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Mangone - Teórico desgrabado "Balance de las cuatro décadas" - Comunicación II - Cátedra Mangone Gándara

Mangone - Teórico desgrabado "Balance de las cuatro décadas" - Comunicación II - Cátedra Mangone Gándara


Balance de cuatro décadas[1]

I
Estas dos clases de balance de cuatro décadas correspondientes al módulo III funcionan como una especie de bisagra entre estos tres primeros módulos que nosotros damos acerca de la construcción del campo de la comunicación y la cultura en América Latina. También son la apertura a dos grandes temas, por una parte las políticas culturales y por la otra la historia, tradición y actualidad de la comunicación alternativa. Con estos dos últimos temas también se proyectan las cuatro décadas y se pueden advertir los desplazamientos de conceptos y categorías. Es importante advertir las influencias y la determinación de los contextos políticos, sociales, económicos. Es decir que la primera parte, hicimos un camino histórico, y en la segunda es un eje más temático. De todas maneras en los 3 primeros módulos mantuvimos algunos temas, y en los 2 últimos módulos también vamos a proyectar la mirada histórica. Recomiendo entonces volver a revisar el primer teórico, que abre los tres primeros módulos, a releer las tensiones y las palabras clave que están al final del abstract en el encabezado del programa. Algunas de esas tensiones fueron tratadas en la primera clase teórica. En función de eso hoy vamos a tratar fundamentalmente un texto de Mattelart- Neveu, que es justamente un balance de los estudios culturales. Ahora vamos a fundamentar por qué estos son en sí mismos un balance y por qué nos sirven muy bien para hacer también un balance de América Latina. Les recomiendo que vayan leyendo las lecturas complementarias, hay algunas entrevistas que forman como un contexto de esta situación. Ustedes saben que las entrevistas tienen un valor didáctico porque el que contesta sabe que va a un auditorio que está esperando una respuesta y no un ensayo.
Santiago ya adelantó algunos conceptos sobre el lugar de los estudios culturales en América Latina, cómo influyeron para analizar los consumos. Yo me voy a referir a qué características adquirieron los estudios culturales en los años ´80 y haré una referencia muy general a su tradición. Se supone que ustedes en Comunicación I ven Estudios culturales, los padres fundadores. Digo se supone porque yo puedo garantizar lo que ven conmigo porque nosotros tenemos un módulo al respecto (es verdad que los chicos que a veces cursan la otra comunicación a veces lo ven otras no, en función de que hay una mayor dispersión temática en los prácticos, etc.) Quiero decir por alguna información general ustedes reconocen algunos padres fundadores de los estudios culturales sobre todo de la historiografía como E. Thompson, Eric Hobwsman, etc., y por el lado de los estudios literarios a Raymond Williams, Richard Hoggart... y en los estudios más de la sociología de la cultura, a Stuart Hall. O sea, tenemos dos antecedentes fuertes (Hobwsman y Thompson) que dan los elementos fundamentales de la revisión historiográfica del marxismo ¿qué significa esta revisión? Adjudicarle a la dimensión cultural un lugar mucho más importante y preponderante que el marxismo llamado ortodoxo. Siempre reitero una cuestión que me parece importante de analizar, que tiene que ver con el tan cacareado marxismo. Entre otras cosas, uno de los conceptos que ponemos allí es que en el desplazamiento que se produjo en estas décadas el marxismo quedó relegado a un marco de análisis, por lo tanto legitimado, porque se conoció históricamente como el marxismo legal. Yo no sé si todos los que están acá saben o conocen acerca de un dato marxista, del propio Marx, y de la visión de sus obras. Ustedes saben que Marx tenía una letra horrible. Este elemento aleatorio, trivial, cotidiano de la vida de las personas, para un escritor que escribe en una época de manuscritos pasa a ser un obstáculo muy importante para su discusión sobre todo si ese escritor es un itinerante, un errante, un exiliado permanente. Actualmente en el 2006 (Marx murió en 1883) un 35% de su obra manuscrita permanece inédita porque no se le entiende la letra. Algunos piensan que mejor que pase esto por si en ese 35 % llega a decir algo totalmente contrario a lo que dijo en el otro 65%. En segundo término, pocas veces se incorpora a la enseñanza de la sociología marxista (incluso al análisis cultural marxista) las obras culturalistas, antropológicas, humanistas, que tienen como eje la alienación. Ustedes saben que la palabra alienación que se la adjudica a Marx que viene de Hegel, en la obra El Capital aparece una sola vez, mientras que en el llamado “Marx joven” es la palabra más reiterada. Esos Manuscritos de 1843-44, La Ideología Alemana, es descubierta en 1927 y editada entre 1929 y 1932. Fíjense el dato, porque la principal conmoción del mundo, desde el punto de vista social, la Revolución Rusa, se hizo sin el conocimiento de La ideología alemana y de los Manuscritos. Lo que explica en parte cierta brutalidad analítica (digo “brutalidad”, no ignorancia, ni error, es decir trazos gruesos), en Lenin, de su escrito Materialismo y empiricricismo digo es un detalle éste, por qué Frankfurt influido por la lectura de estos textos va a generar lo que se llama la corriente neomarxista, junto a Gramsci, los estudios culturales van a retomar estos elementos para darle un nuevo lugar a la cultura (ni siquiera Weber leyó estos textos por lo que habla bien de Weber, en el sentido de que vislumbró una posibilidad, la llamada clase cultural, la dimensión simbólica, etc.). Es decir, un proceso histórico, irrumpen estos textos, que los consiguen Lukács y Riazanov, lo editan y a partir de ahí tiene un gran impacto. Es como si hoy se conociera una obra de Freud que cubra un bache muy importante de su teoría ¿Por qué les digo esto? Porque al estar editado “Capital, salario y plusvalía”, al aplicarse mecánicamente El capital a la parte cultural, aparece el llamado economicismo marxista (todo está determinado por la estructura económica, etc.), y La ideología alemana y los Manuscritos… son textos más vinculados a la cultura, a la crítica de la religión y a lo simbólico estaban inéditos.
Hice esta división para tener siempre en cuenta cuando leen una obra exijan su edición, su edición en lengua original, que eso indica también cuando fue leído por un campo, y se puede ver todo lo que ha recorrido ese texto. Otro ejemplo que damos habitualmente es que Jesús Martín Barbero lee a Williams por primera vez dos años antes de escribir De los medios a las mediaciones, imaginen ustedes todo el aparato de Williams leído dos años antes de producir ese texto. Hay un proceso que no se hizo, entonces se lo vuelca en el libro casi de manera citatoria.
