Capítulo 2:
La construcción del otro por la diversidad
La palabra diversidad significa variedad, abundancia
de cosas distintas. En el período entre guerras, el término se comienza a
utilizar como sustituto del de diferencia y de manera sistemática. Aparecen
varias teorías en distintos países. Una característica de la construcción del
otro por la diversidad es que discute con las teorías ya elaboradas por los
antropólogos, mientras que el evolucionismo lo hacía con otras ciencias. El
punto en común de las nuevas teorías fue, justamente, la discusión con el
evolucionismo. Dos teorías antropológicas permiten ver el modelo de la
diversidad: funcionalista, con Malinowski, y estructuralista, con Lévi-Strauss.
En ambas teorías la cuestión del origen pierde protagonismo en la explicación
de la especificidad del hombre. Así, las preguntas ejes son: ¿Qué es el hombre?
¿Por qué las sociedades humanas son distintas entre sí?
Funcionalismo
La teoría funcionalista, con Malinowski, instauró el
trabajo de campo, la observación participante, que implica el contacto directo
con las sociedades estudiadas. A partir de ese momento se realiza un
desplazamiento e inserción física del antropólogo en el mundo ajeno. Al decir
“mundo ajeno” se mantiene la dualidad Nosotros-Otros (lo propio y lo no
propio). Malinowski viaja a las Islas Trobiand. Malinowski se propone demostrar
que la unidad de la naturaleza humana y la universalidad de sus necesidades
fundan la posibilidad de establecer leyes generales a partir de la observación
de sociedades singulares.
Malinowski proclama la universalidad de la
naturaleza humana, que se plasma a partir del concepto de cultura. Define la
especificidad de la condición humana en torno a la relación hombre-naturaleza.
Se pueden identificar dos ejes para analizar esta relación: A) Apelación a la
animalidad para formular la especificidad humana, y B) Desarrollo de la
especificidad del hombre: concepto de cultura y categorías derivadas. Mas
corto: animalidad (prehumano), especificidad de lo humano, concepto de
cultura y otras categorías.
Para responder qué es el hombre, Malinowski parte de
la comparación entre el hombre y el animal. El hombre, a nivel de las
necesidades biológicas, es un ser más de la naturaleza. La gran separación está
en que el animal satisface sus necesidades biológicas a partir de su
equipamiento biológico, anatómico. No requiere de otra cosa que su cuerpo y del
equipamiento propio de su especie. Entonces, en el caso del animal, la
satisfacción de las necesidades supone una relación directa con la naturaleza.
En el caso del hombre, la satisfacción de las necesidades biológicas es
indirecta. El hombre satisface sus necesidades a través de la creación de un
ambiente artificial, secundario: la cultura, que no nace con él. La cultura es
el instrumento para satisfacer necesidades.
Además, señala que entre el comportamiento animal y
el humano existe una relación cronológica. El comportamiento animal es
anterior, es originario y condición del surgimiento del comportamiento humano.
Lo anterior es precultural. Entonces, la cultura es continuación de la
naturaleza. La diferenciación entre ambos momentos, entre el animal que sólo
necesita de lo biológico y el hombre de la cultura, el paso de la naturaleza a
la cultura, se da cuando se utilizan instrumentos para lograr la satisfacción
de las necesidades.
Algo se convierte en instrumento si se le adjudica
valor y si hay ciertas normas para utilizarlo, si se debe comportar de cierta
manera. Ante la imposibilidad de la satisfacción directa, el animal puede
apelar a recursos e instrumentos para satisfacer sus necesidades biológicas. En
la animalidad puede encontrarse instrumento, valor y norma. Pero se trata de un
comportamiento individual y espontáneo. Frente a una situación, el animal no
sabe inmediatamente que hacer, y una vez que lo hace, no puede comunicar que
hacer a otro animal. En este caso se trata, entonces, de un hábito, a nivel de
cada organismo individual.
Pero esos hábitos son individualmente improvisados y
no son base de una conducta reflexiva por parte de todos los miembros de la
comunidad. Así, no se puede hablar de cultura. En el hombre también se
encuentra instrumento, valor y norma pero el comportamiento no es individual o
espontáneo y puede ser comunicado a otros hombres, enseñado. Supone
organización estable y permanente de actividades. En este caso hablamos de
costumbre.
Además, a nivel de los objetos, se puede distinguir
entre instrumentos improvisados y manufacturados por tradición, entre hábitos esporádicos y reglas
que pertenecen a una organización de grupo. La transición entre un
comportamiento precultural y otro cultural implica la incorporación de
realizaciones individuales a una tradición que puede ser comunicada a otros
miembros del grupo y transmitida de generación en generación (vínculos sociales
y simbolismo).
