Sloterdijk - "El hombre operable", en Revista Artefacto. Pensamientos sobre la Técnica N° 4 - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
Sloterdijk - "El hombre operable", en Revista Artefacto. Pensamientos sobre la Técnica N° 4 - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
El espíritu de las situaciones mas
extremas irrumpe en el proceso mas íntimo de la civilización. Nadie puede pasar
por alto el hecho de que la casa del ser está desapareciendo bajo un profuso
andamiaje, sin que sea posible saber qué aspecto tendrá después de las
refacciones. En el estado actual del mundo, el rasgo singular mas notable de la
historia tecnológica e intelectual es
que la cultura tecnológica está produciendo un nuevo estado de agregación del
lenguaje y la escritura, estado que tiene ya poco en común con las
interpretaciones tradicionales por parte de la religión, la metafísica y el
humanismo. Hablar y escribir en la época genética ha perdido por completo el sentido
que le era familiar; las tipologías tecnológicas se están desarrollando en un
sentido que ya no es el de la transmisión, y que ha dejado de evocar la
simplicidad doméstica, y los efectos de una conciliación con lo externo.
Desde Hegel es que existe una conexión
entre verdad y destino que implica algo mas que un recurso metafísico a lo
eterno. Estas intuiciones están prefiguradas en los esquemas generales de la
teología cristiana de la historia. Hegel los resume en su intento por proveer
al espíritu de una senda que imita al antiguo esquema europeo del sol con su
curso de oriente a occidente. El espíritu hegeliano parecía arreglárselas para
entrar en una 2º eternidad tras su llegada al distante oeste crepuscular. El
punto extremo del hegelianismo es la total auto-aprehensión del espíritu: su
símbolo geopolítico es el extremo mas distante del oeste.
Heidegger, en cambio, de haber tenido él
mismo intenciones narrativas, habría hecho construir a su protagonista una
cabaña en los montes para ver cómo sigue la historia. Para él era evidente que
la errancia sigue su curso. No tiene lugar ningún venir-a-sí-mismo, sino que
todo sugiere mas bien, en cambio, que la revelación del hombre a través de la
historia y la tecnología está a punto de caer en una era de tensiones y
oscurecimientos todavía mayores. Heidegger no considera que la historia de la
verdad sea un curso solar, sino mas bien la quemadura de una mecha conceptual
que corriera de Atenas a Hiroshima. En este crecimiento progresivo del saber y
de las capacidades técnicas, el hombre se auto-revela a sí mismo como el
hacedor de soles y de vida, colocándose en una posición en que debe dar
respuesta a la pregunta de si lo que pueda hace y lo que hace tiene que ver con
él mismo, y si en este hacer se encuentra el cabe-sí-mismo.
Frente a tales consecuencias, no es
posible negar que esta historia, en la medida en que es una historia exitosa
del saber potente y de la potencia científica, debe también ser leída como una
historia de la verdad y de su dominio por el hombre. Y sin embargo, esta es
apenas una historia parcial de la verdad, una verdad siempre aprehendida solo
fragmentariamente por el hombre y sus operaciones.
Dado que la historia no hace
preparativos para cerrar el círculo, tanto ellos como la sociedad tecnológicas,
permanecen atrapados en un movimiento que Heidegger dio en llamar ‘errancia’.
El errar caracteriza la forma de movimiento histórico de la existencia que no
es cabe-sí y que abre una vía a través de lo no-propio.
Al ser la errancia presentada así como
una constante epoca, surge la pregunta de si , dado su vínculo con el destino
de la metafísica, no deberá sufrir también ella un profundo cambio tras el
hundimiento y ‘descomposición’ de la primera.
Frente al hecho de que un pensador de la
talla de Heidegger crea ver todavía razones para interpretar el curso del mundo
como un duradero y fatal extravío, es inevitable la sospecha de que todo podría
deberse a una ilusión óptica... sospecha que se vuelve tanto mas plausible al
recordar que tras su intento fracasado con la ‘revolución nacional’, Heidegger
deja de hacer sugerencias respecto de cómo podría ser pensado filosóficamente
un retorno de la errancia. Su refugio en la poética del ser es una solución
provisoria en el mejor de los casos.
