enfrenta dificultades ideológicas y culturales específicas. La multiplicación de los puntos de venta contribuye a explicar la difusión de la literatura en las primeras décadas del siglo XX.
Proceso de urbanización y alfabetización, desarrollo comercial y administrativo, expansión del aparato escolar, producen las condiciones sociales del nuevo público. La ficción comparte el mundo mental de la gente común que la lee. Los textos funcionan como formadores activos de fantasías sociales. Hay huellas de la literatura en sus lectores y marcas de los lectores en la literatura. Sarlo afirma que las mujeres de la época vivían asaltadas por la certeza de que todo lo interesante que puede suceder en una vida sucede afuera, y que la reiteración espesa de lo cotidiano sólo puede ser quebrada por un esfuerzo de la imaginación o de la sensibilidad. En una familia media, con varias hijas jóvenes y solteras, el trabajo doméstico no absorbía todo el tiempo: estaba, también, la lectura.
Se incorporan al sector de los escritores, individuos cuya inclusión, se explica por las necesidades de producción para el mercado. La Novela de Hoy emprende su campaña guiada por el deseo de una mayor difusión intelectual. El previsible rechazo de la motivación económica, funciona como una denegación que ennoblece no sólo la actividad editorial sino también a su público.
Los avisos editoriales y las gacetillas están animados por la voluntad de unificar las narraciones semanales con la “literatura” escrita por los autores “respetables” de la Argentina y de América. Existe una amplia franja de lectores a quienes la literatura debía producir un placer que podía verse amenazado por reflexiones éticas, filosóficas o sociales. No estaban en condiciones de aceptar el cruce entre “conocimiento” y “entretenimiento”.

Modos de lectura:

a) La lectura fenoménica, que registra en la lectura las peripecias de la acción y se limita en sus respuestas al nivel de los simples hechos.
b) La lectura identificativo-emocional, que explica los hechos y comportamientos por el carácter de los personajes o por la dinámica de sus relaciones recíprocas, y se caracteriza por una tendencia constante a elegir o rechazar los personajes de la novela. Elección y rechazo que se relacionan con la importancia que para estos lectores tiene el proceso de identificación.
c) La lectura analítico-sintética que intenta una interpretación englobadora de las situaciones. Busca las causas y señala las consecuencias.

Los tres modos apuntan a la cuestión de cómo se lee, que organización de sentido se produce en lecturas diferentes y que disposición frente a la literatura exige cada tipo de lectura. La lectura educa al lector y desarrolla ciertas disposiciones que conforman también una idea sobre lo que la literatura debe ser, sobre lo que el lector puede esperar de un relato y sobre cómo este debe ser leído.
Las narraciones de publicación periódica trabajan sobre el horizonte cultural de sus lectores. Primero, hay un público ampliado que desborda los circuitos tradicionales. Estos adquieren en estas narraciones su primera condición de lectores. Segundo, no cualquier material literario podía producir un fenómeno tan extenso y persistente. Hay rasgos que definen el material y si, por un lado explican su éxito, por el otro, marcan los límites del horizonte de expectativas con el que se encuentran.

1) La popularidad de la ficción breve de textos que no exijan varias sesiones de lectura. La ficción breve permitía que los lectores no tuvieran que manejar y lleno de personajes como el de la novela. Correlativamente, la ficción breve parecía más accesible como estructura narrativa para un conjunto de escritores.
2) La necesidad de una ficción vinculada a referentes que no sean los sucesos de la vida cotidiana. Las ficciones semanales pueden ambientar sus tramas con referencias a este universo temático, pero no suelen constituirlo en centro narrativo.
3) Había un gusto por la peripecia sentimental, más que por la aventura o la recreación histórica. Se vincula con ideales y ensoñaciones acerca de la conformación de la pareja, del trato dispensado a la mujer, del erotismo, etc. La narrativa sentimental ofrece una menor cantidad de obstáculos a la lectura. Tiende a resolverse en situaciones tipificadas y apela a sentimientos y experiencias “comunes”.
4) Las narraciones semanales hablan de lo conocido con el lenguaje de lo conocido, y de lo desconocido también con el lenguaje de lo conocido. La repetición de clisés asegura que incluso los lectores no avezados puedan  llegar a manejar la lengua standard.
5) La incorporación de lo rural a las representaciones de ficción es una de las problemáticas literarias de la literatura “alta”. Cuando estas postulan al campo como escenario se trata de un campo mirado desde la ciudad, brutalizado en algunos casos, abstracto desde el punto de vista geográfico, nombrado con pocas marcas léxicas.