Entonces, a nivel de lo biológico, el hombre es otra
especie animal. Pero el hombre satisface sus necesidades biológicas a través de
la creación de un instrumento, de un ambiente artificial: la cultura. En la
satisfacción cultural de sus necesidades biológicas, el hombre se realiza como
tal. Así, el hombre de la naturaleza no existe. Malinowski define a este
instrumento de satisfacción, la cultura, como un conjunto integral constituido
por tres aparatos: material, humano y espiritual.
La creación de un ambiente artificial impone un
determinismo cultural sobre el comportamiento humano. Ese determinismo implica
una redefinición del impulso orgánico. Esto significa que estos problemas
básicos son solucionados por el hombre a partir de herramientas (aparato
material), en el marco de una organización (normas, costumbres) de grupos
cooperativos (aparato humano) y con conocimientos, valores y moral (aparato
espiritual). A las necesidades biológicas, el hombre responde con cosas, normas
e ideas, es decir, responde culturalmente. La biología del hombre está
intervenida por la cultura, la cultura propia de su sociedad. La cultura
transforma los impulsos biológicos en lo que se llaman las necesidades básicas.
Y ese determinismo implica
también la constitución de nuevas necesidades: necesidades derivadas. Si los
individuos tienen necesidades que sólo pueden satisfacer mediante la cultura,
la cultura debe ser reproducida, conservada y administrada. Entonces las
necesidades derivadas están asociadas a mantener ese instrumento de
satisfacción que es la cultura.
El concepto de función es vital en esta teoría
(“funcionalismo”) y sirve para comprender la relación entre comportamiento
cultural y necesidad humana. Se diferencia según si la mirada está puesta en el
individuo y sus necesidades, o en la Cultura como realidad instrumental.
Desde el punto de vista del hombre y sus
necesidades, el concepto de función se asocia con la supervivencia y
reproducción del individuo, la necesidad de satisfacer las necesidades
biológicas. Y el hombre las satisface
mediante un instrumento que es la cultura. Esa es la función de la cultura,
lograr el sostenimiento del organismo individual. Los individuos se organizan a
fin de alcanzar sus propósitos (cooperación). El principio de organización es
la base del concepto de Institución.
La institución implica la relación de los hombres
entre sí y con el ambiente natural o artificial, obedeciendo a normas de
asociación y utilizando equipamiento material. La institución es la unidad
mínima concreta en que se organiza la cultura, unidad de organización humana.
Expresa la asociación de los tres aparatos que componen toda cultura: humano,
material y espiritual. Cada individuo, al satisfacer necesidades realiza actividades
en las cuales se hacen presentes los tres aparatos, es decir, ejecuta una
acción institucional. Y la institución se define por la función.
La cultura es un medio para satisfacer necesidades,
entonces como organismo necesita ser reproducida, conservada y administrada,
con lo cual aparece la noción de necesidades derivadas. Sus elementos
constitutivos, las instituciones, necesitan reproducirse y funcionar
correctamente. La vida de la cultura depende de que cada institución desempeñe
su papel y de sus relaciones recíprocas. Este es un concepto de función que
refiere justamente al cumplimiento del papel que cada institución tiene dentro
de la cultura, contribuyendo a la reproducción de la totalidad. Si una
institución no cumple su papel, la cultura entra en un proceso de cambio o
desaparición.
Los elementos (comportamientos, instituciones, etc.)
no pueden ser explicados, no tienen sentido, fuera del todo. Se habla de
totalidad, integración, conexión, incrustación. La idea del todo supone una
unidad organizada que funciona según una lógica que le es particular y dentro
de la cual cada elemento o parte tiene su funcionalidad y su sentido.
A diferencia del modelo de la diferencia en el que
se adquiría progresivamente, la complejidad es un atributo de toda realidad
cultural. Esto deriva de concebir a la cultura como una totalidad integrada. La
complejidad es una atribución específica del comportamiento humano. Aún así,
Malinowski utiliza el término simple para referirse a las culturas en que las
instituciones son multifuncionales, cumplen varias funciones, y complejo para
referirse a las culturas en las que las instituciones presentan
especialización, donde cada institución tiene una función. Malinowski concibe
el mundo propio como un mundo complejo, especializado, y al ajeno como un mundo
donde gobierna la generalización.
Si el cumplimiento de las funciones de las
instituciones es condición del funcionamiento de la cultura, y esta lo es de la
reproducción de la vida de los individuos (doble idea de función), los
individuos y sus necesidades vitales constituyen el punto de partida para el
análisis antropológico.
Entonces, se debe volver a los impulsos orgánicos
convertidos en necesidades básicas debido a la intervención de la cultura y a
las necesidades derivadas. Malinowski distingue entre necesidades o imperativos
instrumentales e imperativos integrativos. Los imperativos instrumentales son
medios para la satisfacción de finalidades (necesidades), ésa es su función. En
cada uno de éstos imperativos están presentes los tres elementos constitutivos
del concepto de cultura (aparato material, humano y espiritual) organizados en
un todo complejo. Cada uno de éstos elementos tiene una función característica
pero se comprenden gracias a su interdependencia. Por ejemplo, los artefactos
materiales constituyen la riqueza material de una cultura, que necesita
complementarse con:
- Conocimientos que
garanticen su fabricación y uso. Esto supone la implementación de reglas.