¿Por qué la coincidencia del balance de las cuatro décadas se da con el balance de los estudios culturales? Esos padres fundadores de la historiografía derivan después en la constitución del instituto de estudios culturales de Birmingham en 1964. El proceso que da nacimiento a la llamada escuela de los estudios culturales británicos es parecido a cierta conformación geográfica, histórica y cultural de América Latina. Un breve relato para que se entienda esto. A partir de la Segunda Guerra mundial se produce un proceso de descolonización, las potencias europeas dejan los territorios de África, Asia y algunos de América Latina. Algunos nativos que se habían formado en las metrópolis (ejemplo Gandhi) vuelven a dirigir el proceso de descolonización, pero miles o millones que habían sido, digamos, empleados administrativos de la dirección metropolitana colonial o colaboracionistas, se van para que no les corten la cabeza directamente, se van a las metrópolis, a Londres, a Paris, a Berlín, a Bruselas, etc. Incluso el proceso turco produce una primera oleada inmigratoria hacia Europa. Eso va a generar un escenario en Europa de choque cultural en momentos en que la reconstrucción europea se estabiliza. Es decir que hay, demanda de mano de obra (finales del Plan Marshall) y empieza un choque cultural en los arrabales, la cultura obrera se empieza a fragmentar por la influencia de nuevos procesos de producción y por la influencia de dicha cultura (“la clase sin rostro” de Hoggart en el ´57) entonces a partir de ahí hay un nuevo escenario que dice que la categoría de cultura obrera, la noción de cultura popular se empieza a poner en cuestionamiento. Tiene que haber una suerte de evidencia social, pública, en la calle, para que un tema adquiera relevancia. Entonces ese es un escenario posible para pensar.
Cuando se crea el instituto de investigaciones de Birmingham, se da una paradoja, un conjunto de pensadores críticos del centro norte inglés, industrial, laborista de izquierda, muy manufacturero, muy industrial, que vienen del marxismo del partido comunista (algunos están relacionados con Perry Anderson que tiene tradición troskista, etc.), todos ellos críticos generan un espacio institucional. Hay un pecado de origen en los estudios culturales, una paradoja: se institucionaliza.
Por un lado implica recursos para investigar y por otro lado implica los condicionamientos que toda institucionalización produce. Una institución es un espacio en el cual se tiende a reproducir las condiciones que les da existencia y continuidad ¿Cómo conservamos la institución? Bueno, manteniendo su preámbulo, sus principios, etc. Ese momento fundacional de los estudios culturales tenía un programa de acción, quizás no tan explicitado, pero la lección inaugural de Richard Hoggart cuando asumió la primera dirección del instituto, lo manifiesta. Advirtiendo ese programa inicial podemos ver los desplazamientos, la evolución o la involución. Lo primero era revisar, al marxismo en sus limitaciones por comprender los nuevos fenómenos culturales. La pregunta que se hace Birmingham, es la pregunta que se hace Gramsci en la cárcel, la pregunta que se trata de contestar Adorno de manera más apocalíptica, por qué los subalternos le dan consenso a los dominantes. Decía, el problema fundacional era una disposición crítica frente a los cambios culturales y una intervención intelectual en esos cambios. Es decir, volver a la tradición del intelectual comprometido. Si bien Sartre existía, y existía la Guerra Fría, y existía la liberación de los pueblos del tercer mundo, etc., lo que se había visto a finales de los ´50, comienzo de los ´60, es una tendencia de cooptación de la expansión universitaria mundial, las universidades entre el ´56 y el ´65 pegan el salto más importante de toda su historia ¿por qué? Por una sencilla razón, la clase media mundial se expande geométricamente, la estabilización estadounidense, el crecimiento, el Plan Marshall europeo y el desarrollismo en el tercer mundo. Esto hace que la clase media urbana crezca ¿dónde termina esto? Mayo francés, en esa década México, Berlín, Tokio, Paris, Córdoba, todo ese proceso hace que la gente empuje para entrar a estudiar, y es una vía transitiva a los puestos de trabajo que la mayor expectativa de vida está taponando, que las estructuras del estado de bienestar está taponando. Digo esto porque quizás se observa que estoy citando este periodo como un periodo de claudicación intelectual. Hoy lo leemos como un periodo de reflexión y conciencia, pero si uno va a ese momento va a advertir que las reflexiones que se hacían son la creación de institutos de investigación, la expansión académica, la estructuración de cátedras de disciplinas, de congresos de investigación, de becas, postgrados, etc., lo que va debilitando la intervención político cultural. Un ejemplo nuestro es que los primeros sociólogos (Verón por ejemplo) empiezan a hacer un camino académico pero legítimo. Viajan, postgrados, estructuralismo, entrevistas, periodismo cultural, etc., pero eso significa ya una rutina, un protocolo y una canalización de energía. Si uno hace una cosa no hace la otra, y si hace las dos cosas al mismo tiempo tiene que tener una voluntad de transformación muy importante.
Entonces ese programa inicial va a ser seguido en los estudios culturales por una segunda etapa que va a ser una influencia francesa del estructuralismo. A ese programa inicial donde tratan de transferir los conocimientos críticos a la intervención social, venían de la educación de adultos, intervenían en los territorios, en los sindicatos, en las crisis, en los conflictos, en las huelgas. La segunda parte pasa el estructuralismo francés de golpe a Inglaterra. La llamada delantera francesa: Levi Strauss, Foucault, Althusser, Lacan y Barthes. Esos cinco entran abruptamente y Perry Anderson se filtra por la parte más izquierda con Gramsci. Entonces llega a Inglaterra este programa de intervención pero el que predomina es este estructuralismo lingüístico semiótico, el psiconanalisis lacaniano, la semiologia barthesiana, la nueva visión de poder de Foucault. En ese marco se produce un segundo momento de los estudios culturales que podríamos decir que a la institucionalización académica ahora se le agrega un recorte epistemológico que ustedes ya vieron en la polémica Comunicación y Cultura y Lenguajes. Es decir se vuelven mucho más estructuralistas, se hace mucho más hincapié en los textos. Este es el preámbulo de un tercer momento que es la etnografía de audiencias. Fíjense la evolución, se pasa de analizar el corpus (diarios, revistas, discursos, mensajes) a los universos y a los grupos (cómo ve la televisión la familia, cómo ven los noticieros, etc.) Ya estamos en un proceso donde los estudios culturales son expansivos. Lo que dice Mattelart “su vocación imperial”. Pero fíjense que coincide con la etapa `73 - `76, interrupción, `84 en adelante. Entonces tanto la institucionalización académica, la llegada de nuevas teorías que se abordan vorazmente sin beneficio de inventario, que se aplican rápidamente, nuevas nociones sobre la clase, el poder, la ideología, las instituciones van a producir un proceso (que sigue hasta hoy) que vamos a denominar despolitización.
