Sibilia - "Biopoder", en El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
Sibilia - "Biopoder", en El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
Privatización de las
biopolíticas.
Foucault: lo + significativo de la sociedad industrial fue la
adquisición de poder sobre el hombre en tanto ser vivo = “estatización de lo
biológico” por medio de la biopolíticas (dispositivo de poder que apuntaba a
las poblaciones). Todos los Estados implementaron biopolíticas de
planificación, regulación y prevención para intervenir en las condiciones de
vida, imponerles normas y adaptarlas a un proyecto nacional.
Nueva concepción de la vida: los
fenómenos propios de la especie humana ingresaron en el ámbito del saber y del
poder conformando técnicas para controlarlos y modificarlos. Así nació la idea de “población” como
problema político, que debía ser administrado y explotado por el Estado, también
salud, raza, higiene y natalidad.
Las estrategias estatales se complementó con el disciplinamiento de los cuerpos
individuales (propio de la era industrial) en las instituciones de encierro. Disciplinas y biopolíticas = articuladas en el capitalismo.
El 1º eje se dirigía al hombre-cuerpo (anatomopolítica) el 2º enfocaba al
hombre-especie (biopolítica) = ambos eran instrumentos de normalización para maximizar
y expropiar las fuerzas humanas, y optimizar su utilidad, valiéndose de
instituciones (médicas, educativas, administrativas) que establecían los
límites y comportamientos normales catalogando los posibles desvíos. (ej:
procedimientos para purificar y
modernizar los cuerpos: higiene, normas de conducta, salud, disciplina,
limpieza. Orden = lo que Elías denominó “proceso civilizador”: encuadramiento
gradual y persistente del tpo, espacio, los cuerpos en las ciudades).
La ética protestante ayudó, con su práctica ascética, la moral del
trabajo, organización racional de la vida, venerar el orden y la autodisciplina:
lograron amoldar los cuerpos en los modos de vida urbanos y al hombre exigido
por el capitalismo industrial.
En las sociedades
preindustrializadas el control de los hombres era – intenso, el derecho a la
vida solo era ejercido con la muerte “hacer morir”, pero las formas jurídicas
del S. XIX anunciaron el derecho de “hacer vivir y dejar morir” = administrar
las vidas, esa es la configuración que adquiere el poder: biopoder. Todas
las vidas tenían q´entrar en los dispositivos políticos, con el objetivo final
de la ortopedia social: inserción controlada de los cuerpos en el aparato de
producción, un formateo de cuerpos y almas cuya meta era la productividad. Se
formó el “trabajador”.
Hoy son las compañías privadas quienes cumplen un papel fundamental en
las biopolíticas de cuerpos y modos de ser: interpelan los cuerpos, producen
sujetos consumidores, el trabajo está + informatizado, el mercado de trabajo
piden cualidades volátiles: creatividad, inteligencia y habilidades
comunicativas.
Lejos de ser omnipotente, el
biopoder tiene grietas: si bien la vida está sometida a controles no lo está
íntegramente, por eso el formateo de
subjetividades es una batalla permanente. Hoy la técnica modifica la esencia orgánica, alterando los códigos de
vida y reprogramando los destinos biológicos individuales ó de la especie,
alterar los códigos genéticos y corregir las anormalidades. Hoy toma relevancia
“el riesgo” y la administración de los riesgos es complementaria al control que
ejerce el biopoder. La vida paso a
considerarse como una mercancía, una
invención humana que puede negociarse. Basta aislar y alterar un gen para que este
sea considerado un invento y se convierte en propiedad privada del inventor.
La tecnociencia faústica impone sus leyes transformando el material
genético de los seres vivos en mercaderías, patentatización del genoma humano y
de todo el patrimonio genético del planeta, se obtiene así, el derecho de
exclusividad de la vida que hay en el planeta. Las nuevas tecnologías de
formateo ya no apuntan a hombres ciudadanos de Estados, sino a consumidores
segmentados según lo requiere el mercado.
(Saber privatizado, todo depende del mercado)
El imperativo de la
salud.
