Peirce - "Carta a Lady Welby" - Semiótica II - Cátedra: Del Coto
Resumen 1:
TEORIA
PEIRCIANA: COMO EL HOMBRE CONOCE, FALIBILIDAD,
PRAGMATICA, ESTADO DE DUDA Y DECREENCIA, ABDUCCION, EL ROL DE LOS SIGNOS,
LOGICA Y SEMIOTICA…
MODOS
DEL SER
Resumen 3:
La
Terceridad pertenece al orden de la razón y de la ley. “Un
pensamiento o es una cualidad. No es tampoco un hecho. Pues un pensamiento es
general, porque remite a todas las cosas posibles y no sólo a las que se
comprueba que existen”
La Secundidad
pertenece al orden de los eventos independientemente de la Terceridad , es decir,
de las leyes a las que pueden estar sometidos los hechos.
Resumen 4 (las cartas):
Resumen 5:
Resumen 1:
PEIRCE: “Obra
Lógico-Semiótica” Carta a Victoria Lady Welby
1)El más elevado grado de realidad sólo se alcanza por medio de los signos.
Peirce encuadra sus ideas en tres clases (categorías): Primeridad,
Segundidad y Terceridad.
Primeridad: Modo de ser de aquello que es tal como es,
positivamente y sin referencia a ninguna otra cosa.
-
Cualidades: sentir, meras apariencias. La impresión
total no analizada que produce cualquier multiplicidad no pensada como un hecho
real, sino simplemente como una cualidad.
-
Posibilidad
positiva de aparición.
-
Previa a la racionalización.
Segundidad: Modo de ser de aquello que es tal como es,
con respecto a una segunda cosa, pero con exclusión a una tercera cosa.
-
La
experiencia del esfuerzo, prescindiendo de la idea de una intencionalidad.
-
El
esfuerzo es sólo esfuerzo en virtud de que algo se le opone y no ingresa ningún
tercer elemento.
-
La
conciencia de la acción de un nuevo sentir que destruye el sentir antiguo, es
lo que Peirce llama experiencia.
-
La
experiencia es aquello que el curso de la vida me ha obligado a pensar.
-
Es
genuina o degenerada.
-
Una
cosa actúa sobre otra: la acción bruta.
-
Es un
caso de reacción, de existencia.
-
Segundidad
es inadecuada para abarcar todo lo que está en nuestras mentes.
Terceridad: Modo de ser de aquello que es tal como es,
al relacionar y una segunda cosa y una tercera entre sí.
-
Cualquier
aspecto mental implica la terceridad.
-
La
terceridad es la relación triádica existente entre un signo, su objeto y el
pensamiento interpretante, que es en sí mismo un signo, considerada dicha
relación triádica como el modo de ser de un signo.
-
Un
signo media entre el signo interpretante y su objeto.
-
Un
tercero es algo que pone a un Primero en relación con un Segundo.
Signo: Función general de un signo es volver
eficiente las relaciones ineficientes.
-
Un
signo es algo mediante cuyo conocimiento conocemos algo más.
-
Un
signo es algo que por una parte está en relación con su objeto y por la otra
con un interpretante, de modo tal que pone el interpretante en una relación con
el objeto que corresponde a su propia relación con dicho objeto.
-
Tiene dos objetos: 1) el objeto tal y como es representado y
su objeto en sí mismo.
-
Tiene tres interpretantes: 1) su interpretante tal como es
representado o como que re propone que sea entendido, 2) su interpretante tal
como se produce, 3) su interpretante en sí mismo.
-
De
pueden dividir los signos conforme a su propia naturaleza material, a sus
relaciones con los objetos y a sus relaciones con los interpretantes:
Relación signo con su propia naturaleza
material.
1) Tal como en sí mismo tiene la naturaleza
de una apariencia: cualisigno (no
tiene identidad alguna, es mera cualidad de la apriencia, en lugar de identidad
posee una gran similitud)
2) Un objeto o un evento individual: sinsigno
3) Tiene la naturaleza de un tipo general: legisigno (posee una identidad definida)
Relación signo con sus objetos dinámicos:
1)
Ícono: Signo determinado por su objeto dinámico en virtud
de su propia naturaleza interna.
2)
Índice: Signo determinado por su objeto dinámico en
virtud de estar en una relación real con este.
3)
Símbolo: como un signo determinado por su objeto dinámico
sólo en el sentido de que así se lo interpretará. Depende de una convención, un
hábito o una disposición natural de su interpretante.
Relación con su interpretante
1) Rema: Todo signo que
no es verdadero ni falso.
2) Diciente: signo capaz
de ser aseverado.
3) Argumento: signo en
que es representado su interpretante significado no como signo del
interpretante, sino como si fuera un Signo del estado del universo al cual se
refiere. Un argumento sólo puede ser propuesto a su interpretante como algo
cuya razonabilidad será reconocida.
Relación con su interpretante inmediato:
1) Aquellos que son interpretables en
pensamientos y otros signos del mismo tipo de series infinitas.
2) Aquellos que son interpretables en
experiencias reales
3) Aquellos que son interpretables en
cualidades de sensaciones o apariencias.
2)
El ícono representa la clase de cosas que puede aparecer y que a veces
aparece.
El índice apunta hacia el propio evento o la cosa que encontramos.
El símbolo representa aquello que se puede observar en ciertas condiciones
generales y es esencialmente general.
3)
Verdad pública: aquella de la que cualquier persona podría
convencerse si llevara su indagación, su sincera búsqueda de creencias,
inamovibles lo suficientemente lejos.
Signo: Algo que es determinado en su calidad de
tal por otra cosa, llamada su Objeto, de modo tal que determina un efecto sob
re una persona, efecto que llamo su Interpretante: vale decir que este último
es determina por el Signo en forma mediata.
Objetos de un signo: Mediato
(dinámico/dinamoide) que es exterior al Signo. El Signo debe
indicarlo mediante algún indicio, y este indicio o su sustancia es el Objeto
Inmediato. Puede ser un posible. Este
objeto determina al objeto inmediato.
Inmediato (interior a dicho signo).
El interpretante de un Signo es todo lo que el Signo transmite para poder
al corriente de su objeto es necesaria la experiencia colateral.
4)
Clases de interpretantes:
1) Dinámico: consiste en el efecto de la mente del
Intérprete que el emisor del signo se propone producir.
-
Efecto
directo realmente producido por un Signo en su Intérprete.
-
Es
experimentado en cada acto de interpretación y en cada uno de éstos es
diferente de cualquier otro.
-
Es un
evento singular y real.
2) Final: efecto que el signo produciría sobre
cualquier mente sobre la cual las circunstancias permitirían que pudiera
ejercer su efecto pleno.
-
El
único resultado interpretativo al que cada intérprete está destinado a llegar
si el Signo es suficientemente considerado.
-
Aquel
hacia cual tiende lo real.
3) Inmediato: el efecto total sin analizar que se
calculo que el Signo ha de producir o que se espera naturalmente que produzca.
-
Cada
signo debe tener su interpretabilidad peculiar antes de obtener un Intérprete.
-
Es
una abstracción: consiste en una Posibilidad.
Resumen 2:
TEORIA
PEIRCIANA: COMO EL HOMBRE CONOCE, FALIBILIDAD,
PRAGMATICA, ESTADO DE DUDA Y DECREENCIA, ABDUCCION, EL ROL DE LOS SIGNOS,
LOGICA Y SEMIOTICA…
DEL COTO(TEO) Teoría Peirciana: La teoría Peirciana no
es comunicacional, sino epistemológica.
Peirce como lógico y filosofo le interesa contestar a la pregunta de cómo el hombre conoce. O sea, era
una pregunta epistemológica la que guiaba sus búsquedas. Entonces, llega a la
conclusión de que el hombre solamente conoce a través (o sea, mediante) y a
partir de signos, y que los signos
más importantes a través de los cuales el hombre conoce son los lingüísticos +porque son los que tienen operadores lógicos que permiten
realizar proposiciones, algo que le preocupa a la lógica.
+DEL COTO Los signos
funcionan como instrumento para conocer,
o sea que son los signos los que dan a la luz los nuevos conocimientos. No es
que los conocimientos van por un lado y los signos van por el otro. En realidad
los conocimientos están en función de
los signos, son ellos los que los ponen en juego. Pero, entonces, ¿cómo se amplía el conocimiento de un
objeto? Por un lado tenemos que al producirse un nuevo predicado acerca del
objeto (aquí predicado equivale a interpretante/signo) se amplía la semiosis (ver relación interpretante-objeto-semiosis)
Cuando Peirce habla de cómo el hombre conoce
está hablando de cómo la humanidad
adquiere nuevos conocimientos, cómo se amplía el saber de la humanidad,
fundamentalmente en torno de los conocimientos científicos. Entonces va a decir
que el desarrollo de la ciencia, el avance del conocimiento se da siempre a partir de signos. +La ideoscopia consiste
en la descripción y clasificación de las ideas que corresponden a la
experiencia ordinaria o que surgen naturalmente en relación con la vida
ordinaria, sin tener en cuenta su validez o invalidez o su psicología
(…) La lógica en
un sentido general, es solo otro nombre de la semiótica, la doctrina cuasi
necesaria o formal de los signos.
La construcción de conocimiento. Como dije, y podemos leer, estos dos estados son el de duda y el de creencia.
Ahora bien, hay que tener cuidado y entender que no es que se dé el pasaje de
un estado al otro y es irreversible, que no se vuelve al anterior. Todo lo
contrario. Se está planteando que la humanidad, el Hombre con mayúscula, pasa
permanentemente de un estado al otro, deteniéndose un tiempito en cada uno +detención momentánea del a Semiosis – conocimiento relativo
de un objeto propuesto como Paradigma, Verdad Pública. Estos estados
están relacionados con el conocer, el saber o el no saber. El estado de duda se vincula con el no
saber. El no saber, en Peirce, está articulado con el no tener certeza. +Por creencia entiendo simplemente tener por
verdadero un genuino real practico tener por verdadero ya se trata de lo que se
crea que es la teoría atómica, o el hecho de que hoy es lunes, o que esta tinta
es bastante negra, o lo que usted desee. El estado de creencia se relaciona con la verdad relativa, con el saber relativo. El no tener certeza se
articula o se piensa en relación con el saber o la verdad relativos. ¿Qué es
esto de saber relativo o verdad relativa? Peirce parte de la existencia de dos tipos de
verdades, de dos tipos de saberes: las verdades o saberes absolutos y las verdades o saberes relativos.
El saber absoluto (y por lo tanto la verdad absoluta) es propiedad de Dios +La infalibilidad
es un atributo de la Divinidad. Lo
que nos está diciendo acá, entonces, es que el hombre no tiene la posibilidad
de llegar a lo que él denomina verdades o saberes absolutos. Los conocimientos
absolutos dan plena certeza: “esto es así y no puede ser de otra manera”. Dios es el poseedor de todas las
verdades absolutas y por eso no necesita de la semiosis, no necesita de los signos. El hombre no. El hombre
solamente puede alcanzar verdades relativas.
+DEL COTO La semiosis
ilimitada tiene que ver con el saber relativo, y con el hecho de que
el hombre va aumentando sus conocimientos, sus saberes... no es lo mismo lo que
pensaban nuestros abuelos que lo que pensamos nosotros. (...) Una
función fundamental del
interpretante es la de ampliar la semiosis. O sea, no es que siempre la
amplíe, porque como vimos puede que sólo produzca un signo equivalente.
Pero el interpretante tiene a su cargo
la ampliación de la semiosis; esto
es, a la semiosis la tenemos que ver como una sucesión, como una cadena o como
una red interminable. Entonces, siempre vamos a tener algo que es este
tercer elemento, que, a su vez, es un primero. En tal sentido, decíamos que es
una especie de respuesta a un signo anterior.
Las verdades
relativas son verdades, son conocimientos, que el hombre acepta como tales
pero sabe que pueden ser negadas, que son
corregibles, falseadas en
cualquier momento, que en un momento posterior aparecerá un nuevo saber que
sustituirá al anterior pero que tendrá, a su vez, las mismas características. +perspectiva falibilista
El
falibilismo, la verdad y la construcción de lo real y el conocimiento Vuelvo
a manifestar ahora mi aborrecimiento por la doctrina según la cual una
proposición cualquiera es infaliblemente verdadera. A menos que la verdad
sea reconocida como publica, como aquella de la que cualquier persona
podría convencerse si llevara su indagación, su sincera búsqueda de creencias
inamovibles lo suficientemente lejos, no habrá nada capaz de impedir que cada
uno de nosotros adopte creencias completamente fútiles de su propia cosecha que
no serán creídas por los demás. (…) Pero si la verdad fuera algo publico,
querría decir que cualquier persona indistintamente a condición de seguir
buscando lo suficiente y por prejuiciosa que pueda ser su actitud en un
principio, llegara al final, a aceptarla como punto de partida de su conducta,
y esto es válido para cualquier ser racional. En efecto: la Verdad tiene esa
naturaleza compulsiva que tan bien expreso Pope: la eternidad de dios le
pertenece. (…) Puesto que soy un pragmatista
convencido en materia de semiótica, es natural que nada me parezca tan ingenuo
como el racionalismo (…)
+DEL COTO (TEO) se genera acá otra cuestión que es la
de la duración, la de la posibilidad
de perdurar que puedan tener esas ideas
que son siempre provisorias. Su
permanencia depende del grado de adaptabilidad que pueda tener la idea.
Esto está vinculado con otro concepto que aparece en la diapositiva que es el
de falibilismo; y esta perduración
no tiene que ver tanto con el falibilismo (que se da de hecho) sino por la
posibilidad de que sea adaptable.
¿Por qué? Porque las ideas en esta escuela filosófica se piensan siempre en relación con situaciones particulares y concretas.