Alumno: ¿Sería el cuarto momento?
Profesor: No, el cuarto no lo nombré, pero sería el balance autocrítico de los estudios culturales. Nosotros estaríamos en ese momento. Esto nace en el ´94 en un libro que publican Barker y Bezeer que se llama Introducción a los estudios culturales donde en la introducción dicen que hay como una especie de claudicación de la segunda y tercera generación acerca del plan inicial de los padres fundadores. Se usa la palabra despolitizador muchas veces ¿qué significa el proceso de despolitización? ¿Qué significa politizar algo? ¿Politizar la tarea académica, la tarea social, la intervención intelectual?
Alumno: Llenarlo de cultura, ideología, de historia...
Profesor: Historia, eso me gusta más. Porque si uno lo llena de historia empieza a advertir procesos, si advierte procesos busca causas, si busca causas genera las consecuencias. En realidad más allá de lo partidario, de lo ideológico, politizar tiene dos movimientos fundamentales...
Alumno: ¿movilizar?
Profesor: Ese sería un efecto de la politización. Es decir, cuando uno politiza un análisis lo inscribe en una totalidad. Podríamos decir que la tendencia a la fragmentación (cualquiera sea su característica) en sí misma es objetivamente despolitizadora. El otro elemento que está en el centro de su preocupación es el poder. Más allá que todos los discursos pueden tener un efecto político o un sujeto que los enuncia tenga un reconocimiento público político, si un político dice “a mí me gusta tomar café” tiene un efecto político. Ahora si un hijo le discute al padre funciones en la casa, obligaciones y derechos territorios y espacios, está siendo un discurso político aunque no hable de partidos, ideología o historia política. Si uno mantiene la visión de la totalidad (que implica noción de desigualdad) y si uno tiene en el centro de su preocupación la cuestión del poder el proceso se politiza. Digo esto, por lo siguiente ¿cuáles son los elementos que tienden a despolitizar un campo? Uno de ellos es que a la figura histórica del humanista totalizador, le sucede la figura del intelectual todavía totalizador, un fiscal republicano que no se queda en la apariencia de los sucesos sino que busca las relaciones esenciales de los mismos (Marx “lo importante no son las cosas sino las relaciones entre las cosas”). Fíjense que al revés, la industria cultural opera sobre las cosas. Todo aquel que quiere explicar causas no evidentes no tiene tiempo en la argumentación mediática ¿de dónde viene? ¿Quién fue? Historia, proceso, causa... eso es academia, intelectualidad o politización. Al primer humanista le sucedió el intelectual de Zola, después Sartre, después lo orgánico de Gramsci en los ´60, pero le sucede el experto disciplinario, luego el tecnócrata resolutivo, finalmente el burócrata ejecutivo. Esa cadena es importante tenerla en cuenta, porque humanista, intelectual, experto, experto académico, tecnócrata, y burócrata, es un proceso de despolitizacion, si eso se da en la academia deja un efecto, por eso hablamos de burocratización de circulación de sujetos y de textos ¿qué es un burócrata? “Burocracia” gobierno de los escritorios. Es decir, no importa lo que diga sino que este allí. El tecnócrata hace de su saber un fin o un todo, pero hay algo que lo distingue. Esto es importante tenerlo en cuenta porque en la medida en que proliferan los departamentos de estudios culturales, los congresos de investigadores, en la medida en que se expande la matrícula, las cátedras, las disciplinas, los niveles académicos, hay que buscar objetos específicos. Es como cuando uno va a hacer una tesina ¿de qué la hago? ¿Acerca de qué? Busco el listado, me desmarco, me delimito, me distingo, para pasar a ser en un momento el especialista, el experto en eso. Pero puedo terminar siendo el burócrata de ese tema, al repetir y cuando repito me convierto en el especialista de ese tema ¿me siguieron en este razonamiento de despolitización?

II
Otra de las influencias de la despolitización (paradójica influencia) son algunas teorías. Por ejemplo de Foucault, digo paradójica por que si este autor lleva la noción de poder a todos los intersticios de la vida social (la capilaridad), disuelve la noción de poder con mayúscula, a una noción de poder con minúscula que atraviesa toda la sociedad, del cuerpo a la sexualidad, la locura, el trabajo, la economía, etc. Esto resulta paradójico y está un poco planteado en uno de los textos de Causas y azares, si el poder está en todas partes pierde la evidencia y la visibilidad de estar entronizado en alguna, la monumentalidad del poder se debilita. Durante estos años se ha discutido en nuestros países dónde está el poder. Uno va siempre a Plaza de Mayo, cuando en realidad tiene la conciencia de que el poder no está en Plaza de Mayo, está en otro lado, la Plaza de Mayo es simbólica en este sentido (la Catedral, el Banco de la Nación, la Casa de gobierno, atrás de ella el edificio Libertador) hay una estructura que era la plaza fuerte, que es la estructura clásica del poder: mirando el Congreso, y (sino lo tapa la diagonal) los tribunales. Entonces tenemos el poder ahí. Al disolver la noción del poder se le quita fuerza en los ´60 y ´70 a estados, aparatos, organizaciones, por eso alternativizaban esas estructuras, pero en los ´80 aparece la visión de movimiento, de descentralización, entonces se corona un poco el proceso de despolitización. Quizás un último aspecto de la movilización y ustedes lo mencionaron es ¿para qué hace uno algo? ¿Para qué investigamos? Bueno, uno podrá decir realización personal, logro profesional, placer por el tema, etc., pero también hay un plus, porque al ser una elección voluntaria (no es como la elección de buena parte de la población que es en definitiva lo que se puede) ese plus es una tensión que hay muchas veces en la universidad, acerca de qué hacer con el conocimiento ¿Para quién? ¿Para mí mismo? ¿Para un grupo cercano? Esta evolución que ha tenido el humanista, el intelectual, el experto académico, tecnócrata, burócrata, nos lleva a otro tema interesante del balance de los estudios culturales y del balance de la comunicación y la cultura en América Latina.
