Gianni
Vattimo – “La sociedad transparente”
Posmoderno: ¿Una sociedad transparente?
El término “posmoderno” tiene sentido, y se
enlaza con el hecho de que la sociedad en la que vivimos sea una sociedad de la
comunicación generalizada, la sociedad de los mass media.
Hablamos de posmoderno porque consideramos
que, en algunos de sus aspectos esenciales, la modernidad ha concluido.
Definición de Modernidad: época en la que
el hecho de ser moderno se convierte en un valor determinante. (Relacionado con
el hecho de que lo tradicional es considerado “superado”, de forma despectiva).
La Edad Moderna comienza a
fines del siglo XV. Comienza
considerarse al artista como “Genio creador”.
Se empieza a abrir camino un culto cada vez
más intenso por lo nuevo y lo original.
Se considera la historia humana como un
progresivo proceso de emancipación, como la realización, cada vez más perfecta,
del hombre ideal.
Historia dotada de sentido progresivoà tiene más valor lo más “avanzado”.
La historia es vista como un proceso unitario. Existe LA historia.
La
modernidad se acaba cuando deja de ser posible hablar de la historia como de
algo unitario, ordenada en torno al <<año cero>> del nacimiento de
Cristo, y de una concatenación de las vicisitudes protagonizas por los pueblos
de la zona “central” (Occidente).
Para la filosofía de los siglos XIX y XX
esta representación tiene un carácter ideológico
(construido por los grupos dominantes, lo que ocurre en el pasado no es
todo, sino aquello que parece ser relevante).
Se desemboca en la disolución de la idea de
historia como curso unitario: no hay una historia única, hay imágenes del
pasado.
La crisis de la idea de historia entraña la
de la idea de progreso: los Ilustrados, Hegel, Marx, los positivistas, y los
historicistas de todo tipo pensaban que el sentido de la historia estaba en la
realización de la civilización, esto es: de la figura del hombre europeo moderno.
Los llamados pueblos primitivos se han rebelado, volviendo problemática una
historia unitaria, centralizada. El ideal europeo de humanidad se ha ido
desvelando como un ideal más entre otros, no necesariamente peores.
Fin del imperialismo y el colonialismo, y
advenimiento de la sociedad
de la comunicación.
a) En el nacimiento de una sociedad posmoderna los mass media desempeñan
un papel determinante.
b) Que éstos caracterizan tal sociedad no como una sociedad más
“transparente”, más consciente de sí misma, más “iluminada”, sino como una
sociedad más compleja, caótica incluso, y que
c) En este “caos” relativo
residen nuestras esperanzas de emancipación.
Los medios de comunicación de masas han
sido determinantes para el venir a darse de la disolución de los puntos de
vista centrales (los grandes relatos).
Se han convertido en componentes de una
explosión y multiplicación generalizada de visiones
del mundo.
En los Estados Unidos de los últimos
decenios han tomado la palabra minorías de todo tipo.
La misma lógica del “mercado” de la
información reclama una continua dilatación de este mercado mismo, exigiendo
que “todo” se convierta en de alguna manera en objeto de comunicación.
La sociedad de los mass media es todo lo
contrario a una sociedad más ilustrada, (en el sentido de Hegel, Comte, Marx),
los mass media pueden parecer una realización concreta del Espíritu Absoluto
hegeliano, de la perfecta autoconciencia de toda la humanidad por simultaneidad
de lo que acontece, la historia y la conciencia del hombre.
La proliferación de visiones ha desmentido
la idea de una sociedad transparente. No hay una reproducción exacta de la realidad,
de perfecta objetividad, de total identificación del mapa con el territorio.
Cada vez es menos concebible la idea de una realidad.
Realidad para nosotros es más bien el
resultado del entrecruzarse, del “contaminarse” de las múltiples imágenes, interpretaciones
y reconstrucciones que compiten entre sí.
En la sociedad de los mass media se abre
camino un ideal de emancipación a cuya base misma están, la oscilación, la
pluralidad, y la erosión del propio “principio de realidad”.
Nietzsche ha mostrado que la imagen de una
realidad ordenada racionalmente sobre la base de un fundamento es solo un mito
tranquilizador, propio de una humanidad todavía bárbara y primitiva. La metafísica busca hacerse dueña de la realidad
por un “golpe de mano” que atrapa el principio primero del que todo depende.
Heidegger, ha mostrado que pensar el ser
como fundamento, y la realidad como sistema racional de causas y efectos, es
sólo una manera de extender a todo el ser el modelo de la objetividad
“científica”.
La emancipación consiste en un extrañamiento, que es un liberarse por
parte de las diferencias, de los elementos locales, de todo lo que podríamos
llamar, globalmente, el dialecto.
Hay una multiplicidad de racionalidades
“locales”.
El efecto emancipador de la liberación de
las racionalidades locales no reside en el mero garantizar a cada uno un mayor
reconocimiento y autenticidad; el sentido emancipador de la liberación de las
diferencias y los “dialectos” está más bien en el efecto añadido de extrañamiento que acompaña el primer efecto de
identificación. Ej: si hablo mi dialecto en un mundo de dialectos seré
consciente también de que la mía no es la única “lengua”.
Ej en experiencia estética (Dilthey):
El encuentro con la obra de arte es una
forma de experimentar, en la imaginación, otros modos de vida diversos de aquel
en el cual, de hecho, se viene a caer en la cotidianeidad concreta. La
experiencia estética nos hace vivir en otros mundos posibles. Se muestra así la
relatividad del mundo “real”. à Comparación con texto de Cortázar
“El perseguidor”.
