Allen – Teoría y práctica de la historia del cine
8. Redacción de la historia del cine
El
autor propone 3 proyectos de investigación histórica en el nivel local que se
presentan, no como caminos a seguir, sino a modo de incursiones preliminares en
el territorio todavía virgen de la historia del cine local en EEUU.
Primero: Historia del
cambio tecnológico: el cine sonoro llega a Milwaukee
El
cambio tecnológico más drástico de la historia del cine fue la llegada del
sonido sincronizado a finales de los años 20. El proyecto plantea la pregunta
acerca de qué sucedía una vez que las películas sonoras llegaban a las salas de
cine locales a lo largo y ancho del país.
La mayoría de los historiadores que
se ocuparon del tema se centraron en el día que se transmitió la primera
película sonora (El cantor de jazz).
Pero ¿qué pasó fuera de Nueva York? ¿Cuándo llegó el cine sonoro a Wisconsin
(Milwaukee)? Se utilizará una fuente de datos local: The Milwaukee Journal.
La llegada del sonido a Milwaukee fue un proceso más
complejo y gradual de lo que implica el éxito inmediato de El cantor de jazz, porque el sonido no llego a Milwaukee con esta
película sino antes de octubre de 1927, en septiembre, en el Garden Theatre
cuando se pasaron varios cortometrajes sonoros Vitaphone y un largometraje con
una banda sonora musical grabada.
Fue en diciembre que los habitantes de Milwaukee
pudieron ver El cantor de jazz, casi
3 meses después de su histórico estreno en NY. Si en realidad hubo una revolución con la llegada del sonoro, Milwaukee tardó en sentir sus efectos.
En mayo de 1928 llegó el cine sonoro a las periferias de Milwaukee y en julio
se presentó el primer largometraje completamente hablado. En agosto, el Garden
se convirtió en la primera sala de Milwaukee en pasarse a las películas sonoras
por completo.
No hay una fecha que señale la llegada del sonido a
Milwaukee. Sin embargo, la conversión más bien rápida de las salas de barrio
durante el otoño de 1928 y el éxito de los largometrajes hablados o cantados por
completo proyectados en las mismas, no supuso la desaparición del cine mudo en
Milwaukee. Aproximadamente el 25% de las salas periféricas más pequeñas de
Milwaukee siguieron proyectando películas mudas hasta bien entrados los años
30.
La ciudad de NY no es todo EEUU. En Milwaukee,
parece ser que, los cortometrajes favorecieron el cambio al sonido. El cantor de jazz fue popular, pero la
mayoría de los habitantes de Milwaukee vieron y oyeron cortometrajes de vodevil
meses antes de tener acceso a largometrajes sonoros. Si revolución significa un
cambio rápido, drástico y completo esto no se produjo en Milwaukee. Hicieron
falta más de tres años después de que se oyera por primera vez una película
sonora en una sala de Milwaukee para que se completara el proceso de conversión
al sonido.
Segundo: La economía de
exhibición en el nivel local: las cadenas de salas
La
mayoría de las investigaciones de la industria cinematográfica norteamericana
se han basado en Hollywood y en los aspectos económicos de la producción
cinematográfica. La industria cinematográfica en EEUU se ha caracterizado
durante mucho tiempo por un alto grado de concentración económica. Es decir,
unas pocas firmas controlaban el mercado del cine de entretenimiento. El poder
de este oligopolio tiene su origen en la exhibición.
En 1948 la Corte Suprema descubrió
que estos estudios mantenían su poder como monopolio por medio de su control de
las salas más importantes en las mayores ciudades. Hollywood lo hizo por medio
de la adquisición de cadenas o circuitos de salas locales o regionales.
Utilizando documentos accesibles
para el público este proyecto de investigación local examinó la ascención de la
cadena regional de salas de cine más importante de todo EEUU durante los años
20: Balaban and Katz de Chicago.
Entre 1926 y 1946 B&K ejerció el
control absoluto de las salas de estreno. En 1919 B&K poseía 6 salas de las
cuales solo 1 podía ser considerada como de estreno. La estrategia usada fue
mantener los costes a un nivel adecuado mientas que se generaban inmensos
beneficios.