Ustedes saben que la expansión de las universidades lleva el signo de la expansión de las ciencias sociales, quien más creció en las universidades son las ciencias sociales, en la Argentina casi el 56% del crecimiento universitario se da en las ciencias sociales. También porque son las más baratas, por lo menos en esta estructura de presupuesto universitario (no tenemos laboratorios, no tenemos prácticas, tenemos libros, oralidad y masas). En este proceso de expansión se empieza producir una tensión muy fuerte en el espacio público entre la importancia social del intelectual, del experto académico y los nuevos protagonistas del oráculo mediático. Esto es importante porque si el sistema mediático que hace circular la crítica o el nivel de análisis (lo que pasa con la juventud, la música popular, la política, la video política, etc.), empieza a construir sus todólogos, sus pensadores rápidos, como decía Bourdieu, hay una política universitaria que se siente agredida ¿qué hacemos ante eso? Entonces ahí hay reacciones institucionales. Una puede ser rechazarlo (una visión medio apocalíptica) “todo lo que tratan los medios, lo tratan de manera rápida, superficial y en forma vulgarizadora” (con ellos no hablamos, en ellos no estamos). Otra de las formas puede empezar a ser sentirse influido por la agenda de los medios y empezar a proyectar sobre la actividad académica esos intereses inmediatos. Es decir ¿qué estudio y con qué perspectiva? El martes les decía a los chicos esto de los oráculos mediáticos. Si ustedes fueran productores de un programa de radio, o de un programa de televisión, o de una revista de interés general, y vamos a suponer que no están estudiando acá, o ya estudiaron y vamos a suponer que no cursaron con algunos profesores, cursaron con otros, etc., y tienen que trabajar un tema como por ejemplo “jóvenes”, consumos musicales, peircing, tendencias, indumentaria, cualquiera de esas cosas para una revista del domingo, de interés general, llenar algún informe de fin de semana ¿a quién llamamos? ¿A quién le preguntamos? Podemos encontrar algún especialista. Hubo un robo en la entrada de un country entonces los productores miran la agenda y piensan ¿quién escribió sobre countries en este país? La Svampa, y Claudia Piñeyro que escribió una novela sobre eso. Esta semana desfilaron por todos los programas. Si no hay un tema tan especifico y volvemos a la llamada totalidad ¿a quién llamamos? Yo creo que si hacemos la enumeración ahora llegamos a quince que circulan por todos los programas desde hace 10 años. Es un elenco estable. Esto quiere decir que aunque tengan origen universitario y al repetirse su inclusión en los medios tienen un timming, empiezan a generar cómo intervenir, incluso algunos cuando son consultados contestan casi como un columnista, ya están acostumbrados, mientras que el experto académico quizás se desubica un poco porque no esta acostumbrado a eso. Esto es importante porque en la medida de que esos oráculos mediáticos empiezan a circular, que se convierten en todólogos, porque al fin de cuentas pueden hablar de cualquier tema, han escuchado hablar ustedes a pensadores, que son en realidad sociólogos de la literatura, o filósofos (si bien es bastante general el pensamiento filosófico) hablan de cualquier cosa por los medios, porque uno puede hablar de cualquier cosa en el café o puede relacionar temas para politizar o totalizar temas en una clase (lo digo con sumo respeto por los productores de radio, pero a veces me llaman para hablar de cualquier cosa, porque saben que yo temerariamente puedo hablar de cualquier cosa, pero les digo “no, no soy especialista, llamá un experto”). Esto es muy importante porque los estudios culturales (en América Latina también) necesitan crear objetos interesantes para poder circular en un espacio que ya no es sólo el universitario sino que es el mediático, el mercado y los financiamientos locales e internacionales. Por eso se produce una inflación de los estudios culturales ¿se acuerdan que habíamos hablado en los ´80 de hibridez tecnológica y hibridez cultural? También los estudios culturales son una hibridez epistemológica, no tienen nombre. Mucho más claro es decir Antropología, sociología, psicología, economía, que estudios culturales. Esto es interesante porque coincide también con una variante posmoderna relativista que ablanda las ciencias duras y le quita responsabilidad a las ciencias sociales de tener un objeto delimitado, un método, etc. Entonces se produce una gran inflación del departamento de estudios culturales, inflación de producciones.
Alumno: ¿dijo “interesante”?
Profesor: Sí. Bueno “interesante” es una palabra interesante. En la crónica policial en otra época se decía que la bala “interesó” o “no interesó” órganos vitales. “Interesar” es entrar. “Interesante” también está vinculado a que puede circular no problematizadoramente. Vos lo que hacés es una introducción al tema descriptiva y analíticamente, por eso hoy hay muchísimos marxistas en los medios, etc., teniendo en cuenta el marxismo como marco de análisis. Bush lo puede usar en cualquier momento, el problema de ese aparato de análisis, no es precisamente que sea ese análisis... de interpretar, ahora se trata de transformar decía Marx. Los estudios culturales terminaron diciendo “comentemos por lo menos”, ni interpretar ni transformar, “comentemos”. ¿Qué permiten también los estudios culturales? Permiten una circulación rentable de los mismos trabajos. La inflación deprecia la circulación. Si hacemos un congreso de jóvenes investigadores que se llama “Las nuevas subjetividades en la comunicación y cultura latinoamericana”. La palabra subjetividad implica algo psicológico, sicoanalítico, filosofía social, etc. Entonces algunas mesas centrales o algunos temas centrales respetan ese nombre porque va a haber otro congreso y se va a llamar de otra manera. Ahora en la bajada de quienes pude participar se hace un listado chorizo de 35 temas en donde entra todo. Entonces vos estás investigando un tema que se llama “los nuevos sujetos sociales en la crisis del 2001” y capaz que le diste una perspectiva de antropología social o de antropología cultural, pero también hay un congreso de semiología, y vos decís “presento este trabajo ahí y le cambio un poco el título “El discurso de la nueva subjetividad en la crisis del 2001”. La comisión que lo recibe puede decir “¿esto?”, la democratización dice “¿paga? Entra”. Formamos la mesa 15 personas exponen, 10 escuchan, ninguna pregunta, y todos aplauden. Mientras el poder construye workshops, es decir, un grupo focalizado, se envían sus trabajos entre ellos tres meses antes y se encuentran en algún lugar del mundo para discutir las conclusiones de eso, vuelven operativo el debate. Mientras el mundo plebeyo de las ciencias sociales va acumulando antecedentes en su currículum para ser citados, entonces después de un año en el que te presentaste a 8 congresos para aspirar a alguna beca, un subsidio de UBACYT, CONICET, etc. Esto lo digo en líneas generales, no todos lo hacen, pero buena parte, y a veces involuntariamente ¿pero que les permite esto? Fíjense si no existieran los estudios culturales, habría un congreso de Antropología, uno de sociología, uno de economía, presentás un trabajo y te dicen “esto no es...”