El consumo cultural: ¿Qué lugar ocupaban las narraciones semanales en sus ocios y su esparcimiento? Desde el punto de vista de la incidencia social, solo el teatro equivalía o superaba estas publicaciones. Se trata de revistas accesibles. Sin duda, estas razones no pueden dar cuenta de su éxito, pero hablan de las condiciones económicas que lo hicieron posible. Además, ofrecen un material barato, que puede circular de mano en mano y, que por su carácter de coleccionable, puede constituirse en elemento iniciador de una biblioteca.

¿A quién hablan los avisos?: Los avisos hablan al público, pero también de él. La belleza y la salud son temas de publicidad. Polvos y jabones hablan a una lectora cuyo ideal de belleza pasa por la tesura del cutis. Los anuncios complementan su mundo, ofreciendo a las lectoras, la posibilidad de transformarse según el modelo propuesto para las heroínas. También, promocionan tónicos y pastillas de poderes amplios y diferenciados. Además, la ropa a un público medio que no se pensaba como clientela de grandes tiendas. En La Novela del día, los anuncios de libros tienden a asegurar al posible comprador que su elección es la correcta en términos de prestigio literario y standard moral. El anuncio parece dar por descontado que, una parte de los posibles compradores, no puede realizar la elección librado a sus medios intelectuales y el aviso se encarga de avalar esa elección.





Resumen 2:

desde página 33
"La novela universitaria": identificación muy precisa entre los materiales publicados y el mundo intelectual, el mundo de los jóvenes con aspiraciones culturales y en formación.
Nota aclaratoria dentro de la revista: "Leer la Novela Universitaria, es un signo de buen gusto literario (...) no tiene porque ocultar su título".
Literatura que se ocultaba: Sentimental o literatura de mujeres.
El título ayuda a elegir ayuda a elegir ante el desconcierto respecto de los estándares estéticos.
Artículo de La Razón (1917): cómo elegir lo que se lee. Vale todo. Se presentan obras "sanas" mezcladas con obras "malsanas".
Estos artículos tienden a ahuyentar a los lectores. Estos últimos se ven caracterizados como ignorantes mientras que del otro lado, las revistas favoritas, aseguran que están frente a novelas de estilo magistrales.
Tratan de unificar las narraciones semanales con la "literatura" escrita por autores respetables.
Franja de lectores a quines podía molestar la exposición de un "sistema", quienes no estaban en condiciones de aceptar el cruce entre "conocimiento" y entretenimiento. Lectores a los que podía parecerles legítimo su deseo de que no se interrumpiera el fluir de la narración con otros dicursos.
La literatura que ellos desean no debe requerir un sistema de destrezas intelectuales más amplio que el que poseen. Al mismo tiempo se les presenta la obra como una ficción que es instrumento de las ideas (La Novela de Hoy). Esto introduce una nueva credibilidad.

Modos de lectura:
Sistemas de lectura: tres modos.
a) lectura factual o fenoménica: registra en la lectura la acción y se limita en sus respuestas al nivel de los simples hechos.
b) lectura identificativo-emocional: explica los hechos y comportamientos por el carácter de los personajes o por la dinámica de sus relaciones recíprocas y por una tendencia a elegir y rechazar personajes de la novela, importante en el proceso de identificación.
c) lectura analítico-sintética: intenta una interpretación englobadora de las situaciones, busca las causas y señala las consecuencias.
En los textos mismos hay consejos sobre su manejo.
Los textos son pensados en términos de maniqueísmo moral, social o ideológico, tienden a crear las condiciones de lectura identificativo-emocional. Si estos textos además se apoyan sobre la peripecia, propenderá a una lectura fáctico-fenoménica.
Los textos producen sus lectores incluyéndolos en un proceso de adquisición de hábitos retóricos y temáticos. La lectura colabora en la creación de un horizonte de expectativas simbólicas.
Las narraciones de publicación periódica trabajan sobre el horizonte cultural de sus lectores, reforzando hábitos de lectura.
1) Importancia cultural de la implantación del hábito. Franjas de este nuevo público, que no se había presentado antes en el mercado, adquieren en estas narraciones su primera condición de lectores.
2) No cualquier material podía producir un fenómeno tan extenso y persistente. Hay rasgos que definen el material y otros que marcan los límites del horizonte de expectativas:
a) Ficción breve, pocas sesiones de lectura. Para viajes en tren. También hay que tener en cuenta que una novela implica un mundo complicado y lleno de personajes. Se estaba pasando de una lectura intensiva a una lectura exteniva, rápida, lectura para gozar y comentar con los pares.
b) Ficción vinculada a referentes que no sean sucesos de la vida cotidiana: trabajo, penurias económicas, nacimientos, crianza de hijos, etc.
c) Gusto por la periperia sentimental, más que por la aventura o la recreación histórica. Podían ser fantaseados como una vía regia de movilidad social (economía mágica).
d) Fuerte y repetida estructura funcional. Son tramas altamente redundantes. Las destrezas necesarias para abordar este tipo de textos son reducidas.
e) La desregionalización temática. La regionalización temática hubiera producido un movimiento de extrañeza en un universo de lectores probables, cuyas experiencias y mundo conocido estaba vinculado a la ciudad. Cuando se habla de campo, se hace del mismo pero mirado desde la ciudad.