Aspectos no fílmicos:
Aunque en los primeros años B&K
no podía conseguir los estrenos más populares crearon una estrategia que hacía
hincapié en los aspectos no fílmicos. Las salas se posicionaron de manera que
se pudiera llegar, utilizando los medios de transporte, en menos de 30 minutos.
Además hicieron del espectáculo un entretenimiento que empezaba antes de la
exhibición de la película, era toda una experiencia “ir al cine”: las salas
parecían residencias aristocráticas, carteles luminosos en varios colores
servían de anuncios, había amplios vestíbulos, candelabros, cuadros y lujosos
tapices decoraban las antesalas. Ningún cliente tenía que esperar afuera
expuesto al mal tiempo. Los cuatros de baño eran espaciosos y estaban limpios y
decorados con cuadros y esculturas. B&K se ocupaba del cuidado de los
niños. Tenía aire acondicionado, raro para la época donde la mayoría de las
salas cerraba durante el verano.
Además tenía un servicio personal:
más de 100 empleados en cada sala. Los acomodadores eran amables y no tenían
permitido aceptar propina.
El espectáculo no era solo la película, había una
orquesta y números de vodevil. De esta manera se contrarrestaba un poco la
habitual incapacidad para conseguir las películas más populares de los
distribuidores. Con el tiempo B&K se hizo más famosa por los números en
vivo, orquestas y organistas que por cualquiera de las películas que se
proyectaban.
En 1925 B&K se fusionó con Famous Players (más
tarde Paramount) y rápidamente se convirtió en la cadena más importante del
país. Es el caso de como una empresa en una ciudad que no era NY ni Hollywood,
alteró de forma significativa la historia de la industria cinematográfica
norteamericana.
Chicago ha sido una de las ciudades más estudiadas
del mundo con lo que resulta fácil averiguar los contextos geográfico y
socioeconómico del emplazamiento del teatro: varios libros sobre el diseño de
palacios, manual de B&K para los directores de sus salas, librería de
ingeniería de la universidad para investigar acerca del desarrollo del aire
acondicionado para salas de cine. Las publicaciones generales y del ramo
ofrecieron información sobre la asistencia al cine en Chicago y sobre las
operaciones de B&K. entrevistas con antiguos ejecutivos ayudó a develas
incógnitas a las que las fuentes impresas no hacían referencia. Balaban & Katz fue en cierto modo un ejemplo
privilegiado de historia económica del cine en el nivel local. Se convirtió en
la cadena regional más importante.
Tercero: Historia social
en el nivel local: patrones de asistencia al cine en su primera época en dos
ciudades
Desde
su debut norteamericano en los teatros de vodevil en 1896, el cine ha sido el
lugar físico de una experiencia social. En dos décadas el cine se había
convertido en la principal forma de entretenimiento para millones de
estadounidenses. ¿Quién iba al cine y dónde estaban situadas las salas? El
período estudiado va de 1905 a 1915 (la llamada era del nickelodeon) y las ciudades son NY y Durham, en Carolina del Norte.
Después de su uso en teatros de
vodevil durante cerca de una década, las películas se convirtieron en una forma
de entretenimiento autónoma con el establecimiento de miles de salas de nickelodeon que se multiplicaban en los
distritos más pobres de las ciudades norteamericanas a partir de 1905. En los nickleodeons por 5 centavos uno se
apiñaba en una habitación donde había algunos cientos de sillas y veía un breve
programa de cortometrajes proyectados sobre una sábana.
La descripción de la
época se divide en 3:
- La prosperidad del nickleodeon empezó en torno a 1905
y duró una década, hasta la aparición de los grandes locales
cinematográficos.
- Nickleodeon se situaban en
barrios de clase obrera en los centros urbanos más importantes y eran
frecuentados por gente pobre, en especial inmigrantes.
- Atraían al proletariado y
eran locales sombríos e insalubres.