. Los estudios culturales lo que permiten como cajón de sastre (¿lo saben? Donde todo está mezclado, el tipo mete la mano y no se pincha porque sabe donde está todo), bueno no hay estatutos de los métodos, estatutos de las técnicas, estatutos de los objetos, todo objeto puede ser interesante, todo objeto puede ser analizado. Una vez un joven investigador me dijo hace 10 años “no hay objetos de derecha ni de izquierda”. Uno podría decir que “el amor no es de derecha ni de izquierda”, “la honestidad no es de derecha ni de izquierda” o habrán escuchado “la corrupción no es de derecha ni de izquierda es corrupción”. Esto en realidad no es así porque ¿cómo sería politizar esta discusión? Inscribirla en una totalidad, en un funcionamiento social y llegaríamos por vía de un inteligente análisis a arribar a una conclusión de que hay algunos aspectos que podrían identificar algunas posturas de derecha e izquierda. Pero al decir que “no hay objetos de derecha ni de izquierda” estaba empezando un paulatino proceso de despolitizacion de su práctica investigativa. Porque yo lo que le decía era “te acepto eso”, en sí mismo un objeto no puede ser ni de izquierda ni de derecha, la mierda puede ser semiotizada, tranquilamente. Pero la elección del objeto y la finalidad del análisis pueden ser de izquierda o de derecha. Entonces la despolitizacion es no sólo la cuestión del poder, la cuestión de la totalidad, sino la finalidad de la práctica. Lo más claro es la asamblea universitaria. Cuando se la describe muchas veces se dice “hay docentes de todos los colores, de todos los bandos”. Es muy interesante esto, porque efectivamente es así, es muy probable que haya docentes que en el aula aplican un marco de análisis y en su práctica otra. Esa disociación de esferas es propia del proceso de despolitización. Más aun, hay docentes que hacen una cosa en esta universidad, otra en otra, es decir, ese proceso está vinculado al relativismo posmoderno, a la tendencia a la fragmentación, al carácter del experto, de la disciplina, y está ayudado por los estudios culturales. Hay un bajo nivel de conflictividad entre métodos, técnicas, objetos y fines dentro de los estudios culturales. En realidad los estudios culturales se parecen a una persona que dejó la adolescencia pero sigue siendo adolescente, y se pregunta ¿quién soy? ¿para qué existo? ¿qué voy a hacer? no descarta nada, todo sirve a los fines del análisis. El que no descarta no madura. Uno no tiene que retener todo, “retener” ustedes saben que es un estadio anal complicado. Ustedes se ríen pero hay un estadio infantil que es la proliferación de objetos (que podemos proyectarlo sobre los estudios culturales) que lo hemos mencionado alguna vez, es el juego que hacen los niños con los juguetes, en su cajón de juguetes, que sacan todo y ponen todo, así todo el tiempo. El proceso de juego es no gustarle ningún juguete. Esa situación si se proyecta en el tiempo es complicado lo tienen que consultar. En una tesina de grado puede pasar eso porque tengo que citar autores, etc. Además implica que en la medida que yo traigo cosas mi identidad se debilita, mi capacidad de opinión fundamentada por la argumentación teórica, desaparece porque hablan otros por mí.

III
La otra cuestión importante es el desplazamiento de algunos conceptos clave. Quizás el más importante de todos ellos sea el de clase. No es casual que la crisis del campo comunicacional y cultural (del mundo, en realidad, pero estamos hablando de América Latina) coincida con la expansión mediática y con el apogeo de los estudios culturales en la medida que la noción de clase se repliega ¿por qué? Porque es común a los medios masivos y a cualquier poder que gobierne en un momento determinado disimular la existencia de clases. Entonces si además se repliega del análisis coincide mediática y académicamente. Depende de la perspectiva teórica que se tenga, por ejemplo marxista, uno dice “las clase sociales ¿existen?” está bien, estamos en los primeros días del mes y por lo general a esta altura las clases sociales no existen, uno tiende a disolverse en una clase media, en este momento uno tiene casi todo el sueldo, y se iguala en algunos actos de consumo, etc., a medida que se acerca fin de mes uno va viendo que las clases sociales existen.
Lo que quiero decir es lo siguiente, desde la teoría marxista las clases sociales existen porque existe lucha de clases, lo que le da existencia a la clase es la lucha. Por eso en general en la tregua de la lucha de clases se disimula la existencia de la misma, por ejemplo la fiesta, el fin de semana, Navidad, el domingo, el “somos todos iguales de la misa”, o de la mesa familiar, etc. ¿vieron que en esos momentos hay poca propaganda política? Curioso ¿por qué no se volantea una cancha de fútbol donde hay 40 mil personas? ¿vieron alguna vez volantear la calle Corrientes de la 9 de julio a Callao un sábado a la noche? Porque uno tiene que ir a propagandizar en el lugar donde está la gente pero históricamente hay como treguas, como pausas donde se suspende virtualmente la lucha de clases. El problema no es que se suspenda tácticamente como una pausa cotidiana sino que se suspenda, se elimine o debilite del análisis, porque pierde su carácter crítico. Los estudios culturales cuando nacieron plantearon no sólo hay clases sino que había lucha de clases. El propio Bourdieu insatisfecho con el análisis marxista de la clase volvió clase todo, incluso en la lucha cultural hay clases, distinción. No por el criterio marxista clásico de la clase, pero sí lo que se fue produciendo tal vez por influencia mediática que tranversalizaba las clases (audiencias, familias, población, ciudadanía, usuario, cliente, consumidor, gente) lo que fue pasando es que se fue adecuando a ese hecho. La lucha de clases es escupir el asado, es aguar la fiesta, es terminar con la cosmogonía comunitaria, interrumpir la siesta del barrio. La politización: poder, conflicto, lucha. Eso le da existencia a la clase. Ningún obrero en la historia salió a decir (en una época más o menos calma) “yo soy obrero”, cuando le quitan los derechos, lo persiguen dicen “nosotros la clase obrera...”. En realidad todo se vive como en una enorme clase media, porque esta existe en cualquier momento de la historia, porque siempre hay una parte media entre el que está abajo y el que está arriba. Esto es muy importante porque si en lo académico lo crítico se debilita la noción de clase porque se debilita la noción de lucha... fíjense que todo gobierno cuando llega dice que se acabó la lucha de clases.
Alumno: ¿Entonces las clases sociales no existen por desigualdades económicas sino por un momento de tensión?
Profesor: La conciencia de la existencia de la lucha de clases es por un momento de tensión, de conflicto, se ven en la lucha las clases. Es que ¿hay algún instante que no sea de lucha? Por supuesto hay ingresos, capitales culturales, capitales educativos, etc., pero eso no existe sino es en un conflicto porque sino seria una sociedad estamental, de castas, sería una sociedad donde los grupos horizontales tiene un lugar armonioso, armónico, complementario. Pero no es así, ese es el salto de la edad media al capitalismo.
Alumno: ¿Puede ser que las letras de la cumbia villera hayan sido un modo de identificación de la clase frente al conflicto y ambiente que había después del 2001?