El código genético desplaza al sexo (estudiado por Foucault) como
blanco de las técnicas disciplinarias. Los genes y el ADN están conformando un fuerte dispositivo político,
alrededor del cual se reorganiza el biopoder. Por el ADN se puede
determinar todo: anatomía, funciones biológicas, conductas, sensaciones y
placeres. Tanto con el sexo como con el ADN se penetra en lo profundo de las
esencias humanas ayudada hoy por el instrumental teleinformática. (Sangre, sexo
y gen: objetos predilectos de los dispositivos de poder)
Esto lleva a que se debilite el
psicoanálisis clásico y aparecen, en su lugar, los tratamientos ultrarrápidos
basados en una nueva generación de psicofármacos. Comparten el horizonte de
reprogramación anhelado por los tratamientos genéticos. Se redefinen conceptos
como normal y saludable. Ya no es necesario identificar el origen patológico
para los síntomas, basta verificar la distancia con respecto al modelo normal.
Así como fue el sexo, hoy la normalidad se produce por el código
genético, se define lo normal para que no haya anormalidades. ADN se cruzan las biopolíticas que apuntan
a la especie y las técnicas que apuntan al formateo de cuerpos y almas.
Alterar la programación para corregir
fallas es la nueva táctica para curar enfermedades, operar correcciones en el
sistema digital del complejo cuerpo-alma
percibido como un conjunto de informaciones codificadas, (Ej: drogas como
el lexotanil que actúa sobre el sistema neurológico de los pacientes para obtener
efectos inmediatos en el organismo). Mercado de psicofármacos donde niños
hiperactivos son tranquilizados, otros huyen de la depresión tomando píldoras.
El nuevo mal es la compulsión al consumo, aparatos administradores del estado
de ánimo, pero muchas drogas se usan hoy en día no para cuadros patológicos,
sino normales.
´80 se patentó la droga HGH dirigido
a un público mínimo, era una hormona de crecimiento proyectada genéticamente para
niños que sufren enanismo, aunque su consumo fue mayor, era tomada por niños que
tenían una altura considerada normal, la empresa quiso reconsiderar la baja
estatura como enfermedad (hasta ahora era considerada normal) para aumentar sus
ventas, afirmando que esos niños no eran normales sino “petisos”.
También el exceso de peso fue
decretado como una enfermedad. Se trata
de redefiniciones de términos como normal, saludable y enfermo.
Se redefine el concepto de normal el cual se cruza con el biopoder y la
lógica del consumo con una nueva
dinámica asociada al mercado. Hoy, hay nuevos términos: propensión,
probabilidades, riesgos y tendencias, ponen en vela el concepto de
“peligrosidad” (ej: análisis pre sintomáticos para ver los riesgos y problemas
que un organismo puede llegar a tener en el futuro) estos test son instrumentos
de control biopolíticos. Detectar riesgos probables antes de enfermarse y
morir, por el imperativo de la salud y medidas preventivas: alimentación,
deportes, psicofármacos, vitaminas y terapias.
La ambición infinita del impulso
faústico es en detectar a toda la población como virtualmente enferma, para
administrar sus riesgos, interviniendo en el código genético y eliminar el
carácter aleatorio del destino. Pero tb se requiere de una nueva
subjetividad: desprovisto de las profundidades del inconsciente, del compromiso
social y del peso de la historia, hay apego a los valores del mercado y la
búsqueda de soluciones técnicas para todos los problemas, se privilegian los
resultados rápidos, tangibles y mensurables. El hombre se convierte en gestor
de sí mismo (toma y asume riesgos, se administra él).
La peligrosidad es un porcentaje
revelado por las estadísticas, hoy todos los hombres son peligrosos, la esencia
de cada hombre es un dato estadístico que alude a su nivel de peligrosidad, a
su potencial de desvío, a las tendencias y propensiones de cada sujeto. Los
hombres tienen probabilidad de enfermarse y morir, todos poseen errores grabados en sus códigos, por eso todos deben
someterse a la economía de riesgos.