Por eso la experiencia tiene un peso tan importante. No se trata de cuestiones
abstractas: esto funciona en la práctica, en la realidad. Entonces, cuando no
funciona allí, dejan de tener vigencia. Siguiendo con las características del pragmatismo,
+“Pragma” es acción, significa acción en griego. El
pragmatismo es esa escuela filosófico-lógica norteamericana a la cual pertenece
Peirce junto con otros investigadores vemos que
éste le asigna importancia
central a las consecuencias. Esto está relacionado con algo que venimos
trabajando, que es la idea del éxito, la idea
del resultado. O sea, en la
práctica, qué resultado dan o qué éxito
tienen los signos. Estamos hablando, claro de la eficiencia o la eficacia.
Dicho de otra manera, si la idea permite explicar la sorpresa entonces se da un resultado exitoso y la idea se sostiene
en el tiempo. Aparece entonces muy fuerte la idea de consecuencia, de éxito, de
resultado -positivo- en la realidad. Para los
investigadores del Pragmatismo,
el conocimiento no se opone a la acción que realizan los hombres en las
diversas esferas de la vida. No hay una dicotomía entre lo que pueden
considerarse los fines teóricos de algo y las prácticas cotidianas. Se trata,
por el contrario, de establecer las vinculaciones que se pueden dar entre
ellos. Por eso es tan importante la experiencia
y la experimentación. Se considera que es Peirce quien instala en esta
comunidad específica esta idea, que a su vez se apoya en otra, que es que todo
conocimiento puede ser erróneo. Como el hombre no va a llegar a saberes
absolutos apuesta a que ese saber es EL saber, sabiendo que puede ser erróneo.
Se parte, entonces, de la idea de que se tiene que aceptar algo como verdadero
en tanto es lo verdadero para una comunidad en un momento determinado, sabiendo
que puede ser erróneo, y que nada garantiza tampoco que lo sea o no lo sea.
Entonces, el hombre en realidad puede ser que respecto
de algo (o de muchas cosas) de la naturaleza haya llegado a descubrir la verdad
absoluta respecto de ese elemento. Pero nunca tiene la certeza de haberlo
conseguido, de haber llegado a esa verdad última. No obstante, Peirce tiene
algo todavía de positivista. Quiero
decir, no es un pensamiento positivista el de Peirce, pero todavía le queda
algo de positivista. Porque piensa, efectivamente, que el hombre va a avanzando
en el
dominio, a través del saber, de la naturaleza. El hombre aumenta sus
conocimientos, aumenta su saber, pero siempre le va a quedar una brecha,
siempre van a quedar cosas por conocer.
Así como que lo que se entiende como verdadero hoy es desmentido mañana.
La historia de la ciencia muestra esto de manera fehaciente.
El Hábito
Mental y el Signo-Acción Lo que recién indicamos está vinculado
con el otro elemento que es lo que Peirce denomina hábito mental. El hábito
mental se relaciona con lo que él denomina signo-acción.
Se trata de un signo que se despliega como una regla que se aplica sobre la
realidad para actuar sobre ella. Esta es la definición del signo-acción, que es
un tipo de signo. ¿Por qué habla de hábito mental? ¿Qué es hábito? El hábito es, valga la redundancia, algo que se
hace habitualmente, o sea, corrientemente. Y porque se hace corrientemente,
porque uno insiste en esa realización, lo hace (todo esto entre comillas)
automáticamente; es decir, sin pensar. Cuando uno está habituado a hacer algo
no se pone con todos los sentidos a ver cómo lo hace. Uno ya sabe porque ha
insistido en su práctica y entonces sabe que esto se hace de tal manera (o le
parece que se hace de tal manera) y lo sigue haciendo de esa forma. +(…) El habito mental asimilado al signo acción, es aquel
signo que se aplica como una especie de habito, que se emplea sin poner en
cuestión su uso, que no se vacila en utilizarlo, es el que surge de inmediato
en la mente de todos los que lo utilizan, dentro de una determinada “comunidad de
mentes”.(…) “El hábito mental, ¿es un hábito interpretativo?”. Efectivamente.
Por eso está ligado con un tipo de interpretación. Es un hábito interpretativo,
y, más precisamente, explicativo. Por eso les decía, que cuando frente a una
determinada situación que se repite, una interpretación falla, esto significa
que sedebe intentar otra interpretación. (…)En fin, es en este sentido en que
tenemos que entender esto de que los signos -y como signos, los “hábitos
mentales”- hacen eficientes las relaciones ineficientes. +El más elevado grado de realidad solo se
alcanza por medio de signos, es decir, mediante ideas tales como la verdad, la
certeza y el resto.
Entonces, en un
momento, en uno de esos estados, el
hombre necesariamente tiene que pensar. Pero piensa para llegar al no pensar.
La instancia en la que piensa es la que corresponde al estado de duda. Los interpretante (por lo menos en el
contexto de la ciencia) son explicaciones. En el momento de duda hay diversas
teorías, cada una de las cuales da un explicación sobre algo. Y esos
interpretantes “pelean” entre sí. “Esto, ¿cómo es?”, “Esto, ¿cómo se define?”: los interpretantes son las distintas
definiciones que tiene cada grupo que está peleando para poder establecer su
propio interpretante como hábito mental +Lo que
de cualquier modo sucede es que vamos a encontrar varios interpretante que
constantemente están en pugna. Y por eso nos interesa la teoría peirceana,
porque puede “servir” para dar cuenta de
las pugnas de tipo ideológico (LO
IDEOLOGICO Y EL PODER – VERON). Y
cómo ellas van dinamizando el proceso
semiótico. Es un proceso que siempre
está activándose y transformándose, y lo que se considera en algún momento en
algún grupo puede transformarse, matizarse y quizás hasta convertirse en su
contrario.
La
experiencia y las sorpresas Para Peirce la experiencia (a la cual le da una importancia muy grande) se
presenta como un continuum, como un
flujo permanente. Ahora bien, en determinados momentos este flujo permanente,
este continuum se detiene, y allí aparece allí, allí emerge lo que Peirce denomina sorpresa. Las sorpresas tienen que ver con que en
determinado momento o bien aparece una regularidad inesperada o bien aparece
algo que quiebra, algo que impone una ruptura a una regularidad esperada; o
sea, o bien se espera que ocurra algo que en realidad no ocurre (pero que se
presenta reiteradamente), o bien se produce algo inesperado (adquiriendo
también carácter de repetición).
Proceso de
construcción de un nuevo habito mental (los 3 pasos) Vemos entonces que frente a la emergencia de la sorpresa aparece
la necesidad de construir, de que la sociedad postule y de que se sedimente
en ella, un nuevo hábito mental. Para que se efectivice la adquisición de un
nuevo hábito, es preciso que se den tres
pasos. Estos pasos tienen que ver fundamentalmente con cuestiones
epistemológicas, con el modo en que
surge un nuevo conocimiento en una ciencia. Al respecto, ¿qué hacen los
investigadores? Primero proponen una
hipótesis. ¿Qué características tienen las hipótesis? Que se dan como
válidas pero sabiendo que pueden no serlo. Por eso hablamos de hipótesis, la
hipótesis comporta la posibilidad de que la conclusión sea conjetural, esto es,
que no se sepa si es verdadera o falsa. Pero se la da como válida. La abducción
se define como un modo de razonamiento que ya estaba en Aristóteles, pero en su
conceptualización remitía a, formaba parte de, la inducción. +Al método, para ser más explícitos, lo podemos definir
como un proceso por el cual se generan hipótesis. Estas hipótesis sirven para
dar cuenta de hechos que nos sorprenden. Así, siempre estamos en relación con
esta cuestión de la aparición de la sorpresa, y de cómo enfrentarla y
superarla. La superación pasa por la determinación de “hábitos mentales” que hagan más eficiente la
relación del hombre con la situación compleja que se le presenta. Ahora, lo
característico de la abducción es que su conclusión es conjetural (conjetural
es sinónimo de hipotética). O sea, no podemos decir a priori que la conclusión va a ser verdadera
o falsa; tenemos que pasar por la prueba,
para que esta cuestión se defina. Esta es la característica que tiene
el proceso de generación de hipótesis,
la abducción, y las hipótesis que surgen de él, que son hipótesis que tienen la
característica de que su conclusión no está asegurada, como sí lo está en la
deducción y en la inducción. Como dije ese nuevo modo de razonamiento
que tiene que ver con la formulación de hipótesis, no surge de la nada, sino
que proviene de dos ideas que existían previamente pero
que nunca se habían articulado entre sí. Esto significa que las hipótesis, pese
a ser percibidas por el investigador como una revelación, como algo que se genera como un insight (una comprensión que parece tener
algo de clarividencia), no nacen “de la nada”. La hipótesis propuesta tiene que
ponerse a prueba, tiene que testearse. Como resultado de la prueba se dará la corroboración de la veracidad o la
falsedad de la hipótesis. Si resulta ser falsa tendremos que empezar todo de
nuevo, y formular una nueva conjetura. ¿Avanzó la ciencia? Sí, avanzó, porque
se sabe que por ese camino no podemos ir. Pero, evidentemente, estamos en un
punto cercano al de la partida. Pero
para Peirce hace falta todavía un tercer
paso; y ese tercer paso es de vital importancia en su teoría. Es que en la
diapositiva se plantea como aval, como condición imprescindible para que se
acepte el nuevo conocimiento como tal. Ese
aval lo da la comunidad de mentes. Peirce utiliza el término “comunidad de mentes”. En líneas
generales él remite la expresión a las comunidades científicas, pero lo bueno
que tiene el pensamiento peirciano es que el concepto de comunidad de mentes se
puede desplazar y pensar también en relación ya no sólo con los conocimientos científicos sino
con los conocimientos que tienen que ver con lo cotidiano. Entonces, Peirce
establece que es necesario que la comunidad de mentes se ponga de acuerdo y que
valide, que legitime el conocimiento. Si no lo hace, para él no hay un nuevo
hábito mental. Por lo tanto, son
necesarios los tres pasos, no sólo los primeros dos. La presencia del tercer paso se verifica
de manera constante en la ciencia. +la idea
de que los signos son instrumentos, herramientas de las
que dispone el hombre para enfrentarse a la realidad y para accionar sobre
ella, es decir, para efectuar acciones que modifiquen a la realidad. La
segunda, es que los signos no son productos de la inteligencia de un individuo,
sino fruto de un saber colectivo, grupal (pues la aceptación es de la comunidad
de mentes. La tercera es que las ideas (concepto muy articulado con el de
signo) son provisorias. Esto es algo muy fuerte
y tiene que ver con lo que les
decía acerca de que el saber siempre es relativo, siempre es
modificable. Entonces se genera acá otra cuestión que es la de la duración, la
de la posibilidad de perdurar que puedan tener esas ideas que son siempre
provisorias.
MODOS
DEL SER
Que es lo
que es? Dando al ser el más amplio sentido posible, con el fin de incluir tanto
las ideas como las cosas, e ideas que imaginamos tener, asi como ideas que
realmente tenemos, yo definiría la Primeridad, la Segundidad y la Terceridad de
este modo…(… )Reconozco tres Universos, que se distinguen por tres Modalidades
del Ser. Es posible para Peirce encuadrar todas las ideas en tres clases:
Primeridad, Segundidad y Terceridad
PRIMERIDAD es el modo de ser de aquello que es tal
como es, positivamente y sin referencia a ninguna otra cosa. (…) las cualidades
típicas de la primeridad son cualidades del sentir, meras apariencias (…) una
primeridad es simplemente una posibilidad peculiar positiva, al margen de
cualquier otra cosa. (…) es simplemente una cualidad, una simple posibilidad
positiva de aparición. (… ) Uno de estos universos abarca cualquier cosa que
tenga su Ser solo en si misma, con la salvedad de que cualquier cosa
perteneciente a este Universo debe estar presente en alguna conciencia o debe
tener la capacidad de estarlo en la totalidad de su Ser. En consecuencia, un
miembro de este Universo no necesita estar sujeto a ley alguna, ni siquiera al
principio de contradicción. Llamo a los objetos de este Universo ideas o
posibles aunque la ultima denominación no implica capacidad de convertirse en
reales. Por el contrario, como regla general, sino como regla universal, una
idea no tiene capacidad de perfecta concreción, en razón de su vaguedad
esencial, si no existieran otras razones; puesto que aquello que no está sujeto
al principio de contradicción es esencialmente vago.
SEGUNDIDAD es el modo de ser de aquello que es tal
como es con respecto a una segunda cosa, pero con exclusión de toda tercera
cosa. (…) no puede existir la experiencia del esfuerzo sin la experiencia de la
resistencia, existe solo en virtud de algo que se le opone, sin ingresar ningún
tercer elemento. (…) esa conciencia de la acción de un nuevo sentir que
destruye el sentir antiguo es una experiencia, la experiencia es aquello que el
curso de la vida me ha obligado a pensar. La Segundidad es genuina o degenerada.
(…) la Segundidad es inadecuada para abarcar todo lo que está en nuestras
mentes que apenas se cómo empezar a persuadir a cualquier persona que ya no
esté convencida de ello. (… ) Otro de los universos es inicialmente el de los
Objetos, cuyo Ser consiste en sus reacciones en Bruto y segundo el de los
Hechos atingentes a dichos Objetos, todos esos Hechos, en ultimo análisis,
consisten en las reacciones de los Objetos. Llamo Cosas a los Objetos o, con
menos ambigüedad, Existentes y a los hechos relacionados con ellos, Hechos.
Cada miembro de este universo es, o bien un objeto singular, sujeto tanto al
principio de Contradicción como al de Tercero Excluido, o bien lo que pueda
expresarse mediante una proposición que tenga un sujeto singular.