- El reconocimiento del
valor instrumental y simbólico de los bienes.
- Una organización social
que moldee la producción, manejo y disfrute de los bienes. La organización
social es la manera concertada (reglas, leyes, costumbres y maneras) en que se
comportan los grupos humanos. Ahora, la cultura material es la que moldea y
condiciona a cada generación de hombres. Esto constituye su particularidad. Es
la única que sobrevive fuera del individuo y así puede transmitirse a las
generaciones venideras. Pero con ella se transmiten todos los conocimientos indispensables
para su producción, manejo y disfrute. Estos imperativos instrumentales pueden
o no constituir una institución específica. En el caso de los trobiandeses, la
economía es sólo una función de otra institución, la del parentesco.
Estos imperativos instrumentales no agotan la
satisfacción humana indirecta de sus necesidades. Son necesarios los
integrativos, que organizan e integran al individuo y a la sociedad como un
todo. Algunos de éstos son: el conocimiento y la magia. El primero se trata de
un conocimiento de carácter científico basado en concepciones empíricas. Es más
que un medio para un fin porque su función es la de conectar distintos tipos de
comportamientos. Permite al hombre planificar y premeditar. Pero el
conocimiento no puede controlar la suerte o adivinar, es soberano hasta un
límite. Entonces interviene la magia, que se trata de sistemas de superstición,
de ritual. La magia es una institución que fija, organiza e impone a los
miembros de una sociedad la posible solución a problemas que los humanos no
pueden resolver con conocimiento o habilidad técnica. Otros imperativos
integrativos son la religión, el arte y el juego.
El concepto instrumental de cultura reposa sobre dos
conceptos clave: función e institución. El comportamiento cultural, atributo
universal de la especie humana, supone siempre el cumplimiento de una o más
funciones a través de una acción institucional de satisfacción de necesidades.
Así se proclama la universalidad de la función y de los principios de la organización
institucional asociados a los componentes de la cultura: equipamiento material
(bienes y utensilios), equipamiento humano (organización según normas) y
equipamiento espiritual (ideas, valores, creencias, tradiciones) y a los
imperativos instrumentales e integrativos.
·
Proposiciones sobre las semejanzas entre los
hombres.
Al igual que los evolucionistas, Malinowski partía
de ciertas proposiciones relativas a las semejanzas ente los hombres. Para él,
la especie humana, desde el punto de vista biológico es una sola (UPB), lo que
implica que todos los hombres tienen las mismas necesidades biológicas. El
hecho de tener las mismas necesidades biológicas, permite explicar la presencia
de semejanzas o de universalidad. Además, las respuestas a las necesidades son
culturales, se ponene en juego instituciones. Así, la teoría de la cultura debe
basarse en hechos biológicos.
La satisfacción cultural de las necesidades básicas
supone la creación de necesidades derivadas, instrumentales e integrativas.
Pero no sólo necesidades y funciones son comunes a todos los hombres, sino que
toda actividad humana conlleva un razonamiento lógico.
·
Proposiciones sobre la diversidad entre los hombres.
─
Se considera a la diversidad como un hecho empíricamente constatable.
─
Éste hecho expresa la heterogeneidad de modalidades culturales que
puede asumir la vida humana.
─
Ésta heterogeneidad implica que la cultura no es una sola. Se habla de
culturas y no de la Cultura única. Existen diversas lógicas culturales. Supone
la multiplicidad y variedad de formas culturales que brindan respuestas
particulares a necesidades humanas universales. La forma concreta de
satisfacción es diversa, múltiple y variada.
─
Todas las culturas son equivalentes. Cada una en su singularidad
representa un instrumento eficiente para satisfacer necesidades. Todas logran
el mismo fin, de distintas maneras, gracias a diversas instituciones.
─
Ninguna cultura es causa o efecto de otra. Cada una es la
manifestación concreta y singular de la satisfacción de necesidades humanas
universales y de principios de organización. Cada cultura se explica a sí
misma, según su propia complejidad y particularidad. Ninguna cultura dice nada
de las demás.
─
Éstas culturas contemporáneas no son testimonio del pasado. Se impone
la sincronía. Ninguna cultura es anterior o posterior respecto de otra. Además,
la presencia de costumbres u otros elementos de la conducta humana constituyen
una presencia que cumple con una función. Si hay algo, no es que logró
sobrevivir, sino que tiene una función determinada.
