MASTRINI
Medios
públicos, medios del gobierno
En cuestiones de radio o tv, hay que
evitar que el público se confunda con gubernamental.
A 2010 los canales públicos son Canal
7, Radio Nacional y la Agencia de Noticias Telam, la señal Encuentro, canal educativo,
y las señales que irán apareciendo dentro de la TV Digital Terrestre. Pero
también son públicas 40 radios y 8 canales a lo largo del país, más las señales
administradas por el gobierno. En el espectro estatal conviven voces muy
distintas.
La ley 26.522 garantiza la transmisión
de los canales públicos por todos los operadores y en su artículo 89 reserva
frecuencias para el estado nacional y los estados provinciales, también hace
reservas para las universidades.
Los canales públicos son el escenario ideal
para promover la pluralidad de voces, especialmente la de las minorías. Canal 7
gana cuando ofrece alternativas que los canales comerciales desprecian. Pero
las administraciones siguen presas de la obsecuencia con el gobierno o el
voluntarismo del equipo de turno, sin garantizar una programación elaborada en
base a concursos abiertos y públicos.
El uso indiscriminado de los medios
estatales para la comunicación gubernamental deviene en un descrédito de su rol
informativo.
· SIRVÉN, Pablo ¿Canal público o propaladora
oficial?
Canal 7 es la emisora decana de la tv
argentina: nació el 17 de oct de 1951 y su primer programa fue la transmisión
de la fiesta magna del peronismo (“El día de la Lealtad”).
Siempre se mantuvo dentro de la órbita
oficial, infinidad de veces de jurisdicción, con presupuestos acotados,
programación completamente aleatoria y subordinada a los humores del poder de
turno y su círculo de amistades. Con una línea informativa adherida por
completo al gobierno de turno ocasional. En muchas localidades del interior
sigue siendo la única señal de tv disponible. De allí la importancia de su
programación generalista, cultural y últimamente muy futbolera (FUTBOL PARA
TODOS).
La ley que creaba Radio Televisión Argentina
(RTA) fue vetada, a poco de asumir, por el presidente Fernando de la Rúa , en 1999, enseguida
emergió, en su lugar, el más retórico Sistema Nacional de Medios Públicos, del
que aún dependen Canal 7 y Radio Nacional.
Sin estatuto interno, sin autarquía,
sin una administración autónoma del poder ejecutivo, Canal 7, como ha ocurrido
desde su fundación en 1951, seguirá así condenado a las frágiles intenciones de
los inestables funcionarios de turno, que se esfuman en cuanto cesan en sus
cargos y llegan otros a remplazarlos con nuevas ideas.
Canal 7 toma ferviente partido por las
autoridades de turno, no solo en sus noticieros sino, particularmente, con una
tira diaria, casi paródica, que lleva por título “678” , destinada a denostar a
los grandes medios de comunicación y a conocidos periodistas e intelectuales
que no comulgan con el catecismo oficial.
Si fuese realmente una tv pública
¿canal 7 no debería ahondar más su sesgo cultural, educativo y artístico?
· MASTRINI, Guillermo. La televisión estatal en
la Argentina: entre el poder político y el negocio
No se ha sabido o podido construir un
vínculo con la ciudadanía que permita que los medios públicos sean concebidos
como una alternativa válida para la difusión de información de calidad, de
programas que respondan a la diversidad cultural de nuestros países, y generan
ficciones que se vinculen con las identidades presentes en nuestras regiones.
Históricamente han existido dos formas
principales de estructurar la TV a nivel mundial: el modelo norteamericano, en el cual el estado otorga licencias al
sector privado para que este las administre,
y el modelo europeo, hoy mixto, donde se planificaban colectivamente las
políticas de las emisoras, que eran gestionadas públicamente y sin fines de
lucro.
EL
CONCEPTO DE SERVICIO PÚBLICO
El concepto refiere a una serie de
supuestos acerca de los objetivos, obligaciones y derechos que deberían
mantener. En Europa, la noción de servicio público tuvo sus orígenes en la
revolución francesa. El Estado asumió la tarea garantizar el derecho de los
habitantes a ciertos servicios considerados esenciales. Existieron tres
principios organizadores de los servicios públicos: igualdad/universalidad,
continuidad y cambio. El primero remite a que la política pública debe
garantizar al conjunto de la ciudadanía la disponibilidad de los servicios, que
debe ser ofrecido a todos en igualdad de condiciones (universalidad). El
segundo procura garantizar la continuidad (dado que es un servicio esencial, el
Estado debe garantizar su continuidad). El principio de cambio se relaciona con
la necesaria actualización del servicio.
