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Guinzburg, Carlo - "El queso y los gusanos" - Seminario de Cultura Popular y Masiva - Cátedra: Alabarces

Guinzburg, Carlo - "El queso y los gusanos" - Seminario de Cultura Popular y Masiva - Cátedra: Alabarces

Resumen 1:

El queso y los gusanos. Carlo Ginzburg.

Propone la investigación sobre un caso que ilumine lo que la historia (de gestas y reyes) calló, focalizar en los anónimos.

Coincide con el propósito de Burke, pero al tratar un caso particular puede hacer uso de herramientas y categorías de análisis de las que no se dispone en la mirada histórica.


¿Qué propone?

Narrar la historia de un molinero, Domenico Scandella (conocido como Menocchio), sus ideas, las creencias de un individuo en ese nivel social. Menocchio fue muerto en la hoguera por orden del Santo Oficio tras una vida transcurrida en el anonimato. Lo que busca el autor es reconstruir un fragmento de los que se ha dado en llamar “cultura popular”.

Lo que intenta el autor es ampliar hacia abajo la noción histórica de individuo, invertir la concepción de la historia como historia de los grandes hombres.
  
Una investigación sobre un sujeto que para dichas concepciones de la historia es anónimo.
§   Porque sujetos como ese no son tomados como relevantes.
§   O porque se esfuman en el número y en el anonimato de la categoría de masa o pueblo, siempre están condenados al silencio.

Primer obstáculo: Escasez de testimonios sobre los comportamientos y actitudes de las clases subalternas del pasado.

De que se sirve el autor:
§   De los expedientes de los dos procesos en que se vio encartado el protagonista a quince años de distancia.
§   De otros documentos que aportan información sobre sus actividades económicas y sobre la vida de sus hijos.
§   Páginas autógrafas y una lista parcial de sus lecturas (Menocchio sabía leer y escribir).

Folklore: La base es la existencia de diferencias culturales dentro de las sociedades civilizadas.
El término cultura para referirse al conjunto de actitudes, creencias, patrones de comportamiento propios de las clases subalternas, es más tardío. Con su incorporación se ha superado, al menos verbalmente, la postura de quienes no veían en las ideas, creencias y configuraciones del mundo de las clases subalternas más que un acervo desordenado de ideas, creencias y visiones del mundo de las clases dominantes de siglos atrás.

Preguntas que plantea el autor:
¿Qué relación existe entre la cultura de las clases subalternas y la de las clases dominantes?
¿Hasta qué punto la primera es subalterna de la segunda?
¿Se puede hablar de circularidad entre ambos niveles de cultura?

Acerca del retraso en el estudio de la cultura popular:
1.     Se debe, en parte, a una persistencia de una concepción aristocrática de la cultura. Muchas veces, ideas o creencias originales se consideran por definición producto de las clases superiores y su difusión entre las clases subalternas es un hecho de poco interés. A lo sumo, lo que se enfatiza es la decadencia o deformación sufrida por esas ideas en su transmisión.
2.     Otro fundamento, de índole metodológico. La cultura de las clases subalternas es una cultura oral en su mayor parte. Los historiadores deben recurrir a fuentes escritas doblemente indirectas: en tanto que escritas y en tanto que escritas por individuos vinculados más o menos abiertamente a la cultura dominante.
LAS IDEAS, CREENCIAS, ESPERANZAS DE LOS CAMPESINOS Y ARTESANOS NOS LLEGAN (SI NOS LLEGAN) A TRAVÉS DE FILTROS INTERMEDIOS Y DEFORMANTES.


El autor revisa cuatro perspectivas de abordaje de los estudios sobre la cultura popular y toma posición frente a ellas:

Primera perspectiva: Mandrou
Se propone estudiar no la cultura producida por las clases populares sino la cultura impuesta a las clases populares.

Se basa en una fuente poco explotada: la literatura de colportage, los libritos toscamente impresos que vendían por ferias y poblaciones rurales los comerciantes ambulantes.

Mandrou denomina a esta literatura como “de evasión” y dice que habría alimentado una visión del mundo fatalista y determinista que habría impedido a sus lectores la toma de conciencia sobre su condición social y política.