Vivir en el mundo múltiple de los mass
media significa experimentar la libertad como oscilación continua entre la
pertenencia y el extrañamiento.
Ciencias
humanas y sociedad de la comunicación
En general las ciencias constituyen su objeto en lugar de explorar lo real ya constituido y
ordenado. Esto se aplica muy especialmente a las ciencias humanas.
Estas se hallan condicionadas en una
relación de recíproca determinación por el constituirse de la sociedad moderna
como sociedad de la comunicación. Son a un tiempo efecto y medio de un ulterior
desarrollo de la sociedad de la comunicación generalizada.
Llamamos ciencias humanas a todos aquellos
saberes que ofrecen una descripción “positiva”, no filosófica-trascendental,
del hombre, pero a partir no de lo que éste sea por naturaleza, sino de lo que
haya hecho de sí mismo, a partir, pues, de las instituciones, de las formas
simbólicas, y de la cultura.
Relación
de esas formas de saber con la sociedad de la comunicación generalizada:
Hipótesis: el intensificarse de los
fenómenos comunicativos, el acentuarse de la circulación informativa hasta
llegar a la simultaneidad de la crónica televisiva en directo no representa
sólo un aspecto entre otros de la modernización, sino de algún modo el centro y
el sentido mismo de este proceso.
Tesis de Mc Luhan: una sociedad se define y
caracteriza por las tecnologías de que dispone.
La diferencia entre países avanzados y
países atrasados se traduce como diferencia en el desarrollo de la informática.
a) El sentido en que se mueve la tecnología no es tanto el dominio de
la naturaleza por las máquinas, cuanto el específico desarrollo de la
información y de la comunicación del mundo como “imagen”;
b) Esta sociedad en la que la tecnología alcanza su cima en la
“información” es también esencialmente la sociedad de las ciencias humanas, la que se construye
y conoce, como su objeto adecuado, por las ciencias humanas, y la que se
expresa, en estas ciencias, como su aspecto determinante.
Contemporaneidad del
mundo contemporáneo:
Es un mundo en el cual se delinea y
comienza a actuar concretamente la tendencia a que la historia se reduzca al
plano de la simultaneidad, a través de técnicas como la crónica televisiva en
directo.
Los ideales sociales de la modernidad se
muestran unitariamente descriptibles como guiados por la utopía de la absoluta autotransparencia.
En la Ilustración al
extender el método científico a las realidades humanas se trata de una decisión
revolucionaria; en la sociedad de las ciencias humanas lo humano ha llegado a
ser objeto de conocimiento riguroso válido, riguroso, verificable.
Una sociedad libre es aquella en la que el
hombre puede hacerse consciente de sí mismo en una esfera pública, la de la
opinión pública, la libre discusión, etc., no estorbada por dogmas, prejuicios
o supersticiones.
Analogía con el programa hegeliano de la
realización del espíritu absoluto, plena autotransparencia de la razón. El
ideal de autotransparencia es asignado a la comunicación social y a las ciencias
humanas.
La sociedad de la comunicación ilimitada,
aquella en la cual se realiza la comunidad del socialismo lógico, es una
sociedad trasparente que justamente en la liquidación de los obstáculos y de
las opacidades, mediante un procedimiento que, por lo general, se moldea de
acuerdo con una cierta visión del psicoanálisis, llega incluso a reducir radicalmente
los motivos de conflicto.
¿Marca el ideal de la autotransparencia la
dirección hacia la que se encamina hoy la conexión entre sociedad en la
comunicación y ciencias sociales?
Bastaría que los mass media no se dejasen
condicionar por las ideologías, los intereses particulares, etc., y se
convirtiesen, de algún modo, en órganos de las ciencias sociales, se sometiesen
a la exigencia crítica de un conocimiento riguroso y difundieran una imagen
“científica” de la sociedad, aquella que las ciencias humanas están ahora en
condiciones de construir.
El inmenso desarrollo de las ciencias
humanas y la intensificación de la comunicación social no parecen producir un
incremento de la autotransparencia de la sociedad, sino más bien incluso,
funcionan en sentido contrario.
La sociedad parece avanzar hacia la
“fabulación del mundo”: las imágenes del mundo que nos ofrecen los mass media y
las ciencias humanas constituyen la objetividad misma del mundo y no solo
interpretaciones diversas de una realidad, de todos modos “dada”. “No hay
datos, solo hay interpretaciones” (Nietzsche)
Se debe reconocer que eso que llamamos la
“realidad del mundo” es algo que se constituye como “contexto” de las múltiples
fabulaciones.
El debate metodológico contribuye a
desdogmatizar las ciencias humanas, a que se vuelvan fábulas conscientes de ser
tales.
El debate está a favor de una disposición
menos ideológica de cara a la experiencia del mundo, el cual es el lugar de
producción de sistemas simbólicos, que se distinguen de los mitos, precisamente
porque son históricos.
Si ya
no podemos desenmascarar las mentiras de las ideologías invocando un fundamento
último y estable, podemos sin embargo explicitar el carácter plural de los
relatos, y hacerlo actuar como elemento liberador contra la rigidez de los
relatos monológicos, propia de los sistemas dogmáticos del mito.
La
autotransparencia se reduce a poner de manifiesto la pluralidad de los
mecanismos y armazones internos con que se construye nuestra cultura.
(La autotransparencia pone de manifiesto
que no hay autotransparencia).
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