Profesor: El problema es que la evidencia de la letra de la cumbia villera, su circulación, y la conciencia pública acerca de su existencia ya tuvo carácter mediático. Quiero decir, si bien había un elemento previo que era una acumulación simbólica, material, como fue la bailanta a mediados de la década del ´80. La música tropical existió desde los años ´50, lo que pasa que estaba confinada en un sector que no tenía gran visibilidad, en definitiva, mucha de la gente que consume hoy música tropical, bailantera, a principios de los `60, consumía el Club del clan, y estos al lado de la música bailantera son Pavarotti y Plácido Domingo. Primera cuestión, estética. Segunda cuestión, ideológica: la ideología global de la cumbia villera se inscribía en lo que Gramsci llama lucha de clases desviada, lo asociaba al delito. En el delito hay una lucha de clases desviada porque no se organiza como conciencia social. El delincuente en realidad está planteando un nivel de expropiación de la riqueza (por lo menos en la época de Gramsci, hoy capaz que no es tan así por una cuestión cultural), pero no había una propuesta de organización social, había un reconocimiento, está más ligado a una cosmogonía campesina, es decir “somos así, nos bancamos esto” pero como “aguante” no como búsqueda de contrahegemonía. Esta para mí es una discusión que limita el tema de la cumbia villera como identidad de sectores que más que apostar a una contrahegemonía se resignan en sus prácticas, y entonces ahí viene la discusión de la conciencia de clase, la conciencia de sí, la conciencia para sí. Circuló mediáticamente en forma inmediata, a partir de ahí estuvo en la televisión, ahí el tipo cantaba a favor de la marihuana, a favor de la merca, a favor del delito, contra la policía, etc., y tenía una rentabilidad mercantil eso. La pregunta es: ese ideario ¿qué organizó?¿Organizó un enfrentamiento con la policía?. Parece más bien una válvula de escape, una especie de compensación simbólica. Yo le canto a la yuta, y nada más, cómo me organizo en contra de la yuta es otra cosa. Lo veo por ese lado.
Alumno: Lo decía porque durante la crisis estaba muy marcado...
Profesor: Sí, porque la crisis del 2001 más que darse como un conflicto de clases clásico se dio como un conflicto de empobrecimiento generalizado: el rico – pobre. El conflicto se dio más melodramático que el de la clase obrera y medios de producción. Entonces hubo elementos del melodrama, lo de ricos y pobres. En la cumbia villera está presente, además bajo la cultura de la marginación y la cultura de la producción. Fijate que muchas de las cosas que están planteadas en las canciones no tienen como referente a la fábrica. No tienen como referente el lugar de empleo muy organizado, sino a los márgenes, al cuentapropismo, a la sobrevida digamos.

IV
Les decía que uno de los términos desplazados es el de Imperialismo cultural, que es muy importante en los estudios culturales. Ustedes vieron en la polémica Lenguajes y Comunicación y cultura, lo que Wasjman le dice a Schmucler, Dorfman y Mattelart. A partir de los ´80 el desplazamiento de la noción de imperialismo cultural por transnacionalizacion, centro y periferia, y finalmente en los ´90 por el término globalización implica un debilitamiento del análisis de la relación asimétrica.
Porque en definitiva ¿qué dijeron Dorfman y Mattelart? Tampoco dijeron nada extraordinario, plantearon que con el imperialismo, el dominio financiero económico y militar, había un dominio cultural que se transmitía a veces de manera más o menos evidente y a veces de manera más o menos subliminal incluso en aquellos ejemplos que podían resultar simpáticamente progresistas, porque no solo el pato donald (que sería grosero) sino incluso Plaza Sésamo (que será analizado posteriormente) toda una serie de procesos que vienen del lado del llamado “imperialismo de la paz”. Ustedes saben que hay dos corrientes, está el imperialismo de la guerra, el belicista, muy ligado a la energía, al petróleo, al dominio territorial y a la represión (sería el ala más conservadora de los republicanos) y hay una zona imperialista de la paz, alianza para el progreso, desarrollismo, muy ligado al partido demócrata, a una relación con Europa, Fundación Ford, Fundación Rockefeller, etc., que coincidentemente empezaron a financiar en los ´90 parte de los estudios en comunicación y políticas culturales en América latina. Se dice “imperialismo de la paz” porque sus empresas principales progresan a partir de la paz.
Alumno: ¿todos estos cambios son hechos adrede en beneficio de un sector?
Profesor: La pregunta que estás haciendo vos casi nos lleva a definirnos acerca de por qué ocurren los hechos. Te voy traer dos ejemplos. Cuándo comienza la democracia en el ´84, ´85 en la facultad, en la carrera de sociología, uno asistía a frases como la siguiente, un alumno levantaba la mano y preguntaba “¿pero este proceso del Cordobazo no se debe a este factor?” y el docente contestaba “es mucho más complejo”. Con lo cual era riguroso porque las cosas no se pueden explicar por un sólo factor. Mucho más complejo debe ser el comienzo, la iniciativa que vos tenés con el alumno para construir conocimiento, para desarrollarlo durante el período de la clase, pero nunca puede ser el cierre de la clase o el cierre de la propuesta. Uno podría decir que vos tenés que entrar ahí (esta sería una cuestión ideal) con un esquema simple. Acá lo tenemos que hacer bolsa al esquema, pero cuando te vas te tenés que ir con un saldo esquemático. Pero cuando uno dice “es mucho más complejo” y lo repite, difiere o retrasa la posibilidad de encontrar un factor más importante, determinante, una razón jerárquicamente más importante, y por lo tanto si uno no elige una razón jerárquicamente no actúa en consecuencia “¿por qué el país esta así?” “ah, un conjunto de factores, la tradición política argentina, las costumbres, el argentino medio, el imperialismo en parte” Empezar todo un proceso así. Entonces cuando vos vas por el factor n° 25, prácticamente decís “¿y qué hacemos? ¿por dónde empezamos? ¿qué hacer?” Ahora, si vos después jerarquizás, reunís los factores, empezás a ver cuál es el principal. Es evidente que los medios simplifican, entonces cuando un joven entró a un aula y mató a todos sus compañeros en Carmen de Patagones, dicen “estaba loco”. Entonces llaman a un experto y este les dice “es mucho más complejo”. Ahí democratiza la explicación, la vuelve científica, por lo tanto para solucionar el problema tenés la multifactoriedad, pero siempre jerarquizás algo. Esa es una de las características del ´84 en la transición que estaba mostrando un desplazamiento del esquematismo de los ´70. Hay una vieja anécdota en un programa de cable en donde a una política argentina muy importante le preguntaban sobre su experiencia en los ´70, entonces decía que eran muy jóvenes en ese momento y todo se lo adjudicaban al imperialismo “hasta si llovía se lo adjudicábamos al imperialismo”. Entonces pasa y entrevistan a otro político que estaba ahí y este dice “voy a hacer una aclaración sobre lo que dijo la señora, fíjese qué paradoja, eran tan extremistas que todo se lo adjudicaban al imperialismo, incluso si llovía. Bueno, hoy si llueve en parte es culpa del imperialismo”.
