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Merleau-Ponty - Bourdieu - Merleau Ponty y a Bourdieu se habalará del “cuerpo como sujeto de la práctica” y si esto es así como puede hacerse efectiva la proyectualidad en el diseño - Seminario de Diseño Gráfico y Publicitario - Savransky

Tema: Tomando a Merleau Ponty y a Bourdieu se habalará del  “cuerpo como sujeto de la práctica” y si esto es así como puede hacerse efectiva la proyectualidad en el diseño.

La práctica es un acto en el cual se produce sentido por lo tanto es un acto de creación debido a lo cual se puede decir que no existen condiciones a priori.
 Tanto Merleau-Ponty como Bourdieu en sus análisis privilegian el rol del cuerpo, ya que  consideran que toda práctica es ejecutada en primera instancia por un cuerpo y no por una conciencia que lo tendría como su instrumento obediente. El sujeto, antes que una conciencia, debe ser pensado como un sujeto corporal.
Según ambos autores, es el cuerpo del sujeto el que es puesto en el mundo y no su conciencia. El cuerpo sería, la primera modalidad de ser de cualquier sujeto. Desde esta óptica, no es posible considerar cartesianamente el cuerpo como mediador, en la relación entre el mundo y la conciencia, ni tampoco como esclavo del pensamiento tal como queda el lugar del cuerpo desde las cuatro causas elaboradas por Aristóteles.


Practica /Bourduie –Merleau
Tanto para Bourdieu como para Merleau Ponty la práctica aparece ante todo como una respuesta a las urgencias que el mundo nos solicita, y no como la decisión de una conciencia que desde su interior decide obrar sobre el mundo. Las urgencias suponen a las vez una relación con un algo otro sobre el cual se obra y una solicitación de ese otro.


Merleau Ponty cuerpo propio
Merleau Ponty  parte de la noción de cuerpo propio, que nada tiene que ver con el cuerpo fisiológico, el cuerpo propio es el  lugar  de la posibilidad  de instituir un sentido, como intencionalidad significativa a partir de la cual  “comprendo al otro y percibo cosas”.El cuerpo propio es el cuerpo de las vivencias y experiencias. Toda práctica es práctica de un cuerpo propio y el pensamiento  no es previo a la práctica sino que se constituye en su mismo hacer.


Cuerpo Bourdieu
 En la misma línea, Bourdieu  va a rechazar la idea de que las practicas dependan de fines concientes y  puedan reducirse a la anticipación de un pensamiento. Y  también entenderá al cuerpo como sujeto de la práctica “lo que se aprende por el cuerpo es algo que se es”.

Merleau Ponty  y Bourdie explican sus teorías a través de ciertos conceptos que se relacionan y no, y los cuales merecen de nuestra desarrollo. Merleau Ponty se refiere al concepto de hábito y disponibilidad y Bourdieu al de habitus y las disposiciones.


Habito/Merleau Ponty
Para Merleau-Ponty, el hábito es el modo principal por el cual el cuerpo puede captar y hacer propias las significaciones. El cuerpo atrapa y comprende el movimiento, la adquisición del habito es la captación de una significación, una significación motriz. El hábito no requiere para funcionar de ninguna clase de reflexión; su modo de ser y de expresarse se da actuando. Cuando un guitarrista toca una melodía, no está pensando a cada momento qué acorde debe ejecutar o dónde se encuentran las cuerdas que debe presionar para obtener el sonido deseado. Sus dedos simplemente van hacia ellas sin ninguna orden de la conciencia, sabiendo solos qué es lo que deben hacer. Esto es posible porque el cuerpo ha aprehendido, mediante el hábito, la significación y la ha hecho propia, la ha vuelto carne de modo tal que podría decirse que la significación de la melodía “está” en los dedos de quien la ejecuta.


Disponibilidad/Merleau Ponty
 Los sentidos de nuestras experiencias pasadas constituyen, toda vez que nos están presentes y son actuantes, nuestras disponibilidades, como un punto de partida, suelo de sentido de nuestros actos. De esta dotación de disponibilidades es desde donde parte el cuerpo para realizar sus prácticas.
La noción de disponibilidad de Merleau Ponty, deja en evidencia  que en la práctica el cuerpo cuenta con un posible, y este posible es abierto y no determinado. O sea, las disponibilidades con las que cuenta el cuerpo propio, nunca determinan el obrar, sino que lo hacen posible. La disponibilidad actúa como un suelo desde el cual opera nuestra practica, como un posible indeterminado, a ser determinado o no en el momento de la realización de esa practica, es por esto que Merleau Ponty jugando con el “yo pienso” cartesiano, habla de un “yo puedo”.