Ginzburg rechaza esta postura, dice que atribuye a las clases populares una pasividad absoluta y a esta literatura una influencia desproporcionada: Los campesinos capaces de leer eran una minoría.
El autor no quiere identificar a la cultura producida por las clases populares con la cultura impuesta a las masas populares. Opina que es absurdo. El atajo elegido por Mandrou para obviar la dificultad que implica la reconstrucción de una cultura oral, lo devuelve de hecho al punto de partida. 

Segunda perspectiva: Bolleme
También se interesa por la literatura de colportage, pero ve en ella, más que el instrumento de una aculturación, la expresión espontánea de una cultura popular ingeniosa y autónoma, infiltrada por valores religiosos. En esta religión popular, se habría fundido: la naturaleza con lo sobrenatural, el miedo a la muerte con el afán por la vida, la aceptación de la injusticia con la rebeldía contra la opresión.

Ginzburg rechaza también esta postura, dice que se sustituye la “literatura destinada al pueblo” por “literatura popular”, dejándola al margen de la cultura producida por las clases dominantes.

Lo que rescata de Bolleme: Hipótesis de desfasaje entre la textualidad en sí y la forma en que era leída por las clases popularesà clave de lectura.

Le crítica: que su trabajo desemboque en el postulado de una creación popular imprecisa e intangible, basada en una tradición oral que no dejó huellas y a partir de la cual es imposible trabajar.


Tercera perspectiva: Bajtín
En el centro de la cultura reconstruida por Bajtín está el carnaval: mito y rito en el que confluyen la exaltación de la fertilidad y la abundancia, la jocosa inversión de valores y jerarquías, el sentido regenerador del tiempo.  Según Bajtín, esta visión se contrapone al dogmatismo y a la seriedad de la cultura de las clases dominantes.

Obra de Rabelais: sólo resulta comprensible teniendo en cuenta esta contraposición. Su comicidad procede de los temas carnavalescos de la cultura popular.

DICOTOMÍA CULTURAL PERO TAMBIÉN CIRCULARIDAD, INFLUENCIA RECÍPROCA ENTRE CULTURA SUBALTERNA Y CULTURA HEGEMÓNICA.

Ginzburg toma para su propio trabajo la categoría de circulación recíproca, la influencia mutua entre cultura alta y baja.

Cuarta perspectiva: Algunos historiadores, Foucault
Ginzburg rechaza la opción planteada por aquellos investigadores que han llegado a preguntarse si la cultura popular existe fuera del gesto que la suprime. El opina que sí existe.

Foucault: Sólo ha llamado la atención sobre las prohibiciones, los gestos, los criterios y dispositivos de exclusión, pero nada dice sobre los excluidos.

El autor considera que el irracionalismo estetizante es la única meta de esta serie de investigaciones. Las víctimas de la exclusión social se convierten en depositarias del único discurso radicalmente alternativo a las mentiras de la sociedad establecida, un discurso que pasa por el delito. Es un populismo de signo contrario, “negro”.


Cultura popular: Concepto muy ambiguo.
Se atribuye a las clases subalternas:
§   Una adaptación pasiva a los subproductos culturales excedentes de las clases dominantes (Mandrou).
§   Una propuesta de valores acaso parcialmente autónomos respecto a la cultura dominante (Bolleme).
§   Una extrañación absoluta que se sitúa más allá de la cultura (Bajtín).

Ginzburg se queda con la categoría de influencia recíproca de Bajtín. Precisar el modo y momento de esa influencia significa afrontar el problema con una documentación casi siempre indirecta.
 
La convergencia entre la postura de un humilde molinero y las concepciones de los grupos intelectuales más refinados y conscientes de la época plantea para Ginzburg el problema de la circulación cultural que propone Bajtín.

¿Qué relevancia pueden tener las ideas y creencias de un individuo del nivel social del molinero considerado aisladamente?
Puede parecer paradójico y absurdo: Sin embargo, Ginzburg considera si la documentación nos ofrece la posibilidad de reconstruir no sólo masas diversas, sino personalidades individuales, lo absurdo sería no hacerlo.

Riesgo: Caer en la anécdota. Pero no es un riesgo insalvable. Algunos estudios biográficos han demostrado que de un individuo mediocre, carente de relieve, pueden escrutarse las características de un determinado estrato social en un determinado período histórico.

¿Es este el caso de Menocchio?
No se lo puede considerar un campesino “típico” de su época: estaba relativamente aislado de la aldea. Era un hombre distinto a los demás.

Sin embargo: De la cultura de la época y de su propia clase nadie escapa. La cultura ofrece al individuo un horizonte de posibilidades latentes, una jaula flexible e invisible para ejercer dentro de ella la libertad condicionada.

