Bourdieu - "La juventud" no es más que una palabra" - (1990) - Comunicación II - Cátedra: Gándara Mangone
Bourdieu - "La juventud" no es más que una palabra" - (1990) - Comunicación II - Cátedra: Gándara Mangone
Cuando digo jóvenes/viejos, entiendo la relación en su forma más vacía. Siempre se es joven o viejo para alguien. Por eso que las divisiones en clases definidas por la edad son de lo más variables y son objeto de manipulaciones. Lo que Bourdieu quiere señalar es que la juventud y la vejez no están dadas, sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes y viejos. Por ejemplo va a decir que los "jóvenes" tienen más atributos propios del adulto, del noble, cuanto más cerca se encuentran del polo del poder.
Cada campo tiene sus leyes específicas de envejecimiento: para saber cómo se definen las generaciones hay que conocer las leyes específicas de funcionamiento del campo, las apuestas de la lucha y cuáles son las divisiones que crea esta lucha.
Dice que hay que establecer una diferencia entre dos juventudes: los "jóvenes" que ya trabajan y de los adolescentes de la misma edad (biológica) que son estudiantes. Establece que entre esas dos hay diferencias.
Sólo con un abuso tremendo del lenguaje se puede colocar bajo el mismo concepto universos sociales que no tienen casi nada en común.
Uno de los factores que contribuyó a confundir las oposiciones entre las diferentes juventudes de clase es el hecho de que las diferentes clases sociales tuvieron acceso de manera proporcionalmente más importante a la enseñanza secundaria y que una parte de los jóvenes (biológicamente) que hasta ese momento no habían tenido acceso a la adolescencia descubrió este estatus temporal de "medio niño-medio adulto", "ni niño, ni adulto". Parece que uno de los efectos más fuertes que tiene la situación del adolescente proviene de esta especie de existencia separada, que lo deja socialmente fuera de juego. La escuela es vista por Bourdieu como un lugar de poder, donde joven se encuentra apartado, excluido de lo social. Este dejar fuera de juego tiene importancia porque viene acompañada de uno de los efectos fundamentales de la escuela, que es la manipulación de las aspiraciones.
Existe cierta disparidad entre las aspiraciones y las posibilidades reales. Entrar en la enseñanza secundaria significa entrar en las aspiraciones que se inscribían en el hecho de tener acceso a la enseñanza secundaría en una etapa anterior. A causa de todo esto hay una devaluación por simple inflación y también porque cambió la "calidad social" de los que poseen títulos. Los efectos de la inflación escolar son más complicados de lo que se suele decir: como un título vale siempre lo que vales sus poseedores, un título que se hace más frecuente se devalúa y pierde aún más valor porque se vuelve accesible a gente "que no tiene valor social".
¿Cuáles son las consecuencias de este fenómeno de inflación?
Se trata de una especie de ruptura del círculo vicioso que hacía que el hijo del minero quisiera bajar a la mina, sin llegar a preguntarse si podría no hacerlo.
Ese efecto de desprendimiento del círculo, viene a añadirse, a pesar de todo, el confuso descubrimiento de lo que el sistema escolar promete a alguno; es el descubirmiento confuso, aun mediante el fracaso, de que el sistema escolar contribuye a reproducir los privilegios.
Actualmente en las clases populares, tanto entre los adultos como entre los adolescentes, de está dando el descubrimiento de que el sistema escolar es un vehículo de privilegios.
¿Cómo podría explicarse el hecho de que, desde hace unos tres o cuatro años, se observa una despolitización mucho mayor, según me parece?
La rebelión confusa pone en tela de juicio a todo el sistema escolar y se opone de manera absoluta a lo que era la experiencia del fracaso en el sistema tal como era antes. Se trata de un cuestionamiento más general y más vago, una especia de malestar en el trabajo, algo que no es político en el sentido ya establecido, pero podría serlo.
¿Esto influye en la lucha de generaciones?
Lo que para los padres era un privilegio extraordinario se ha vuelto común, estadísticamente. Mucho de los conflicto entre generaciones son conflictos entre sistemas de aspiraciones constitutidos en edades diferentes. Este desfasamiento es particularmente pronunciado entre las clases en decadencia.
Los que se oponen no son los jóvenes y los viejos, sino prácticamente dos etapas del sistema escolar, dos etapas de la escacez diferencial de los títulos, y esta oposición objetiva se refleja en luchas de clasificación: como no pueden decir que son jefes porque son ancianos, los viejos invocarán la experiencia que se asocia con la antigüedad, mientras que los jóvenes invocarán la capacidad que garantizan los títulos.
Ciertos conflictos que se perciben como conflictos de generación se darán en realidad, a través de las personas o grupos de edad constituidos en torno a relaciones diferentes con el sistema escolar.
Estos conflictos se evitan mientras los viejos consiguen regular el ritmo del ascenso de los más jóvenes, regular las carreras y los planes de estudio, controlar la rapidez con que se hace la carrera, frenar a los que no saben hacerlo, a los ambiciosos que quieren "correr antes de saber andar", que "se empujan". Cuando se pierde "el sentido del límite", aparecen conflictos sobre los límites de edad, los límites entre las edades, donde está en juego la transmisión del poder y de los privilegios entre las generaciones.