TERCERIDAD es el modo de ser de aquello que es tal
como es, al relacionar una segunda cosa y una tercera entre sí. (…) no se puede
entender la Terceridad sin la Segundidad. La acción bruta es Segundidad y
cualquier aspecto mental implica la Terceridad. (…) en su forma genuina, la
Terceridad es la relación tríadica existente entre un signo, su objeto y e l
pensamiento interpretante que es en si mismo un signo, considerada dicha
relación tríadica como el modo de ser de un signo. Un signo media entre el
signo interpretante y su objeto. (…) un tercero es algo que pone a un primero
en relación con un segundo. Un signo es una especie de tercero. (… ) El tercero
de los universos está compuesto por la coexistencia de cualquier cosa que sea
por su naturaleza necesitante, un hábito, una ley o algo susceptible de ser
expresado en una proposición universal. Especialmente los continua son de esta
naturaleza. Llamare a los objetos de este universo necesitante, queda incluido
todo aquello a que podemos acceder mediante el razonamiento lógicamente valido.
+ DEL COTO “En las
definiciones de signo, ¿el primero, segundo y tercero se corresponden
con las categorías de primeridad, Segundidad y Terceridad?”. Sí, podríamos
responder que sí. O sea, la base de todo el pensamiento peirciano pasa por las
categorías. Esa es la clave que permite que se desarrolle todo su pensamiento.
No sólo porque pone en juego relaciones de tres elementos, sino porque “primero”,
“segundo” y “tercero” se
relacionan con primeridad, Segundidad y Terceridad. Recuerden que cuando
hablamos de primeridad se habla de sentimientos, percepciones, cualidades. ¿Y
qué es lo que aparece en el representamen? Cualidades del objeto. ¿Se entiende?
Son algunas de las cualidades del objeto las que aparecen para representar a ese
objeto. Entonces, la primeridad tiene que ver con algo que se percibe, que son
propiedades, cualidades. El objeto tiene que ver con lo existente. Está
relacionado con la Segundidad, con el hecho
-como decíamos el otro día- de establecer una relación entre el primero
y el segundo. Y, por último, el interpretante es una Terceridad porque es un
signo y allí entra en juego la cuestión de la convencionalidad y la ley. ¿Por
qué? Porque para esa comunidad es válida la actualización de ese interpretante
en relación con ese representamen X.
EL SIGNO
Un signo media entre el signo interpretante
y su objeto. Tomando el signo en su
sentido más amplio, su interpretante no es necesariamente un signo, desde
luego, todo concepto es un signo. Me
parece que la función esencial de un signo consiste en volver eficientes las relaciones ineficientes: no ponerlas en
acción, sino establecer un hábito o una regla general según los cuales actuaran
cuando llegue la ocasión. Todo nuestro pensamiento y conocimiento se
da por signos. Por consiguiente un signo es un objeto que por una parte está en
relación con su objeto y por la otra, con un interpretante de tal modo que pone
el interpretante en una relación con el objeto que corresponde a su propia relación
con dicho objeto.
= Defino al signo como algo que es determinado en su calidad de tal por otra
cosa, llamado su Objeto, de modo tal que determina un efecto sobre una persona,
efecto que llamo su interpretante: vale decir que este último es determinado
por el Signo en forma mediata.
= Un signo o representamen es un primero que está en relación tríadica
genuina tal con un segundo, llamado su Objeto, que es capaz de determinar un
tercero, llamado su interpretante para que asuma la misma relación tríadica con
su objeto que aquella en la que se encuentra el mismo respecto del mismo
objeto.
+ DEL COTO ¿Qué nuevo conocimiento
acerca del signo nos aporta esta definición? Primero la idea de que un “signo o
representamen” es un primero. Lo que
vemos aquí es cómo para Peirce lo que él llama una relación triádica genuina*
está compuesta siempre por tres
elementos. Él expresa que en alguna instancia podemos encontrar la puesta en
juego de dos elementos funcionado de alguna manera como signo. Para ello él va
a utilizar la denominación de “signo degenerado”. “Degenerado” porque es como una simplificación, algo que deviene de
lo genuino, que para él es el hecho de que para constituir signo tienen que
estar jugando en una interacción particular los tres elementos. Si no, no
estamos en presencia de un signo genuino. El signo genuino, entonces, va a tener un primero, un segundo y un
tercero. El primero siempre es el signo
o representamen. El segundo siempre
es el objeto. El tercero es siempre el
interpretante. Cuando se habla simplemente de signo, quiero decir, cuando
se habla del primer elemento del signo, el signo, la idea de signo, tiene que
ver con un tipo, con una generalidad.
Cuando se habla de representamen se
habla de un signo actualizado, concreto,
determinado, de una relación triádica específica. Es ese elemento que aparece
representando a tal objeto determinado.
Se trata de ese algo que está en lugar
de otra cosa. ¿Qué es ese algo? Ese algo es el representamen, en una relación
triádica particular, concreta.
(*) La relación triádica es genuina,
es decir, sus tres miembros están ligados por ella de manera tal que no
consiste en ningún complejo de relaciones diádicas. Esta es la razón de que el
interpretante o tercero no pueda encontrarse es una mera relación diádica con el objeto, sino que tenga que encontrarse con
él en una relación tal como aquella en que se encuentra el representamen mismo.
Tampoco la relación triádica en la que se encuentra el tercero puede ser
meramente similar a aquella en la que se encuentra el primero porque esto haría
que la relación del tercero con el primero fuera una mera Segundidad
degenerada. El tercero tiene que estar en una relación tal y consiguientemente
tiene que ser capaz de determinar un tercero propio. Pero además de ello tiene
que tener una segunda relación triádica, en la cual el representamen o más bien
la relación de este con su objeto será su propio objeto y tiene que ser capaz
de determinar un tercero para esa relación.
PEIRCE: Tenemos que distinguir entre Primer, Segundo y Tercer Correlato* de
cualquier relación triádica. El primer
Correlato es aquel del os tres que es considerado como de naturaleza más
simple y consiste en una mera posibilidad si cualquiera de los tres es de tal
naturaleza y no es una ley, salvo que los tres sean de tal naturaleza. El tercer Correlato es aquel de los tres
que es considerado de naturaleza más compleja y es una ley si cualquiera de los
tres es una ley y no es una mera posibilidad, salvo que los tres sean de esta
naturaleza. El segundo correlato es
aquel de los tres que es considerado de importancia inmediata, de suerte que si
cualquiera dos son de la misma naturaleza, por ser o meras posibilidades o
existencias reales o leyes, entonces el segundo correlato es de esa misma
naturaleza, pero si los tres son de distinta naturaleza, el segundo correlato
es una existencia real. Un representamen es el primer correlato de una relación
triádica, el segundo correlato se llamas su objeto y el posible tercer
correlato se denomina su interpretante. Mediante esta relación triádica el
interpretante posible esta determinado para ser el primero correlato de la
misma relación triádica con el mismo objeto y para cierto posible
interpretante. Un signo es un representamen, alguno de cuyos interpretante es
una cognición de alguna mente.
(*) Un correlato se asume como un
“componente”
Estas tres tricotomías tomadas
en conjunto dividen todas las relaciones
tríadicas en diez clases. Esas diez clases tendrán ciertas subdivisiones
según que los correlatos existentes sean sujetos individuales o hechos
individuales y según que los correlatos que son leyes sean sujetos generales,
modos generales de hechos o modos generales de leyes. (VER DIVISION DE LOS SIGNOS)
Ahora, nosotros habíamos visto
-a partir de la otra definición- que una manera clásica (por decirlo de
alguna manera) de entender el signo era entenderlo como una relación dual, una
relación que se establecía entre el representante y lo representado: el signo y
el objeto. Lo que le agrega Peirce es este tercer elemento que para él va a ser
fundamental, y va a ser fundamental porque es el que permite que se establezca la
conexión entre el primero y el segundo: el INTERPRETANTE.
= Un signo o representamen es algo que representa algo para alguien en
algún aspecto o carácter. Se dirige a alguien, es decir, crea en la mente de
esa persona un signo equivalente o quizás aun más desarrollado. A este signo
creado, yo lo llamo el interpretante del primer signo. El signo esta en lugar
de algo, su Objeto. Representa este objeto no en todos sus aspectos, pero con
referencia a una idea que he llamado a veces del Fundamento del representamen.+ DEL COTO Como
decíamos, la primera parte de la definición que estamos
considerando se relaciona con la última, en donde aparece la noción de fundamento del representamen. Como se
explica allí, se trata de una idea. Lo que hace Peirce es construir una noción
para formalizar el hecho de que todo
signo representa alguna/s de las cualidades del objeto. (…) en inglés
“ground”, alude al piso, a la base a partir de la cual se formula la
representación. Es una noción teórica que utiliza Peirce para dar cuenta
de lo
que ya decían los antiguos griegos, de que un objeto no puede ser
representado nunca en su totalidad.
+ DEL COTO “Un signo o representamen es
algo que representa algo para alguien en algún aspecto o carácter”. Lo primero
que tenemos que resaltar es el fragmento
que dice “en algún aspecto o carácter”.
Esto está relacionado con algo que también aparecía en otras definiciones y
que, a su vez, subraya la última parte de la definición, cuando dice que “(...)
el signo está en lugar de su objeto. Representa a ese objeto no en todos sus
aspectos sino con referencia a una idea que es llamada a veces el fundamento del representamen”. ¿Qué es
lo que nos importa en primer lugar? El hecho
de que un objeto es representado por el signo en forma “parcial”. Esta definición nos permite pensar el objeto dinámico como una
suerte de compuesto de x cantidad de propiedades o características. Uno puede
imaginarse a través de esta definición que Peirce está pensando el objeto
dinámico como un conjunto x de propiedades,
características, aspectos o caracteres; y que los signos no representan
a los objetos en su totalidad. Acá se abren una serie de posibilidades que
merecen un desarrollo. Por un lado, podemos afirmar que otras representaciones podrán dar cuenta de
otras cualidades que esta representación X no toma en consideración. Pero, por
otro lado, podemos convenir en que
algunas cualidades del objeto no
serán representadas nunca. Lo que la
definición dice es que una representación particular se configura a partir de
que el representamen representa* al
objeto tomando en consideración alguna
de sus propiedades y dejando de lado otras.
+ DEL COTO:
Lo que dije está relacionado con
la idea de que un objeto no se puede conocer de modo absoluto. Siguiendo con la
definición nos encontramos con que el
signo “se dirige a alguien, es decir, crea en
la mente de esa persona un signo equivalente o aún más desarrollado”.
Acá nos encontramos con el tercero, con el interpretante. Para Peirce, el
interpretante es siempre un signo. El interpretante no es el que interpreta
algo, esto es, nunca es equivalente a
intérprete, a persona que interpreta.
Podríamos decir, que, en última instancia, es el signo el que interpreta.
(*) Representar:
“estar en lugar de, es decir, encontrarse en relación tal con otro, que para
ciertos fines es tratado por alguna mente como si fuera ese otro” Lo que quiero
indicar respecto de esta definición es que representar se liga con
representación, y también con algo que ustedes vieron en prácticos, que son
las categorías de Primeridad, Segundidad, Terceridad. RELACION CON TRICOTOMIA DE LOS SIGNOS Representar
es “estar en lugar de, es decir, encontrarse en relación tal con otro que para
ciertos fines es tratado por alguna mente como si fuera ese otro”. Esta
definición está muy cerca de la manera tradicional de entender el signo, la que
consistía en plantear una relación dual, una relación entre dos cosas: una, que
es lo representado y otra, que es el elemento que representa a lo representado.
El elemento que representa a lo representado es aquello que está en lugar de
él, que, como dije, es lo representado. Es una relación entre dos elementos. El elemento que representa al representado
está en presencia, se actualiza; mientras que el elemento representado puede
estar en presencia pero puede también estar
ausente En la definición de Peirce aparece, asoma, un tercer elemento.
Lo hace a partir de la palabra “fines” y
también por la puesta en juego del sintagma que sigue: “por alguna mente”. O
sea, por un lado es necesario que existan estos dos elementos: lo representado
y aquello que representa a lo representado. Pero tan importante como esto es
que exista algo que habilite que se realice el acto de representación, algo que
habilite que X elemento pueda aparecer en lugar del otro. Esto luego va a ser
lo que se denomine interpretante, y que en esta definición no está puesto en
juego.
Reversibilidad, Semiosis Social e
Interpretante De ese fragmento de la definición lo primero que
tenemos que plantear es un rasgo que los matemáticos denominan reversibilidad. La reversibilidad tiene
que ver con que cuando se formula una definición se llega a un punto en ella en
que se nos retrotrae a un lugar anterior de la misma. Acá estamos definiendo
signo, y cuando le llega el turno a la definición de interpretante, nos encontramos con que se utiliza el término signo.
Por ser definido de tal forma, el
interpretante hace que volvamos al principio de la definición (de signo),
por lo cual, el interpretante, en tanto signo,
tendrá un objeto y tendrá un
interpretante; y ese interpretante, a su vez, tendrá otro interpretante y así
hasta el infinito. Lo que estamos planteando
es la idea de proceso, la idea de semiosis ilimitada: el proceso no se
cierra nunca. Y esto porque cuando
llegamos al tercer elemento nos remite al primero. Ahora bien, también la
definición especifica que el interpretante
puede ser un signo “más desarrollado”. Si sólo fuera un signo
equivalente, tendríamos una semiosis a la
que podríamos denominar circular, un proceso que no implicaría modificación, transformación alguna,
se trataría tan sólo de u movimiento circular. Pero, como a veces ese signo no
es equivalente al primero sino que es más desarrollado, la forma que asume el
proceso es la de la espiral. Por eso Peirce dice que los signos nacen, crecen, se
desarrollan...; este avance tiene que ver, por un lado, con el desarrollo de la ciencia, porque el
interpretante es el que agrega una nueva interpretación; agrega o un nuevo
aspecto que no había sido considerado antes o un nuevo significado. Volviendo a
los ejemplos del perro y la manzana, cuando hablamos de perro asociamos su
imagen a la lealtad, al mejor amigo del hombre, aunque a veces se use en
sentido negativo. Esto implica que en algún momento se impuso en la sociedad esa visión acerca del perro. Esto muestra que
se trata de un producto social.