El concepto de servicio público no
implica la obligatoriedad de la propiedad estatal. SÍ es el estado el que debe
garantizar la prestación de los
servicios y el que debe fijar las condiciones para que los mismos se
desarrollen. Cuando el estado no asume directamente la prestación de los
servicios públicos, suele establecer una oficina de control que fija las condiciones.
LOS
SERVICIOS PÚBLICOS DE RADIODIFUSIÓN
Todavía resulta más difícil consensuar
la idea de servicio público en materia de radiodifusión. Es claro que el
principio de indivisibilidad no se justifica, ya que la diversidad y el
pluralismo son valores que han guiado la búsqueda del interés público.
Van Cuilemburg y Mcquail analizan los
paradigmas de políticas de comunicación y distinguen claramente entre la
tradición europea y la norteamericana, que promueven 2 criterios diferentes
para estructurar la radiodifusión, en el modelo norteamericano, el Estado
otorga licencias al sector privado para que éste las administre. El modelo
europeo planificaba colectivamente las políticas de las emisoras, que eran
gestionadas públicamente y sin fines de lucro. Este modelo de carácter
monopólico dio paso en los años 80
a un sistema mixto a partir de la entrada al mercado de
actores privados.
América latina desarrolló un modelo
que combina características de ambos: la tv estatal, con altas dosis de
influencia gubernamental y contenidos elaborados con criterio comercial.
ENTRE EL
PODER POLÍTICO Y LA
EXIGENCIA COMERCIAL
Cuando el 17 de octubre de 1951 de la
imagen del rostro de Eva Perón, sirvió para transmitir un acto del partido de
gobierno, hecho que marcó una estrecha relación y dependencia entre la emisora
estatal y el poder político de turno de la que no se desprendería nunca. En
segundo lugar, satisfacía el interés comercial de Don Jaime, que agregaba la tv
a su posición dominante en el mercado radial.
La tv estatal quedó atrapada en los
límites impuestos por el poder político y los intereses comerciales. La
programación quedaba en manos mayoritariamente.
Lejos quedó desde entonces cualquier
intento de acercar la tv estatal a un modelo de servicio público que propusiera
una mayor participación de la sociedad civil en relación a “sus” medios de
comunicación. “una radiodifusión pública se alimenta, al menos en parte con
fondos del erario público, esto es, del contribuyente. El que financia y el que
recibe el producto, el emisor y el receptor se identifican en el mismo usuario,
entonces en ARG se produjo un doble distanciamiento de esta concepción de TV,
por un lado, el estado pocas veces invirtió, económica y políticamente, para
desarrollar una radiodifusión que contribuyera a expandir la esfera pública y a
democratizar los intercambios simbólicos. Por el contrario, como ocurrió en el
lanzamiento de la tv y en la incorporación del color, el estado se hizo cargo
de la etapa onerosa, hasta que estuvo en condiciones de generar ganancias y ser
asumida por el sector privado. Por el otro, la sociedad civil no se identificó
con la radiodifusión pública, percibida como un medio de propaganda.
Si bien el partido radical fue el
único que en las elecciones de 1983 presentó en su plataforma electoral un
esbozo de política para los medios de comunicación. Poco fue lo que el gobierno
de Raúl Alfonsín pudo plasmar en el área. La llegada de Carlos Menem afianza
una política global de destrucción del estado populista y de algunos de los
beneficios propios del estado de bienestar. Durante el breve lapso de gobierno
de Eduardo Duhalde no se produjeron significativos cambios en el manejo de los medios públicos. Sin
embargo es importante destacar la sanción del decreto 1114/03, que modificó la
ley de radiodifusión al eliminar la subsidiariedad del Estado en el sistema de
medios, que existía desde la sanción del decreto ley de la dictadura en 1980.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner
se procuró potenciar el desarrollo de los medios públicos con mejoras en la
infraestructura de emisión de radio nacional y la extensión de la red de
repetidoras de canal 7.