Se consolida la suposición de que la
teoría de la errancia surge de una descripción de la relación entre el hombre y
el Ser equivocada y que hay que revisar. Debemos a Gotthard Günther la prueba
de que la metafísica clásica lleva a la incapacidad absoluta para describir en
términos ontológicamente adecuados fenómenos culturales tales como
herramientas, obras de arte, máquinas, leyes, usos y costumbres, por la simple
razón de que diferenciación fundamental de cuerpo y alma, espíritu y materia,
sujeto y objeto, libertad y mecanismo, no puede ya habérselas con entidades de
este tipo, son por su propia constitución híbridos con una ‘componente’
espiritual y otra material. Si consideramos, al modo platónico, que las formas
son el ser auténtico, entonces la materia solo podrá ser entendida como una
suerte de no-ser; si subtancializamos en cambio la materia, son esta vez las
formas las auténticas , un no-ser. Estos errores no son, naturalmente, simples
malentendidos atribuibles a personas sino que muestran mas bien los límites de la
gramática.
Con la obra de Hegel se crea por 1º vez
una lógica que permite definir el estatuto ontológico de los artefactos bajo el
título de ‘espíritu objetivo’. Este impulso quedó bloqueado en términos
intelectuales y culturales del análisis hegeliano. Solo ocurrió un cambio
respecto de esto cuando la cibernética, como teoría y práctica de las máquinas
inteligentes, y la biología moderna, como estudio de unidades sistema-ambiente.
El concepto de espíritu objetivo se transforma en el principio de información.
Este transita entre los pensamientos y las cosas, como un 3º valor entre el
polo de la reflexión y el de la cosa, entre el espíritu y la materia.
Máquinas y artefactos son entonces
negaciones realmente existentes de las condiciones que se verifican antes de
que se imprimiera la in-formación en el soporte. Son en este sentido, recuerdos
o reflexiones que se han vuelto objetivas
En la frase ‘hay información’ hay
implicadas otras frases: hay sistemas, hay recuerdos, hay cultura, hay
inteligencia artificial. Incluso la oración ‘hay genes’ solo puede ser entendida
como el producto de una situación nueva: muestra la transferencia exitosa del
principio de información a la esfera de la naturaleza.
Una de las motivaciones mas profunda
detrás de la así llamada errancia de la humanidad histórica, puede ser
descubierta en el hecho de que los agentes de la era metafísica evidentemente
se aproximaron a los entes con una falsa descripción. Dividen a los entes en
subjetivos y objetivos y colocan el alma, el yo y lo humano en un lado, y la
cosa, el mecanismo y lo inhumano, en el otro. La aplicación práctica de esta
distinción se llama dominación. En el curso del iluminismo tecnológico se
verifica que esta clasificación es insostenible porque atribuye al sujeto y al
alma, tal como señala Günther, multitud de capacidades y propiedades que
pertenecen al otro lado.
Se comienza a entender que la ‘materia
informada’o el mecanismo superior, pueden funcionar parasubjetivamente, y cómo
esto es posible. Estos desempeños pueden incluir la aparición de inteligencia
planificadora, capacidad dialógica, espontaneidad y libertad.
Muchos tienen la sospecha de que esta
revisión implica una expropiación de la individualidad, y la rechazan como si
fuera un plan tecnológico demoníaco. La ominosidad del proceso no se puede
negar porque impresiona por medio de resultados incontestables. Todo lo que
ocurre en el frente tecnológico tiene ahora consecuencias para la
auto-comprensión humana.
La irrupción mas espectacular de lo
mecánico en lo subjetivo se revela en las tecnologías genéticas: estas
introducen un amplio espectro de precondiciones físicas de la persona dentro
del campo de las manipulaciones artificiales, proceso que evoca la imagen
popular, mas o menos fantástica, de un futuro previsible en que podrían
‘hacerse hombres’. Esta invasión del campo imaginario del sujeto o de la
persona está rodeada de temores, a causa de que incluso del lado del así
llamado objeto, en la estructura material básica de los seres vivos, no se
puede encontrar ya nada material en el sentido de la vieja ontología de la
materia. Queda claro que el sujeto personal tradicional no se puede descubrir
ya en estos procesos nada de aquello a lo que estaba ontológicamente
acostumbrado; ni del lado del yo, tal como se lo solía presentar, ni del lado
de la cosa, como se la conocía.
