BAUDRILARD, Jean
“Requiem por los media” en Economía política del signo
Se pueden considerar
dos perspectivas:
1. O bien se conserva la forma
general del análisis marxista (contradicción dialéctica entre formas
productivas y relaciones de producción), pero se admite que la definición
clásica de las fuerzas productivas es una definición restringida y se amplía el
análisis en términos de fuerzas productivas a todo ese campo ciego de
significación. Esta es la hipótesis de
Enzensberger: “el capitalismo monopolista desarrolla la industria de la
conciencia más rápidamente y de una manera más extensiva que cualquier otro
sector de producción. Pero al mismo tiempo, ha de frenarla y restringirla. Sobre
esta contradicción es sobre la que debe trabajar una teoría socialista de los
media” → La teoría de E no haría más
que compensar el inmenso retraso de la teoría marxista clásica.
2.
En vez de reinterpretar el
problema crucial que plantea a la teoría revolucionaria la producción del
sentido, de los mensajes y de los signos en términos de fuerzas productivas
clásicas; la alternativa es la de alterar esta última a la luz de la irrupción de
este problema en el campo teórico.
**Dicho
de otro modo: quizá la teoría marxista de la producción es irremediablemente
parcial y no puede ser generalizada. O también: la teoría de la producción (el
encadenamiento dialéctico de las contradicciones ligado al desarrollo de las
fuerzas productivas) es estrictamente homogénea con su objeto, la producción
material, y no puede ser transferida como postulado o marco teórico a unos contenidos que jamás se dio.
-E
dice que la izquierda permanece desarmada. Se limita a denunciar la cultura de
los medios de comunicación colectiva como manipulación ideológica. Sueña con
una adquisición de los medios de comunicación colectiva como modo de contribuir
a la toma de conciencia revolucionaria de las masas; otras veces lo plantea
como consecuencia de un cambio radical de las estructuras sociales. → Esto
refleja la imposibilidad de integrar los media a una teoría de la infra y de la
superestructura. Por no concebirlos como un nuevo y gigantesco potencial de
fuerzas productivas, según E,
los medias siguen siendo un misterio social para la izquierda.
-Como
buen sociólogo marxista, E, imputa esta fobia de los intelectuales y
movimientos de izquierda al origen burgués de los medios: se defienden
instintivamente de la cultura de masas porque esta rompe su privilegio cultural
de clase hegemónica.
-Por
una parte, una fracción revolucionaria entera se lanza a la explotación
apolítica de los medios nuevos, por otra, los grupos políticos militantes
siguen viviendo en cuanto a lo esencial con un modo arcaico de comunicación,
negándose a jugar el juego. Reprocha así a los estudiantes de mayo del 68 por
haber recurrido a medios artesanales para la difusión de sus consignas
-El
pensamiento de E quiere ser optimista y ofensivo. Los media se hallan en las
manos de la clase dominante, que los desvían en beneficio propio. Restablecer
los media dentro de una lógica de las fuerzas productivas no es ya un acto de crítica.
-El
orden actual, dice E siguiendo a Bretch, reduce los media a un simple medio de
distribución, y hay que hacer de ellos un verdadero medio comunicación (siempre
el mismo sueño obsesivo de la ilusión marxista de arrancar los objetos de su
valor de cambio para devolverles su valor de uso).
Pero:
1. Es
falso que los media sean en el orden actual pura y simple distribución. No es
en su forma y su contenido, es en su forma y su operación misma con los media
inducen una relación social y esta relación no es de explotación, es de
abstracción, de separación, de abolición del intercambio. Los media son
efectuadores de ideologías.
2. Cuando
Bretch y E afirman la transformación de los media en verdadero medio de comunicación
no es técnicamente un problema (dice Bretch que es la consecuencia natural de
su desarrollo técnico), hay que entender en efecto que no es precisamente un
problema técnico, ya que la ideología de los media está al nivel de la forma,
de la separación que instituye y que es una relación social.
LA PALABRA SIN RESPUESTA
Son
lo que veda para siempre la respuesta, lo que hace imposible todo proceso de
intercambio. En esta definición de los media reside su verdadera abstracción. Y
es en esta abstracción donde se funda el sistema de control social y de poder.
La
revolución de los media reside en la restitución de la posibilidad de
respuesta. Esto presupone el trastorno de toda la estructura actual de los
media.
No
es cierto como lo afirma E que “por primera vez en la historia, los media hacen
posible una participación de masa en un proceso social productivo”, ni que “los
medios prácticos de esta participación estén en manos de las masas mismas” como
si la posesión de un televisor o de una cámara inaugurase una posibilidad nueva
de relación e intercambio. No hay respuesta a un objeto funcional: su función
está ahí.
-McLuhan,
a quien E desprecia tratándolo de ventrílocuo, está más cerca de una teoría
cuando dice que “el medio es el mensaje” en la que exalta los media y su
mensaje planetario con un optimismo diferente
al que estamos hablando.
