Williams - Hegemonía - Comunicación I - Mangone
Hegemonía:
La definición de Hegemonía que trae Williams no se parece, más
vale es lo opuesto, a su acepción cotidiana.
Aquí la entendemos como un todo de prácticas y experiencias que,
en su interior, vive en un estado de permanente conflicto, englobando a todo el
proceso social vivido. De este modo, entonces, cancelamos la metáfora marxista
clásica: todo está mezclado, en contacto.
Dentro de esta experiencia colectiva los sectores subalternos
realizan una cantidad indefinida de prácticas. Lo central para el mantenimiento
del sistema dominante es lograr una legitimación sobre este campo, siendo esto
mucho más importante que la puesta en práctica de su poder coercitivo.
Pero cuidado, no estamos pensando en términos de que toda
actividad es funcional al sistema. No todo es engaño. En cada práctica hay un
conflicto enorme por decidirse. No es que Williams rechace las intenciones de
dominación en estas prácticas, por el contrario, entiende los esfuerzos de
dominación, pero también las fallas, y el lugar al error. Hegemonía ofrece un
afuera: ninguna puede agotar las prácticas sociales por entero.
Según Eagleton hegemonía trae implicada, además, una postura
hacia la disputa de poder porque responde a la pregunta “¿Cómo hacen las clases
subalternas para dar con este?”, no solo deben ocupar fábricas y enfrentarse al
Estado. También deben luchar por impugnar el “sentido común”, lugar donde los
valores dominantes son percibidos como naturales. Ganar hegemonía es para
Gramsci imponer una “concepción del mundo”: hacer pasar los intereses propios
como universales.
Como concepto supera a Cultura porque, además de incluir este
concepto (en tanto hablamos de prácticas y de sectores populares), incluye las
disputas por el poder: Williams, contestando a Hall, sabe que un hombre no hace
lo que quiere de su vida.
En tanto que supera a ideología porque se convierte un concepto
totalmente anti abstracto, dado que se cuela en toda la experiencia viva.
Además estamos superando un concepto “monolítico”, que no deja ningún afuera. Y
que, además, entiende al poder dominante como un bloque de fuerzas totalmente
cerrado y sin contradicción alguna. Eso no sucede: ni el poder dominante es
uniforme, ni tampoco lo que sucede fuera de él.
Hegemonía es --------> proceso constante, nunca una cosa cerrada. Debe ser
renovada constantemente, recreada, defendida, renovada, modificada. Debe
reaccionar a presiones que no le son propias. El principal problema teórico
será la separación: poder entender cuando hablamos de un proceso contra
hegemónico y cuando de valores contrapuestos que son funcionales y generados
por la hegemonía dominante.
Frente a un concepto de ideología que sigue separando las ideas
y valores de la práctica concreta (relación imaginaria que respeta base y
superestructura), Williams trae un concepto que escinde por completo la
metáfora de un mundo de ideas alejado de la práctica social.
Análisis cultural:
En sus capítulos 7 y 8
Williams viene a pagar la deuda del marxismo para con un análisis material
de la cultura con la puesta en marcha de una serie de conceptos que instalan
una concepción dinámica de cultura.
Pero, ¿cuáles de estos estarían dentro y cuales fuera de la
hegemonía de la clase dominante (no en el sentido dicotómico de Althusser, sino
en el sentido de Williams, aquella clase que aplica la tradición selectiva)?.
*Tradición: se constituye dentro,
en tanto no es la mera supervivencia del pasado o lo quieto. Es una fuerza
activamente configurativa que expresa una selección del pasado que se busca
respaldar y conservar contra otra parte de ese mismo pasado que será condenada
al olvido. Por ello Williams habla de “tradición selectiva”.
Es poderosa entonces porque con señalar algo como “nostálgico” o
“pasado de moda” lo condena al olvido. Pero al mismo tiempo es vulnerable,
porque todo pasado puede ser rescatado.
*Instituciones: son aquellos ámbitos en los que se respalda la
“tradición selectiva”, se busca transmisión y confirmación. Sin embargo
Williams no habla de socialización, no imagina a todas las instituciones
funcionando como una maquina perfecta.
*Dominante: es la actuación misma de la hegemonía.
*Formaciones: vienen a constituirse en el límite entre un adentro y un afuera. Se refiere a
movimientos y tendencias que corren dentro de las instituciones afectando la
totalidad social.
*Residual: aquello momentáneamente olvidado y que puede ser
recuperado para enfrentar al poder. Configurado en el pasado se halla vivo en
el presente. Al no expresar la lógica dominante puede ser opuesto, pero también
potencialmente incorporado por la “tradición selectiva”.
*Emergente: sería lo más sencillo en teoría, aquello que la
hegemonía no puede cooptar, pero lo más difícil de hallar en la práctica. Al
oponerse al poder dominante puede constituirse en una potencial incorporación.
Tal vez la clave pase por ser “alternativa”.
Una conclusión:
Tanto en lo funcional al poder dominante (momentáneamente
dominante, a cada segundo) como el potencialmente alternativo existe
ambigüedad: legitimación y conflicto. Esto es diametralmente opuesto a los AIE.
Para Williams la clave del poder dominante es mostrarse como
hegemónico (en el sentido cotidiano del término) y así pasar por naturalizado.
Obviamente esto nos lleva a pensar a Althusser como alguien funcional al poder.
Debemos ver que en toda la práctica social humana las múltiples
interrelaciones desatadas incluyen la acción de todos estos conceptos, que de
ningún configuran a una cultura “monolítica” como mero reflejo del poder
dominante.
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