Cuando digo jóvenes/viejos, entiendo la relación en su forma más vacía. Siempre se es joven o viejo para alguien. Por eso que las divisiones en clases definidas por la edad son de lo más variables y son objeto de manipulaciones. Lo que Bourdieu quiere señalar es que la juventud y la vejez no están dadas, sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes y viejos. Por ejemplo va a decir que los "jóvenes" tienen más atributos propios del adulto, del noble, cuanto más cerca se encuentran del polo del poder.
Cada campo tiene sus leyes específicas de envejecimiento: para saber cómo se definen las generaciones hay que conocer las leyes específicas de funcionamiento del campo, las apuestas de la lucha y cuáles son las divisiones que crea esta lucha.
Dice que hay que establecer una diferencia entre dos juventudes: los "jóvenes" que ya trabajan y de los adolescentes de la misma edad (biológica) que son estudiantes. Establece que entre esas dos hay diferencias.
Sólo con un abuso tremendo del lenguaje se puede colocar bajo el mismo concepto universos sociales que no tienen casi nada en común.
Uno de los factores que contribuyó a confundir las oposiciones entre las diferentes juventudes de clase es el hecho de que las diferentes clases sociales tuvieron acceso de manera proporcionalmente más importante a la enseñanza secundaria y que una parte de los jóvenes (biológicamente) que hasta ese momento no habían tenido acceso a la adolescencia descubrió este estatus temporal de "medio niño-medio adulto", "ni niño, ni adulto". Parece que uno de los efectos más fuertes que tiene la situación del adolescente proviene de esta especie de existencia separada, que lo deja socialmente fuera de juego. La escuela es vista por Bourdieu como un lugar de poder, donde joven se encuentra apartado, excluido de lo social. Este dejar fuera de juego tiene importancia porque viene acompañada de uno de los efectos fundamentales de la escuela, que es la manipulación de las aspiraciones.
Existe cierta disparidad entre las aspiraciones y las posibilidades reales. Entrar en la enseñanza secundaria significa entrar en las aspiraciones que se inscribían en el hecho de tener acceso a la enseñanza secundaría en una etapa anterior. A causa de todo esto hay una devaluación por simple inflación y también porque cambió la "calidad social" de los que poseen títulos. Los efectos de la inflación escolar son más complicados de lo que se suele decir: como un título vale siempre lo que vales sus poseedores, un título que se hace más frecuente se devalúa y pierde aún más valor porque se vuelve accesible a gente "que no tiene valor social".
¿Cuáles son las consecuencias de este fenómeno de inflación?
Se trata de una especie de ruptura del círculo vicioso que hacía que el hijo del minero quisiera bajar a la mina, sin llegar a preguntarse si podría no hacerlo.
Ese efecto de desprendimiento del círculo, viene a añadirse, a pesar de todo, el confuso descubrimiento de lo que el sistema escolar promete a alguno; es el descubirmiento confuso, aun mediante el fracaso, de que el sistema escolar contribuye a reproducir los privilegios.
Actualmente en las clases populares, tanto entre los adultos como entre los adolescentes, de está dando el descubrimiento de que el sistema escolar es un vehículo de privilegios.
¿Cómo podría explicarse el hecho de que, desde hace unos tres o cuatro años, se observa una despolitización mucho mayor, según me parece?
La rebelión confusa pone en tela de juicio a todo el sistema escolar y se opone de manera absoluta a lo que era la experiencia del fracaso en el sistema tal como era antes. Se trata de un cuestionamiento más general y más vago, una especia de malestar en el trabajo, algo que no es político en el sentido ya establecido, pero podría serlo.
¿Esto influye en la lucha de generaciones?
Lo que para los padres era un privilegio extraordinario se ha vuelto común, estadísticamente. Mucho de los conflicto entre generaciones son conflictos entre sistemas de aspiraciones constitutidos en edades diferentes. Este desfasamiento es particularmente pronunciado entre las clases en decadencia.
Los que se oponen no son los jóvenes y los viejos, sino prácticamente dos etapas del sistema escolar, dos etapas de la escacez diferencial de los títulos, y esta oposición objetiva se refleja en luchas de clasificación: como no pueden decir que son jefes porque son ancianos, los viejos invocarán la experiencia que se asocia con la antigüedad, mientras que los jóvenes invocarán la capacidad que garantizan los títulos.
Ciertos conflictos que se perciben como conflictos de generación se darán en realidad, a través de las personas o grupos de edad constituidos en torno a relaciones diferentes con el sistema escolar.
Estos conflictos se evitan mientras los viejos consiguen regular el ritmo del ascenso de los más jóvenes, regular las carreras y los planes de estudio, controlar la rapidez con que se hace la carrera, frenar a los que no saben hacerlo, a los ambiciosos que quieren "correr antes de saber andar", que "se empujan". Cuando se pierde "el sentido del límite", aparecen conflictos sobre los límites de edad, los límites entre las edades, donde está en juego la transmisión del poder y de los privilegios entre las generaciones.
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