Walter
Ong: Oralidad y Escritura.
La escritura reestructura la
conciencia
1. El nuevo mundo del discurso
autónomo
Sin la escritura, el pensamiento escolarizado no
pensaría ni podría pensar cómo lo hace, no sólo cuando está ocupado en
escribir, sino incluso cuando articula sus pensamientos de manera oral. La
escritura ha transformado la conciencia humana. Establece lo que se ha llamado
un discurso ¨autónomo¨, que no puede ponerse en duda ni cuestionarse, como el
habla oral, porque el discurso escrito está separado de su autor. El libro
transmite una enunciación de una fuente, aquel que realmente ¨dijo¨ o escribió
el libro. El autor podría ser cuestionado sólo si fuera posible comunicarse con
él o ella, pero no hay manera de refutar un texto directamente. Éste es el
motivo por el cual ¨el libro dice¨ en el habla popular es equivalente a ¨es
cierto¨.
Platón está contra la escritura. Le hace decir a
Sócrates que la escritura es inhumana al pretender establecer fuera del
pensamiento lo que en realidad sólo puede existir dentro de él. En segundo
lugar, que la escritura destruye la memoria, Los que la utilicen se harán
olvidadizos al depender de un recurso exterior. La escritura debilita al
pensamiento. En tercer lugar, un texto escrito no produce respuestas. Platón
también imputa a la escritura el hecho de que la palabra escrita no puede
defenderse como es capaz de hacerlo la palabra hablada natural: el habla y el
pensamiento reales siempre existen esencialmente en un contexto de ida y vuelta
entre personas. La escritura es pasiva. Un defecto del argumento de Platón es
que, para manifestar sus objeciones, las puso por escrito.
La escritura, la imprenta y la computadora son
formas de tecnologizar la palabra.
2.
La escritura es una tecnología
La escritura es una tecnología que necesita estilos,
pinceles o plumas; superficies preparadas, como el papel, pieles de animales,
tablas de madera; así como tintas o pinturas. De las tres tecnologías, la
escritura es la más radical. Redujo el sonido dinámico al espacio inmóvil. Por
contraste con el habla natural, oral, la escritura es completamente artificial.
No hay manera de escribir ¨naturalmente¨. La escritura difiere del habla en el
sentido de que no surge inevitablemente del inconsciente. El proceso de poner
por escrito una lengua hablada es regido por reglas ideadas conscientemente.
Por ejemplo: A representará un fonema. Las tecnologías no son sólo recursos
externos, sino también transformaciones interiores de la conciencia, y mucho
más cuando afectan la palabra. Las tecnologías son artificiales, pero, lo
artificial es natural para los seres humanos. Interiorizada adecuadamente, la
tecnología no degrada la vida humana sino por el contrario, la mejora.
3.
¿Qué es la ¨escritura¨ o ¨grafía¨?
Una grafía en el sentido de una escritura real no
consiste sólo en imágenes, en representaciones de cosas, sino en la
representación de un enunciado, de palabras que alguien dice o que se
supone que dice. Es posible considerar como ¨escritura¨ cualquier marca
semiótica, cualquier marca visible o sensoria que un individuo hace y a la cual
le atribuye un significado. Hoy llamamos ¨escritura¨ como un sistema codificado
de signos visibles por medio del cual un escritor podía determinar las palabras
exactas que el lector generaría a partir del texto. No constituye un mero
apéndice del habla. Puesto que traslada el habla del mundo oral y auditivo a un
nuevo mundo sensorio, el de la vista, transforma el habla y también el
pensamiento.
4.
Muchas grafías pero sólo un alfabeto
El hecho más notable respecto al alfabeto es que se
inventó sólo una vez. El alfabeto griego cumplía una función de democratización
en el sentido de que para todos resultaba fácil aprenderlo.
5.
El comienzo del conocimiento de la escritura
El alfabeto irrumpe en sectores restringidos y con
variados efectos e implicaciones. La escritura se considera en un principio
como instrumento de un poder secreto y mágico. En la antigua cultura griega, la
escritura es desarrollada como un ¨oficio de escribir¨. El escritor antiguo
contaba con un equipo tecnológico más difícil de manejar. Sus superficies para
escribir eran ladrillos de arcilla húmeda, pieles de animales, la corteza de
los árboles, el papiro, hojas secas. Como herramientas de inscripción tenían
plumas de ganso y pinceles.
6.
De la memoria a los registros escritos
Una persona escolarizada de nuestros días por lo
general supone que los escritos tienen mayor fuerza que las palabras habladas.
Las culturas más antiguas a menudo consideraban exactamente lo contrario. En
las culturas orales, el pasado es dominio de los antepasados. El lenguaje oral
no conoce las listas, las gráficas ni las ilustraciones. Los textos asimilan el
enunciado al cuerpo humano.
7.
Algunas dinámicas de la textualidad
La condición de las palabras en un texto es
totalmente distinta de su condición en el discurso hablado. Las palabras
escritas quedan aisladas del contexto más pleno dentro del cual las palabras
habladas cobran vida. La palabra en su ambiente oral natural forma parte de un
presente existencial real. La articulación hablada es dirigida por una persona
real y con vida a otra persona real con vida.
En un texto, las palabras se encuentran solas. El
que produce el enunciado también está solo.
En el habla oral, una palabra debe producirse con
una u otra entonación de voz. En un texto, la puntuación puede señalar el tono
en un grado mínimo. El escritor debe crear un papel que pueda ser desempeñado
por los lectores ausentes y el lector, también, debe crear al escritor. La
escritura siempre es una especie de imitación del habla.
8.
Distancia, Precisión, ¨Grafolectos¨ y Magnos
vocabularios
En la escritura, las palabras, una vez
¨articuladas¨, plasmadas en la superficie, pueden eliminarse, borrarse,
cambiarse. No existe ningún equivalente de esto en una producción oral, ninguna
manera de borrar una palabra pronunciada: las correcciones no eliminan un
desacierto o un error. Mediante la separación del conocedor y lo conocido, la
escritura posibilita una introspección cada vez más articulada, lo cual abre la
psique como nunca antes, no sólo frente al mundo objetivo externo sino también
ante el yo interior, al cual se contrapone el mundo objetivo.
9.
Influencias recíprocas: La Retórica y los Tópicos
La retórica era el arte de hablar en público, del
discurso oral, de la persuasión. El objetivo de casi todo discurso era probar a
refutar un punto contra alguna opinión contraria. El desarrollo de un tema era
considerado como un proceso de ¨invención¨, es decir, de hallar en los
argumentos que otros habían explotado siempre, aquellos que fueran aplicables
en cuestión. Se suponía que estos argumentos se encontraban en los ¨tópicos¨, y
a menudo se designaban como los lugares comunes.
10. Influencias
recíprocas: Las lenguas cultas
La otra gran influencia que en Occidente hizo sentir
su efecto en la estrecha relación entre escrituras y oralidad fue el latín
culto, resultado directo de la escritura. El latín sufrió una división entre el
sonido y la vista. Por más de 1000 años, estuvo vinculado al sexo, una lengua
escrita y hablada únicamente por varones, aprendida fuera del hogar en un medio
tribal. El latín culto era una lengua dominada por la escritura. No había
hablantes meramente orales.
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