Bourdieu/disposición y habitus
Bourdieu define el hábitus como estructuras estructuradas que funcionan como estructuras estructurantes. Esto es entendido como un conjunto de disposiciones, que imprimen en el cuerpo del agente todo el peso de las determinaciones de las condiciones sociales de existencia. Así, las determinaciones sociales (como habitus de grupo) se transfieren a la determinación del sujeto individual.

Las disposiciones son una capacidad de realizar algo y se caracterizan por ser producto de un proceso social que las genera. Pero en este caso se estaría hablando de un “yo puedo” limitado, como una libertad condicional. El sujeto es libre de determinación pero acotándose a ciertas estructuras. El habitus no determina la práctica sino que la estructura, abriendo un abanico de posibilidades. El habitus produce prácticas reguladas y compatibles con las condiciones objetivas. Las prácticas se explican en virtud de la relación entre las condiciones sociales en las que se constituyó el habitus que las engendró y las condiciones sociales en las que se manifiestan. La práctica no es esclava de un pensamiento pero sí de un pasado que la estructura.

El habitus es una condición fuertemente reproductiva de las prácticas, hace una especie de tracción del mundo hacia sí, hacia las propias condiciones, voy metiendo al mundo de acuerdo a las condiciones de mi habitus. Aunque siempre hay posibilidad de generar sentido nuevo pero según las posibilidades del mismo habitus: cuando se le presenta una urgencia que no fue anticipada por él y no la puede resolver, la ignora.


Situación/ Merleau Ponty
El sentido de una práctica es siempre sentido de lo actual, de lo presente. Esa actualidad es lo que Merleau Ponty llama situación. La disponibilidad es el suelo de una situación. La disponibilidad acude a lo actual que es donde el cuerpo entabla su relación con el mundo.

El presente retiene el pasado como disponibilidad.
Mis vivencias pasadas están presentes en mi presente, pero de ninguna manera se anclan allí con un sentido instituido, sino que se prestan a mi cuerpo, por medio de un acto de retensión, para que ofrezca un sentido que siempre será una creación (y no una reproducción). De este modo, Merleau Ponty da cuenta de disponibilidades que no son determinantes como las disposiciones del hábitus de Bourdieu sino que son las que hacen posible una intención significativa nueva y son un fondo desde donde operan nuestras prácticas en el mundo.


Bordieu/ situación retomando lo ultima dicho de Merleau Ponty
Para Bourdieu en cambio, Las practicas que hacen posible un habitus estan inscriptas siempre en un presente pero condicionadas por una clase particular de condiciones de existencia. Entonces, en Bourdieu, las prácticas serían una reproducción de las condiciones de existencia, reproducciones de sentidos pasados.  De este modo habría una presencia activa de las experiencias pasadas que garantizan la conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo.


Diferencia importante Merleau/Bourdieu
Merleau  Ponty considera al cuerpo como lugar de la libertad y la posibilidad de esbozar una practica, como un “yo puedo”. Bourdieu no anula el “yo puedo” pero lo limita, por eso habla de libertad condicional.
Por otro lado, para el habitus de Bourdieu no somos el uno para el otro en una relación de intersubjetividad,  sino que los cuerpos son uno y otro para Dios (Sabransky) mejor dicho uno y otro para las condiciones sociales de existencia. Bourdieu concibe la interacción pero insertas en las determinaciones efectuadas por las disposiciones del habitus, nada escapa al habitus.  Bourdieu no reconoce la dimensión intersubjetiva de las intencionalidades significativas operantes en la corporalidad que se gestan en la relación entre los cuerpos propios y  que es pilar fundamental en la teoría de Merleau Ponty. Esto es importante tenerlo en cuenta para poder analizar las practicas en relación al diseño.