El hombre, como poder reflexivo y
constructivo, no se encuentra en una posición en la que puede elegir entre
ser-completamente-cabe-sí y ser-completamente-fuera-de-sí. La elección entre
una aprehensión total del yo y una total pérdida de éste le resulta tan
imposible como la elección entre una concentración y una dispersión totales. Es
mas bien una posibilidad regional de apertura de claro, y una posibilidad local
de concentración.
La histeria anti-tecnológica que se ha
adueñado de grandes partes del mundo occidental, es un producto de la
descomposición de la metafísica: se aferra a falsas clasificaciones de los
entes de modos de resistir a procesos en que tales clasificaciones son
conmovidas. Esta histeria es reaccionaria en el sentido esencial de la palabra.
Esto se aplica sobre todo a los hábitos de la crítica del poder. En el esquema
metafísico, la división del ser en sujeto y objeto se ve reflejada en la
diferencia entre amo y esclavo. Dentro de esta disposición, la crítica del
poder solo puede ser articulada como resistencia de la parte suprimida
sujeto-esclavo-materia-prima, contra la parte sujeto-amo-trabajador. No se
puede descartar que el efecto amo esté en proceso de disolución y subsista mas
que nada como el postulado fijado en la rebelión, como izquierda historizada y
humanismo de museo.
En la edad de las 2º máquinas, la
‘acción’ retrocede y es reemplazada por operaciones de las puntas de los dedos.
La incubadora para el hombre y la humanidad es producida por tecnologías de
hardware, y su clima determinado por tecnologías de software. Si ‘hay’ hombre
es porque hay tecnología que lo ha hecho evolucionar a partir de lo pre-humano.
Ella es la verdadera productora de seres humanos, o el plano sobre el cual
puede haberlos. De modo que los seres humanos no se encuentran en cada nuevo
plano cuando se exponen a sí mismos a la subsiguiente creación y manipulación,
y no hacen nada perverso si se cambian a sí mismos auto-tecnológicamente.
Hay que tener cuidado de no mirar a
través de las lentes de las clasificaciones falsas a estas nuevas operaciones
antropoplásticas que se han hecho posibles recientemente, desde el transplante
de órganos a las terapias génicas: bajo estos presupuestos metafísicos todo
sería como si un amo subjetivo todavía quisiera esclavizar a una materia
objetiva. El esquema del sujeto-amo que ejerce poder sobre una materia servil
poseía una verosimilitud innegable en la época de la metafísica clásica. Por
este época tendía a ser cierto que el amo subjetivo al usar útiles,
esclavizaría a los objetos y difícilmente reconocería sus propias naturalezas,
sobre todo cuando éstos eran humanos que podían tener también una pretensión a
hacer valer para sí la subjetividad o la libertad del amo.
En el viejo concepto de materia está
siempre prefigurado de antemano que tal materia se va a usar de modo
heteronómico por virtud de aptitudes mínimas, resistentes en última instancia.
Solo en la esfera de las antiguas artesanías a lo sumo, hay rastros de que la
sabiduría de los maestros artesanos residía en no forzar las cosas. De los
maestros del pensamiento, debe haber sido Spinoza el que mas lúcidamente
señalara cómo el empleo del potencial de las cosas por el poder debía tener
lugar sin furia ni fuerza.
Somos testigos de que tecnologías
inteligentes producen la emergencia de una forma de operatividad no dominante,
forma para la que sugerimos el nombre de ‘homeotecnología’. Por su propia
naturaleza, la homeotecnología no puede desear nada diferente de lo que ‘las
cosas mismas’ son o pueden llegar a ser de propio acuerdo. Las ‘materias’ se
conciben ahora en concordancia con su propia resistencia.