Ciertos sondeos confirman la existencia de indicios de una cultura rural común: TAMBIÉN UN CASO LÍMITE PUEDE SER REPRESENTATIVO.

Ginzburg no deshecha las investigaciones cuantitativas: Lo que critica es que son demasiado verticalistas. No importan tanto los títulos que se leían, lo que interesa a Ginzburg es cómo leía el público de entonces, en qué medida la cultura primordialmente oral interfería en la lectura, lo modificaba, reconfigurándolo.

La relación con el texto de Menocchio es muy distinta de la del lector culto de nuestros días. DESFASE ENTRE LOS TEXTOS DE LA LITERATURA POPULAR Y EL MODO EN QUE LOS LEÍAN LOS CAMPESINOS Y ARTESANOS (esto se lo reconoce a Bolleme). En Menocchio este desfase es más pronunciado y poco común.
 
Este desfase entre los textos leídos por el molinero y la manera en que los asimiló y refirió a sus inquisidores indica que sus actitudes no son imputables a tal o cual libro.
§        Nos remiten a una tradición oral seguramente muy antigua.
§   Reclaman una serie de temas elaborados por los grupos heréticos de formación humanista: tolerancia, tendencia a reducir la religión a concepto moral, etc.

En Menocchio aparecen indicios de un contexto de interpretación desde el cual asigna significados que no pueden reducirse a la repetición de libros que leyó ni filiarse plenamente en las sectas heréticas. Este contexto de interpretación refiere a una corriente autónoma de tradiciones diversas mucho más antiguas, un sustrato de creencias campesinas.

Indicio: la originalidad de la lectura de Menocchio. Clave de lectura que se patentiza en el encuentro de la cultura oral y la página impresa.

Esta clave de lectura es la prueba de la existencia de una cultura popular.
  
Dos grandes acontecimientos históricos hacen posible un caso como el de Menocchio:
1.     La invención de la imprenta: Le otorga la posibilidad de confrontar los libros con la tradición oral en la que se había criado. Lo provee de palabras para resolver el conglomerado de ideas y fantasías que llevaba dentro.
2.     La Reforma: Le otorga audacia para comunicar sus sentimientos al cura del pueblo, a sus paisanos, a los inquisidores.

La Contrarreforma: Se inicia una época caracterizada por la rigidez jerárquica, el adoctrinamiento paternalista de las masas, la erradicación de la cultura popular, la marginación de las minorías y los grupos disidentes. Y Menocchio en la hoguera.

Conclusiones
§   Lo que Ginzburg rescata es el carácter productivo de la cultura popular. Ya no se puede hablar de cultura alta y cultura baja o cultura popular y cultura letrada como compartimentos separados e inversos. Se trata de un modo de leer y de interpretar que, más que invertir, produce nuevos significados y saberes.

§   A pesar del rechazo de Ginzburg por aquellos historiadores que sostienen que la cultura popular no existe fuera del gesto que la suprime, este caso no hubiera tenido visibilidad si no hubiera mediado un aparato represivo que se puso en marcha para suprimirlo (la Inquisición). 


Resumen 2


Carlo Ginzburg

“El queso y los Gusanos”


(De la clase)
Ginzburg – gramsciano
Estudia la cultura popular del siglo 16 (el problema es el de las fuentes- está todos muertos). Trabaja con las actas de la Inquisición de Menocchio (molinero q lee e interpreta la Biblia de una manera distinta a la q la Iglesia quiere imponer; condenado a muerte por la Inquisición) O sea, Ginzburg hace con esas actas lo q Menocchio con la Biblia.

Se plantea un problema metodológico q Ginzburg salva de la sig manera:
-       “Menocchio es un único caso pero no escapa a su propia clase” – la clase no es una cuestión de cantidad.
-       Trabaja con actas de la Inquisición: no hay autonomía de las culturas. La CP no está ajena a la C oficial ni viceversa. Entre ambas hay préstamos, circularidad (Bajtín) y retroalimentación.