Los
nickleodeons no estaban distribuidos
de modo regular por todo Manhattan, sino que estaban apiñados en Lower East
Side y en Harlem. Este patrón no sufrió variaciones entre 1906 y 1912. Un
número considerable de nickleodeons
estaba situado en el gueto de inmigrantes judíos, también en áreas de
entretenimiento tradicionales y en las rutas de transporte público. Pero había
más en o cerca de barrios de clase
media que en el gueto del Lower East Side.
Los inmigrantes judíos eran familias
que buscaban un refugio permanente de la persecución religiosa y política. Los
italianos en cambio eran hombres, en su mayoría, de edad entre 14 y 40 años. La
intención que tenían era ganar dinero para ellos mismos o para su familia que
se había quedado en Italia. Estos no se gastaban una parte de sus escasas
ganancias en algo tan frívolo como el cine. La comunidad judía con orientación
familiar era un emplazamiento mucho más lucrativo para las salas de cine.
¿Qué tamaño tenían los nickleodeons? No siempre eran apestosos
y oscuros. Muchos eran salas con elaboradas decoraciones y acomodadores y
entraban mil personas. En las compañías aseguradoras es posible encontrar
información acerca de la naturaleza de la estructura. Los mapas elaborados por
esas compañías indicaban también el material del edificio, su tamaño,
características peculiares (como la presencia de escenarios) y uso (tienda,
fábrica, residencia). La mayoría de los teatros de Lower East Side, eran
pequeños locales comerciales. Otras salas en barrios más prósperos eran obras
de albañilería, tenían imponentes fachadas, grandes escenarios, vestuarios y
bambalinas, y entraban mil clientes.
A pesar de que las averiguaciones
del estudio sobre Manhattan parecen aplicables a otras grandes ciudades
norteamericanas, ¿hasta qué punto son representativas de los patrones de
asistencia al cine en ciudades más pequeñas? Un examen del período del nickleodeon en una pequeña ciudad del
sur como Durham, en Carolina del norte, muestra tanto similitudes como
importantes diferencias en cuanto a asistencia al cine.
Durham:
En 1865 Durham era un asentamiento
de apenas 100 personas. Para 1910 su población pasaba los 26 mil. Factores:
expansión del servicio de ferrocarriles y el crecimiento de la industria del
tabaco. Prácticamente todos los habitantes de esta ciudad eran americanos
nativos. La mayoría eran blancos de clase media que vivían en barrios
colindantes llamados pueblos-fábrica. La comunidad negra se concentraba al
sureste del centro de la ciudad. Con
la rápida expansión de la industria textil y tabaquera los puestos de las
fábricas también se abrieron a los obreros negros.
Las películas llegaron más tarde a
Durham que a NY. La primera proyección (muda)
tuvo lugar en 1903 en un parque de atracciones. La primera sala se
instala en 1907. Aunque llegó tarde tuvo un impacto inmediato.
En NY y Chicago, una buena parte de
las exhibiciones de películas tuvo lugar en teatros de vodevil. Sin embargo, en
Durham no había un teatro de vodevil. La primera sala permanente se construyó
en 1897 y en ella se ofrecían obras de teatro. La segunda sala es de 1904 y se
presentaba un popurrí de entretenimiento: drama, vodevil, actuaciones de
cantantes y conciertos. La ausencia de una tradición de vodevil en Durham tenía
sus causas en la falta de buenas conexiones por ferrocarril y en el tamaño
reducido de la ciudad a principios de siglo.
Antes de 1913, todas las salas de
cine de Durham estaban situadas en el corazón del distrito financiero y
comercial de la ciudad. A diferencia de Manhattan, donde algunos teatros
estaban situados en barrios obreros, no había teatros en los alrededores de
Durham. Una de las razones de que estuvieran en el centro era el continuo
tráfico de gente que iba de compras y entraba al cine para relajarse un rato.
Además era más accesible por el transporte público. También se puede deber a
que los directores querían atraer a la clase media. Los anuncios de periódicos
acentuaban en la pulcritud de los lugares, la idoneidad de los programas para mujeres
y niños y, en ocasiones, los orígenes literarios o históricos de películas
concretas.
