Schmucler - "Apuntes sobre el tecnologismo o la voluntad de no querer" en Revista Artefacto - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
Schmucler - "Apuntes sobre el tecnologismo o la voluntad de no querer" en Revista Artefacto - Seminario de Informática - Cátedra: Ferrer
Punteo:
Punteo:
-Oposición entre concepción
ideológica de la técnica y la naturalización que expresa contra la voluntad de
la humanidad y su oposición fundamental a la dominación racional, funcional y
eficiente de la máquina.
“la técnica lleva en
sí la marca de la voluntad, que es anterior a la técnica y que depende de la
percepción que los seres humanos tienen de sí mismos”. Pag. 6
“La técnica construye
el mundo pero hay una voluntad humana […] algo raigalmente opuesto a la doxa
que la ‘naturaliza’”. Idem.
-retoma a Heidegger
en lo de técnica poiética (producente) y técnica provocante.
Los discursos sobre la técnica suelen
ser tautológicos. El equívoco se sustenta en la creencia de que la técnica es
una y necesaria. La ideología de la técnica arrincona al pensamiento en una
opción apoiética: técnica vs. no técnica. La técnica lleva en si misma la marca
de la voluntad que es anterior a la técnica y que depende de la percepción que
los seres humanos tienen de sí mismos.
Meditación Heideggeriana: la techné
encierra el concepto de poiesis, que privilegia el momento creador. En cambio,
la técnica moderna es provocante, impone a la naturaleza la exigencia de
responder de una manera calculadamente determinada. La nat. es llamada a
comportarse como reserva disponible de energía, proveedora de recursos, el ser
humano como recurso productivo. La técnica lo interpela como mero productor. La
técnica moderna se erige en sentido común. Para ella no hay más futuro que el
de su propia multiplicación dominadora. Postula el borramiento de los límites,
es su voluntad hacer previsible el futuro. El tiempo ha concluido, el futuro
está ya contenido en este presente. El futuro intenta detener el tiempo. El
futuro no es otra cosa que la técnica misma. El tecnologismo impone su proyecto
técnico como mandato indiscutible, niega cualquier posibilidad de decir no al
presente, es una ideología totalitaria. Traer el futuro al presente no solo
diluye el futuro, sino que desrealiza el presente.
La poiesis, la técnica como creación,
instala al hombre en la posibilidad más rigurosa de la metáfora de ir más allá
(trascendencia).
Papel instrumental de las tecnologías
contemporáneas. La ideología totalitaria se asienta sobre la convicción de que
en este presente sólo es posible una positividad irrenunciable. La ideología
tecnológica no admite la voluntad de negación: se enraíza en la pura afirmación
del mundo tal cual es. Esta ideología ha negado cualquier forma transhistórica
de la naturaleza humana, y por otra, afirma la posibilidad de cambiar esa naturaleza
creando entornos culturales de interacción. El mundo de las máquinas se ha
convertido en sustituto del mundo real.
El fin de la historia bien puede ser
la consecuencia de la aceptación de la técnica como sustancialidad del mundo.
La simulación de lo real ha reemplazado lo real mismo y ha suprimido el deseo
de una salida.
“Allí donde está el peligro nace
también lo que salva”. La condición es reconocer que allí está el peligro.
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