+ DEL
COTO el
signo y el conocimiento: Como el saber del hombre es relativo por
definición, el hombre necesita de manera imprescindible los signos, porque si
no posee esos signos no puede avanzar en el conocimiento. O sea la lógica
semiótica es, por un lado imprescindible, pero cuasi necesaria según Peirce: se
relativiza su necesidad ya que el hombre no alcanza nunca el conocimiento
absoluto, sino que siempre un acercamiento a la verdad absoluta parcial y
modificable. (…) Esto se relaciona también con algo que dice Peirce y que
quizás los haya sorprendido: “un signo no da reconocimiento ni conocimiento de
su objeto”. Es necesario siempre un conocimiento previo al cual él llama saber
lateral. Ese saber lateral es esto que estamos diciendo y que ahora tiene que
ver con el interpretante. Si no se conoce la conexión entre la huella que deja
en la tierra mojada un animal, uno puede pasar por ahí y decir “sí, es la
huella de un animal” pero no ir más allá; no puede interpretar eso como “por
aquí pasó un tigre viejo que renguea de una pata (…)
El interpretante y el conocimiento el
interpretante es el que agrega una nueva interpretación; agrega
o un nuevo aspecto que no había sido considerado antes o un nuevo significado.
Volviendo a los ejemplos del perro y la manzana, cuando hablamos de perro
asociamos su imagen a la lealtad, al mejor amigo del hombre, aunque a veces se
use en sentido negativo. Esto implica que en algún momento se impuso en la sociedad esa visión acerca del perro. Esto muestra que
se trata de un producto social.(…) Una función
fundamental del interpretante es la de ampliar la semiosis. O sea,
no es que siempre la amplíe, porque como vimos puede que sólo
produzca un signo equivalente. Pero el
interpretante tiene a su cargo la ampliación de la semiosis; esto es, a la semiosis la tenemos que ver
como una sucesión, como una cadena o como una red interminable. Entonces,
siempre vamos a tener algo que es este tercer elemento, que, a su vez, es un
primero. En tal sentido, decíamos que es una especie de respuesta a un signo
anterior.
+ DEL COTO “El interpretante, ¿dónde está?”, preguntan. “¿En una mente? ¿Es material?”.
Sí, el interpretante es algo que cuando tenemos
la construcción de una relación
triádica particular se materializa en un signo (o sea, en un nuevo
representamen). Es construido socialmente: uno lo puede encontrar en libros, en
conversaciones coloquiales, en los comportamientos de la gente, etcétera.
Ahora, también está en la mente de las personas. Y cuando se produce una
relación triádica, también es material.
+ DEL COTO Abstracción, Signos, Clasificación: la
idea de Peirce es precisamente entender este mecanismo abstractivo, mecanismo
que pone en juego en relación con la noción de signo, cuando establece la
clasificación de los mismos. Porque nosotros nos vamos a encontrar con la
primera, la segunda y la tercera tricotomía, las que se nos aparecen como
clasificaciones de signos. Pero en realidad el aplica ahí la idea de que un
mismo signo puede ser observado desde diversos puntos de vista. (…) vamos a
encontrar dosis de de iconicidad, indicialidad y simbolicidad en todos los
signos, lo que puede ocurrir es que la dosis de una de esos componentes sea la
más destacada y ella será la que nos permitirá para denominar ese signo. (… )El
pensamiento de Peirce permite eso: esta es la gran diferencia respecto de otros
autores cuando hablan de clasificación, no realiza sus estudios en términos
taxonómicos.
Provisionalmente podemos
efectuar una división tosca de las relaciones tríadicas que no necesitamos
dudarlo contiene importante verdad aun cuando aprehendida imperfectamente. La
división es entre:
-
Relaciones
tríadicas de comparación: son las que tienen la misma naturaleza que las
posibilidades lógica
-
Relaciones
tríadicas de ejecución o performance: son las que tienen la misma naturaleza
que los hechos reales
-
Y
relaciones tríadicas de pensamiento: son las que tienen la misma naturaleza que
las leyes.
El
interpretante, el Objeto y LO REAL y su relación con el icono, el índice y el
simbolo. Peirce habla de “lo real”. “Lo real” para él está constituido por tres clases de objeto. Por un lado
hay objetos imaginables, por otro
lado, hay objetos existentes y por
otro lado el objeto ni siquiera es
imaginable -se trata del objeto “inimaginable”-. Respecto de dos
primeros resulta fácil advertir sus diferencias. Estos tres tipos de objeto
están relacionados con la primeridad, la
segundidad y la terceridad. También vamos a ver cómo están articulados con
la segunda tricotomía (icono, índice y símbolo). ¿Cuáles son los objetos imaginarios? Son los productos de la
imaginación de los hombres. No son existentes en la realidad. Todas aquellas
figuras literarias, por ejemplo, que
nunca existieron en la realidad, y que fueron creadas por la imaginación de los
hombres. Todos los personajes literarios, cinematográficos, televisivos,
todos los personajes de ficción
pertenecen a esta categoría. (…) los objetos imaginarios son aquellos que van a
estar vinculados de una manera muy fuerte con los iconos. ¿Por qué? Porque
cuando Peirce define icono dice que
no es necesario que el objeto exista, que en la realidad puede existir o puede no existir; mientras que, si queremos sacarle
una fotografía a un elemento, ese elemento tiene que ser un existente. Existente quiere decir que el objeto es
perceptible a través de los sentidos: yo puedo ver al perro, puedo ver al
pizarrón, puedo ver al actor que representa a Hamlet, pero no puedo verlo
porque es no existente. (…) Lo que ofrece mayor dificultad es el tercer tipo de
objeto, que es ni siquiera imaginable.
Cuando leemos el fragmento en que aparecen los tres tipos de objeto en
el texto de Peirce observamos que es como si pasara de
nivel; algo ocurre allí, porque
Inmediatamente pasa a hablar de los signos, y hace una indicación
importante: a los signos a los cuales se está refiriendo son los símbolos, no se refiere a cualquier
tipo de signos. Para el objeto inimaginable
lo que hace Peirce es, en vez de hablar de objeto (que es lo que se esperaría),
es hablar de los símbolos. Y plantea
que los símbolos son abstractos. Él dice que son “tipos”. Al ser tipos son abstractos.
Abstractos quiere decir que no están materializados, sino que van a ser
materializados o van a materializarse cuando se manifiesten a través de una
réplica. Una réplica de la torre Eiffel, por ejemplo, no es la torre Eiffel,
sino que -a escala, y con otros materiales- da cuenta de ese otro objeto.
Entonces, para Peirce los símbolos son abstractos. Para actualizarse necesitan
de réplicas. Y las réplicas son siempre sinsignos. O sea, son un segundo de la relación del signo consigo
mismo (estamos hablando de la naturaleza del representamen, o sea, de la
primera tricotomía). El segundo, el que ocupa el lugar de la Segundidad en la
primera tricotomía es el sinsigno, que es la réplica del símbolo. ¿Se entiende
el concepto? Lo que tiene que quedar claro acá es que el símbolo es algo
abstracto, es un tipo.
Tipos
de Objetos Peirce de que existen objetos ni
siquiera imaginables. Uno los
puede imaginar sólo en la medida en que el símbolo se actualiza en una
réplica, y en el contexto de una frase que permita desambiguar el sentido del
término. Dentro de los objetos tenemos el inmediato y el dinámico. O sea,
tenemos dos tipos de objeto. Sabemos que el objeto para Peirce es un segundo.
De allí que presente dos tipos. El objeto inmediato es definido como “el objeto
tal como es representado en una relación triádica genuina”. Generalmente
estamos acostumbrados a utilizar la representación esquemática de signo. El
objeto inmediato es el objeto dinámico tal como es representado en una
representación particular. Otra representación representa a ese mismo
objeto -el perro, por caso- de otra
manera: una puede ser por el ladrido, otra por su fisonomía. Cuando se habla de
objeto dinámico aparecen dos definiciones. El objeto dinámico puede ser el
objeto en sí o bien la suma de las representaciones pasadas y futuras. Acá hay
que detenerse bastante tiempo. En principio lo que podemos decir es que estas
dos definiciones pareciera que son difíciles de articular entre sí. Uno puede
pensar que son definiciones que entran en contradicción: si uno define el
objeto dinámico como objeto en sí no puede entonces hablar de suma de
representaciones. Porque el objeto en sí plantea que hay de hecho un
objeto exterior y anterior a los actos semióticos que se refieren a ese objeto,
que preexiste a la semiosis.
En la primera definición el
objeto es independiente de la
semiosis. Al ser independiente,
podemos eventualmente plantear que la representación que se haga de ese
objeto es o bien verdadera o bien falsa. La segunda propone todo lo contrario. El objeto resulta ser efecto de
la semiosis. No es algo anterior, externo a ella, sino que es algo que surge a
partir de la semiosis. El objeto aparece como la suma de cualidades que las representaciones han ido
asignando al objeto a lo largo del tiempo.
Verón va a considerar una frase que aparece en los trabajos de Peirce
en la cual éste indica que “el objeto determina al signo”. Esta afirmación pareciera estar más
cerca de la primera definición de objeto dinámico, la que plantea que se trata
del objeto en sí. Verón piensa a esa frase a través de una especie de principio
que emplea Peirce cuando desarrolla la idea de las categorías.
Nosotros tenemos que formar una relación entre tres elementos. Si el
primero de esos tres elementos es una primeridad, solamente puede vincularse
con otras Primeridades. Entonces tendremos el Cualisigno icónico remático. Si
el primero es una Segundidad, por otro lado, solamente puede determinar
primeridades y segundidades. Y, a su vez, si el primero es una terceridad puede
determinar primeridades, segundidades y terceridades.
A la luz de estos principios volvemos a aquello que decía Verón sobre
la aserción
Peirciana de que el objeto
determina al signo. Verón va a decir que si Peirce dice que un segundo
puede armar una relación triádica con primeros y segundos, no puede decirse que
el objeto (que es un segundo) determina al signo (que es un tercero). Según los
planteos de Verón, el objeto del que habla Peirce es un objeto que ya es una
Terceridad. El objeto puesto en juego en
esa idea no es un segundo, es un tercero. ¿Cuáles son los terceros puestos
en juego aquí? Los objetos inmediatos. Y cuando Peirce dice que el objeto
dinámico es la suma de todas las representaciones pasadas y futuras está
diciendo que es la suma de todos los objetos inmediatos presentados respecto
del objeto.
Tipos
de interpretante
-
El Interpretante
Inmediato es el que da cuenta de la posibilidad de interpretación. Como
estamos frente a un “primero” hablamos de la posibilidad de aplicar un
interpretante para construir una relación triádica genuina. Se trata de la mera
posibilidad, de la disponibilidad de interpretantes a ser usados. No estamos en
presencia de un Interpretante que se haya o se esté aplicando concretamente.
-
El segundo tipo es el Interpretante Dinámico: es –por aparecer como un segundo dentro de
de estos tres tipos de interpretante- el Interpretante que efectivamente se
utiliza en la constitución de una relación triádica genuina. Del conjunto de
posibles interpretantes que es factible aplicar, se actualiza uno y no se
activan todos los demás que tenían posibilidad de aparecer formando una
relación sígnica particular.
-
El Interpretante
Lógico Final es el más importante y es una pieza clave para nosotros. El
Interpretante Lógico Final es el interpretante que agota en su interpretación
la interpretabilidad del Objeto. Es
final porque es el que cierra la semiosis. Es un concepto que no se da efectivamente en la realidad,
ni nunca se va a dar. Si se diera habríamos llegado a agotar el objeto en sí y
esto sería llegar a la Verdad Absoluta. El
Interpretante Lógico Final tiene que pensarse en relación con la cuestión de la
Verdad. Acá tenemos que recordar lo que ya planteamos. Tenemos dos tipos de
verdades: la Absoluta y la Relativa. La primera es algo que compete solo a
Dios. El saber de Dios no necesita de procesos semióticos. El hombre, en
cambio, sólo tiene posibilidad de acceder a saberes relativos, que, como dijimos,
se entienden como falibles, siempre corregibles. En tal sentido, la semiosis es un proceso infinito porque
nunca se va a alcanzar el Interpretante Lógico Final, lo que supondría
alcanzar la verdad total de todo. Por eso el concepto de Interpretante Lógico
Final no se tiene que entender de una manera estrecha porque esto implicaría la
detención absoluta de la semiosis.
El Interpretante
Lógico Final se relaciona con la noción de hábito mental porque si llegamos a
la conclusión de que estamos en presencia de una verdad, ella está vinculada
con un interpretante particular que aplicaremos en presencia de un
representamen X. Allí se ha detenido por un tiempo la semiosis. En este caso el
Interpretante Lógico Final se relaciona con la verdad relativa o pública, y con
el estado de creencia. La verdad pública puede ser vista en el campo de las
ciencias a través de la noción de “paradigma”. El Interpretante Lógico Final es
algo que puede ser válido, en la medida en que se producen casos, que siempre
son puntuales, como el que estuve mencionando recién, en que se paraliza la
semiosis por un tiempo. Esta detención es, por definición, siempre momentánea y
esto porque en cualquier momento se puede reactivar.