─
Estas culturas no representan un grado, un nivel de acumulación e
invento, sino una totalidad racional, compleja, ordenada de elementos, dentro
de la cual cada uno de estos elementos tiene su función y está incrustado en la
totalidad con los demás.
─
Si existe gradación entre las culturas, es cualitativa y refiere a la
especialización o no de las instituciones. La simpleza como multifuncionalidad
ya no es igual a desorden sino que representa un orden distinto, equivalente.
·
Mecanismos de construcción de la diversidad
El mundo ajeno es un mundo con
y no sin aquellas atribuciones del Nosotros. Se trata de un mundo con
economía, política, arte, etc. y también con complejidad, organización,
historia y racionalidad. Las atribuciones son universales pero se presentan “de
otra forma”, de una forma particular. Es decir, si bien una forma, una
categoría, del Nosotros está ausente, podemos descubrir su presencia en torno
al sentido (función) que asume. El sentido implica finalidad. En el mundo ajeno
existen los mismos sentidos (funciones) pero diferentes formas institucionales.
La otredad no es la negación de la humanidad. El con en Malinowski
implica hallar en el mundo ajeno el sentido de las categorías de nuestra
sociedad.
Pero además, la multifuncionalidad,
la indiferenciación en el mundo ajeno no es sinónimo de desorden como en el
evolucionismo, sino que supone un orden distinto. Por ejemplo, a veces los
imperativos instrumentales no constituyen instituciones en sí, sino que son
función de otras instituciones. la multifuncionalidad se refiere a las llamadas
sociedades simples y diferenciado a las complejas.
El evolucionista viajaba a la Otredad retrocediendo
en el tiempo y despojando atributos del Nosotros. Malinowski viaja siempre en
la contemporaneidad de su tiempo y llena el mundo del Otro con atribuciones del
Nosotros. La operación de llenar corresponde con el primer mecanismo de
construcción del otro por la diversidad. Llenar significa universalizar
necesidades, funciones, principios institucionales y razonamiento lógico. Pero
de ninguna manera implica la identidad de las formas que asumen concretamente
estas atribuciones. Las presencias son heterogéneas, entonces, el segundo
mecanismo es el con pero distinto.
Las presencias no son algo que se va adquiriendo
progresivamente sino que son elementos constitutivos de la cultura como
totalidad organizada e integrada. Y son elementos que cumplen una función, que
cobran sentido dentro de esa totalidad. Este rasgo es la incrustación.
En la relación Nosotros-Otros, el Nosotros se
relativiza. Relativizar significa el abandono de la condición de parámetro
(medida de mayor cultura alcanzada) de la teoría evolucionista. Pero el
Nosotros no desaparece, sino que se presenta como referente, como lugar desde
donde se mira y se llena al Otro.
Malinowski sentó las bases de la etnografía moderna.
Su aporte metodológico fue el método etnográfico y la técnica, la observación
participante. La observación participante conlleva la idea del trabajo de
campo. El antropólogo va al encuentro de aquel que quiere estudiar.
Malinoski se preocupaba por el rol del Nosotros.
Planteaba que prejuicios de la sociedad occidental se asignaba al mundo ajeno.
Esa actitud se denomina etnocentrismo y se convierte en un problema central de
la Antropología. El error metodológico del evolucionismo provenía de que se
utilizaban datos e informaciones traídos por hombres. Estos datos eran
insuficientes e ineficaces. Los viajeros estaban llenos de prejuicios. Entonces
Malinowski dice que el investigador debe tener una mirada objetiva y
científica, libre de prejuicios respecto del primitivo. Para esto era necesario
formarse académicamente como antropólogo y así poder acercarse al otro libre de
prejuicios.
Plantea los principios metodológicos de la observación
participante.
Estructuralismo
A diferencia de Malinowski, L-S se interesó por los
elementos comunes y no por describir detalladamente una cultura en particular.
De las tres preguntas del evolucionismo, él acepta la primera y la segunda:
¿Qué es el hombre? Y ¿Por qué las culturas difieren entre si? Pero las
respuestas son muy distintas. Pero no toma la tercera porque considera que no
tiene una base científica. Toma una más amplia: ¿cómo el hombre llegó a ser
hombre?
Que es el hombre y como llegó a serlo, lo va a
responder a partir de su explicación de cómo se dio el paso de la Naturaleza a
la Cultura, es decir, de qué manera el animal se transformó en hombre. La otra
pregunta acerca de por qué las sociedades o las culturas son diferentes entre sí,
lo va a responder a partir de la noción de diversidad cultural. Y esa noción de
diversidad cultural contiene ciertas características particulares. Él se separa
de y discute bastante con otras concepciones.
El pasaje de la Naturaleza a la Cultura se da a través
de la operación lógica de la prohibición del incesto. Él puede mostrar el
origen de la organización social a través de la prohibición del incesto.