La homeotecnología, al tener que
vérselas con información realmente-existente, no hace mas que avanzar en el
camino de la no violación de los entes; gana en inteligencia inteligentemente,
creando así nuevos estadios de inteligencia.
En lo que respecta a las ciencias
humanas, ya Foucault ha señalado que nadie escapa nunca a la compulsión y a la
posibilidad de ser poderoso: de este modo, Foucault desata el nudo metafísico
de la crítica del poder. Germina aquí un modo de pensar que es anticipado por
las modernas filosofías del arte, particularmente por la de Adorno, y que ahora
espera ser continuado hasta su consumación por la filosofía de la técnica, y
sobre todo por la teoría social y sus divulgadores. Desarrollar tecnologías
significará en el futuro: leer las partituras de las inteligencias encarnadas y
contribuir a las interpretaciones subsiguientes de sus propias obras.
La técnica, ha dicho Heidegger, es una
forma de develamiento. Extrae resultados que por sí mismos no habría podido
salir a la luz de otra manera. La tecnología podría ser considerada de este
modo como una forma de acelerar la aparición de resultados.
Hay una correspondencia característica
entre la tecnología de la producción y la empresa económica por un lado, y por
el otro, entre etnotecnología y guerra.
Entretanto, la homeotecnología, la
aceleración de la inteligencia por excelencia, también es alcanzada por el
problema del mal. Este último, sin embargo, ya no se presenta bajo la forma de
una voluntad de esclavizar a entes y seres humanos, sino como el deseo de sacar
ventajas sobre los otros en la competencia cognitiva.
La emergencia de una cultura post-paranoica
de la razón se encuentra en la agenda evolutiva de civilizaciones avanzadas
desde un punto de vista tecnológico y comunicativo, pero la retasa la poderosa
inercia de la era bivalente, y su habitual violación de los entes en su trato
con ellos. La suposición de que la sospecha seguirá siendo el estado de ánimo
mas adecuado a la realidad en el futuro es confirmada por las acciones de los
estrategas de EEUU que no se abstuvieron de usar el arma alotecnológica mas
extrema, la bomba atómica, sobre los seres humanos. Al hacer esto
proporcionaron un argumento para la sospecha de una alianza entre la tecnología
superior y los niveles de subjetividad mas bajos. El temor de esta constelación
de hechos dicta también los discursos que profetizan que los genes jugarán el
mismo papel como materia prima en el ‘siglo biotecnológico’ que el que jugó el
carbón durante la revolución industrial.
De la complejidad de las cosas mismas,
surge la suposición de que los hábitos alotecnológicos no podrán ya hacerse un
lugar en el reino de la homeotecnología. Incluso se puede preguntar si el
pensamiento homeotecnológico tiene o no el potencial para desencadenar una
ética de las relaciones desprovista de enemistad y dominación.
Los contextos enormemente condensados
del mundo-red no reciben ya favorablemente los ‘in-puts’ del amo: aquí tan solo
puede expandirse exitosamente aquello que convierte a otros innumerables en
beneficiarios de innovaciones. Si estos potenciales de civilización se
establecieran por sí mismos, entonces la era homeotecnológica se caracterizaría
por una reducción del espacio de la errancia, mientras que crecería el espacio
para la satisfacción y vínculos positivos. Las biotecnologías y las
nootecnologías nutren a un sujeto refinado, cooperativo y con tendencia a jugar
consigo mismo. La dominación ha de avanzar hacia su propio fin. En el mundo-red
condensado Inter.-inteligentemente, amos y violadores casi no tienen ya
posibilidades de éxito, mientras que fomentadores, cooperadores y
enriquecedores entran en conexiones cada vez mas numerosas y adecuadas. Es
posible esperar que los restos de dominación sean abolidos en el siglo XXI o
XXII, pero nadie creerá que esto pase sin algún tipo de conflicto.