Obsesión actual por el cuidado
del cuerpo y por estilos de vida + saludables, el hombre como gestor de sí,
minimiza ó maximiza los riesgos probablemente inscritos en sus predisposición
genética, al combinarlos con un estilo de vida saludables ó peligroso. (ej.:
aparato de tomografía computada p´detectar la actividad cerebral en sujetos
considerados violentos). Antes la
discriminación era por racismo, hoy, se
produce por la inferioridad científicamente comprobada, una situación
demostrada en Gattaca (sociedad en la cual pocos ciudadanos que no fueron
proyectados genéticamente son considerados inválidos, son discriminados por ser
considerados inferiores pq´no cuentan con las ventajas de la planificación fáustica
en su composición genética y en su futuro libre de fallas).
“Válido” = alude al hombre equipado con las
prótesis teleinformáticas y biotecnológicas disponibles en el mercado,
“inválido” = quienes están configurados con la obsoleta configuración biológica
tradicional.
Aquellos que no logren la categoría de posthumano (pactando con las
promesas seductoras de los imperativos de la tecnociencia contemporanea)
estarán condenados a volverse subhumanos.
Las técnicas genéticas tienen el
potencial para alterar la especie humana, afectando no sólo al individuo en
tratamiento sino a toda su descendencia. Transición
hacia un nuevo régimen de poder: de la vieja vigilancia disciplinaria a una
gestión privada de los riesgos. Según
esta nueva perspectiva, el biopoder no apunta más hacia lo que el individuo
quiere, sino hacia lo que él es. No excluye al criminal, incluye a todos los
individuos porque todos están virtualmente enfermos y pasan a ser potencialmente
peligrosos. Así el sujeto cuya programación genética contiene errores se lo
condena a una especie de subhumanidad.
Resumen 2
La E se vuelve endémica. No hace falta que se manifieste, ya que se presenta
como inherente y constitutiva de la especie humana. Se redefine a los seres
humanos como virtualmente enfermos y se apela a ellos como consumidores para
ofrecerles la posibilidad de panificar sus vidas potencialmente eternas,
administrando constantemente sus riesgos, interviniendo en la fatalidad del
código y eliminando el carácter aleatorio del destino.
Resumen 2
SIBILIA,
Paula “Biopoder” 2005
El esquema que combinaba hábilmente biopolíticas y
disciplinas con los dolores y delicias del capitalismo industrial reinó sin
muchas fisuras hasta mediados del XX. En la actualidad varios factores
constitutivos de ese régimen han cambiado. Se trata de un proceso que aún está
en pleno desarrollo.
Deleuze en Sibilia:
Las redes de poder fueron adensando su trama en los últimos tiempos, delatando
una intensificación y sofisticación de los dispositivos desarrollados en las
sociedades industriales. Ahora, pulverizadas en redes flexibles y fluctuantes,
las relaciones de poder están irrigadas por las innovaciones tecno-científicas
y tienden a envolver todo el cuerpo social sin dejar prácticamente nada fuera
de control.
La empresa “es un
alma, un gas”, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo.
En el nuevo capitalismo de superproducción y marketing
saberes y poderes se entrelazan íntimamente con toda una serie de prácticas,
discursos y placeres que refuerzan tanto su eficacia como su legitimidad
socio-política.
ANTES
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AHORA
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Viejos mecanismos de poder: dominio centralizador de
los Estados nacionales e instituciones de encierro
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Nueva gama de tendencias asociadas al nuevo régimen.
Descentralización, privatización, virtualización, globalización. Se esparce
el modelo de la empresa, papel fundamental en la construcción biopolítica de
los cuerpos y modos de ser. Desplega su accionar sobre toda la superficie del
planeta y todas las instituciones.
Realizan funciones que antes pertenecían
exclusivamente al área pública
|
Biopoder en instituciones y áreas específicas
|
Los tentáculos se amplían y las traspasan, se
extienden por todos los espacios, durante toda la vida.
Relajamiento de los lazos con las instituciones
públicas y gubernamentales que constituían los principales vehículos de las
estrategias biopolíticas en la sociedad industrial.
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Institución omnipresente: el mercado. Soporte que
canaliza el control disperso y total.
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Biopolíticas apuntan a los ciudadanos de Estado.
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Interés del nuevo capitalismo en producir sujetos
consumidores. Ya no están distribuidos en poblaciones nacionales o censos
demográficos, sino segmentados en términos mercadotécnicos.