·
Diversidad
L-S apunta constantemente a ciertas cuestiones. Lo
que L-S se propuso fue dar cuenta de en qué consiste la unidad de la especie
humana, qué es lo que nos hace miembros de una misma especie. No discute la
unidad psico-biológica, la igualdad de origen, el hecho de que pertenecemos a
una misma especie animal, con eso está de acuerdo. Lo que él agrega es que la
unidad del género humano también es una unidad cultural. Hay algo cultural que
es universal, propio del hombre como especie. Ese algo es la razón. Lo que
llama espíritu humano, es lo que luego va a desarrollar como el pensamiento, la
razón.
La verdadera realidad es una realidad subyacente.
Toda forma sensible de cultura, la cultura en un sentido empírico, tiene una
estructura subyacente. Las culturas tal como existen en su realidad concreta
son diversas, pero por detrás de esa diversidad, subyace una estructura, una
unidad que es la unidad de razón. Y esa unidad, está constituida por ese
sistema de categorías lógicas. Con las categorías lógicas pensamos, imponemos
orden a la realidad, instauramos significado en la realidad. Ésas categorías lógicas
se rigen por reglas inconscientes. La estructura es el orden lógico de nuestra
razón. La idea de estructura siempre apunta a la noción de orden. La estructura
es un conjunto de partes ordenadas.
Las categorías de pensamiento son propias de la
razón, y la razón es una sola, para toda la especie humana. La razón humana
está constituida por un conjunto determinado de herramientas. Con las mismas
herramientas todos los hombres llegamos a los mismos resultados, sólo que por
caminos diversos. ¿Por qué por caminos diversos? Porque la estructura tiene
capacidad de transformación, a partir de la combinatoria y relaciones de sus
componentes. Eso da lugar a la diversidad.
Prohibición del incesto. El
dispositivo lógico es el mismo, la operación lógica es la regla, en todas las
sociedades se prohibe el matrimonio entre parientes cercanos. Eso es lo
universal. Lo que queda en el plano de lo diverso es el modo particular en que
cada sociedad define qué entiende por “pariente cercano”, sobre qué relaciones
recae la noción de parentesco cercano. Lo diverso pertenece al plano de la
realidad empírica concreta, por detrás de la cual subyacen principios
estructurales a los que yo tengo que poder llegar, tornar explicables. Cuando
llego a esas estructuras elementales llego al conocimiento de la estructura de
la razón, es decir, de cómo opera la razón.
Cómo se combinan categorías lógicas. La propia
noción de regla es una categoría lógica para L-S. La noción de norma o de regla es, en sí misma, es una
noción que es producto de la razón, no existe en la naturaleza.
La estructura de L-S es una forma abstracta,
no tiene existencia real. No se puede llegar a ella, no se puede llegar a su
conocimiento a través de una modalidad inductiva, a través de una ciencia
empírica. Sólo a través de un modelo de análisis básicamente
hipotético-deductivo. Para entenderlo hay que pensar que es filósofo en su
formación original y que es un gran heredero del racionalismo. La teoría
británica y corriente funcionalista es básicamente empirista. Por eso la
importancia del trabajo de campo. L-S está parado como sucesor de una tradición
de pensamiento fuertemente opuesta a la británica, la del empirismo británico.
Todo eso que está en el texto del Vasito de Ron
remite a los dos temas, tiene puntos de contacto tanto con la problemática del
pasaje de la Naturaleza a la Cultura, que aparece en el final, que ahí aparece
Rousseau, se monta sobre el esquema de Rousseau, el paso del estado de
naturaleza al estado de sociedad, y también remite a la noción de diversidad
permanentemente, aún cuando en sí misma esa noción todavía no la haya
elaborado.
L-S piensa de qué manera el hombre
puede aportar a la civilización mundial. Lo primero que hace es separar la
noción de cultura de la noción de raza. La diversidad racial no guarda ninguna
relación necesaria con la relación cultural. La diversidad racial se agota en
una cantidad acotada de unidades. Hay muchísimas más culturas que razas.
Entonces, la diversidad racial no sirve, no explica en absoluto la diversidad cultural.
En realidad si hay algo que el hombre puede aportar
a la existencia de una civilización mundial es desde el punto de vista de
civilizaciones culturales y no del de la morfología, de las características
físicas. En el contexto de la Guerra Fría, él se pregunta: que seamos diversos,
que la humanidad sea diversa, ¿sirve de algo o no? ¿Es ventajoso, tiene algún
sentido o estamos perdiendo tiempo? Ese es el contexto en el que está pensando
en la diversidad cultural, y en el que está pensando si es o no una ventaja
para la humanidad.