La práctica y el diseño
Una vez esbozado los principales argumentos a partir de los cuales estos autores  se opondrían a una relación de causalidad entre conocimiento y creación, es necesario  preguntarse por  la especificidad que define  a la práctica de diseño. En principio se trata de una práctica poiética (del griego póiesis, hacer) pero que a diferencia de una práctica artesanal, en la que los artesanos, en términos de Aristóteles  “obran sin saber lo que hacen”, el diseño funda su particularidad en la proyectualidad, es decir en una anticipación racional, un conocimiento previo. En tanto que disciplina proyectual, implica una concepción pensada previamente (prefiguración teórica) anterior a la realización práctica (configuración).
Si como se ha visto, asumimos que  el conocimiento no determina  a la práctica de modo directo e inmediato, entonces el conocimiento no puede pensarse como condición y garantía de la práctica. De este modo, la anticipación racional a la que aspira el diseño   encontraría ciertos límites impuestos por el cuerpo del cual emerge la práctica poiética.

 Eso no implica  dejar de reconocer que  el  conocimiento es esencial para las disciplinas proyectuales por lo cual es necesario dar cuenta de cómo este reaparece y se hace presente en el obrar. En diseño hay hacer pero también hay conocimiento. En virtud de haber comprendido a la practica como el hacer  de un cuerpo propio con una intencionalidad propia distinta de la conciencia  cabría pensar, en como, los contenidos de la reflexión que constituyen la instancia de prefiguración son transformados  y adquieren el modo de existencia de la corporalidad.  Si bien a través del conocimiento  y el pensar podemos plantearnos fines generales,  estos fines no determinan el acto concreto y singular de la práctica que  nos lleva a sorprendernos de nuestro  propio obrar  en el  mismo acto de de la practica. Aquí cabría preguntarse, teniendo en cuenta que si bien los dos autores se alejan de concebir la práctica determinada por un saber, como podría pensarse entonces  una práctica proyectual y que lugar le cabría al conocimiento.
Merleau Ponty distingue entre movimientos concretos y movimientos abstractos es decir que el cuerpo propio no sólo se abre a lo inmediato, a lo útil, es decir es movilizable por situaciones concretas,  sino que  al mismo tiempo puede colocarse en un campo de lo virtual. Esa proyección no tiene que ver con un cálculo racional sino con la idea de un cuerpo como un  yo puedo. El  movimiento abstracto se pondría en juego en la práctica del diseño. Ya que la urgencia  que el mundo nos plantea, no estaría planteada por objetos existentes sino objetos por ser.

 Desde Merleau  Ponty  lo que conozco se me presenta como “disponibilidad” y no como determinación, el conocimiento está en la misma relación que el habla hablada respecto del habla hablante, en tanto suelo, sedimentación de conocimiento que actúa como disponibilidad. Para Merleau Ponty hay también el mundo de pensamientos esa sedimentación de nuestras operaciones mentales  de las que disponemos, con las cuales podemos contar.

Se debe subrayar, que  para Merleau Ponty lo adquirido, de lo que disponemos,  expresa en todo momento la energía de nuestra práctica  presente. La noción de situación presente  en lo cual lo adquirido es reasumido  es decir que el sentido es fundante e  inaugural es lo que permite pensar las practicas poiéticas en Merleau Ponty como practicas libres, puesto que la disponibilidad no es determinación sino suelo que  me da una condición abierta de prácticas posibles y me permite pensar en su carácter contingente.

Por el contrario, si bien Bourdieu adhiere a la noción de práctica de un cuerpo no determinada por la conciencia, a partir de su concepto de habitus parece dejar poco margen para la libertad en las prácticas de creación. Puesto que asegura  la presencia activa de experiencias pasadas, que no son reasumidas por una situación presente como en Merleau Ponty, sino que depositadas en cada organismo  bajo la forma de principios  de  percepción, pensamiento y acción. El concepto de disposición presupone la determinidad  ya que Bourdieu  plantea expresamente que las disposiciones de un habitus no responden a las situaciones  presentes. También  Bourdieu ha  de referirse a la libertad que el entiende como condicionada pues concibe una capacidad de  de creación infinita pero estrictamente limitada. 

Es por esto que las herramientas que nos otorga Merleau Ponty serian más afines a resolver el problema de la proyectualidad en el diseño. El diseño apuesta a pensar en una solución lateral, siendo que sui bien el pensamiento no determina en forma directa e inmediata la practica, el pensamiento aparece. La prefiguración como acto de una conciencia, del pensamiento no estaría determinando la practica, pero se sedimentaria como un suelo de disponibilidades posibles de ser reanudadas a la hora de la practica. 


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