Los hábitos y la compulsión de violación
por medio de la clasificación de relaciones complejas han aumentado a lo largo
de siglos y no se desvanecerán de la noche a la mañana; culturas en las que
domina la sospecha y el resentimiento se muestran aún florecientes en términos
regionales. Mientras esto continúe, la vulgaridad seguirá ocupando mas espacios
de los que por derecho les corresponden. Ella hace todavía que sujetos bastos
luchen por el control de las materia primas, por mas que ambos solo puedan
existir ya en posiciones reactivas.
Bajo tales premisas, no es ninguna
coincidencia que la carrera actual por el genoma y su explotación económica sea
descripta como una guerra cognitiva. Como en todas las guerras, el uso
estratégico, egoísta, basto, de la inteligencia estimula la ocultación del
conocimiento. Provee nuevo alimento a la actitud recelosa. Pero contextos
altamente basados en la sospecha y el ocultamiento, tales como las culturas
tecnológicas avanzadas, no pueden ser mantenidos en operación continua durante
largo tiempo.
En el período post-metafísico, la imagen
es mas bien la de que el hombre desciende por debajo del hombre; hace esto con
un aire de legitimación puesto que otros lo fuerzan a entrar en competencias
para llegar mas abajo que ellos. Hasta ahora solo una minoría es consciente de
que, con la tecnología post-clásica, así como con las artes auténticas, la
mejor competencia ya ha comenzado. Cuando capitales e imperios arrebatan la
información, el curso del mundo se convierte en una especie de juicio de Dios
en que inteligencias antagonistas luchan entre sí. No es la 1º vez que los
hombres se enfrentan al carácter decisivo del uso de su inteligencia.
Resumen 2:
Retroceso
de los hábitos de apariencia humanística,
este es el acontecimiento lógico principal de nuestro tiempo. Afecta a lo que
Heidegger manifestó como “morar el
lenguaje”, la casa de Ser está desapareciendo. [Por la técnica provocante el
hombre se siente como fuera de su morada. El hombre ha dejado de estar atento a
la escucha del ser. Se siente incomodo fuera del lenguaje, que es su casa]
Hablar y escribir en época de los
códigos digitales y transcripciones genéticas perdió el sentido que era
familiar, las tipografías tecnológicas se están desarrollando en un sentido que
ya no es el de la transmisión [Hablar y escribir es como programar] [Escribir
y leer es hoy crear el mundo, las nuevas tecnologías son formas de sentir el
mundo] [el mundo es información]
En este crecimiento progresivo
del saber y de las capacidades técnicas, el
hombre se auto-revela a sí mismo como el hacedor de soles y el hacedor de la
vida, lo ponen ante la pregunta de si lo que tiene que hacer y lo que hace
tiene que ver con él mismo y si en este hacer se encuentra el cabe-sí-mismo. [El
hombre ya no debe obedecer a Dios. Puede producirlo. Dios es efecto de mi
lenguaje. Se puede crear soles. Crear verdad a través de la verdad que es una
ficción. Verdad tan grande como el sol!] Historia del saber potente y de la
potencia científica, debe también ser leída como una historia de la verdad. Los
enormes crecimientos en el poder y conocimiento [lo propio del hombre es además
el ser hacedor de informacion]
El estado fundamental es la falta de
morada. Heidegger permanece atrapado parcialmente en una gramática filosófica
que tiene su origen en una ontología insostenible y en una lógica deficiente.
Para Sloterdijk hay que dejar de
pensar en oposiciones: hay cooperación, consecuencia natural del pasaje de
información (ya no hay + “espíritu objetivo” con la cibernética, como la teoría
de las práctica y máquinas inteligentes y la biología moderna). La
información transita entre los pensamientos y las cosas, como un 3º valor entre
el espíritu y la materia. Esto implica la transferencia del principio
de información a la esfera naturaleza. Por lo tanto pierde: caen las
distinciones como sujeto-objeto, yo-mundo, individuo-sociedad, naturaleza y
cultura. Porque ambos ahora son estados
regionales de la información y su procesamiento.