Durante la actual gestión de Cristina
se sancionó la ley de servicios de comunicación audiovisual 26.522/09 que
contempla un capítulo especial para los medios de propiedad estatal. Resta ver
si este interesante diseño institucional logra mejorar su funcionamiento
general. Mientras tanto el gobierno también ha dispuesto que sea la tv pública
la que encabece la transición hacia la tv digital. Se multiplican las
iniciativas para dotar de contenidos a las emisoras públicas, entre las que se
destacan INCAA tv y el paso a la tv abierta de Canal Encuentro. Estas políticas
sumadas a la iniciativa acordada con la asociación de fútbol Argentino en 20009
para q sea canal 7 el q transmita los partidos del campeonato argentino en
forma abierta, son un síntoma de la recuperación de la importancia social.
DEFICITS
Y DESAFIOS DE LOS MEDIOS PÚBLICOS
Desde el regreso de la democracia, la
clase política no ha asignado a los medios públicos la importancia que los
mismos tienen. La sociedad ha demostrado indiferencia hacia la programación y
escasa preocupación por contar con medios estatales de calidad.
Frente a este panorama desalentador,
es de esperar que a partir de un manejo más plural de las emisoras
estatales, las futuras administraciones puedan desarrollar una comunicación
pública más próxima a la ciudadanía. Para que esto se dé, debe asumirse la
radiodifusión pública como una inversión social destinada a colaborar en un
proceso de democratización de la sociedad. La tv pública debe convertirse en un
modelo de producción de calidad que desafié los patrones estéticos y culturales
impuestos por su competencia. El camino recorrido hasta ahora, dependencia
política e intentos de funcionamiento comercial, no parece ser el más adecuado.
· FLORES, Oscar. Desafíos de la palabra
universitaria
La palabra, ese elemento fundamental
de la evolución humana que convierte al hombre en especie única, es centro de
poder en la realidad actual. En la Argentina de los últimos 50 años, la palabra
quedó convertida en autoritarismo, moldeada entre uniformes militares y
atrapada en censuras permanentes. Así la ley de radiodifusión sancionada en el
proceso militar condicionó al pueblo argentino y lo disciplinó hasta en su modo
de expresarse.
En 1983, con el regreso de la
democracia, los primeros vientos de libertad llegaron a la radio y a las
universidades nacionales, que lograron obtener permisos para tener sus propias
estaciones de radio.
Las radios universitarias argentinas
han comprometido su palabra para seguir luchando por posicionarse como
estaciones dotadas técnicamente, por lograr la migración del estado analógico
al digital y la igualdad de trato con la pauta publicitaria con otras
estaciones radiofónicas. Este desafío compromete a las voces universitarias a
mantener la autonomía que las caracteriza y a defender su espíritu ideológico
de lucha al servicio de la democracia.
· BARROS, RODOLFO ¿Todo cambia para que nada
cambie?
Desde 2009 el Poder Ejecutivo Nacional
avanza en el despliegue de la red estatal de TDT y el desarrollo de un grupo de
señales y contenidos que prometen ampliar al sistema público de medios de
comunicación dependientes del estado
Para el lanzamiento de esta nueva
tecnología, el gobierno mudó a canales de baja y media potencia que ocupaban parte
del espectro cercano al del oficial canal 7 de manera de asegurarse cuatro
canales analógicos a través de los que espere contener hasta 20 señales
digitales que se crearán a lo largo del tiempo.
El desarrollo del nuevo sistema
también es geográfico. A comienzos de 2010 el presidente del directorio de RTA,
Bauer, lanzó el sistema. En su primera etapa, el servicio puede verse en
Capital Federal y una parte del distrito metropolitano.
A diferencia de otros países de la
región, la TDT
comienza en la Argentina con la tv dependiente del Estado. Los privados no
presentan aun planes de inversión para su lanzamiento. En segundo lugar,
mientras que en otros países la popularización de las decodificaciones
hogareños para poder captar las transmisiones digitales y observadas en
pantallas analógicas se basan en subsidios a la producción y/o importaciones de
partes para bajar sus costos finales, en Argentina se optó por su distribución
gratuita entre beneficiarios de la Asignación Universal a la Niñez y jubilados.
El desarrollo de la red de TDT y sus
contenidos no escapó de la lógica de la comunidad oficial, basada en 3 pilares:
considerar que los periodistas no son mediadores necesarios entre el gobierno y
el público, la asignación arbitraria de la pauta de publicidad oficial y la
creación de cercos informativos con lo que los funcionarios realizan
entrevistas sólo con medios cercanos al Gobierno.
Conformen pasa el tiempo, las
perspectivas de que TDT se convierta en un sistema ampliado gubernamental, y no
público, que no fija estándares de calidad, parecen acrecentarse.
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