 El marco epistemológico de G no choca con la existencia (nadie puede decir q no existía la CP) sino q el problema es cómo construye ese corpus y cómo lo estudia: su problema es metodológico – G hace con esas actas lo q Menocchio con la Biblia (cada uno lo hace desde un lugar propio q no es el q le impone ese texto o esa C dominante. Lee esos escritos teniendo en cuenta la mediación, es decir, lee las prácticas a través de las representaciones- por ejemplo, en los Roldán hay una representación- no reflejo- de la CP y no la CP misma). Por ejemplo, Burke tb leyó la resistencia desde las reiteradas prohibiciones mientras q a Bauman no le interesaba epistemológicamente la resistencia (son textos complementarios)  - o sea, no afectan la existencia (o no de la CP) sino la construcción del objeto (el tema es metodológico)

Ginzburg plantea que dado que la cultura de las clases subalternas es en su mayor parte una cultura oral, el analista debe tomar datos de fuentes escritas, y escritas en lengua docta. Por lo tanto, sus creencias, ideas y prácticas llegan a través de filtros.
Lo q hay q leer son las mediaciones (q actúan como filtros deformantes): hay una doble distancia
-       pq está escrito y la CP es básicamente oral
-       pq está escrito por la clase dominante


- Critica a De Certeau y a Foucault: del 1º dice q afirmar q “no existe la CP más allá del gesto q la suprime” significa tirar el agua con el niño adentro. Al 2º lo acusa de “populismo negro”: al reconocer q hay un discurso de un otro al cual no podemos acceder sin modificarlo, Foucault opta por transcribirlo textualmente; así, no hay interpretación y no da cuenta de la relación C dominante/C dominada; no ve los préstamos o circularidad.

La escasez de testimonios sobre los comportamientos y actitudes de las clases subalternas del pasado es el primer obstáculo con que tropiezan las investigaciones históricas.
Intenta reconstruir un fragmento de la cultura de las clases subalternas o cultura popular.
La existencia de diferencias culturales dentro de las sociedades civilizadas constituye la base de la disciplina llamada folklore (historia de las tradiciones populares). Pero el empleo del termino cultura, como definición del conjunto de actitudes creencias, patrones de comportamiento, etc. propios de las clases subalternas en un determinado periodo histórico, es tardío y fue toma en préstamo de la antropología cultural.
Se ha superado  el concepto anticuado de folklore como mera cosecha de curiosidades y también se ha superado la postura de quienes no veían en las ideas, creencias y configuraciones de l mundo de las clases subalternas más que ideas desordenadas, creencias y visiones del mundo elaboradas por las clases dominantes siglos atrás.
Se plantea de este modo la relación existente entre la cultura de las clases subalternas y la de las clases dominantes ¿Hasta q punto es la 1º subalterna a la 2º? O, por el contrario, ¿en qué medida expresa contenidos cuando menos parcialmente alternativos? ¿Podemos hablar de circularidad entre ambos niveles de cultura? No hace mucho q los historiadores se preguntaron por esto; se debe a que persistía cierta idea aristocrática de la cultura (como patrimonio de las clases altas q luego desparraman hacia las clases subalternas de manera mecánica).
En comparación con los antropólogos y los investigadores de las tradiciones populares, el historiador parte con desventaja. La cultura de las clases subalternas es una cultura oral en su mayor parte. Tiene que tomar datos de fuentes escritas y escritas justamente por individuos vinculados a la cultura dominante (doblemente indirectas). Por lo tanto sus ideas, creencias y esperanzas nos llegan a través de filtros intermedios y deformantes.
Si cambiamos y decidimos estudiar no la cultura producida por las clases populares sino la cultura impuesta a ella, los términos del problema cambian. Esto se propuso Mandrou al estudiar a través de proverbios, preceptos y novelas de la Biblioteca Azul. Afirmó q la BA era el instrumento de una aculturación triunfante “como reflejo de la visión del mundo de las clases pop”, atribuyendo así a estas clases una absoluta pasividad cultural y a esta literatura una influencia desproporcionada. Pero no se puede identificar la cultura producida por las clases pop con la cultura impuesta a estas clases. Hay q leer las prácticas populares a través de “representaciones” pq en estas fuentes jhay una doble distancia y no la CP misma.
Bolleme ve, de manera más improbable q Mandrou, en este tipo de literatura la expresión espontánea de una cultura popular y autónoma, infiltrada por valores religiosos. De este modo se sustituye “literatura destinada al pueblo” por “literatura popular”, dejándola al margen de la cultura producida por las clases dominantes.

