Capítulo 1:
La construcción del otro por la diferencia
Este modelo lo vemos a partir
de un recorrido por la teoría evolucionista. La teoría evolucionista fue
constitutiva de la Antropología a fines del siglo XIX. Es el modelo
paradigmático de la construcción de la otredad por la diferencia, es una teoría
que permite ver el modelo de la diferencia. Los antropólogos evolucionistas se
formularon tres interrogantes:
- ¿Por qué las sociedades humanas difieren entre sí?
- ¿Qué es el hombre?
- ¿Cuál es su origen?
La primera pregunta es fundante
de las preocupaciones científicas de la Antropología evolucionista. Se afirma
que la diferencia entre las sociedades es un fenómeno evidente y se interroga
sobre las causas de éste fenómeno. Las otras dos preguntas son pasos hacia la
resolución de la primera. Pero además, para responder qué es el hombre es
necesario remontarse a su génesis, es necesario ir al origen y explicar como
llegó a ser así en el presente. El origen y la historia de un fenómeno iban a
dar la clave de por qué era como era.
Tylor y Morgan son considerados
como fundadores de la disciplina y máximos exponentes de ésta teoría. Para
responder sobre la cuestión del origen y la naturaleza del hombre se trabaja
con Tylor y para responder a la pregunta por las semejanzas y diferencias entre
sociedades se trabaja con Morgan.
La pregunta por el origen del
hombre se contestó a través del concepto de evolución. Darwin explicó la
evolución como un proceso universal de cambio en el tiempo por el cual los
organismos vivos iban diferenciándose básicamente a través de dos mecanismos,
la variación genética y la selección natural, logrando finalmente la
adaptación. A partir de una forma de vida (la ameba) surgieron todas las otras
formas de vida (la idea de Dios pierde importancia).
En medio de éste proceso
evolutivo de diferenciación, surge una criatura particular, el hombre que se
diferenció de sus pares, los monos. Los antropólogos evolucionistas aceptaron
esto que se refiere al origen del hombre y reconocieron en él “una especie”.
Sostuvieron que el físico del hombre había evolucionado por variación genética
y selección natural hasta alcanzar su forma actual. Se planteaba la uniformidad
y la unidad de la especie humana.
Una vez que se llegó al “homo
sapiens”, su forma quedó estática. Entonces ya no fue a partir de la adaptación
física sino que fue la única especie que fue capaz de crear un instrumento
clave: la cultura. El hombre tiene una condición física y reconocerlo como una
criatura de la naturaleza no parecía suficiente para dar cuenta de ella. Su
particularidad residía en algo antes identificado como “espíritu” pero ahora
como “capacidad para generar cultura”.
La Naturaleza y la Cultura se
consideraron ambas constitutivas de la especie humana. La Cultura era la
esencia que completaba la naturaleza humana. La idea del hombre como una
dualidad (ser biológico y ser cultural) no era nueva. Pero si lo era la
concepción del hombre como animal y la afirmación de que su ser natural podía
dar cuenta de su parte espiritual.
Se le atribuye a Tylor la
primera definición científica de la noción de cultura: “Un todo completo que
comprende conocimientos, creencias, artes, moral, derecho, costumbres y
cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en tanto miembro de
una sociedad”.
La dualidad de la condición
humana implicaba no sólo la presencia del orden natural y cultural en el
hombre. Suponía también una relación de continuidad: los cambios físicos, los
cambios en el cerebro, fueron los que ayudaron a generar cultura. Las causas de
la Cultura debían buscarse en la Naturaleza, la Cultura era la continuidad de
la Naturaleza, su producto. Pero era un producto “superior” por depender de la
mente. Los cambios en el cerebro posibilitaron los primeros cimientos de emergencia
del ser humano. Después de que se llegó a la forma física definitiva, el
progreso de los homínidos dependió casi enteramente de la acumulación cultural,
del crecimiento de las prácticas convencionales más que del cambio físico, como
había sucedido en el pasado.
Hay otra distinción entre
Naturaleza y Cultura. La Naturaleza refiere a lo innato, en su dimensión
natural el hombre recibe humanidad por herencia biológica. En cambio, en el
orden cultural el hombre alcanza su condición humana a través del aprendizaje.
Cultura refiere a aquello en contacto con otros hombres, todo lo que el hombre
adquiere, enseña y aprende como parte de una sociedad es cultura.