Una de las motivaciones de la
“enrancia de la humanidad histórica” es que los agentes de la era metafísica se
aproximaron a los entes con una falsa descripción, los dividen a los entes en
subjetivos/objetivos, colocan el alma, yo y lo humano de un lado; la cosa, el
mecanismo y lo inhumano del otro lado. La aplicación práctica de esta
distinción es la “dominación”. El curso del iluminismo tecnológico también esta
errado. Surge una visión nueva de los
objetos naturales y culturales. Se comienza a entender que la materia informada
pueden funcionar parasubjetivamente (aparece la inteligencia planificadora,
capacidad dialógica, espontaneidad y libertad). [Hay cooperación entre la naturaleza y el
hombre. En ambos hay información]
Todo lo que sucede en el plano
tecnológico tiene consecuencia para la auto-comprensión humana. La irrupción mas espectacular de lo
mecánico en lo subjetivo se revela en las tecnologías genéticas: introducen
precondiciones físicas de la persona en el campo de las manipulaciones
artificiales, donde en el futuro podrán hacerse hombres. [Supone que la
subjetividad puede ser modificada por la ingeniería genética (la mente puede
ser modificada con droga) y también
habla de la previsibilidad del futuro]
En los genes ya no hay nada
natural, es información: los genes son órdenes para la síntesis de moléculas
proteicas. El sujeto tradicional no puede encontrar nada de lo que antes estaba ontológicamente
acostumbrado. Para el sujeto es la “hora anti-humanista” como si todo lo
presente fuera contra el programa humanístico. El hombre no se encuentra en una posición en la que
pueda elegir entre ser completamente cabe-si y ser completamente fuera-de-sí.
Vivimos una época en que el
apocalipsis del hombre se ha vuelto un suceso cotidiano, todo lo que ocurre en
el frente tecnológico tiene consecuencias en nuestras vidas. Sin embargo, las
visiones espantosas del futuro son ilusiones histéricas y paranoicas con
tal de buscar un amo contra el cual alzarse. Si "hay" hombre es porque una
tecnología lo ha hecho evolucionar a partir de lo pre-humano, por lo que
toda demonización de la técnica moderna resulta un grave error: "la
tecnología es la verdadera productora de seres humanos" De modo que los seres humanos no se
encuentran en cada nuevo plano cuando se exponen a sí mismos a la subsiguiente
creación y manipulación, y no hacen nada perverso si se cambian a sí mismos
auto-tecnológicamente. El
hombre debe querer ser el hombre operable, el futuro de la auto-manipulación ya
comenzó. [El hombre es operable: capacidad que
tengo como hombre de mejorarme, y si la medicina logro eso porque no va a
usarlo el hombre.]
Suposición de que el hombre
todavía piensa como dominador / dominado o que puede objetivar la materia
(presupuestos metafísicos). De estas nociones surgen una imagen de la técnica
ligada a una vieja concepción de lo que
la materia es y a medios alotecnologicos que actúan de manera antinatural y
violenta. “Espacio alotecnológico” es el usado para la violación y dominación,
la bomba atómica es el mayor ejemplo de este. Esta es una tecnología obsoleta, pues pone al
mundo es un estado de esclavitud ontológico. [Sostiene que no hay dominacion]
En la frase hay información, la
vieja imagen de la tecnología como heteronimia
esclavización de la materia y personas pierde verosimilitud. La homeotecnologia
superan esas viejas diferencias: Tecnología no-dominante que avanza en el
camino de la no-violación de los entes, se apoya en estrategia co-inteligentes,
co-informativas, se caracteriza + por la cooperación que por la
dominación. [hay cooperación del hombre con el hombre y
con la naturaleza: mundo lúdico donde hay horizontalidad] Por su propia
naturaleza, la homeotecnología no puede desear nada diferente de lo que ‘las
cosas mismas’ son o pueden llegar a ser de propio acuerdo. Las ‘materias’ se
conciben ahora en concordancia con su propia resistencia, ya no se la domina,
ni violenta. Ya no se encuentran materias primas. La homeotecnología, al tener
que vérselas con información realmente-existente, gana en inteligencia
inteligentemente, creando así nuevos estadios de inteligencia.