Bajtín centra en su estudio el carnaval. Esta visión del mundo elaborada a lo largo de los siglos por la cult pop, se contrapone para él, al dogmatismo y seriedad de la cult de las clases dominantes. Estudia la obra de Rabelais que por su contenido cómico piensa que este precede de los temas carnavalescos de la cult pop. Por lo tanto, dicotomía cultural pero también circularidad e influencia entre C subalterna y C hegemónica. Pero hay q tener en cuenta los intermediarios y filtros deformantes: no es q los artesanos y campesinos hablan directamente por boca de Rabelais.
Hay q admitir q cuando se habla de filtros e intermediarios deformantes no debemos exagerar. El hecho de q una fuente no sea “objetiva” (tampoco un inventario lo es) no significa q sea inutilizable. Una crónica hostil puede aportarnos valiosos testimonios sobre comportamientos de una comunidad rural en rebeldía. – críticas a De Certeau y a Foucault. 

Lo que hemos visto demuestra la ambigüedad del concepto de cultura popular y los problemas metodológicos q plantea su estudio. Es mucho más valiosa la hipótesis formulada por Bajtin de una influencia reciproca entre culturas de ambas clases.
Antes de examinar en qué medida las confesiones de Menocchio, el molinero friulano, ayudan a precisar el problema es justo preguntarse qué relevancia puede tener las ideas y creencias de un individuo de su nivel social considerado aisladamente (va contra estudios cuantitativos). De la cultura de la época y de su clase nadie escapa, no es una cuestión de cantidad (así Ginzburg salva una tensión y justifica la existencia). Como la lengua, la cultura ofrece al individuo un horizonte de posibilidades latentes, una jaula flexible e invisible para ejercer la propia libertad condicionada. Con claridez y lucidez Menocchio articuló el lenguaje de que históricamente disponía.
En conclusión, un caso limite como este puede ser representativo. Tanto en sentido negativo, porque ayuda a precisar qué es lo que debe entenderse por estadísticamente más frecuente, y positivo al permitir circunscribir las posibilidades latentes de algo (cult pop) que se advierte solo a través de documentos fragmentarios y deformantes.
La crítica que habría que hacerle a las investigaciones históricas cuantitativas es q son demasiado verticalistas. Parten de que no solo los textos, sino más aún los títulos, dan una orientación inequívoca. Almanaques, coplas, etc que constituía la masa de producción libresca de antaño, nos parece estática e inerte pero hay que ver cómo la leía el publico de entonces. ¿En qué medida la cultura primordialmente oral de esos lectores interfería con el disfrute del texto, modificándolo, reconfigurándolo?- se está preguntando por los usos. Esto nos permite medir el desfase entre los textos de la literatura popular y el modo en que los leían los campesinos y artesanos (un ej de esto es Menocchio).
El desfase entre los textos bíblicos leídos por Menocchio y la manera en que los asimiló y refierió a sus inquisidores, indica que sus actitudes no son imputables a tal o cual libro (sus lecturas refieren más a la tradición oral q a tal o cual libro). Nos remiten a una tradición oral muy antigua y reclaman una serie de temas elaborados por los grupos heréticos de formación humanista.
En estas circunstancias podríamos preguntarnos si lo que emerge de los razonamientos de Menocchio más que una cultura es una mentalidad. Pero situarlo al ámbito de la historia de la mentalidad significa situar en segundo plano el acentuado componente racional de su visón del mundo. Además Ginzburg prefiere el término “cultura popular” a “mentalidad colectiva” (q es interclasista y provoca extrapolaciones indebidas).


Apuntes de la clase:

Cuestión metodológica: estudiar a partir de un caso (Menocchio).

Microhistoria: analizar períodos de la historia a partir de pequeños casos.
Esta se opone a la Escuela de los Annales. Estudia la mentalidad de una época.
La crítica que hace Guinzburg es que no hay una mentalidad de una época.
En la microhistoria se estudian sectores que están enfrentados.

Fuentes: Escritos/expedientes de los juicios/Documentos sobre negocios

Menocchio sabía leer y escribir.

Definición de cultura: Sin embargo: De la cultura de la época y de su propia clase nadie                          escapa. La cultura ofrece al individuo un horizonte de posibilidades latentes, una jaula flexible e                         invisible para ejercer dentro de ella la libertad condicionada.

Filtros deformantes (tiene que ver con la metodología).
- de la oralidad a la escritura.
- traducción al latín, luego al italiano.
- declaraciones (de Menocchio) hechas bajo tortura.


Cuestionario guía:




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