En 1913 abrieron las primeras salas
orientadas al público negro a quienes les estaba prohibida la entrada a las
salas del centro y en las pocas a las que tenían acceso debían sentarse en la
galería superior separados de los blancos. Las salas de los negros en Durham
rara vez recibían publicidad en los periódicos con directores blancos. De ahí
que es difícil determinar si las salas para negros diferían en términos de
entorno o programación de las salas para blancos. En muchos casos las historias
orales son el único caso que le queda a los investigadores.
La historia de los primeros tiempos
de exhibición en Durham presenta diferencias con respecto a la de las ciudades
más grandes:
- La exhibición de películas
con regularidad llegó mucho más tarde. Se exhibía en los parques de
atracciones entes de 1907.
- Las salas comerciales se
instalan más o menos al mismo tiempo (1907), solo que en Durham estaban
ubicadas en el centro para captar al público de la clase media (se nota en
la situación, programación y estrategia comercial de las salas indica que
los directores de salas).
- La entrada estaba prohibida
a 1/3 de la población. La exhibición en la comunidad negra empezó en 1913.
Posibles fuentes de
información para la historia local en el caso del cine americano
Directorios: de dos tipos: urbanos y
financieros. Los directorios urbanos suelen incluir diversas listas
(residentes, propietarios, residencias, comercios). Son inventarios calle por
calle. El directorio financiero es más limitado. Presenta un listado genérico y
alfabético de establecimientos comerciales. Ambos se elaboran anualmente y se
pueden encontrar en librerías municipales y en las sociedades históricas
locales.
Mapas de seguros contra
incendios:
generalmente se hacen cada 10 años. Permiten determinar el tamaño, la
antigüedad y las características arquitectónicas de una sala determinada.
También sirven para verificar direcciones y nombres encontrados en directorios
menos fiables. Se hallan en bibliotecas municipales y universitarias y
sociedades históricas locales.
Historias locales: es importante
familiarizarse con los datos sociales, culturales y económicos del pasado de
una comunidad. Las historias locales pueden ser fuentes valiosas de información
contextual. Son de calidades variables por lo que deben leerse con
escepticismo. A menudo son más útiles los estudios especiales sobre comercio,
mercadotecnia o preservación arquitectónica
efectuados por comisiones gubernamentales o agencias privadas.
Periódicos locales en los
Estados Unidos:
Ofrecen una cantidad inmensa de información. Tienen extensos anuncios de los
espectáculos cinematográficos locales y cuando abría una nueva sala a menudo
aparecía en portada. Aparecen los títulos de las películas proyectadas y
cualquier tipo de atracción especial, horarios y duración del espectáculo, el
nombre del dueño de la empresa e incluso el tipo de clientela que buscaba. Se
encuentran en las bibliotecas municipales o universitarias.
Publicaciones
estadounidenses del ramo del cine: periódicos y publicaciones especializados
dirigidos a productores, distribuidores y exhibidores. Presentan columnas sobre
exhibidores locales, concejos acerca del modo de dirigir una sala. Si abre una
sala aparece un artículo sobre el acontecimiento.
Archivos públicos
norteamericanos:
los gobiernos reglas las actividades comerciales a través de permisos,
inspecciones de riesgos, impuestos. Las salas de cine no están exentas. Las
licencias de expedición y renovación deberían haber quedado archivadas del
mismo modo que la adquisición o venta de una propiedad. Estos documentos son de
dominio público y están al alcance de cualquiera aunque a veces depende de la
complejidad del aparato burocrático.
Entrevistas: con la información de
las fuentes anteriores ahora el investigador está preparado para abordar a
antiguos empleados de salas, funcionarios y ávidos aficionados al cine,
cualquiera puede recordar experiencias en la salas de cine de otras épocas. El
investigador debe contrastar y verificar todo lo que descubra.
Fotografías: no hay que pasar por
alto el valor de ninguna fotografía de edificios, personas o
acontecimientos, que uno se proponga
estudiar. Se pueden examinar estilos arquitectónicos, tamaño estructural
relativo, edificios colindantes e incluso las personas que estaban aguardando
en la cola. Una vez más, conviene visitar la biblioteca pública y la sociedad
histórica de la localidad.
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