Hay razones
para creer que las tecnologías más avanzadas no tienen límites en su uso. Se
puede incluso preguntar si el pensamiento homeotecnológico, tiene o no el
potencial para desencadenar una ética de las relaciones desprovista de
enemistad y dominación.
También la homeotecnologiá es
alcanzada por el mal, no ya para esclavizar a los entes y hombres, sino como el
deseo de sacar ventajas sobre los otros en la competencia cognitiva.
La
era de la homeotecnologia podría ser
caracterizada por la reducción del espacio de la errancia. La dominación ha de
avanzar hacia su fin. En el mundo red,
los cooperadores y los fomentadores entran en conexiones adecuadas y mas
numerosas (exitosas)
[no se piensa + en términos de oposición sino que la sociedad pasa a ser
cooperante para solucionar y no para crear + conflictos.] [El hombre no se guía
+ por su razon sino por otros discursos ni buenos ni malos sino donde hay
información (se suspenden los discursos morales). No hay subjetividad porque
todos somos materias orgánicas y esta es la mayor critica que se le hace al
autor.] La homeotecnología es la solución a la falta de
morada]
La
carrera actual por el genoma humano y su explotación económica es dicha como
una guerra cognitiva, no es + que el ejercicio de poder por parte de sujetos
bastos sobre materias primas. El pensamiento moderno no engendra ninguna etica,
para el su lógica y ontologia siguen siendo oscuras. En el período post-metafísico, la imagen es más
bien la de que el hombre desciende por debajo del hombre, hace esto con un aire
de legitimación, puesto que otros lo fuerzan a entrar en competencias para
llegar más abajo que ellos.
La
alotecnología considera a la técnica como ajena al hombre. En la
homotecnología, la tecnología y el hombre son uno, se es “hombre tecnológico”.
Aquel dualismo cuerpo – alma para Sloterdijk es compuesto por información –
materia. JONAS: dualismo: CUERPO – ALMA // SLO: INFORMACIÓN – MATERIA.
No es el hombre el que permite a la técnica sino es
la técnica la que lo permite. Hay una
nueva realidad virtual, inmaterial que carga con toda la carga de la
materialidad del mundo metafísico anterior. Hay un ser que no es. El centro de la materia no es material, la
esencia de lo material no es la materia o no lo inmaterial: es información. El
cuerpo humano no es solo gestualidad que transmite información sino que toda su
conformación es información. Toda la materia va a ser reconstruida a partir del
principio: HAY INFORMACIÓN.
Si
dejamos de pensar la técnica como instrumento y pensamos en esta técnica a
partir de la información, el cuerpo humano es un cuerpo informático.
El Cuerpo es pura información genética, las nuevas tecnologías son parte del cuerpo. Nuestro cuerpo es un cuerpo
ensamblado tecnológicamente. Hay una homeostasis entre el cuerpo y la
tecnología. La tecnología es un organo del cuerpo.
La
posibilidad de transmisión de un cuerpo humano en cuestión de tiempo.
TRANSPLANTE: el corazón insertado de un cuerpo a otro, si mi cuerpo lo recibe,
lo acepta, ese cuerpo es mío, el corazón
ya es mi cuerpo, ya no es “prótesis” (para llamarlo de alguna manera).
Se incorpora un aparato técnico, y/o se utiliza técnica para ello, tengo tecno
en mi cuerpo que ya no es tecno, es mi
cuerpo. Se transforma en propio.
Pensar el cuerpo hoy, especialmente el cuerpo
en nuestro país, es pensar el cuerpo de la crisis. Cuerpos estresados,
agotados, descompensados, frente a la presión insoportable de la crisis.
Cuerpos privados; no tan reprimidos en sus deseos eróticos o políticos; pero
devastados por el hambre, por el subempleo o la desocupación, o por el camino
desventurado de la mera supervivencia.
SLO: Se va más allá
de la voluntad de resistir o darle sentido a la nueva tecnología. Lo cierto
dice el autor es que el mundo esta sometido a la nueva tecnología, tiene una
relación de dependencia con ella. Hay que ver lo no sólo lo que podemos pensar
de las nuevas tecnologías sino el uso de las mismas.
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