La segunda cuestión: un alumno se levanta y dice “¿pero esto es porque estaba detrás el interés inglés? ¿estaba detrás la vanguardia política? ¿esto lo hizo Macri?” y el profesor con pedagogía le dice “esa es una mirada conspirativa, no adscriba a miradas conspirativas”¿qué quiere decir esto? En principio (para empezar a responderte) es que los procesos se dan más o menos objetivamente por la crisis de los intereses, etc., y que no habría un sujeto o conjunto de sujetos que intervienen en los sucesos de manera tendencial para distorsionarlos de tal manera que los provoca, los promueve, los resuelve, etc. Curioso esto, porque la academia (y esta es una visión conspirativa) era debilitar la noción de intervención, porque si yo hablo de “conspiración” los conspiradores pueden ser el imperialismo o la vanguardia política ¿quién interviene subjetivamente para modificar las condiciones objetivas ya existentes en una determinada dirección? ¿Quién interviene en el mercado para desestabilizarlo? ¿En una huelga para acentuarla? Entonces, el tema de la intervención ¿por qué te cuento esto? Porque una vez dando clase acá en Sociales en la cátedra de Oscar Landi en el ´92, vino Ricardo Piglia para hablar sobre la novela policial, y los alumnos de sociología estaban recontra preparados en eso de “es conspirativo”. En Ciencias Políticas están así de preparados. Yo estoy a favor de todas las conspiraciones, porque el mundo se ha hecho a base de conspiraciones ¿cómo te levantás una mina o un tipo sin una conspiración? ¿Cómo haces una revolución sin una conspiración? ¿Cómo organizás a la clase obrera sin una conspiración? Estoy exagerando la explicación pero estos de Ciencias Políticas que dan clase en las aulas de acá y que dicen no hay que mirar de manera conspirativa tiene como ícono fundador de la Ciencia política moderna a Nicolás Maquiavelo. Digo, negar la existencia de la conspiración en la política y decir que la política moderna cuando se dividió la familia del estado, etc., Nicolás Maquiavelo ha pasado a ser por antonomasia “el gran conspirador”. Vuelvo a la anécdota, entonces un alumno le dice a Piglia “¿pero eso no es una mirada conspirativa?” y Piglia amortizado, despolitizado, de otra época (era maoísta) le dice “bueno, en política hay una buena cuota de conspiración”. Claro, qué curioso que cuando la academia abandona esa postura, la conspiración vanguardista, la conspiración del imperialismo, la conspiración del sindicato combativo, etc., el mundo se ha vuelto ultra conspirativo.
Es decir, el imperialismo inventa una película sobre Kuwait e invade Irak, creó una represión en Kuwait por parte de los iraquíes que fue hecho en Nuevo México, y puede conspirar para levantar o bajar el precio del petróleo, para hacernos creer cualquier cosa. Pero eso está vinculado también a que los estudios sociales, políticos, comunicacionales y culturales el factor externo empezó a ser debilitado en el análisis inculpándose al factor interno. No todo, Mattelart dice “si nosotros nos fascinamos con el imperialismo cultural lo que perdemos de vista es cómo podemos intervenir frente a él”, el agobio del poder, ahora eso no significa que el imperialismo no exista. Ahora el “adrede” que vos estás marcando ya implica otra cosa, lo que podríamos decir es que dado determinados desarrollos de los procesos objetivos se interviene tendencialmente en esos procesos, y lo que podríamos decir hoy, es que cada vez se interviene más velozmente y de manera más conciente. Los grupos dominantes tienen hoy una cantidad de recursos impresionantes como para incorporar la disonancia, el ruido, la subversión, la transgresión de manera más veloz, incluso como para incorporar nuestro análisis académico crítico. Benetton hoy incorporó a su política publicitaria de los ´90 más rápidamente conclusiones de multiculturalismo que lo que podría haber sido un análisis critico marxista de los ´50, por la publicidad de la época. Es decir, cuando Adorno y Horkheimer estaban hablando de industria cultural, Holliwood por muchos años iba a hacer lo que Adorno y Horkheimer denunciaban. Ahora si aparecían en este momento un análisis sobre el cine catástrofe, las películas de Holliwood, las telenovelas de Suar, etc., inmediatamente eso se incorpora. Te voy a de decir algo aunque peque de desubicado, yo a veces veo respuestas de periodistas de espectáculos, apreciaciones, etc., que me recuerdan a algunas cosas que se dicen acá. Inmediatamente se toman algunas de las conclusiones y se empiezan a expresar porque inmediatamente va a haber un cambio, una pequeña innovación, etc. Es como el huevo y la gallina, el proceso se produce pero hay alguien que es conciente e interviene. Recuerden que hay una definición de libertad de Hegel que es “la libertad es la conciencia de la necesidad”, entonces inmediatamente se esta adquiriendo conciencia de cómo funciona la industria cultural, entonces inmediatamente se puede intervenir sobre ella.

V
Bueno volvamos al tema globalización, que en los estudios culturales dicen Mattelart y Neveu comienza a reemplazar la noción de imperialismo cultural. El propio Mattelart que es coprotagonista de esta noción dice que obviamente fue aplicada de manera mecánica pero el tema de la globalización trae otros problemas. Les voy a dar dos ejemplos de los efectos distorsionantes del análisis de la globalización. Uno es el tango. Ustedes han escuchado en los medios “qué importante el desarrollo del tango, hoy la juventud se acerca al tango, los jóvenes han redescubierto el tango”, son explicaciones, en principio sobre las apariencias, hay músicos de tango más jóvenes, el tango se baila, hay mucha oferta para bailar el tango que antes no pasaba ¿qué pasó? Bueno ahí también hay un efecto globalizante, en la medida en que cada vez hay más estudiantes de música que tienen que tener una salida profesional, y en la medida que el tango tiene un desarrollo internacional cosmopolita, la gente puede decir “a mí no me gusta esta música pero tengo que comer” y se empieza a producir de manera objetiva un desplazamiento hacia el tango porque tiene una salida profesional, y no una opción de estética musical. Ese tipo de análisis de economía política se fue abandonando en estos años, predomina el análisis simbólico, más semiótico del asunto. Porque pensemos en un pibe de 14 o 15 años que le gusta la música, y empieza a probar, y toca en San Telmo, sale con una bandita, va al exterior... con un grupo de rock no sale ni a la esquina.