Sujetos consumidores virtualmente enfermos. Surge la figura del portador asintomático |
Demanda de mano de obra obrera
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El trabajo se ha vuelto cada vez menos mecánico y
más informatizado, dependiente de las tecnologías digitales de base
inmaterial.
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Cuerpos adiestrados de la era industrial
|
Almas capacitadas con cualidades volátiles como
creatividad, inteligencia, flexibles habilidades comunicativas
|
Instituciones capaces de modificar las esencias
orgánicas, alterando los códigos de la vida y reprogramando los destinos
biológicos individuales o de la especie. Posibilidad técnica y política de
generar algo vivo.
TECNOCIENCIA:hoy se intensifica la voluntad de aumentar, prolongar, multiplicar la vida, desviar, corregir o alterar sus deficiencias. Depende fuertemente del mercado. Los nuevos saberes privatizados y descentralizados venden la promesa de dominar lo imprevisible.
Promiscuidad entre el mercado y los laboratorios
|
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Derechos de propiedad intelectual: La vida pasó a
considerarse como un producto o una mercadería, una inversión humana que se
puede negociar. Las diversas formas de vida pueden patentarse, comprarse y
venderse en el mercado global. Los seres humanos y sus diversos componentes
orgánicos están incluidos en el proceso de privatización total de la vida
sobre
La alteración de un ser vivo efectuada en laboratorio se considera un invento |
|
Vieja vigilancia disciplinaria. El biopoder
interviene directamente sobre el organismo
|
Ampliación de la biopolítica: los análisis genéticos
presintomáticos se usan para evaluar a la gente, como una previsión fiable
de las potencialidades y riesgos que una persona podría presentar en el
futuro.
Prevención basada en propensiones, tendencias, riesgos y probabilidades.
Tipo de autovigilancia privada: obligación de cada
individuo de conocer sus tendencias y administrar sus riesgos
|
La producción biopolítica es siempre “imperfecta”,
porque las redes de poder están plagadas de resistencia, insurrecciones y
líneas de fuga. El formateo de cuerpos y subjetividades es un proceso
constante, una batalla sin fin entre fuerzas divergentes.
El biopoder necesita beber constantemente en la fuente
de los nuevos saberes y desarrollos tecnológicos.
El capitalismo del siglo XXI exhibe una capacidad
inaudita de devorar las fuerzas vitales y reciclar las resistencias a toda
velocidad, convirtiéndolas en eslóganes publicitarios para venderlas a buen
precio en el mercado.
El imperativo de la
salud: la enfermedad como error en el código y prevención de riesgos
Con el firme impacto que une la tecnociencia con el
mercado, se configuran y fortalecen nuevas ramas del saber médico.
La sangre aparece como el objeto predilecto de los
dispositivos de poder en las sociedades de soberanía
|
En la era moderna el sexo destronó a la sangre y
asumió el papel principal en la simbología y los rituales biopolíticos.
A través de él se busca la identidad, la esencia de las almas y los cuerpos |
Emerge una mística ligada a los genes, que parece
capaz de convertir a esos componentes moleculares de los organismos humanos
en los nuevos protagonistas del biopoder.
Ahora toda la verdad está inscripta y puede ser descifrada en el código genético |
El pasaje del sexo a los genes se expresa en el debilitamiento
del psicoanálisis clásico, a favor de tratamiento ultra rápidos y súper
eficaces, basados en la nueva generación de psicofármacos.
Se busca eliminar químicamente los problemas y esto suele tener efectos inmediatos en la eliminación de los síntomas. Disminuye así la relevancia de la esfera interior.
Se busca eliminar químicamente los problemas y esto suele tener efectos inmediatos en la eliminación de los síntomas. Disminuye así la relevancia de la esfera interior.
-Terapia genética de línea germinal: intervención en
el embrión, permite eliminar la propensión en las generaciones presentes y
futuras. Se diferencia de todos los dispositivos médicos del pasado.
Las anormalidades encontradas en el material genético
se consideran defectos o errores en la programación, como si fuera un problema
informático que puede corregirse con la ayuda de herramientas digitales.