L-S plantea que la diversidad cultural
es un hecho natural, que tiene existencia real y que se puede observar. Las
sociedades y las culturas son diversas. Se distinguen entre si porque
convergen, se oponen, se acercan, se alejan, porque buscan particularizarse y
diferenciarse de todas las demás, o porque buscan asimilarse a otras, etc. Es
decir, la diversidad resulta de las relaciones de todo tipo que las sociedades
mantienen entre sí, a lo largo del tiempo. Los factores que generan
diversidad son históricos, geográficos y sociológicos. Nunca biológicos.
Y fundamentalmente no es un hecho estático sino
absolutamente dinámico, porque resulta de las relaciones entre sociedades y
culturas a través del tiempo. Las sociedades se distinguen entre sí de
distintas maneras y en distintos planos, se diferencian unas de otras en el
tiempo y se diferencian unas de otras en el espacio, se diferencian unas de
otras en determinados aspectos y se asemejan en otros.
Sobre las relaciones posibles entre las sociedades,
operan distintos tipos de fuerzas. Básicamente dos fuerzas. Una es la que
tiende a las semejanzas, a la afinidad, a la convergencia. La otra opera en el
sentido contrario, de la fragmentación, de la particularización, la diferenciación
extrema. Cualquiera de las dos fuerzas, cualquiera de los dos sentidos, pondría
en riesgo, en peligro la diversidad cultural. La extrema convergencia y
afinidad terminaría homogeneizando a la humanidad. La extrema fragmentación y
particularización, imposibilitaría la comunicación entre las sociedades.
Cualquiera de las dos maneras niega la diversidad.
Él va a plantear la existencia de un
óptimo de diversidad, un punto de equilibrio inestable entre las dos
tendencias. Ahora, éste óptimo de diversidad como punto de equilibrio inestable
es un supuesto teórico. Se tiene que poder demostrar. Demostrar si existe o no
y si existe, qué consecuencias tiene, que valor tiene, que importancia le
podemos adjudicar. Junta esto a lo anterior: ¿es una ventaja o no que la humanidad
sea diversa?
Llegado a éste punto, él se plantea:
si la diversidad es un hecho natural debería ser recibido naturalmente por los
hombres y, sin embargo, no es así. Entonces, se pregunta acerca de las
actitudes que los hombres tienen respecto de la diversidad. Y encuentra 3
actitudes.
1) Actitud etnocéntrica. La actitud que
está presente en el sentido común, hablando de cualquier sociedad. La tendencia
a preferir y destacar la propia cultura en detrimento de las demás. Son las
actitudes de repudio, de rechazo, de horror, etc. de lo que es culturalmente
distinto. Esta actitud es universal, todos los hombres somos etnocéntricos,
porque todas las sociedades inculcan a sus propios miembros la preferencia de
lo propio. Obviamente, esto toma distintas formas. No todas inculcan
sentimientos de un mismo grado, y en el plano de la acción no todas hacen lo
mismo. Está presente incluso en el plano lingüístico, cuando uno atiende a el
nombre que ciertos pueblos tienen para llamarse a si mismos.
Se relaciona con lo que vimos al principio, las tres
fuentes de la reflexión, el impacto del enfrentamiento entre dos sociedades, y
la duda de si el otro es hombre o no. ¿Qué quiere decir hombre, cómo se es
hombre, en relación a qué reconozco a alguien como hombre? Y cómo llamo a eso
si lo reconozco como tal o no. La actitud etnocéntrica más básica es la de
desconocer al otro la humanidad, es menos humano o no es humano.
2) Relativismo cultural. Ésta actitud
aparece expresada en ciertas doctrinas, en ciertos sistemas de creencias
universalistas que defienden, proclaman el reconocimiento de la igualdad de
todos los hombres. Reconocer la igualdad va junto con reconocer el respeto por
el otro a ser como sea de acuerdo con las pautas culturales a las que
pertenezca. Lo que va a decir L-S es que aquí hay una contradicción, porque si
somos todos iguales, ¿qué pasa con lo diverso? Y si yo proclamo la igualdad,
proclamo respeto hacia el otro, después voy a encontrar que las prácticas
culturales de ese otro que yo busco respetar y que digo que es igual van en
contra de la moral que propicia mi propio sistema de creencias. Entonces, ¿qué
hago?
Lo que va a objetar es una contradicción. Cuando, en
ésta postura relativista, se proclama la igualdad de todos los hombres y se
dice respetar al otro de acuerdo a sus realizaciones culturales, lo que no está
aclarando nunca es iguales respecto de qué. Si no somos iguales en un plano, la
igualdad no puede ser planteada como un valor universal. Porque hay planos de
comportamiento, de las prácticas y de las creencias que están mostrando que no
hay tal igualdad. Su objeción es lógica, lo que encuentra es una contradicción.
3) Lo que él va a llamar el Falso evolucionismo
(el evolucionismo de Taylor y Morgan). Ésa teoría, la primera teoría en
antropología que buscó explicar por qué las sociedades son diferentes entre sí,
termina, dice L-S negando la diversidad. Porque entiende a las diferencias
culturales como etapas sucesivas de un único desarrollo que arranca en un mismo
punto y llegaría a otro punto. Sería una única cultura que va cambiando
siguiendo un único curso necesario y obligatorio. Entonces, no hay diversidad.