DIVISION Y CLASIFICACION DE LOS SIGNOS
DEL COTO: Cuando se habla de taxonomía se habla de una
clasificación de elementos en términos tradicionales. Cuando Peirce habla de
división o clasificación, por el modo en que lo hace, advertimos que no está
utilizando la idea de taxonomía o de clasificación tradicional. Cuando uno
habla de una taxonomía o de una clasificación en el sentido tradicional del
término, se piensa que se ha utilizado una serie de criterios que permiten que
se organice en clases un conjunto de elementos. En relación con esto, Verón dice
que el pensamiento de Peirce es un pensamiento analítico disfrazado de
taxonomía. ¿Qué implica hacer un análisis? Partir de una totalidad e ir
distinguiendo allí elementos, partes, niveles, para luego, al final de este
abordaje, llegar nuevamente a la síntesis.
Cuando
decimos que un signo es un índice, un ícono o un símbolo, es porque lo hemos
observado desde una perspectiva determinada que hace que de ese signo aparezca
esa dimensión, esa faceta o ese aspecto. Para Peirce todos los signos contienen
dosis, grados de iconicidad, de indicialidad y de simbolicidad: no hay signos
que sean todo ícono, sino que por ser signos tienen que tener también algo de
índice y algo de símbolo. O bien hay un aspecto que predomina, o bien el
analista observa haciendo resaltar un aspecto (porque quiere
centrarse en él aunque no predomine).
Los signos pueden dividirse según tres tricotomías:
1. Según que el signo en si mismo sea una mera
cualidad, un existente o una ley genera: según su PROPIA NATURALEZA MATERIAL
2. Según que la relación del signo con su
objeto consista en que el signo tenga algún carácter en sí mismo o en alguna
relación existencial con ese objeto, o en su relación con un interpretante:
según sus RELACIONES CON SUS OBJETOS
3. Según que su interpretante lo represente
como un signo de posibilidad o como un signo de hecho o como un signo de razón:
según sus RELACIONES CON SUS INTERPRETANTES
En sí mismos De acuerdo al a primera división, un signo
puede ser calificado de Cualisigno, Sinsigno y Legisigno.
Un signo tiene la naturaleza de una
apariencia, en cuyo caso lo llamo un Cualisigno, o bien es un objeto o evento
individual y entonces lo denomino Sinsigno, o bien tiene la naturaleza de un
tiempo general, en cuyo caso lo designo como un Legisigno.
A un Sinsigno que incluye de
esta manera un Legisigno lo denomino replica del Legisigno. La diferencia entre
un Legisigno y un Cualisigno ninguno de los cuales es una cosa individual,
consiste en que un Legisigno posee una identidad definida, si bien suele
admitir una gran diversidad de apariencias. En cambio el Cualisigno no tiene
identidad ninguna, es la mera cualidad de una apariencia y no es exactamente el
mismo de un caso a un segundo.
-
Un Cualisigno es una cualidad que es un
signo. No puede actuar como signo hasta que no está encarnada, pero este
encarnarse no tiene nada que hacer con su carácter de signo
-
Un Sinsigno es una cosa o acontecimiento
realmente existente que es un signo, implica un Cualisigno o más bien varios
Cualisigno
-
Un Legisigno es una ley que es un signo.
Esta ley es generalmente instituida por los hombres. Todo signo convencional es
un Legisigno, un ti[p general que por un acuerdo tiene que ser significante.
Cada Legisigno significa por intermedio de una instancia e su aplicación que
puede llamarse una réplica de él. Cada instancia individual de él es una
réplica, una réplica es un Sinsigno. Por lo que cada Legisigno requiere
Sinsigno.
En
sus relaciones con sus objetos dinámicos divido los signos
en Iconos, Índices y Símbolos.
-
Defino Icono
como un signo determinado por su objeto dinámico en virtud de su propia
interna. El icono representa la clase de cosas que puede aparecer y que a veces
aparece. (..) Un Icono es un signo que remite al objeto que el denota meramente
por virtud de caracteres propios y que posee por igual tanto si tal objeto
existe o no. Cualquier cosa sea una cualidad, un existente individual o una
ley, es un Icono de algo en la medida en que es como esa cosa y es empleado
como un signo de ella.(…) un icono es un representamen cuya calidad
representativa es una primeridad de él como un primero, es decir, una cualidad
que él posee en cuanto cosa lo hace apto
para ser un representamen. Asi cualquier cosa es apta para ser un sustituto de cualquier
otra cosa al a que se asemeje. Si existen o no otras clases de sustitutos, es
algo que hemos de ver. Un representamen por primeridad solamente puede tener un
objeto similar. Asi, un signo por contraste denota su objeto solo por virtud de
un contraste o Segundidad entre dos cualidades. Un signo por primeridad es una
imagen de su objeto y hablando más estrictamente solo puede ser una idea.
Porque tiene que producir una idea interpretante y un objeto externo excita una
idea por una reacción sobre el cerebro. Pero un signo puede ser icónico, es
decir puede representar su objeto principalmente por su similitud cualquier que
sea su modo de ser. La única manera de comunicar directamente una idea es por
medio de un icono y cualquier método indirecto para comunicar una idea depende
para ser establecido del uso de un icono.
-
Defino un índice
como un signo determinado por su objeto dinámico en virtud de estar en una
relación real con este. El índice apunta hacia el propio evento o la cosa que
encontramos y entiendo por ocurrencia una única cosa o un estado de cosas de
tal naturaleza. (..) un índice es un signo que se refiere al objeto que denota
en virtud de que es realmente afectado por ese objeto. No puede, por
consiguiente, ser un Cualisigno, porque las cualidades son lo que son
independientemente de cualquier otra cosa. El índice es afectado por el objeto
tiene necesariamente alguna cualidad el común con el objeto y es por respecto a
ella como se refiere al objeto. (…) un índice o sema es un representamen cuyo
carácter representativo consiste en que es un segundo individual. Si la
Segundidad es una relación existencial, el índice es genuino. Si la Segundidad
es una referencia, el índice es degenerado. Un índice genuino y su objeto
tienen que ser individuos existentes, y su interpretante inmediato tiene que
ser del mismo carácter. Pero como cada individuo tiene que tener caracteres, se
sigue que un índice genuino puede contener una primeridad, y por consiguiente,
un icono, como parte constituyente de si. Cualquier individuo es un índice
degenerado de sus propios caracteres.
-
Defino un Símbolo
como un signo determinado por un objeto dinámico solo en el sentido de que asi
se lo interpretara. De este modo depende de una convención un hábito o una
disposición natural de su interpretante, del campo de su interpretante. Todo
símbolo es necesariamente un Legisigno, puede resulta inexacto denominar
símbolo una réplica de un Legisigno. Los
símbolos se basan en hábitos, que son desde luego generales, o bien se basan en
convenciones o acuerdos que son igualmente
generales. El símbolo representa aquello que se puede observar y en ciertas
condiciones generales y es esencialmente generales. (…) un símbolo es un signo
que se refiere al objeto que el denota por medio de una ley, por lo común una
asociación de ideas generales que hace que el símbolo sea interpretado como
referido a ese objeto. El mismo es un tipo general o ley vale decir, es un
Legisigno. (…) un Símbolo es un representamen cuyo carácter representativo
consiste precisamente en que es una regla que determinara a su interpretante.
Todas las palabras, oraciones, libros y otros signos convencionales son
símbolos. Hablamos de escribir o pronunciar la palabra ‘símbolo’ pero es solo
una réplica o encarnación de la palabra que se pronuncia o se escribe. Un símbolo
es una ley, o regularidad, en el futuro indefinido. Su interpretante tiene que
ser de la misma descripción como también tienen que serlo el objeto inmediato
completo o significado. Pero una ley gobierna necesariamente o esta encarnada
en individuos y prescribe algunas de sus cualidades. Por consiguiente un
constituyente de un símbolo puede ser un índice y un constituyente puede ser un
Icono. Un símbolo genuino es un símbolo con significado general. Existen dos
clases de símbolos degenerados, el símbolo singular, cuyo objeto es un
individuo existente y que significa solo aquellos caracteres que ese individuo
puede realizar y el símbolo abstracto cuyo único objeto es un carácter.
Cualquier palabra ordinaria es un ejemplo de símbolo. Es aplicable a cualquier
cosa que demuestre realizar la idea conectada con la palabra en sí mismo, no
identifica esas cosas. No nos demuestra un pájaro ni efectúa ante nosotros una
dación ni un matrimonio. Los símbolos crecen.
En los tres
órdenes de signos, iconos, índices, símbolos pueden observarse una progresión
regular de 1 2 y 3. El icono no tiene conexión dinámica con el objeto que
representa; sucede simplemente que sus cualidades se asemejan a las del objeto
y excita sensaciones análogas en la mente para la cual es una semejanza pero en
realidad no está conectado con aquel. El índice está conectado físicamente con
su objeto: forman un par orgánico pero la mente interpretante no tiene nada que
ver con esa conexión salvo advertirla una vez establecida. El signo está
conectado con su objeto en virtud de la idea de la mente utilizadora de signos,
sin la cual no podría existir tal conexión.
La división de los signos más fundamental es en Iconos, Índices y
Símbolos. Es decir: si bien ningún representamen funciona efectivamente como
tal hasta que determina efectivamente a un Interpretante, sin embargo se
convierte en un representamen no bien es capaz de hacer esto; y su cualidad
representativa no depende necesariamente de que haya determinado efectivamente
alguna vez a un interpretante ni de que haya tenido efectivamente nunca un
objeto.
En relación con su interpretante,
un signo es un Rema, un Dicente o un Argumento, que corresponde al a antigua
división entre termino, proposición y argumento.
-
Un Rhema
es un signo que para su interpretante es un signo de posibilidad cualitativa,
es decir, se lo comprende como representación de tal o cual clase Objeto
posible. (…) Un rema es todo signo que no es verdadero ni falso, como casi toda
palabra considerada por separado salvo si y no que son casi privativas de las
lenguas modernas. Una rema es un signo que es representado en su interpretante
significado como si fuera un carácter o una marca. (…) un término es
simplemente un nombre correspondiente a una clase o nombre propio
-
Un signo Dicente
es un signo que para su interpretante es un signo de existencia real. No puede
por consiguiente ser un icono, lo que no da ningún fundamente para
interpretarlo como referido a al existencia real. un dicente es un signo
representado en su interpretante significado como si estuviera en una relación
real con su objeto.
-
Un argumento
es un signo que para su interpretante es un signo de ley, es comprendido como
representación de su objeto en su carácter de signo. Un es representado en su
interpretante no como un signo de interpretante sino como si fuera un signo del
interpretante o tal vez como un signo del estado del universo al cual se
refiere en cual se dan por supuestas las premisas.
La semiótica de Peirce →se ocupa de los signos, es decir, de la Terceridad.
Ideoscopía →
en tanto teoría de las categorías supone el pensamiento y por lo tanto la Terceridad ya que toda
idea, toda representación, todo pensamiento, es un signo.
Las tres categorías (Primeridad, Secundidad, Terceridad) son
modos de ser.
En su primera carta a Lady Welby, Peirce presenta las tres
categorías de la siguiente manera:
“Dando a “ser” el sentido más amplio posible, para incluir
tanto ideas como cosas, ideas que imaginamos tener tanto como ideas que tenemos
realmente, definiré la
Primeridad , la
Secundidad y la
Terceridad como sigue:
·
La
Primeridad es el modo de ser de lo que es tal como es,
positivamente y sin referencia a nada más.
·
La
Secundidad es el modo de ser de lo que es tal como es en relación
con un segundo, pero sin consideración a tercero alguno.
·
La
Terceridad es el modo de ser de lo que es tal como es,
poniendo en relación recíproca un segundo y un tercero.”
Los fenómenos
estudiados por la ideoscopia son todos reales en tanto que fenómenos, pero que
sólo los que corresponden a la
Secundidad implican un existente
realizado.
El orden de la
Primeridad es, el de las “cualidades del sentimiento”
“apariencias puras”, el orden de la pura posibilidad.
Si los fenómenos de la Primeridad “existen” en tanto posibles, si los fenómenos
de la Terceridad
“existen” en tanto expresan por leyes una tendencia real a la realización, los
de la Secundidad
corresponden a los existentes en bruto, a los eventos singulares, a los hechos.
Cada categoría contiene en su definición misma, una hipótesis
sobre el status ontológico de los fenómenos a los que corresponde. Los phaneron de la Primeridad son del
orden de la posibilidad, los phaneron de
la Secundidad
son del orden de los eventos singulares, en bruto; los phaneron de la
Terceridad son del orden de la razón, de la ley.
Las tres categorías son necesariamente generales,
universales y ello en la medida en que son categorías del espíritu: las tres
categorías son tres ideas pertenecen por lo tanto las tres al orden de la Terceridad ; son si se
quiere, leyes. Dese el punto de vista de su generalidad, las tres categorías
están al mismo nivel, es decir, son universales La Secundidad es esa
categoría universal que corresponde a todo lo que se presenta al espíritu como
particular.
Peirce → es real lo que “es de tal que
todo lo que es verdadero y le concierne no es verdadero porque el pensamiento
de una persona particular o de un grupo particular de personas atribuya su
predicado a su sujeto”. La verdad reposa sobre una cierta universalidad del
pensamiento: “La realidad es independiente, por necesidad, no del pensamiento
en general , sino de lo que usted o yo o un número finito de hombres pueda
pensar de ella” “Si usted dice que tal objeto existe en forma completamente
independiente del hecho de ser pensada, sus palabras están desprovistas de
sentido”
Problemas que nos interesan → Status de lo real, fundamento de la verdad, status de los
objetos en el interior de la economía de la Terceridad.