-Lenguaje: los antiguos pares de oposiciones dicotómicas
(patología-normalidad salud-enfermedad) que conformaron la perspectiva
dialéctica se están descomponiendo. Ya no existe una línea divisoria que separe
nítidamente ambos términos de esos pares.
Donde impera la lógica digital, las variaciones posibles
exceden a los dos integrantes del par dialéctico, de modo que en este nuevo
régimen las posibilidades combinatorias son infinitas.
Se producen importantes redefiniciones de términos
como lo normal, saludable, enfermo.
La enfermedad
también se redefine: es un error probable en la programación que debe ser
corregido, para reactivar la salud del alma y el cuerpo. La meta primordial no es sólo la cura sino la
prevención de los riesgos detectados en los análisis informatizados.
La salud se convierte en un capital que los individuos
deben administrar, eligiendo consumos y hábitos de vida, haciendo inversiones
convenientes y calibrando los riesgos que éstas pueden implicar.
Vinculación concepto foucaultiano de peligrosidad: La esencia de cada ser
humano sería un dato estadístico que alude a su nivel de peligrosidad, a su
potencial de desvío, a las tendencias y propensiones de cada sujeto. Todos los
miembros de la especie humana tienen probabilidades de enfermarse y morir,
todos poseen errores grabados en sus códigos, están virtualmente enfermos. Por
eso todos deben someterse a la economía de los riesgos.
He aquí una advertencia de la tecnociencia: aquellos
que no logren alcanzar la categoría del posthumano, sellando el pacto de
trascendencia con las seductoras promesas y con los arduos imperativos de la
tecnociencia contemporánea, estarán condenados a volverse subhumanos.
FOUCAULT,
Michel “Del poder de soberanía al poder sobre la vida”, 1996
Uno de los fenómenos fundamentales del XIX es aquel
mediante el cual el poder se hizo cargo de la vida. Es una toma de poder sobre
el hombre en tanto ser viviente.
El sujeto es simplemente neutro y sólo gracias al
soberano tiene derecho a estar vivo o estar muerto. La vida y la muerte de los
sujetos se vuelven derechos sólo por efecto de la voluntad soberana.
No existe una simetría real dado que el derecho de
matar contiene en sí la esencia misma del derecho de vida y muerte: el soberano
ejerce su derecho sobre la vida desde el momento en que puede matar.
Si el viejo derecho de soberanía consistía en hacer morir o dejar vivir, el nuevo derecho será el de hacer vivir o dejar morir.
Si el viejo derecho de soberanía consistía en hacer morir o dejar vivir, el nuevo derecho será el de hacer vivir o dejar morir.
Siglos XVII y XVIII. Tecnología disciplinaria del
trabajo- Anatomopolítica
-Se ve aparecer técnicas de poder centradas
especialmente en el cuerpo individual. -Procedimientos mediante los cuales
se aseguraba la distribución espacial de los cuerpos individuales y la
organización de todo un campo de visibilidad.
-A esto se suman todas las técnicas gracias a las
cuales se cuidaba a los cuerpos y se procuraba aumentar su fuerza útil a través
del trabajo, su adiestramiento.
-Toma de poder sobre el cuerpo que se efectuó según la
individualización.
Mediados XVIII. Tecnología no disciplinaria del poder,
centrada sobre la vida – Biopoder
-Aparece
con el biopoder, un poder continuo, científico: el de hacer vivir. La soberanía
hacía morir o dejaba vivir. Ahora en cambio aparece un poder de regulación,
consistente en hacer vivir y dejar morir.
-Recoge efectos masivos propios de una población
específica y trata de controlar la serie de acontecimientos aleatorios que se
producen en una masa viviente.
-Se aplica a la vida de los hombres, no inviste al
hombre-cuerpo sino al hombre viviente, inviste al hombre espíritu.
No excluye la técnica disciplinaria, la integra y la
modifica. Se coloca en otra escala, tiene otra área de acción y recurre a
instrumentos diferentes.
Segunda toma de poder que procede de la masificación.
-En esta nueva tecnología del poder no
se trabaja exactamente ni con la sociedad ni con el individuo-cuerpo. Lo que
aparece es un nuevo cuerpo, múltiple, con una cantidad innumerable, sino
infinita de cabezas. Noción de población.