ESTRATEGIA SUBVERSIVA Y ACCIÓN SIMBÓLICA
En
mayo del 68, los medios tomaron el conflicto de los jóvenes. El conflicto fue
el detonador, y los medios el resonador. Yo diría que los media jamás
desempeñaron tan bien su papel y que estuvieron en su control social habitual,
a la altura de los acontecimientos. Esto porque conservaron su forma (bajo el
trastorno de los contenidos) y porque esta forma, cualquiera que sea el
contexto, es la que los hace inexorablemente solidarios del sistema de poder.
Los
media transmiten sin alterar el sentido. Son homogéneos a esta palabra como lo
son la circulación de la mercancía. Pero en cuanto a la transgresión y
subversión, estas no pasan por las ondas sin ser sutilmente negadas como tales:
transformadas en modelos, neutralizadas en signos, vaciadas de sentido.
Todo
el pensamiento crítico racionalista (Benjamin, Becht, Enzensberger) ven en esto
un proceso decisivo. Los medias no hacen sino actualizar y reforzar la índole
demostrativa de cualquier acto político (Enzensberger). Este pensamiento olvida
que, apuntando el acto político a los media y esperando de ellos su poder, los
medias también tienden a él para politizarlo.
La
massmediatizacion no es un conjunto de técnicas de difusión de mensajes, es la
imposición de modelos.
El
sistema electoral y la huelga general son también media. Jugando con la
socialización formal, son las instituciones más sutiles y seguras de filtrado,
de desmantelamiento y de censura.
El
verdadero medio revolucionario en mayo del 68 fueron los muros y su palabra,
las serigrafías o los carteles pintados a mano, todo lo que es inscripción
inmediata, dada y devuelta, hablada y respondida. La calle es en este sentido
la forma alternativa y subversiva de todos los medios de comunicación
colectiva: porque no es como estos soporte objetivado de mensajes sin
respuesta, red de tránsito a distancia, es el espacio que se ha abierto al
intercambio simbólico de la palabra.
Es
una ilusión estratégica creer en una desviación critica de los media. Esta
palabra pasa por la destrucción de los media, por su des-construcción. La
reciprocidad, el ida y vuelta, pasa por la destrucción del medio como tal.
Resumamos las diversas hipótesis:
1.
MacLuhan (a título
de indicación): los media hacen, son la revolución, independientemente de su
contenido, por su sola estructura tecnológica. Estamos, de aquí en adelante, en
la era de la comunicación instantánea y planetaria.
2.
Los medios de
comunicación colectiva están controlados por el poder. Es preciso
arrancárselos, ya sea por la ocupación del poder, o bien desviándolos por medio
de la emulación espectacular de contenidos subversivos. Los medios de
comunicación colectiva no se consideran aquí sino como mensaje. Su forma no es
objeto de discusión (tampoco lo es indudablemente en MacLuhan, donde el medio
no se considera sino como tal medio).
3.
Enzensberger: la
forma actual de los media induce cierto tipo de relación social (asimilable al
del modo de producción capitalista). Pero hay en ellos, a causa de su
estructura y su desarrollo, la virtualidad de un modo socialista y democrático
de comunicación, de una racionalidad y de una universalidad de la información.
Basta con liberar su potencial.
LA ILUSION CIBERNETICA
La ilusión consiste
en que toda la infraestructura conceptual de esta teoría es ideológicamente
solidaria de la práctica dominante, como lo era y lo es aún la de la economía
política clásica.
Es el equivalente de esa economía política burguesa en el
campo de la comunicación.
E toma por unidad de base la
secuencia EMISOR-MENSAJE-RECEPTOR. Esta estructura se funda sobre la misma
arbitrariedad que la de la significación: dos términos se hallan en ella
artificialmente aislados y artificialmente reunidos por un contenido objetivo
llamado mensaje. Instituye un modelo de simulación.
- Deja
intacta la instancia separada del código y del mensaje;
- Intenta
en cambio romper la discriminación de los dos polos de la comunicación,
hacia una estructura más flexible de intercambio de los papeles y de
feed-back (“reversibilidad de los circuitos”). No dejan lugar para ninguna
acción recíproca entre emisor y receptor. Desde un punto de vista técnico,
reducen el feed-back al mínimo compatible con el sistema”.
Sólo sistema fundado en la reciprocidad de los
circuitos podría revertir situación.
APUNTES DE TEÓRICO
Mercancía: hay un
tipo de relación social que está borrada, negada, opacada. La mercancía tiene
en el medio una relación social que no está demostrada. Ej Programa Chiche
Gelblum: se muestra la producción de remeras de diversas marcas y se dice
“estas remeras están manchadas con sangre”.
Relaciones
sociales: opacadas, todos somos mercancía. Las relaciones sociales son
mercancía.
Idea central de
Baudrillard: los medios masivos
incomunican. Establecen relaciones de separación, abstracción, impiden la
respuesta.
Los medios de
comunicación toman un acontecimiento y lo reproducen. Esto hace que el
acontecimiento pierda todo su vigor (“el aura”).
Baudrillard cree que
todo lo que hicieron los jóvenes del mayo francés fue lo mejor en cuanto a
estrategias de comunicación
B – no piensa en
comunicaciones masivas. Las comunicaciones son efímeras, no son masivas y están
ligadas al contexto en el que aparecen.
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