PEIRCE, Charles
Cartas a Lady Welby
CARTA 1
La Ideoscopía
consiste en la descripción y clasificación de las ideas que corresponden a la
experiencia ordinaria o que surgen naturalmente en relación con la vida
ordinaria, sin tener en cuenta su validez o invalidez o su psicología. Este
estudio permite encuadrar las ideas en tres clases (Categorías cenopitagóricas):
- Primeridad: es el modo de ser de aquello que es tal como es, positivamente y sin referencia a ninguna otra cosa. Son cualidades del sentir, es decir, meras apariencias. Independientemente de que sea percibida o recordada. Debe dejar de lado aquello que se pueda vincular con el mismo en la percepción o el recuerdo, pero que no pertenece a la cualidad. Es simplemente una posibilidad peculiar positiva, al margen de cualquier otra cosa. La impresión total no analizada que produce cualquier multiplicidad no pensada como un hecho real, sino simplemente como una cualidad, una simple posibilidad positiva de aparición, es una idea de Primeridad.
- Segundidad: es el modo de ser de aquello que es tal como es, con respecto a una segunda cosa, pero con exclusión de toda tercera cosa. El tipo de idea de segundidad es la experiencia del esfuerzo, prescindiendo de la idea de intencionalidad. Se podría decir que tal experiencia no existe, que hay siempre una intencionalidad hasta tanto se conozca el esfuerzo. La segundidad es genuina o degenerada, la genuina consiste en que una cosa actúa sobe otra: la acción bruta. La relación entre lo anterior y lo subsiguiente consiste en que el ser anterior es determinado y fijo para el subsiguiente y éste es indeterminado para el anterior. Pero la indeterminación no sólo corresponde a las ideas, lo existente está determinado en todo sentido y justamente en esto consiste la ley de causación. Considero la idea de cualquier relación diádica que no implique ningún tercero como una idea de segundidad y no llamaría completamente degenerada a ninguna de estas relaciones diádicas, salvo la relación de identidad. Las más importantes son, primero con respecto a la naturaleza en sí; y segundo en relación con la naturaleza de su primero. Con respecto a su primero, el segundo es divisible en relación con el primero dinámico o con el primero inmediato. En relación con su primero dinámico, su segundo queda determinado en virtud de su propia naturaleza intrínseca o en virtud de una relación real con ese segundo (una acción). Su segundo inmediato es una cualidad o un existente.
- Terceridad: es el modo de ser de aquello que es tal como es, al relacionar una segunda cosa y una tercera entre sí. Aún en la forma más degenerada de la terceridad se puede descubrir algo que no es una simple segundidad. Si se considera cualquier relación triádica ordinaria, encontrará siempre en la misma un elemento mental. La acción bruta es segundidad, y cualquier aspecto mental implica la terceridad. En su forma genuina, la terceridad es la relación triádica existente entre un signo, su objeto y el pensamiento interpretante. Un singo media entre el signo interpretante y su objeto. Pero podemos tomar un signo en un sentido tan amplio que su interpretante no sea un pensamiento, sino una acción o una experiencia. Un tercero es algo que pone en relación a un primero con un segundo; un signo es una especie de tercero.
La función esencial
de un signo consiste en volver eficientes las relaciones ineficientes: no
ponerlas en acción, sino establecer un hábito o una regla general según los
cuales actuarán cuando llegue la ocasión. En cierta forma el conocimiento las
vuelve eficientes, y un signo es algo mediante cuyo conocimiento conocemos algo
más. Todo nuestro pensamiento y conocimiento se da por signos. Un signo es un
objeto que por una parte está en relación con su objeto, y por otra con un
interpretante de tal modo que pone el interpretante en una relación con el
objeto que corresponde a su propia relación con dicho objeto. Un signo tiene:
2 Objetos:
- Objeto tal como
es representado.
- Objeto en sí
mismo.
3 Interpretantes:
- Interpretante tal
como es representado o tal como se propone que sea entendido.
- Interpretante tal
como se produce.
- Interpretante en
sí mismo.
3 Relaciones:
- Conforme a su
naturaleza material.
- A sus relaciones
con sus objetos.
- A sus relaciones
con sus interpretantes.
CARTA 2
La experimentación es la única prueba
lógica de cualquier cuestión relativa de los objetos reales. El razonamiento
matemático constituye un ingrediente necesario de todo experimento. La
demostración matemática muestra sólo que una hipótesis arbitraria implica otra,
y tal razonamiento sólo se puede referir a algo real, pues al ponerse de
manifiesto por el experimento que una hipótesis arbitraria se cumple
aproximadamente, presumimos que sus consecuencias matemáticas se cumplirán
aproximadamente Pero esto no se prueba
hasta que no se experimente.
Al hablar de Objeto se entiende por él todo lo que se
presenta ante el pensamiento o la mente en cualquier sentido habitual. No se
establece ninguna contraposición entre sujeto y objeto. El sujeto es el
correlativo de predicado, y sólo de habla de los sujetos de los signos que
tienen una parte que indica por separado cuál es el objeto del signo.
Creencia es simplemente tener
por verdadero; un genuino y real tener por verdadero, ya se trate de lo que se
crea. Es fácil mostrar que una creencia es errónea. En efecto el juicio no se
puede relacionar nunca con la apariencia en el instante del juicio, pues el
sujeto de cualquier juicio debe haber sido conocido por conocimiento colateral. Una creencia que no pudiera ser falsa sería
infalible, y la infalibilidad es un Atributo de la Divinidad.
CARTA 3
La verdad reconocida como pública es
aquella de la que cualquier persona podría convencerse si llevara su
indagación, su sincera búsqueda de creencias, inamovibles lo suficientemente
lejos. Al menos que sea reconocida como tal, no habrá nada capaz de impedir que
cada uno de nosotros adopte creencias completamente fútiles de su propia
cosecha que no serán creídas por los demás. Pero si la verdad fuera algo
público, querría decir que cualquier persona, a condición de seguir buscando lo
suficiente, llegará al final a aceptarla como punto de partida de su conducta;
y esto es válido para cualquier ser racional. Es imposible que se sepa
infaliblemente si alguna verdad existe efectivamente.
La ciencia consiste en indagar, no en producir doctrina. Aquellos que se dediquen al
descubrimiento de la verdad sobre las referencias de los símbolos a sus objetos
estarán obligados a investigar también la referencia a sus interpretantes,
además de otros aspectos de los símbolos; y de toda clase de signos.
Se define al signo
como algo que es determinado en su calidad de tal por otra cosa, llamada su
objeto, de modo tal que determina un efecto sobre otra persona. Que se llama
interpretante. Vale decir que este último es determinado por el signo en forma
inmediata. Peirce distingue tres Universos que se distinguen por tres
modalidades del Ser:
1)
Universo ideas: abarca cualquier cosa que
tenga su Ser sólo en sí misma, debe estar presente en alguna conciencia o debe
tener la capacidad de estarlo en la totalidad de su Ser. Sólo podemos razonar
sobre las ideas en aspectos que no sean afectados por las antinomias.
2)
Universo de los Objetos: objetos cuyo Ser
consiste en sus reacciones en bruto y los hechos. Se llaman Cosas a los objetos
o existentes, y se denominan Hechos a los hechos relacionados con ellos. Cada
miembro de este universo es un Objeto singular o lo que pueda expresarse
mediante una proposición que tenga un sujeto singular.
3)
Universo necesitante: está compuesto por la
coexistencia de cualquier cosa que sea por su naturaleza necesitante, esto es
un hábito, una ley o algo susceptible de ser expresado en una proposición
universal. Queda incluido todo aquello a lo que se pueda acceder mediante el
razonamiento lógicamente válido.
Objetos de un signo: el Objeto
Mediato o Dinamoide es exterior al signo; el Objeto Inmediato es interior a
dicho signo. El Interpretante de un signo es todo lo que el signo transmite:
para poder ponerse al corriente de su objeto es necesaria la experiencia
colateral. El Objeto Mediato debe ser indicado por el signo mediante algún
indicio, y este indicio o su sustancia es el Objeto Inmediato.
El Objeto Inmediato
es el objeto tal cual es representado en una relación triádica genuina particular.
Está constituido por las cualidades, iluminadas por el ground, que son
representadas del Objeto Dinámico.
El Objeto Dinámico
puede ser visto de dos formas que se oponen:
1-
Objeto en sí; entendido como un
elemento exterior y anterior a los procesos de semiosis. Difiere la realidad de
la representación de los discursos.
2-
La suma de representaciones
pasadas y futuras del Objeto; crea una relación de dependencia entre el Objeto
dinámico y la Representación, el objeto sería el producto se esta relación. No
se puede acceder nunca al Objeto ya que nuestro alcance de da a través sólo de
la representación.
CARTA 4
Interpretantes:
- Interpretante Dinámico: consiste en el efecto directo realmente producido por un signo en su interpretante. Es experimentado en cada acto de interpretación y en cada uno de éstos es diferente de cualquier otro. Es un evento singular y real.
- Interpretante Final: sería el efecto que el signo produciría sobre cualquier mente sobre la cual las circunstancias permitirían que pudiera ejercer su efecto pleno. Es el único resultado interpretativo al que cada intérprete está destinado a llegar si el signo es suficientemente considerado. Es aquel hacia el cual tiende lo real.
- Interpretante Inmediato: la parte del efecto del signo que basta para que una persona pueda decir si el signo es o no aplicable a algo que esa persona conozca suficientemente. Está implícito en el hecho de que cada signo debe tener su interpretabilidad peculiar antes de obtener un intérprete. Es una abstracción, consiste en una posibilidad.
Nominalismo y Realismo: los
realistas son aquellos que sostienen que algunos generales que son susceptibles
de ser predicados respecto de muchos sujetos, son Reales. Los nominalistas
dijeron en varias formas que ningún general es Real. Lo Real es tal que
cualquier cosa que sea que es verdadera respecto del mismo, no lo es porque
algún pensamiento de una persona individual o de un grupo individual de
personas atribuye su predicado a su sujeto, sino que es verdadera sea lo que
fuere lo que cualquier persona o grupo de personas pueda pensar acerca de la
misma.
Aquello cuya verdad
depende de la acción de una mente es interno.
Aquello cuya verdad
depende no sólo de la acción del pensamiento de una persona o grupo de personas,
sino también de lo que piensan acerca de la sustancia de la proposición que es
verdadera, es irreal.
Aquello que es tal
que algo verdadero respecto del mismo lo es o bien independientemente del
pensamiento de cualquier mente o mentes definidas, o por lo menos verdadero
independientemente de lo que piense sobre esa verdad cualquier persona o grupo
de personas, es real.
Aunque se hace que
la verdad de todo lo verdadero en la ley dependa del pensamiento en general, no
lo hace depender del pensamiento de ninguna persona en particular o ningún
grupo particular de personas.
(Peirce realista)
División de los signos
- Fundamento, Objeto e Interpretante
Un signo o representamen es algo que
representa algo para alguien en algún aspecto o carácter. Se dirige a alguien,
es decir, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o quizás más
desarrollado. A este signo creado se lo denomina Interpretante del primer
signo. El signo está en lugar de algo, su Objeto. Representa este Objeto no en
todos sus aspectos, pero con referencia a una idea que se llama Fundamento del
representamen. La ciencia tiene tres ramas como consecuencia de que cada
representamen es relacionado con tres cosas:
- Con el fundamento: Gramática speculativa; tiene por objeto averiguar qué es lo que debe ser cierto del representamen usado por toda inteligencia científica para que pueda incluir cualquier significado.
- Con el objeto : Lógica exacta; es la ciencia de lo que es cuasi necesariamente verdadero de los representámenes de cualquier inteligencia científica, para que puedan cubrir cualquier objeto, es decir, sean verdaderos.
- Con el interpretante. Retórica pura; su trabajo es averiguar las leyes de cada inteligencia científica: un signo da nacimiento a otro, y un pensamiento produce otro pensamiento.
La palabra Signo es
usada para señalar un objeto perceptible o solamente imaginable. Para que algo
sea un signo debe representar una u otra cosa llamada su Objeto. Un signo puede
tener más de un objeto, pero el conjunto de objetos puede considerarse como uno
completo; serán tratados como si tuviesen uno solo. Si un signo difiere de su
objeto, debe existir alguna explicación mostrando cómo o porqué razón el signo
representa el objeto o conjunto de objetos referidos. El signo y su explicación
constituyen, en conjunto, otro signo, y como la explicación será un signo,
requerirá una explicación adicional. Cada signo tiene un Precepto de
explicación, lo que se entiende como una derivación de su objeto. El signo
puede sólo representar al objeto y aludir a él; no puede dar conocimiento o
reconocimiento de éste.
- División de las relaciones triádicas:
- Relaciones triádicas de comparación: tienen
la misma naturaleza que las posibilidades lógicas.
- Relaciones triádicas de ejecución: tienen la
naturaleza de los hechos reales.
- Relaciones triádicas de pensamiento: tienen la
naturaleza de las leyes.
- Primer Correlato: es considerado de
naturaleza más simple. -------- REPRESENTAMEN
- Segundo Correlato: es considerado de
importancia inmediata.-------OBJETO
- Tercer Correlato: considerado de naturaleza
compleja. ---------------INTERPRETANTE
- Tricotomía de los signos
Los signos pueden dividirse según tres
tricotomías:
Primer tricotomía: (signos conformes a su propia naturaleza material )
1.
Cualisigno: es una mera cualidad y no puede actuar como signo hasta que esté encarnada.
2.
Sinsigno: es una cosa o acontecimiento realmente existente. Puede ser tal
mediante sus cualidades, por lo tanto implica uno o varios cualisignos
encarnados.
3.
Legisigno: es una ley, generalmente instituida por los hombres. Es un objeto de
tipo general que por un acuerdo debe ser significante. Cada legisigno
significa, por medio de una instancia de aplicación, una réplica de él; por
ejemplo una palabra repetida en un texto. Cada réplica es a su vez, un
sinsigno.