Resumen 3:

La conformación del público lector

en torno al Centenario

 

BEATRIZ SARLO: “Los lectores: una vez más ese enigma”




            La tesis de Sarlo es que el proceso de urbanización y alfabetización, el desarrollo comercial y administrativo y la expansión del aparato escolar producen las condiciones sociales para la conformación de un nuevo público lector. La escolarización primaria, junto con el ejercicio de la lectura sobre los materiales que podían estar más a mano, por ejemplo en el kiosco de revistas, impulsó decisivamente este proceso.
            La aparición de revistas de narraciones y magazines se inscribe en el proceso de multiplicación de la oferta cultural. Las masas populares todavía eran reticentes a animarse a entrar a una librería, a la que veían como un ámbito exclusivo para la gente culta. Preferían los kioscos.
            El sistema misceláneo del magazine, por su variedad retórica y temática y su económico precio, y la multiplicación de los puntos de venta fijos y móviles contribuye a explicar la difusión sin precedentes de la literatura entre los consumidores de los sectores medios y populares. El caso pionero fue Caras y Caretas.
Las décadas del diez y del veinte fueron el escenario de una revolución en las modalidades de lectura en la Argentina: se pasaba de una lectura intensiva, practicada por un público más refinado y próximo al campo intelectual, a una lectura extensiva, que no acostumbraba volver a las páginas favoritas de un libro ya leído antes, sino que transitaba velozmente de un folleto a otro.
Comienza a prevalecer una lectura veloz, más de placer que de aprendizaje, es decir, una lectura para gozar y comentar con los pares y estar enterado. Desde el principio, la ficción breve en forma de cuentos y folletines estuvo vinculada con la disponibilidad de ocio. Este tipo de lectura se hizo popular porque no exigía varias sesiones de lectura, como la novela, y se prestaba a ser leída en el tren o el tranvía.
El cuento incluso presentaba una simplificación argumental y temática que la hacía atractiva a un público ampliado. Incluso la ampliación del mercado de Argentina a toda América Latina imponía una suerte de desregionalización temática, un “imperio de los sentimientos”, donde se incorporaron representaciones más variadas, que incluían temas rurales.
Todo esto permitió la formación activa de fantasías sociales. Las novelas sentimentales circulaban dentro de la familia, primero, y por el barrio, después. Las mujeres leían más que los varones.
El nuevo público medio o popular estaba poco entrenado para realizar operaciones de distanciamiento crítico respecto del material que consumía. Carecía de los recursos intelectuales para cultivar sus opiniones y juicios, porque ni los diarios ni las revistas que leía le proporcionaban discursos críticos.