Otro ejemplo es el cine argentino, que circula, que va a festivales, este tema de que la Patagonia es protagonista de buena parte del nuevo cine argentino, en realidad la Patagonia no es argentina, es una reserva mundial como la Amazonia, como el Sahara, etc., son lugares identificatorios que tiene un atractivo por sí mismos, y ahí hay un efecto en el cine argentino, un cine globalizado. Digamos, no está el revólver del imperialismo en la cabeza del cineasta que le dice filmá así, está el circuito comercial que hace que el localismo no sea incluido, sino como exotismo, incluso hasta como fórmula, Caballos Salvajes era una especie de Thelma y Louise por la Patagonia que en vez de ser dos mujeres, una media insatisfecha otra medio loquita, era un viejo y un joven, un jubilado espíritu anarquista, etc. Aparece una determinación que no es una imposición sino un consenso de dominación, de hegemonía. Yo siempre doy el ejemplo de las cerealitas, que es una de las galletitas que más me gustan y que es una identidad argentina, y que tengo la edad para decir que las cerealitas desde hace 10 años tiene mucha más sal, porque se la tenemos que vender a Brasil y los brasileros comen con más sal.

VI
Otro tema es el que Mattelart y Neveu definen como giro etnográfico. Este es un tema muy interesante porque es el actual tema de los estudios culturales ¿a qué se llama giro etnográfico? Es que al abandonar la crítica ideológica y la economía política, se abandonan dos aspectos: de quién son los medios y qué sentido tienen los mensajes. Dos pavaditas. Entonces se va a buscar ya no de quién son los medios, sino cómo se usan los medios, y más qué significan los mensajes, qué significan para la gente los medios. Es mucho más tranquilo hablar de cómo lee la gente Clarín y qué significa la lectura del diario o ve TN.
Acaban de comentar una noticia en la sala de profesores que no sé si la tienen, una noticia que salió ayer por América ¿alguien vio la reunión corporativa en América? ¿Quién es el nuevo director de relaciones institucionales del Grupo Uno? Leopoldo Moureau ¿Quién es el director de contenido del Grupo Uno? Roman Lejtman. Grupo Uno: Moneta, Vila, Manzano, atrás Yabrán muerto, después Massera, Menem, Mas Canossa, Cadena Fox... qué linda familia. Me llamó la atención que Carlos Heller hablara en esta reunión dando un informe de la economía argentina porque es probable que allí se esté pautando (al estilo de lo que hace Rolando Graña por televisión) el pool antiClarín, que tiene algo de Alberto Fernández, puede tener, una alianza tácita con Hadad, todo lo que acumule frente a Clarín, y ahí quizás habría una simpatía de algún sector de la izquierda que diga “¿qué hacemos? Vamos a un combate agónico, no nos vamos a dispersar”. Es raro lo que ocurre, porque el que quiere ir a la esquina capaz que tiene que ir con el Grupo Uno (diarios en todo el país, multimedios América, Carlitos Ávila estaba en la reunión también, gente que ha ganado “honestamente” todo su dinero).
El giro etnográfico en parte es tranquilizador. Lo que dice Mattelart y Neveu es “que a pesar de que los que estudian las audiencias llegan a aplicar en parte los usos y gratificaciones” ¿Cuál es la debilidad de este giro etnográfico? Ien Ang, una investigadora de audiencias, puso una carta en correo de lectores en un diario y preguntó por qué gustaba Dinastía. Le enviaron 32 cartas de lectores y con ellas hizo un libro. Barbero dice que la gente pone el goce en los medios y extrae placer ¿qué significa esto? Estar encantado con los medios. El problema no es que el público esté encantado con los medios (aunque podría desencantarse un poco para tener una distancia crítica), el problema es que el analista esté encantado con los medios. Esa lectura kitsch que se hizo de la cultura masiva en los ´80 (Isabel Sarli, Alberto Olmedo, etc.) hoy se puede hacer con cualquiera ¿Vieron que hay una periodista de espectáculos que se llama Laura Ubfal? Yo una vez fui invitado a un programa de Leon Guindín que tenía en Radio Splendid sobre sexo (hasta ahora no se por qué). Habíamos escrito un libro sobre Montaña Rusa, Caiga quien caiga, y El rayo, entonces nos invitan a hablar sobre la juventud. En un momento dado sacan a Laura Ubfal por teléfono que había escrito un librito que se llamaba Los teleídolos, que tenía una postura crítica. Ella nos saluda, había leído nuestro libro, nos felicitó y se dio una charla muy amena, los dos teníamos una postura crítica. Bueno, hoy es la columnista en el programa de González Oro. Esa cuestión o el programa de Tinelli por ejemplo (que es el programa más visto de la televisión argentina), ayer vi una parte donde había gusanos y ratas en una pecera y una persona tenía que agarrar una llave que estaba adentro. Lo mejor que podría hacer Tinelli es matarse en cámara para tener el mejor rating de la televisión, y creo que cumple con dos finalidades al mismo tiempo.
El giro etnográfico significa focalizar en un grupo de consulta, y como diría Barbero al haber un encantamiento del investigador se pierde la instancia crítica ¿por qué? No digo que no se confluyan en cosas muy importantes o inteligentes, sino que al abandonar el programa de análisis de la economía política, y de la crítica ideológica vos lo que empezás a describir es la intertextualidad, o lo que dijimos la otra clase, los géneros, que está muy bien pero ahí empezamos a jerarquizar análisis. Hoy salir a hablar de la telenovela que junto a los dibujos animados, los superhéroes eran los modelos de alienación en la industria cultural en la década del ´60 y ´70, y lo que no se advierte -en un análisis de economía política lo primero que hace es “los programas más precarios de la década del ´60 y ´70 eran los que estaban antes de las 6 de la tarde”, tiras diarias chorizo, que no se ensayaban, o los magazines- es ¿por qué se degradó la televisión argentina? ¿Por qué siguen existiendo esos programas? No, sino por qué esos programas pasaron a horarios centrales. Lo que quiero decir es que la televisión argentina (que no era buena pero tampoco era de las peores) de lunes a viernes de 7 a 11 de la noche tenía una variedad de programas en 4 o 5 canales, ahora tenés uno, y ese uno justamente coincide con los géneros más precarios de la peor televisión. El modelo tomado fue el de magazine, mezcla ¿estudios culturales? Uno podría decir también hay un efecto magazine en los estudios culturales porque no hay jerarquización de objetos, de temas, de métodos, etc.

Bueno, la seguimos el jueves que viene.



[1] Desgrabación de la clase teórica dictada por el Prof. Carlos Mangone el 4 de mayo de 2006. 

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