Segunda tricotomía: (en cuanto al signo en
relación con su objeto dinámico)
- Icono: es un signo que remite al Objeto que el denota, por virtud de caracteres propios y que posee por igual si tal objeto existe o no. Cualquier cualidad, hecho real o ley general es un ícono de algo, en la medida en que es como esa cosa y es empleado como signo de ella. No tiene conexión dinámica con el objeto que representa; sucede simplemente que sus cualidades se asemejan a la del objeto y excita sensaciones análogas en la mente, para la cual es una semejanza. Es un signo que posee el carácter que lo hace significante, aún cuando su objeto no tuviera existencia. Es un signo determinado por su objeto dinámico en virtud de su propia naturaleza interna. Un icono es un Representamen cuya Calidad Representativa es una Primeridad de él como Primero. Es decir, una cualidad que él posee en cuanto cosa lo hace apto para ser un representamen. Así, cualquier cosa es apta para ser un Sustituto de cualquier otra cosa a la que se asemeje. Un signo por Primeridad es una imagen, y hablando estrictamente, sólo puede ser una idea. Porque tiene que producir una idea interpretante, y un objeto externo excita una idea por una reacción sobre el cerebro. Pero una idea no puede ser un Icono; una posibilidad sola es un Icono exclusivamente en virtud de su cualidad; y su objeto puede ser sólo una Primeridad. Pero un signo puede ser icónico, es decir, puede representar su objeto principalmente por su similitud, cualquiera sea su modo de ser. La única manera de comunicar directamente una idea es un icono, y cualquier método indirecto para comunicar una idea depende, para ser establecido, del uso de un icono.
- Indice: es un signo que se refiere al objeto que denota en virtud de que es realmente afectado por ese Objeto; tiene necesariamente alguna cualidad en común con él y es por eso que se refiere al mismo. Se encuentra en conexión dinámica (incluida la espacial) tanto con el objeto individual por una parte, como con los sentidos o memoria de la persona para la cual sirve como signo, por la otra. Los índices pueden distinguirse de otros signos o representaciones por tres marcas características: primero que no tienen semejanza física con sus objetos; segundo que se refieren a individuos, unidades singulares, colecciones singulares de unidades o continuos singulares; tercero que dirige la atención hacia sus objetos mediante una ciega compulsión. Psicológicamente, la acción de los índices depende de la asociación por contigüidad, y no de la asociación por semejanza o de operaciones intelectuales. Un Indice es un Representamen cuyo carácter Representativo consiste en que es un segundo individual. Si la Secundidad es una relación existencial, el índice es genuino. Si la Secundidad es una referencia, el índice es degenerado. Un índice genuino y su objeto tienen que ser individuos existentes (sean cosas o hechos), y su Interpretante inmediato tiene que ser del mismo carácter. Un golpe en la puerta es un índice; cualquier cosa que concentra la atención, que nos sobresalta es un índice, en la medida en que marca la conjunción entre dos porciones de la experiencia. Algunos índices son instrucciones más o menos detalladas de lo que el oyente tiene que hacer para ponerse en conexión directa, experencial o de otra índole, con la cosa mentada.
- Símbolo: es un signo que se refiere al Objeto que él denota, por medio de una ley, por lo común una asociación de ideas generales que hace que el símbolo sea interpretado como referido a ese Objeto. Actúa por intermedio de la Réplica. No es él mismo general, sino que el Objeto al que se refiere es de naturaleza general. El Símbolo será afectado indirectamente, a través de la asociación o de otra ley, por esas instancias.Un Símbolo es un representamen cuyo carácter representativo consiste precisamente en que es una regla que determinará su interpretante. Todas las palabras, oraciones, libros y otros signos convencionales son símbolos. Un símbolo es una ley o regularidad, en el futuro indefinido. Su interpretante tiene que ser de la misma descripción, como también tienen que serlo el objeto inmediato completo o significado. Mientras que el objeto completo de un símbolo, es decir, su significado, tiene naturaleza de ley, tiene que denotar un individuo y tiene que significar un carácter. Un símbolo genuino es un símbolo con significado general. Un símbolo es un signo naturalmente apto para declarar que el conjunto de objetos que está denotado por cualquier conjunto de índices que pueda estar vinculado de cierta manera con él se encuentra representado por un ícono asociado con él. Un símbolo es aplicable a cualquier cosa que demuestre realizar la idea conectada con la palabra; no nos muestra por ejemplo un pájaro, pero supone que somos capaces de imaginarlo, y hemos asociado la palabra con ello. No puede indicar una cosa particular, sino que denota una clase de cosas; es en sí mismo una clase. Los símbolos crecen, llegan a la existencia desenvolviéndose a partir de otros signos, particularmente a partir de los íconos o a partir de los signos mixtos. Pensamos solamente en los signos; estos signos mentales son de naturaleza mixta, las partes-símbolos de ellos se llaman conceptos.
Tercer tricotomía: (en cuanto a su relación con su interpretante
significado)
- Rema: es un signo que para su interpretante es un signo de posibilidad cualitativa, es decir, se lo comprende como representación de tal o cual clase de objeto posible.
- Dicente: es un signo que para su interpretante es un signo de existencia real.
- Argumento: es un signo que para su interpretante, es un signo de ley; es comprendido como representación de su objeto en su carácter de signo. El interpretante del argumento lo presenta como una instancia de una clase de argumentos, clase que en conjunto siempre tendrá la verdad. Incluye un signo dicente o proposición que es la premisa; y otra llamada conclusión; la cual es esencial para la plena expresión del argumento.
Representar: es
estar en lugar de, es decir, encontrarse en relación tal con el otro, que para
ciertos fines es tratado por alguna mente como si fuera ese otro.
Un Signo o
Representamen es un Primero que está en una relación triádica genuina tal con
un Segundo, llamado su Objeto, que es capaz de determinar un Tercero, llamado
su Interpretante, para que asuma la misma relación triádica con su Objeto que
aquella en la que se encuentra él mismo respecto del mismo Objeto. La relación
triádica es genuina, es decir, sus tres miembros están ligados por ella de
manera tal que no consiste en ningún completo de relaciones diádicas. Esta es
la razón de que el Interpretante o Tercero no pueda encontrarse en una mera
relación diádica con el Objeto, sino que tenga que encontrarse con él en una
relación tal como aquella en que se encuentra el Representamen mismo. Un signo
es un representamen con un interpretante mental. La división de los signos más
fundamental es en Iconos, Indices y Símbolo. Si bien ningún representamen
funciona efectivamente como tal hasta que determina efectivamente a un
interpretante, se convierte en un representamen no bien es capaz de hacer esto.
Un signo es cualquier
cosa que determina alguna otra (su interpretante) para que se refiera a un
objeto al cual él mismo se refiere (su objeto); de la misma manera el
interpretante se convierte a su vez en signo, y así ad infinitum.
Resumen 6:
DIVISIÓN DE LOS SIGNOS –
CHARLES PEIRCE-
Conceptos importantes:
Definiciones de signo, definición de objeto, tipos de objeto y tipos de
interpretantes.
- Un signo o representamen es algo que
representa a algo para alguien en algún aspecto o carácter. Se dirige a
alguien, es decir, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o,
quizás aún, más desarrollado. A este signo creado, yo lo llamo el
Interpretante del primer signo. El signo está en lugar de algo, su objeto.
Representa a este Objeto no en todos sus aspectos, pero con referencia a
una idea que he llamado a veces del Fundamento del representamen.
- La palabra Signo será usada para señalar un
objeto perceptible o solamente imaginable, o aún en cierto sentido
inimaginable.
- Para que algo
sea un Signo debe “representar”
una u otra cosa llamada su Objeto. Un signo puede tener más de un objeto.
Pero el conjunto de objetos puede considerarse como un solo objeto
completo.
El
signo puede solamente representar al
objeto y aludir a él. No puede dar conocimiento o reconocimiento de este
objeto. Si hubiera “algo” que transmitiera información y, sin embargo, no
tuviera relación ni referencia, respecto de algo de lo cual, quien llega a la
información no tuviera conocimiento directo o indirecto, el medio por el que
llega esa información no es en esta obra llamado un signo.
Los
objetos para un signo pueden ser o una cosa única conocida existente o una
cualidad, relación o hecho, con un objeto singular que puede ser una colección
o totales de las partes, o pueden tener otro modo de ser, tal como algún acto
permitido, cuyo ser no debe impedir que la negación sea igualmente permitida o
algo de naturaleza general, deseado o invariablemente encontrado bajo ciertas
circunstancias generales.
División de las relaciones
diádicas
Clase
más importante de relaciones triádicas à la de los signos
o representamenes con sus objetos e interpretantes.
División
tosca de las relaciones triádicas que contiene importante verdad:
- Relaciones
triádicas de comparación.
- Relaciones triádicas
de ejecución
- Relaciones
triádicas de pensamiento
Las
relaciones triádicas de Comparación son las que tienen la misma naturaleza que
las posibilidades lógicas.
Las
relaciones triádicas de Ejecución son las que tienen la misma naturaleza que
los hechos reales.
Las
relaciones triádicas de Pensamiento son las que tienen la misma naturaleza que
las leyes.
Tenemos
que distinguir entre el Primer, Segundo y Tercer Correlato de cualquier
relación triádica.
Primer
Correlato à aquel de los tres que es
considerado como de naturaleza más simple. Consiste en una mera posibilidad si
cualquiera es de tal naturaleza y no es una ley, salvo que los tres sean de tal
naturaleza.
Tercer
Correlato à es aquel de los tres que
es considerado de naturaleza más compleja y es una ley si cualquiera de los
tres es una ley y no es una mera posibilidad, salvo que loes tres sean de esta
naturaleza.
Segundo
Correlato à aquel de los tres que es
considerado de importancia inmediata, de suerte que, si cualesquiera de los dos
son de la misma naturaleza, por ser o meras posibilidades o existencias reales
o leyes, entonces el Segundo Correlato es de esa misma naturaleza pero si los
tres son de distinta naturaleza, el Segundo Correlato es una existencia real.,
Las relaciones triádicas
son divisibles por tricotomía de tres modos distintos, según que el Primero,
Segundo y un Tercer Correlato sean, respectivamente, una mera posibilidad, un
existente real o una ley.
Estas
tres tricotomías, en su conjunto, dividen todas las relaciones triádicas en
diez clases.
Segunda división de las relaciones
triádicas en diez clases, según que las relaciones diádicas que ellas
constituyen, sean entre los Primeros y los Segundos Correlatos o entre el
Primero y el Segundo Correlato, o el
Primero y el Tercero, y estas diez clases se subdividirán de diferentes
maneras.
Puede
ser conveniente reunir las diez clases de cada conjunto de diez en tres grupos,
según que los tres correlatos o las relaciones diádicas sean todos de
naturaleza diferentes o dos sean de una misma naturaleza pero el tercero de
otra naturaleza diferente.
En
toda relación triádica genuina, el Primer Correlato puede considerarse como
determinante del Tercer Correlato en algún aspectos y las relaciones triádicas
pueden dividirse según que esta determinación del Tercer Correlato tenga alguna
cualidad o se encuentre en alguna relación existencial con el Segundo Correlato
o se encuentre en alguna relación de pensamiento con el Segundo respecto de
algo.
Un
Representamen es el Primer Correlato
es una relación triádica, el Segundo Correlato se llama su Objeto y el posible Tercer Correlato se denomina su Interpretante.
Una tricotomía de los
signos
Los
signos pueden dividirse según tres
tricotomías : según que el signo en si mismo sea una mera cualidad, un
existente real o una ley general; según que la relación del signo con su objeto
consista en que el signo tenga algún carácter en si mismo, o en alguna relación
existencial con ese objeto o en su relación con un interpretante; según que su
interpretante lo represente como un signo de posibilidad o como un signo de
hecho o como un signo de razón.
Primera
división: Un signo puede ser calificado de Cualisigno,
Sinsigno y Legisigno.
Cualisigno
àEs una cualidad que es un signo
Sinsigno
à Es una cosa o acontecimiento realmente existente que es un
signo. Implica un cualisigno o varios cualisignos.
Legisigno
à Es una ley que es un signo. Esta ley es generalmente instituida
por los hombres. Todo signo convencional es un legisigno (pero no
inversamente). No es un objeto único sino un tipo general que, por un acuerdo,
tiene que ser significante. Cada instancia individual de él es una Réplica. La Réplica es un Sinsigno,
por consiguiente cada legisigno requiere sinsignos.
Una segunda tricotomía de
los signos
Según
la segunda tricotomía, un Signo puede ser llamado Icono, Índice o Símbolo.
Icono
à Signo que remite al objeto que el denota, meramente por
virtud de caracteres propios y que posee por igual tanto si tal objeto existe o
no. Cualquier cosa, sea una cualidad, un existente individual o una ley, es un
Icono de algo en la medida en que es como esa cosa y es empleado como un signo
de ella.
Índice
à Signo que se refiere al objeto que denota en virtud de que es
realmente afectado por ese objeto. No puede ser un Cualisigno, porque las
cualidades son lo que son independientemente de otra cosa. En la medida en que
el Índice es afectado por el Objeto tienen necesariamente alguna cualidad en
común con el Objeto y es por respecto a ella como se refiere al Objeto. Implica
una clase de icono, pero un icono de clase particular, y no es la mera
semejanza con su objeto, aun en los aspectos que lo convierten en un signo,
sino que es su modificación real por el Objeto.
Símbolo
à Signo que se refiere al Objeto que él denota por medio de una
ley, por lo común una asociación de ideas generales que hace que el Símbolo sea
interpretado como referido a ese Objeto. Él mismo es un tipo general o ley,
vale decir, es un Legisigno, como tal actúa por medio de la réplica.
Una tercera tricotomía de
los signos
Según
la Tercera
tricotomía, un signo puede ser llamado un Rhema, un Dicisigno o n Argumento.
Rhema
à Signo que para su Interpretante es un Signo de Posibilidad cualitativa,
se lo comprende como representación del tal o cual clase de Objeto posible.