Volviendo a las semejanzas y
diferencias entre las sociedades humanas, los evolucionistas, a la hora de
teorizar sobre ellas lo hicieron como los naturalistas. Construyeron un modelo
estadial, que expresa la manera en que estos antropólogos ordenaron las
semejanzas y diferencias culturales en un esquema evolutivo de la humanidad. Se
identificaron tres estadios de evolución: Salvajismo, Barbarie y Civilización,
cada uno con subestadios. Los evolucionistas fueron clasificando en cada uno de
los casilleros a todas las sociedades pasadas y presentes. El modelo estadial
se construyó sobre una serie de postulados o proposiciones sobre las semejanzas
y diferencias culturales.
·
Proposiciones sobre las semejanzas culturales.
Los evolucionistas afirmaron la
unidad psicobiológica (UPB) de la especie humana. Entonces sostuvieron la
uniformidad. Primeramente, se trata de una uniformidad a nivel físico (igual
anatomía, igual cerebro, igual principio de inteligencia e igual origen). Para
Morgan las semejanzas se explicaban por la igualdad de la naturaleza física del
hombre, por la igualdad en las condiciones de vida y sobre todo por el origen
común. Respecto al origen se plantea que las semejanzas que se encuentran se
deben a que los principios fundamentales de las instituciones y las técnicas se
desarrollan en el salvajismo, y así se puede identificar un tronco originario
común entre los pueblos. Además, las necesidades de los hombres siempre fueron
esencialmente las mismas.
·
Proposiciones sobre las diferencias culturales.
─
Se parte de la afirmación de que la diferencia es un hecho
empíricamente comprobable, es evidente.
─
La Cultura, al ser un producto de la Naturaleza es, igual que ésta
(UPB) una sola: la Cultura de la humanidad.
─
La Naturaleza era una sola pero había generado distintos productos
debido a que en su interior se habían producido procesos de diferenciación.
Además, como producto de la Naturaleza, la Cultura está sometida a un proceso
de cambio (evolución), a un proceso evolutivo de diferenciación. Entonces si la
cultura es una sola, lo que se ve son expresiones de la cultura de la
humanidad. La cultura presenta diferentes grados de evolución. Así es como la
diferenciación cultural es de grado.
─
“Grado” da la idea de medida, de cantidad. Representa la medida del
progreso. Cada casillero representaba una determinada cantidad de cultura. Así
como los naturalistas, se ordenan la sociedades en cada uno de los casilleros
según el nivel alcanzado de cultura. Se señalan las condiciones de vida y los
logros adquiridos por la humanidad en un tiempo determinado de su evolución. Se
observa qué se inventó en cada uno de los grados, la cantidad de cosas con las
que el hombre contaba.
Entre los grados se observan relaciones:
1) Acumulativa: se puede hablar de grados inferiores
(de menos cultura) y grados superiores (de más cultura). El más inferior era
cuando no había nada, el origen, el primero porque antes no había hombre, no se
había creado cultura.
2) Temporal: el grado más inferior, el origen de la
humanidad, da una idea de tiempo. Los grados inferiores no solo tienen menos
sino que son anteriores en el tiempo. Los grados se ordenan temporalmente,
suponiendo una sucesión en el tiempo.
3) Causal: el ordenamiento temporal de los grados se
corresponde con un ordenamiento causal. Los grados inferiores no solo tienen
menos cultura y son anteriores. Un grado es causa del grado inmediatamente
mayor y posterior. Lo creado en un grado provoca el paso hacia grados mayores y
posteriores de cultura, a niveles superiores de vida.
─
Idea de supervivencia: La diferencia espacial contemporánea se ordena
y explica como diferencia en el tiempo. El “otro” contemporáneo, lejano en el
espacio, era testimonio del pasado en el presente (noción de supervivencia). La
lejanía espacial y cultural era el testimonio de la lejanía temporal. El
primitivo viviente testimoniaba como había sido la vida del hombre en otro
momento.
─
El progreso cultural (evolución cultural) es una ley natural,
universal y necesaria. El progreso cultural es una ley universal que
involucraba a toda la humanidad. Así como ningún animal podía oponerse a la
evolución natural, ninguna sociedad podía evitar la evolución cultural. La
cultura era el arma necesaria para luchar, se encuentra la idea de lograr mayor
eficacia de la adaptación para que sobrevivan más de la especie. A diferencia
de la evolución natural, el progreso cultural se transmite por aprendizaje,
mientras que la evolución natural se transmite por herencia biológica.
─
El cambio de un grado a otro es gradual y esa gradualidad implica
flujo de tiempo. Además se despliega según una progresión geométrica: la acumulación
cultural no se realiza según una progresión lineal, de suma, sino una
progresión geométrica (multiplicar por una constante). El cambio de un grado a
otro se produce en función de una relación entre tiempo y acumulación: el
tiempo de transición entre los grados y la duración de éstos disminuye a medida
que aumenta la acumulación cultural.