Si ante la diversidad, hay tantas actitudes
posibles, es necesario pensar algo más. La diversidad es relativa al ojo del
observador, en función de la posición que ocupa el observador. La realidad
diversa existe, no quiere decir que yo la comprenda, que yo la decodifique, que
la entienda y la pueda explicar. Que haya distintas actitudes respecto de lo
mismo habla de distintas posiciones respecto de lo mismo.
Esto es algo que se puede tomar para el planteo de
Bohannan. Al inicio de su viaje piensa en la universalidad de la especie
humana. Y se encuentra con hombres que comparten la naturaleza humana, porque
son homo sapiens, pero que decodifican la realidad de una manera que la
cuestionan a ella permanentemente. Lo que ella dice ella está segura que es
racional, que es lógico, entendible, porque está en una obra que tiene valor
universal, Hamlet, que debería ser entendida por todo el mundo, y ser
interpretada de la misma manera. Sin embargo, a medida que ella va narrando,
los Tiv reinterpretan, le cambian todo. Todo lo que ella va contando,
convencida de que va a ser claramente interpretada, es cuestionado.
La obligan a reposicionarse. Lo que ella dice no es
automáticamente traducible a la lógica Tiv, como la lógica Tiv no es
automáticamente traducible a la lógica de su sociedad. Lo que tiene que hacer
es cambiar de foco, cambiar el ángulo. En la medida que ella pueda entender a
los Tiv, los Tiv la van a poder entender a ella. Si no hay tal posibilidad de
traducción en ambos sentidos, no se puede entender nada. No lo puedo entender
porque yo no me puedo hacer entender. Si yo no me puedo hacer entender, es
difícil comunicarse con ellos. No entienden lo que se les dice porque las
categorías, porque el conocimiento de los conceptos que uso no existen en ésa
lógica, porque, por ejemplo, la noción de fantasma no existe. No hay nada que
se asemeje, que sea equivalente y que se pueda traducir. Carece de sentido en
una configuración cultural que yo necesito comprender en su totalidad para
entender algo. Sobre el hecho de porqué
alguien se muere ahogado, mi sociedad dispone de una explicación que es
convincente, que es aceptable y que es legítima. Los Tiv también disponen de
una explicación que para ellos es convincente, aceptable y legítima. Aunque son
distintas, en última instancia resuelven lo mismo, tornan explicable el porqué
de la muerte en el agua.
Entonces lo que él concluye es que la diversidad es
función de la posición desde la cual lo diverso es observado por el sujeto al
que le interesa o que conoce lo diverso. Los problemas son los mismos, pero los
abordajes o instituciones son distintos. Entonces, si hay algo que es lo mismo,
algo que demuestre o que exprese la unidad, tengo que llegar a ella pasando por
la diversidad. Eso es lo que en el texto de Bohannan ella hace: reposicionarse.
Ella se torna tan informante de los Tiv, que parecen los antropólogos que la
someten a interrogatorio, como ella puede ser antropóloga y someter a un
interrogatorio a los Tiv para tratar de aclarar la rareza, el exotismo, etc. de
la lógica Tiv. La diversidad en función del ojo del observador.
Llegado al falso evolucionismo, la intención es
discutir con el. Mostrar su error o buena parte de él, que es lo que gira en
torno a la noción de progreso, con la cual él está en desacuerdo. No niega la
existencia del progreso, sino que busca redefinirla. Para cualquier sociedad,
todas las demás pueden ser distintas de tres maneras. Todas reconocen que
existen otras diferentes, pero contemporáneas, es decir diferentes en el
espacio pero que están en el mismo tiempo. También, toda sociedad reconoce que
hacia atrás en el tiempo, en el mismo espacio, hubieron otras culturas y sociedades
distintas. Y toda sociedad reconoce de alguna manera que existen diferentes
sociedades que se ubican atrás en el tiempo y también en diferente espacio.
a) Igual tiempo, distinto espacio.
b) Distinto tiempo, igual espacio.
c) Distinto tiempo, distinto espacio. Él va a
plantear que en torno a esto, la ciencia no puede hacer nada. Porque no dispone
de técnicas que permitan reconstruir formas culturales diversas lejanas en el
tiempo y en el espacio. Pensando en la arqueología, que si no cuenta con restos
materiales no puede construir nada. Y siempre se ve llevada a reconstruir en
parte sobre la base de hipótesis que hace que se suponen muchas cosas. Casi no
hay posibilidad de certeza.