Signo
Dicente à Signo que, para su
Interpretante, es un Signo de existencia real. No puede ser un Icono. Un Dicisigno implica necesariamente como
parte de él, un Rhema, para describir el hecho que aquél es interpretado como
indicando. Pero es una clase peculiar de Rhema y si bien es esencial para el
Dicisigno d ninguna manera lo constituye.
Argumento
à Signo que, para su Interpretante, es un signo de ley. Tiene
que ser un símbolo, o sea, un signo cuyo objeto es una ley general o tipo.
Tiene que incluir un signo dicente o proposición, que se denomina su premisa,
porque el argumento solo puede urgir la ley urgiéndola en una instancia.
Un
Rhema es un signo que es comprendido como representación de su objeto solo en
sus caracteres, que un Dicisigno es un signo que es comprendido como representación
de su objeto respecto de su existencia real, y que un Argumento es un Signo que
es comprendido como representación de su Objeto en su carácter de signo.
REPRESENTAR : Estar en lugar
de, encontrarse en relación tal con otro, que para ciertos fines es tratado por
alguna mente como si fuera ese otro. Cuando se desea distinguir entre lo que
representa y el acto o relación de representar, lo primero puede ser denominado
“representamen” y la segunda la “representación”.
EL
ICONO, INDICE Y SIMBOLO
Un
signo o representamen es un Primero que esta
en una relación triádica genuina tal con un Segundo, llamado su Objeto,
que es capaz de determinar un Tercero, llamado su Interpretante para que asuma
la misma relación triádica con su Objeto que aquella en la que se encuentra él
mismo respecto del mismo Objeto.
Relación
triádica → genuina→ sus tres miembros
están ligados por ella de manera tal que no consiste en ningún complejo de
relaciones diádicas. Esta es la razón de que el Interpretante o Tercero no pueda encontrarse en una mera
relación diádica con el Objeto, sino que tenga que encontrarse con él en una
relación tal como aquella en que se encuentra el Representamen mismo.
Un
Signo es un Representamen con un interpretante mental.
La
división de signos más fundamental es en Iconos, Índices y Símbolos. Si bien
ningún representamen funciona efectivamente como tal hasta que determina efectivamente
a un Interpretante, sin embargo, se
convierte en un Representamen no bien es capaz de hacer esto.
Icono
→ Es un representamen cuya calidad representativa
es una primeridad de él como un primero. Una cualidad que él posee en cuanto
cosa lo hace apto para ser un representamen. Así, cualquier cosa es apta para
ser un Sustituto de cualquier otra cosa a la que sustituye.
Un
Índice o Sema es un Representamen cuyo carácter representativo consiste en que
es un segundo individual. Si la Secundariedad es una relación existencial, el Índice
es genuino. Si la
Secundidad es una referencia, el índice es degenerado. Un Índice
genuino y su Objeto tienen que ser individuos existentes (sean cosas o hechos)
y su interpretante inmediato tiene que ser del mismo carácter.
Ejemplo
de Índice: Un golpe en la puerta. Cualquier cosa que concentra la atención es
un índice. Cualquier coa que nos sobresalta es un índice, en la medida que
marca la conjunción entre dos porciones de la experiencia. Los pronombres
demostrativos “este” y “esto” son índices. Preposiciones y locuciones
preposicionales como “a la izquierda”.
La naturaleza de los
símbolos
Un
Símbolo es un Representamen cuyo carácter Representativo consiste precisamente
en que es una regla que determinará a su interpretante. Todas las palabras,
oraciones, libros y otros signos convencionales son Símbolos. Hablamos de
escribir o pronunciar la palabra “hombre” pero es solo una réplica o encarnación
de la palabra que se pronuncia o escriba. La palabra misma no tiene existencia,
pues consiste en el hecho de que algunos existentes se conformarán a ella. Es
un modo general de sucesión de seis sonidos o representamenes de sonido que se
convierten en signo solo por el hecho de que un hábito o ley adquirida hará que
réplicas de ella se interpreten como significando un hombre. La palabra y su
significado son ambos reglas generales.
Un
Símbolo es una ley, o regularidad, en el futuro indefinido. Su interpretante
tiene que ser de la misma descripción, como también tiene que serlo el Objeto
inmediato completo o significado. Pero una ley gobierna necesariamente o esta
“encarnada en” individuos y prescribe alguna de sus cualidades. Por
consiguiente, un constituyente de un Símbolo puede ser un Índice y un
constituyente puede ser un Icono.
Mientras que el objeto completo de un símbolo, es decir, su significado,
tiene naturaleza de ley, tiene que denotar un individuo y tiene que significar
un carácter.
Un
Símbolo genuino es un símbolo con significado general. Existen dos clases de símbolos
degenerados: el símbolo singular, cuyo objeto es un individuo existente y que
significa solo aquellos caracteres que ese individuo puede realizar y el
símbolo abstracto cuyo único objeto es un carácter.
Cualquier
palabra ordinaria como “pájaro” es un ejemplo de símbolo. Es aplicable a
cualquier cosa que demuestre realizar la idea conectada con la palabra, en si
mismo, no identifica esas cosas. No nos muestra un pájaro pero supone que somos
capaces de imaginarlo y hemos asociado la palabra “pájaro” con él.
El
icono no tiene conexión dinámica con el objeto que representa, sucede
simplemente que sus cualidades se asemejan a las del objeto y excita
sensaciones análogas en la mente para la cual es una semejanza. El Índice esta
conectado físicamente con su objeto; forman un par orgánico pero la mente
interpretante no tiene nada que ver con esa conexión, salvo advertirla una vez
establecida. El signo esta conectado con su objeto en virtud de la idea
utilizadora de signos, sin la cual no podría existir tal conexión.
Un
Símbolo no puede indicar ninguna cosa particular, denota una clase de cosas.
Los
Símbolos crecen. Llegan a la existencia desenvolviéndose a partir de otros signos,
particularmente a partir de los iconos o a partir de signos mixtos que
participan de la naturaleza de los iconos y símbolos.
Si
un hombre forma un nuevo símbolo, lo hace mediante nuevos pensamientos que
implican conceptos. Por consiguiente, un nuevo símbolo solo puede crecer a
partir de símbolos. En el uso y la experiencia crece su significado.
Signo
Cualquier
cosa que determina alguna otra (su interpretante), para que se refiera a un
objeto al cual él mismo se refiere (su
objeto); de la misma manera el interpretante se convierte a su vez en un signo
y así ad infinitum.
Un
Signo es o un Icono, o un Índice o un Símbolo. Un Icono es un signo que
poseería el carácter que lo hace significante aun cuando su objeto no tuviera
existencia; por ejemplo un trazo de lápiz como representante de una línea
geométrica. Un Índice es un objeto que perdería inmediatamente el carácter que
lo convierte en un signo si su objeto fuera eliminado, pero que perdería ese
carácter si no hubiera interpretante (Ej.: Plancha de madera con un agujero en
el medio de ella como un signo de un tiro, porque sin el tiro no habría
agujero; pero existe en ella un agujero, independientemente de que alguien se
le ocurra atribuirlo o no a un disparo). Un Símbolo es un signo que perdería el
carácter que lo convertiría en signo si no hubiera interpretante. Tal es
cualquier emisión de habla que significa lo que significa solo en virtud de que
se entienda que tiene tal significación.
Índice
Un
signo o representación que se refiere a su objeto no tanto en virtud de alguna
semejanza o analogía con él ni tampoco porque este asociado con caracteres
generales que ese objeto posee de hecho, sino porque se encuentra en conexión
dinámica (incluida la espacial) tanto con l objeto individual por una parte,
como con los sentidos o memoria de la persona para la cual sirve como signo por
la otra.
Ningún
hecho concreto puede establecerse sin el uso de algún signo que sirva de Índice
Los
Índices pueden distinguirse de otros signos o representaciones por tres marcas
características:
- No tienen semejanza
física con sus objetos.
- Se refieren a
individuos, unidades singulares, colecciones singulares de unidades o
continuos singulares.
- Dirige la atención
hacia sus objetos mediante una ciega compulsión.
Seria
difícil, sino imposible, dar una instancia de un índice absolutamente puro o
encontrar algún signo absolutamente desprovisto de cualidad indexical. Psicológicamente,
la acción de los índices depende de la
asociación por contigüidad y no de la asociación por semejanza o de operaciones
intelectuales.
Símbolo
Un
Signo que constituye en signo meramente
o principalmente por el hecho de ser usado y comprendido como tal, tanto si el
hábito es natural como si es convencional y sin considerar los motivos que
originariamente determinaron su selección.
Signo
que está conectado con su objeto mediante la convención de que ha de entendérselo
así o de lo contrario mediante un instinto natural o un acto intelectual que lo
toma como representante de su objeto, sin que tenga lugar necesariamente ninguna
acción que pudiera establecer una relación fáctica entre signo y objeto.
Teórico:
Pierce
La
clasificación supone una operatoria abstracta. Abstracción se relaciona con el
concepto de análisis. Cuando se hace un análisis se enfrenta a un todo y lo fragmenta. Va
sacando elementos parciales; esto implica que un elemento puede ser considerado
desde perspectivas distintas. Según los criterios, el elementos va a entrar en
un lugar o en otro; y estos lugares no se presentas como enfrentados.
Cada
elementos tiene diversas caras; todos los signos tienen grados diversos de
iconicidad, indicialidad y simbolicidad.
Se
interesa por la problemática de la representación. Toda la cuestión del signo
se vincula con la forma en cómo los signos representan otra cosa que no son
ellos: lo real.
Le
preocupa la problemática del conocer, de cómo el hombre conoce. Y para él, el
hombre conoce mediante y a partir de signos.
Cuando
pensaba en el conocer, pensaba también en los conocimientos prácticos de la
vida cotidiana; no limitaba el conocimiento a saberes individuales. El saber,
para Pierce, no es cosa del individuo aislado sino de la “comunidad”; Comunidad
de Mentes.
Pierce
señala que el hombre pasa por dos estados: un estado de duda y un estado de
creencia. Se pasa siempre de un estado al otro en forma constante.
El estado de duda es un estado altamente insatisfactorio para el hombre, es un estado no
deseable del cual se pretende salir o se intenta salir; está relacionado con el
no saber, o no tener certeza respecto a algo. El hombre va buscando la
posibilidad de calmar ese estado de duda
a partir de encontrarse con una verdad, ésta está vinculado con el estado
de creencia. Los dos estados son inestables.
Para
Pierce hay dos tipos de verdades: absoluta y relativa
Plantea
que la verdad absoluta está en posesión
de Dios y es algo que el hombre no puede alcanzar. Están vinculadas con la
posibilidad de conocer todo de todas las cosas, al hombre esta posibilidad le
está negada. A él sólo le quedan las
verdades relativas, que tiene que ver con que las verdades son falseables: algo
que se entiende como verdadero en un momento determinado puede dejar de serlo
en otro.
Un
conocimiento se vuelve tal sólo cuando la comunidad científica lo acepta. Los
signos aparecen como un instrumento para llegar a la verdad; el hombre conoce
“a partir de signos”.
El estado
de creencia se caracteriza por poner en juego el “hábito mental” que, a su vez,
está relacionada con el concepto de signo acción.
Pierce
plantea que el hábito mental es algo que funciona, que se reitera, que se
utiliza como una regla que se aplica para la acción. El hombre actúa sin pensar
en cómo lo hace: automáticamente.
“El
hombre piensa para poder dejar de pensar”: en el estado de creencia funcionan
los hábitos mentales, o signos-acción. Estos signos son definidos como signos
que se utilizan como una regla que se aplica sobre la realidad, para la acción.
Al aplicar estas reglas en forma automática el hombre no necesita penar;
entonces el hábito mental está vinculado con la creencia, y es algo que utiliza
no tanto porque algo sea en sí verdadero, sino porque le permite actuar.
La
experiencia para Pierce es algo fluido, en ella aparecen lo que se denomina
“Sorpresas2” que son aquellas cosas que vienen a interrumpir el flujo de la
experiencia, planteándoles a los hombres que no pueden aplicar los hábitos
mentales. Porque algo nuevo aparece. Cuando esto ocurre, el hombre se mueve del
estado de creencia al estado de duda, y en él, el hombre tiene que pensar. Una
vez que alcance de nuevo el hábito mental podrá responder a la situación nueva y dejará de pensar.
La
adquisición de hábitos mentales está compuesta por tres pasos: deducción,
inducción y Pierce propone la abducción.
- Para que aparezcan conocimientos nuevos se debe aplicar la abducción: poner una conjetura-hipótesis en el inicio. La abducción no surge de la nada, nace de conocimientos previos nunca anteriormente puestos en relación.
- El segundo paso es el testeo; tiene que ver con las pruebas empíricas que nos permiten saber si las hipótesis son verdaderas o no.
- Si se comprueba la hipótesis, debe ser avalada por la comunidad científica o comunidad de mentes. Si esto no se produce, no se fija el hábito mental. Con este paso se pasa del estado de duda al de creencia.
En la
definición de hábito mental aparece la noción de acción que se vincula con la
escuela de la que Pierce forma parte que es Pragmatismo, posteriormente
entiende que el término es incorrecto y lo modifica por Pragmaticismo.
En 1872
Pierce se reúne con otros colegas y forma “El club de los metafísicos”, quienes
tenían una “idea acerca de las ideas”. Sostienen que los signos son
instrumentos o herramientas que les sirven a los hombres para enfrentarse a la
realidad en la que tiene que actuar. Estas herramientas no son productos de
individuos aislados sino del conjunto de individuos, por eso habla de “comunidad
de mentes”
Las ideas
se van a presentar como respuestas provisorias, no permanentes y van a estar
referidas a situaciones concretas y particulares. Su supervivencia no depende
de la falibilidad o infabilidad de las ideas sino de su adaptabilidad. Las ideas
no van a ser verdades absolutas.
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