·
Lógicas de evolución cultural
Los evolucionistas
distinguieron dos lógicas de cambio, de progreso: una referida a los aspectos
materiales de la cultura y otra a los aspectos no materiales.
1) Por “aspectos materiales”, Morgan se refiere a
inventos y descubrimientos asociados a la subsistencia (cosas). A partir de una
situación originaria de ausencia total, la nada, donde sólo está la capacidad
creativa del hombre, se inicia la acumulación de adquisiciones, cada vez más
numerosas. Éstas mantienen una relación progresiva, de avance, de acumulación
sin interrupción. Los últimos grados suponen más bienes y más conocimientos
necesarios para la fabricación que los primeros. En el presente, el parámetro,
se encuentra todo lo creado.
Pero además del aumento
progresivo de bienes materiales y conocimientos, aumenta la eficacia respecto
de la satisfacción de las necesidades. Los bienes materiales de los distintos
grados se podían comparar y contabilizar según su eficacia, según el grado de
satisfacción que brindaban. Para medir la eficacia se medía a cuántas personas
esa sociedad daba de comer. Es decir, el instrumental no sólo es mayor en
número sino que también permite alimentar a más bocas.
El proceso evolutivo supone el
paso progresivo de las formas más simples a las más complejas. En el caso de la
evolución de los bienes materiales, el movimiento de lo simple a lo complejo
refería al aumento de cantidad (volumen) de cosas y conocimientos y al
incremento de la satisfacción lograda. Por ejemplo, las sociedades
cazadoras-recolectoras no podían transformar su medio pero las agricultoras sí.
La posibilidad de transformar la tierra implica la posibilidad de obtener más
recursos. El fin buscado es alimentar a más personas, por lo tanto, el grado de
satisfacción es más alto.
2) La lógica evolutiva de los aspectos no materiales
es distinta. Morgan se refiere a las ideas e instituciones. El origen no es la
nada, en él están los gérmenes de lo que luego serán las instituciones
modernas, está toda la información. Están los elementos constitutivos de esas
instituciones pero todavía no están diferenciados unos de otros, hay
indistinción, formas en potencia.
Entonces, el paso de las formas
simples a las formas complejas supone un proceso de desenvolvimiento, de
diferenciación creciente de elementos y relaciones, y supone mayores niveles de
organización. Lo que crece es la distinción y no la cantidad. Se parte de
formas indiferenciadas a formas más diferenciadas. Así evolucionan las ideas e
instituciones, por el desarrollo de formas elementales presentes desde un
principio.
Un ejemplo es el paso de la
promiscuidad (falta de orden) sexual en el origen a una situación donde
aparecen categorías. Otro ejemplo es la propiedad privada que no siempre
existió sino que está asociada al capitalismo. Originalmente todo es de todos,
es decir, la propiedad comunal.
Los tres ordenamientos de los
grados se corresponden con una creciente complejización de los niveles de
cultura. La noción de complejidad está vinculada al aumento de productos
culturales y a la mayor especialización y diferenciación. La mayor distinción
es hasta donde se había llegado (Europa).
·
El método comparativo
Los antropólogos evolucionistas
aplicaron el método comparativo, debido a que era el método de las Ciencias
Naturales, el modelo de ciencia por excelencia. Consideraron que el progreso
humano podía mostrarse a través de la observación y la clasificación, y
dispusieron ordenar científicamente las semejanzas y diferencias culturales en
un esquema evolutivo que constaba de tres estadios: Salvajismo, Barbarie y
Civilización, cada uno con subestadios.
Tylor consideraba que la
Cultura debía ser catalogada, detallada y clasificada en grupos. Cuando el
científico tenía información, la comparación se sustentaba en un “razonamiento
familiar” (sentido común). Si se comparan dos elementos o instrumentos, uno es
más simple que el otro. La simpleza se detectaba y observaba fácilmente. La simpleza
implicaba lejanía temporal, anterioridad y la complejidad se vinculaba con lo
más reciente a parámetro. De esa manera, la sociedad se ubicaba en uno u otro
estadio. No hay que olvidar que el sentido común es una construcción social.