-La naturaleza de los fenómenos tomados
en consideración es colectiva, estos son sólo pertinentes a nivel de la masa.
-Nuevos mecanismos instaurados por la bio-política:
previsiones, estimaciones estadísticas, medidas globales. No se tratará tanto
de modificar un fenómeno particular como intervenir a nivel de las
determinaciones de los fenómenos generales.
No se toma al individuo en detalle, se
actúa por medio de mecanismos globales, para obtener estados totales de
equilibrio y regularidad. Se trata de
asegurar no tanto su disciplina como su regulación.
Tecnología de adiestramiento
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Tecnología de seguridad
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Tecnología disciplinaria
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Tecnología aseguradora y reguladora
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Cuerpo individualizado como organismo
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Cuerpo ubicado en procesos biológicos de conjunto
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Cuerpo-organismo-disciplina-instituciones
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Población-procesos biológicos-mecanismos
reguladores-Estado
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No se ubican en el mismo nivel. Esto permite
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que no se excluyan y se articulen
|
Las enfermedades no son consideradas como las causas
más frecuentes de decesos, sino como factores permanentes de reducción de
fuerzas, energías, disminución del tiempo de trabajo. Son consideradas en
términos de costos económicos.
Enfermedad como
fenómeno relativo a las poblaciones y ya no como muerte que se cierne
brutalmente sobre la vida
Se examinará ahora los efectos del ambiente
geográfico, climático, hidrográfico y los problemas conexos. Se suscitará el
problema del ambiente mismo, pero no como ambiente natural, sino como ambiente
que tiene efectos de retorno sobre la población.
La manifestación más concreta de este poder es el
proceso de exclusión progresiva de la muerte. La gran ritualización pública de
la muerte desapareció o se fue cancelando. A tal punto se canceló hoy la muerte
que ha llegado a ser algo que se esconde.
La muerte entendida como fin de la vida es el fin del
poder. Se ubica en una relación de exterioridad respecto del poder: es lo que
sucede fuera de su capacidad de acción, aquello sobre lo cual no puede actuar
sino global o estadísticamente. El poder
no dominará la muerte, sino a la mortalidad. La muerte será el momento en
que el individuo escapa a este poder, recae sobre sí mismo y se refugia en su
parte más privada. El poder no conoce
más la muerte y por eso debe abandonarla.
¿Por qué la
sexualidad llegó a ser en el XIX un campo de importancia estratégica
fundamental? Por un lado, como comportamiento corpóreo, depende de
un control disciplinario, individualizante, llevado en forma de vigilancia
permanente. Por otro, mediante sus efectos de procreación, se inscribe y
adquiere eficacia en amplios procesos biológicos que conciernen a la población.
Y en la medida en que la sexualidad se encuentra en el origen de las
enfermedades individuales y constituye el núcleo de la degeneración, representará el punto de articulación de lo disciplinario
y lo regulador, del cuerpo y de la población.
Paradoja del
bio-poder: Exceso sobre el derecho soberano. El poder atómico
es capaz de suprimir la vida y de suprimirse a sí mismo como poder para
asegurar la vida. Eg: bomba atómica.
¿Cómo es posible que un poder político mate y
reivindique la muerte? Racismo, calificación de unas razas como buenas y otras
como inferiores, separación entre las que deben vivir y las que deben morir. Permite
establecer una relación positiva pensando que cuanto más desaparezca esa raza,
menos degenerada será la especie.
El imperativo de muerte es admisible sólo si se tiende
a la victoria no sobre adversarios políticos, sino a la eliminación del peligro
biológico y al reforzamiento, directamente ligado con esta eliminación de la
especie misma o de la raza.
Que quede claro que cuando hablo de homicidio no
pienso simplemente en el asesinato directo, sino todo lo que puede ser también
muerte indirecta: el hecho de exponer a la muerte o de multiplicar para algunos
el riesgo de muerte, o más simplemente la muerte política, la expulsión.
Eg 2: Nazismo. Coincidencia convivir biopoder y concepción
antigua del soberano
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