Resumen 4:

Los lectores una vez más ese enigma


Los novelines: necesidad de ficción, formas, tópicos, figuras sobre las que trabaja un imaginario colectivo y que al mismo tiempo lo constituyen.
Igual a las narraciones periódicas, el auge es posterior a la constitución del campo intelectual en Bs As.
Las bibliotecas para los intelectuales.  Los nuevos lectores no sabían como manejarse.  Una oferta importante para ellos, los magazines, novelas populares.
Sistema misceláneo = consumidores medios y populares, precio inferior de 10 a 15 veces.  Multiplicación de los puntos de venta: kiosco, ambulante = domiciliario.  Favorece a las mujeres.
Urbanización, alfabetización, comercio, administración, aparato escolar, producen las condiciones sociales del nuevo público.  Los textos mismos funcionan como formadores activos de fantasías sociales.  Permanencia duradera, más allá del momento de consumo y placer.
La Novela Universitaria, signo de buen gusto literario.
Cambio para las mujeres, universitarios pobres, provincianos: lo que sucede este fuera.  Ensoñación romántica, ansia de una vida más ajena.
Los que las leian no podian distanciarse para hacer una critica, carecian de recursos intelectuales para dar opinión y juicios, porque tampoco lo hacen los diarios.
Los vaivenes son por la definición mutua entre escritores y lectores, público nuevo y nuevos editores se están definiendo mutuamente y al hacerlo mezclan diversos ideales de lector y literatura.

Modos de lecturas:
  • Factual o fenoménica: registra en el curso de la lectura las peripecias de la accion y los simples hechos.
  • Identificativa – emocional: hechos y comportamientos por el carácter de los personajes y sus relaciones.  Rechaza y elige personajes.
  • Analítico – sintética: interpretación englobadora de las situaciones, causas y consecuencias.

Los tres modos descriptos apuntan directamente a la cuestión de cómo se lee, qué organización de sentido se produce en lecturas diferentes y qué disposición frente a la literatura exige cada tipo de lectura.  Los textos producen sus lectores, los incluye en un proceso de adquisición de hábitos retóricos y temáticos.  Subrayar la importancia cultural de la implantación del hábito.
Los nuevos lectores adquieren con los magazines sus primeras condiciones de lector.  El por qué del éxito y límites del horizonte de expectativas.

*Posibilidad de una lectura breve, en viaje; paso de la intensiva a extensiva.
*El centro narrativo no es lo cotidiano, el nuevo y en gestación horizonte urbano es lo deseable.
*Gusto por lo sentimental y no por lo histórico y aventura; resolución tipificada.
*Fuerte y repetida estructura funcional, redundancias, no lugar a ambigüedades.
*Peripecia sentimental es hegemónica, desregionalización temática, modelo exitoso de fácil escritura y lectura.

Consumo cultural: solo el teatro igualaba o superaba a las narraciones semanales.  Luego el cine y el disco.  En este clima de ampliación de la oferta cultural, se inscribe la aparición de las revistas de narraciones y su crecimiento.

Valores: mitad o un tercio del valor de los cigarrillos, habla de las condiciones económicas que lo hicieron posible.  Es un material barato y sirve como indicador de una biblioteca.

Avisos: hablan ala publico y también de él, salud y belleza lo más importante, anuncios de libros, invitación a leer lo nuevo.  Piensan en un lector mujer y joven.

Las revistas y sus escritores:
La demanda de textos para las revistas semanales abre la posibilidad de acceder a una retribución económica de la profesión de escritor.  Se mezclan los escritores de una literatura alta con los de las populares.  Campañas de reclutamiento de las mismas revistas, se excluyen los temas políticos (perjudica a los anarquistas), concursos literarios, . 

LNS: material variado, que cubre prácticamente todo el campo del imaginario cultural medio: vida cotidiana y sentimental, psicología, cine, deportes, figuras de la revista del teatro.  Misterios del espíritu (género mixto, cuentos cuya ficción este apoyada en rigurosas pruebas experienciales.)  El mercado imponía sus condiciones de producción y esto se reflejaba en las narraciones.  Exigía una redacción con profesionales y una cantidad grande de insumos. 

Narrativas plebeyas: los profesionales de la periferia, porque deben escribir como ellos paro no son reconocidos como los periodistas, son presentados como escritores de talento y no como profesionales de la ficción.
Opiniones distintas: solo para cocheros y verduleros y los que dicen que toda manifestación es respetable.

Nuestros escritores: biografías que los acercaban al público, reconocen sus condiciones, se creaba con los lectores una relación más allá de lo profesional.  Biografías, relaciones mercantiles, cada uno de los escritores escribía sobre sus condiciones.

Norte americanización de la cultura de los años 20, comercialización de bienes durables (consumo)

Quiroga: profesional en CyC. Un pie en la literatura y otro en el periodismo.

Saberes del pobre: búsqueda de un ideal de ascenso en la aventura.

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