Pero no siempre
el investigador contaba con información para reconstruir la vida de un pueblo,
en un estadio. Éste problema se presentó fundamentalmente en la reconstrucción
de instituciones (familia, gobierno, propiedad, etc.). En esos casos, el
recurso metodológico era la “deducción especulativa”. La deducción se utilizó
también para completar datos sobre un aspecto particular en un estadio, es
decir, atributos de un estadio podían deducirse a partir de aspectos conocidos
del mismo estadio y también gracias a elementos del estadio anterior y
posterior. También se utilizaban para llenar los vacíos las condiciones de vida
del otro diferente contemporáneo (el primitivo vivo).
Morgan consideraba que el
camino seguido por la humanidad en su desarrollo podía “ser recorrido siguiendo
una cadena de deducciones necesarias”. La deducción especulativa se usó para
completar datos, basándose en el supuesto de que todo lo que existe debe tener
necesariamente una causa y que ésta expresa un estado más simple (menos
cantidad, menos conocimiento y menos diferenciación).
La comparación y la deducción
se vinculaban con el análisis retrospectivo, porque la preocupación del
evolucionismo era reconstruir la historia de la humanidad, de sus inventos e
instituciones. La humanidad había recorrido un camino ascendente de acumulación
y diferenciación. El nosotros social y cultural del antropólogo, máximo
progreso alcanzado hasta el momento, era el punto de partida del viaje a la
otredad. El investigador debía realizar un camino descendente para reconstruir
el origen y el desarrollo del hombre.
Y en este descenso, el
investigador se encontraba con los “otros”, con sociedades diferentes. El
retroceso en el tiempo implicaba un retroceso en los niveles de cultura.
Entonces, había una primera operación que era desplazamiento del presente al
pasado, el descenso en el tiempo pero además había una segunda operación: de
resta, de descarte de los logros alcanzados (descubrimientos, invenciones e
instituciones). Se descartan los logros, en el orden en que aparecieron y así
se puede apreciar el adelanto realizado en cada período.
Entonces, el Nosotros no es
sólo el punto de partida del viaje al Otro, sino también el parámetro según el
cual se lo clasifica dentro del modelo estadial. Según si estaban o no las
adquisiciones y la diferenciación lograda en ese ultimo momento de la
civilización, el antropólogo le adjudicaba a la otredad un lugar en el esquema
evolutivo. Entonces, por ejemplo, a mayor presencia y diferenciación, mayor
progreso (grado de cultura) y menor distancia temporal (cercanía a la
civilización moderna).
·
Mecanismos de construcción por la diferencia
Entonces, el antropólogo
realiza dos operaciones: desplazamiento del presente al pasado y descarte de
adquisiciones culturales. Así se construye la otredad. De estas operaciones se
desprenden dos mecanismos que organizan la lógica de construcción de la
diferencia cultural (modelo estadial) y de la relación Nosotros-Otros que está
implicada en esa construcción.
El primer mecanismo implica ir
de la Presencia a la Ausencia, del Con al Sin y del Más al Menos. La otredad se
caracteriza como un universo en el que están ausentes las atribuciones del
mundo del investigador, es un mundo sin los bienes e instituciones de la
civilización moderna.
Pero el antropólogo reconoce
distinciones en la otredad, y esto es según distinga ciertas presencias
(vinculadas con formas modernas pero menos desarrolladas, incompletas). Así, el
investigador establece distinciones en el mundo de los otros según las
presencias encontradas sean mayores o menores en términos cuantitativos y según
se acerquen más o menos cualitativamente al mundo del Antropólogo.
La situación de ausencia total
(todo sin) refiere a la situación inicial, originaria del hombre, en la que
éste parte de la nada y comienza un camino ascendente, de acumulación y
generación de cultura. El antropólogo inicia su tarea de reconstrucción desde
la situación de presencia total (todo con) y en su reconstrucción va desechando
con e incorporando sin. La humanidad va del sin al con y el antropólogo va del
con al sin y al final del camino detecta a los primeros hombres.
El segundo mecanismo implica ir
de la Distinción a la Indistinción. La Otredad se caracteriza por ser un
universo en el que las ideas e instituciones modernas se encuentran en estado
germinal, están sus elementos componentes pero no diferenciados. La Otredad
presenta distintos grados de indiferenciación. En el origen, la
indiferenciación es mezcla total, confusión total, desorden. El mundo del
antropólogo representa la mayor diferenciación lograda. La humanidad realiza el
camino de la indistinción a la cada vez mayor distinción y el antropólogo el
camino inverso.
Entonces, la Otredad frente al
Nosotros, es anterioridad, ausencia o incompletud, confusión total o parcial.
Entonces el antropólogo realiza el camino del con (presencia) al sin
(ausencia), del más al menos y del Orden a la Indistinción (confusión).
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