Y de a) y b) dijo algo de lo cual se equivocó. Con
respecto a las sociedades diferentes pero contemporáneas, asimilaron las
diferencias espaciales con las diferencias temporales. Todo lo que no era
occidente, todo lo que no era civilizado, era o bárbaro o salvaje. Y barbarie y
salvajismo son etapas que se suceden en el tiempo. Y si se suceden en el
tiempo, ¿cómo es que son contemporáneas? Para ubicar a sociedades concretas en
un determinado casillero equipararon, compararon a través de determinada
cantidad de rasgos e infirieron de una cantidad de rasgos semejantes, las semejanzas
del todo. Si dos sociedades se parecen en la tecnología, es porque están en el
mismo momento, porque a determinados bienes materiales se llegó en un
determinado momento. Si A y B son semejantes en la tecnología, pero de B
conozco la organización política, la economía, etc. infiero que todo esto que
conozco también están en A. De la parte infiero el todo. Y eso en términos
metodológicos es absolutamente inaceptable. Además si se tenía A y C se le
podía adjudicar determinadas características a B. Todo esto sin ninguna base
confiable, verificable. Entonces, el error metodológico de proyectar la parte
por el todo dio lugar a las explicaciones fallidas de los evolucionistas.
Lo otro que se desprende de esto mismo es que si lo
que decían los evolucionistas que contemporáneamente a nosotros hay otros
bárbaros y salvajes, nosotros en el transcurso histórico llegamos a arriba de
todo, pero otros se quedaron. Entonces se pregunta por la razón, ¿a los otros
se les detuvo la historia, se quedaron estancados? De la explicación
evolucionista, L-S extrae una concepción de la historia que supone otro error
inaceptable porque supone que la historicidad sería una cualidad intrínseca a
ciertas sociedades, y otras carecerían de ella. Es decir, habría sociedades con
y sociedades sin historia. Y eso es absolutamente inaceptable. Las historias,
los procesos históricos que occidente no puede decodificar, que no tiene
capacidad de reconstruir porque los desconoce, y porque desconoce los lenguajes
en los que la historia es expresada por los pueblos no occidentales, lleva a la
negación de la historia de los pueblos no occidentales. La historia vendría a
ser una adquisición nuestra, una cualidad inherente a nuestra forma de
sociedad. Cuando en realidad depende la posición en la que está ubicado el
sujeto que trata de entender.
En b) distinto tiempo e igual espacio, es lo mismo.
La existencia de formas culturales distintas a través del tiempo la explicaban
como la sucesión necesaria de los estadios del salvajismo, de la barbarie y la
civilización. Lo que los evolucionistas no pudieron terminar de resolver es lo
que ellos mismos decían, que esto puede coexistir. Es decir que sociedades con
rasgos culturales que ellos les asignan a etapas del pasado, son
contemporáneas. Entonces, si son contemporáneas, no se resuelve cómo es que son
del pasado.
El problema es la concepción que tienen del
progreso. Todo esto se explica como resultante de la acción de un único proceso
de cambio que es necesario, lineal y continuo, que es el progreso. Supone que
toda la humanidad arrancó del mismo lugar y va a llegar a un mismo punto. El
progreso continuo, necesario y lineal es algo que L-S niega y rechaza, y que
busca replantear. Las sociedades diferentes no son la evidencia de distintas
etapas del progreso, sino que son parte del progreso. Es la coexistencia de
diversas formas sociales y culturales las que garantiza las posibilidades de
progreso para la humanidad.
El progreso ya no debe ser pensado como en el
evolucionismo, como subiendo una escalera, que siempre asciende, que va en una
única dirección posible. El progreso actúa a saltos y por mutaciones. Y esos
saltos y esas mutaciones pueden ir hacia direcciones absolutamente distintas
cada vez. Algunas de esas veces da lugar a un avance. En ciertos momentos de la
historia de la humanidad fue posible un salto cualitativo favorable, pero no
para ciertas sociedades, sino para la humanidad en su conjunto. En éste
sentido, la diversidad es condición necesaria para el progreso. Porque
garantiza el aporte de las creaciones particulares que cada sociedad es capaz
de realizar puestas en común, haciendo posible una mejora cualitativa y a lo
mejor también cuantitativa, de las condiciones de vida de toda la humanidad.
La Rev. neolítica y la RI son los ejemplos que L-S
plantea, los dos momentos de progreso de la humanidad. La RI que se realiza en
occidente hubiera sido imposible sin el aporte de diversos conocimientos. Una
mejora para la humanidad en su conjunto se logra como resultado de una
coalición favorable entre aportes de culturas particulares, de sus diversas
creaciones, en determinadas circunstancias.
Ahora, la otra cuestión es plantear que todos los
demás están retrasados, estancados, que son inferiores. Él está negando esa
valoración etnocéntrica que está pegada a la explicación evolucionista.
Entonces, L-S ve la diversidad de una manera positiva, beneficiosa.
Bohannan VER
PRÁCTICO 30/9
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